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lunes, 15 de mayo de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 113

Capítulo 113. Marionetas (1)

Seguramente la astuta Celestine era consciente de ello. Si mantuviera la boca cerrada, podría convertirse en la Princesa Heredera sin problemas. Pero a pesar de su miedo, estaba haciendo lo que creía correcto. Porque Celestine no era el tipo de persona que podría vivir tranquila sabiendo que empujó a los demás a un precipicio.

"...De nada. Esto es todo lo que puedo hacer por ti en este momento. Ahora que conoces al verdadero culpable, ¿qué piensas hacer al respecto?"

"Honestamente, no sé qué debo hacer, tampoco hasta dónde puedo llegar. Ahora mismo me resulta difícil ordenar mis pensamientos porque ha sido muy impactante."

Annette respondió con una mirada seria. No pensó que el verdadero culpable fuera el Rey Selgratis. En ocasiones lo mejor era la ignorancia. En este punto echaba de menos su vida anterior, cuando había muerto enferma sin saber nada.

Ella había sido designada extraoficialmente como Princesa Heredera desde los ocho años. Desde entonces, tuvo encuentros recurrentes con Ludwig, así que a menudo se encontraba con Selgratis. Siempre la llamaba 'futura nuera' con una sonrisa.

Annette aún recordaba el tacto seco de la punta de los dedos del Rey cuando le acariciaba la cabeza o palmeaba el dorso de su mano. Tenía una relación distante con su padre, así que se sentía reconfortada por la amabilidad de Selgratis. Pero todo fue un engaño al final.

El Rey nunca tuvo la intención de aceptar a una mujer Bavaria como nuera. Temía que Allamand utilizara a su propia hija para manejar a Ludwig. Aunque entendía la posición del Rey, ella presentía que había algo más. Pensó mientras se mordía el labio inferior.

'Entonces, ¿Por qué simplemente no rompió el matrimonio?'

Selgratis no tomó el camino fácil. Tal vez porque si rechazaba abiertamente a Annette, tenía que encarar a su padre. Allamand no era un hombre que renunciaría tan fácilmente a una posición que aumentaba su influencia. Seguramente le insistiría al Rey. Consideraba que a su hija no le faltaba nada para convertirse en la Princesa Heredera.

Así que Selgratis decidió tomar el camino discreto. Se comportaba como si fuera a aceptar a Annette como la esposa de Ludwig, mientras entre bastidores sólo buscaba la oportunidad de apartarla. Teniendo en cuenta que Ivan había trabajado como su cochero durante casi 10 años, se podía estimar desde cuánto tiempo se había planeado esto. 

El Rey lo había planeado casi desde que Annette fue confirmada como candidata a Princesa de la Corona. Este largo engaño supuso un gran shock para Annette.

"¿Estás bien Dama Annette? Tu cara está pálida."

Celestine preguntó con ansiedad al ver que la cara de Annette se volvía cada vez más pálida. Se acercó a Annette como si quisiera abrazarla inmediatamente. Pudo sentir que Celestine había abierto su corazón con este gesto. Annette, que agradeció en su interior su presencia, se esforzó en sonreír a pesar de su conmoción.

"Estoy bien. Solo... tengo mucho que pensar."

"Pues a mí me pasa lo mismo. ¡Oh, me duele la cabeza! Simplemente creí que me había convertido en la Princesa Heredera. ¡Qué embrollo es éste!"

Celestine frunció el ceño. Las personas se referían sarcásticamente a ella como una mujer afortunada. Una mujer de un Marquesado arruinado, superó a Annette para convertirse en la Princesa Heredera. Parecía que Celestine podría tomar la mano de un príncipe mientras caminaban por un sendero florido. Sin embargo, había una cruel realidad detrás. Celestine, que se llevó la mano a la frente, se lamentó.

"¿Sabe por qué estoy enfadada ahora, Dama Annette?"

"Llámame sólo Annette. ¿Qué es lo que le molesta tanto, Dama Celestine?"

Annette preguntó con énfasis. Las dos mujeres, que al principio pensaban que eran polos opuestos, en realidad eran bastante similares. Las dos eran simples marionetas que estaban en las manos del Rey. Celestine, disgustado por esto, habló apretando la mano.

"Cuando me eligieron para sustituirte como Princesa Heredera, en realidad me preocupé. ¡Porque fuiste tú quien fue nominada originalmente como Princesa Heredera! Pero, ¿de repente me convertiría en la Princesa Heredera? Lógicamente, pensé que ni Su Alteza el Príncipe Ludwig, ni Su Majestad Selgratis lo aceptarían."

Y como esperaba, Ludwig la rechazaba. No lo expresó abiertamente con palabras de manera indirecta, pero una mujer podía saber instintivamente lo que pensaba. Ludwig la quería sacar de su vida con su lenguaje corporal. Él seguía con tristeza la sombra de otra persona. Todo el mundo sabía de quién se trataba aunque no lo dijera.

"Pero... cuando fui por primera vez a ver a Su Majestad después de ser reconocida como futura Princesa Heredera. ¿Sabes lo que Su Majestad me dijo en ese momento?"

"No."

Annette se concentró en las palabras de Celestine. ¿Qué le había dicho Selgratis, que la había incriminado a ella para que Celestine fuera su nueva nuera? Sólo tenía curiosidad. Quería saber más, sobre todo porque la cara de Celestine se puso roja al recordarlo.