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lunes, 13 de febrero de 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 455

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 455. Un Hombre Extraño (2)



"Por cómo me habló de la fuga del Gran Duque Lilteang e insinuó que yo permití su castigo, debe haberle pasado algo durante su encierro que le preocupa que se sepa."

Sovieshu daba vueltas por su habitación mientras hablaba.

Después de la conversación que tuvo con el Emperador Heinley, Sovieshu no pudo pensar con claridad hasta el día siguiente porque estaba lleno de ira. Ahora que estaba más calmado, pudo ver cuáles eran las verdaderas intenciones de Heinley.

'El Sovieshu del día es capaz de pensar como Heinley porque sus edades son similares.'

El Marqués Karl reflexionó en su interior y se mostró de acuerdo,

"Su Majestad tiene razón. El Gran Duque Lilteang debe haber resultado herido mientras estuvo encerrado. Ya sea intencionalmente o por accidente."

Sovieshu se detuvo para analizar la situación una vez más. Al cabo de un rato, sonrió con frialdad,

"Incluso si eso no fue lo que pasó, no importa. Sólo tenemos que encontrar al Gran Duque Lilteang primero y hacer coincidir nuestras palabras."

"Así es, Su Majestad."

Respondió el Marqués Karl.

Con la decisión tomada, Sovieshu hizo sonar la pequeña campana para convocar a sus 'cortesanos',

"Cambio de planes. Quiero que se centren más en averiguar sobre el paradero y las condiciones en las que estuvo encerrado el Gran Duque Lilteang que en investigar sobre el fenómeno de la disminución del maná."

"¿Está seguro?"

"Si estuviera en la posición del Emperador Heinley, ocultaría con más esmero las pruebas que me involucran en el fenómeno de la disminución del maná, porque se trata de un problema más grave."

"Tiene razón."

"Dado que no será fácil avanzar en la investigación del fenómeno de la disminución del maná, vamos a hacer lo contrario..."

"¿A qué se refiere, Su Majestad?"

"Creo que ya conocen nuestras intenciones lo suficiente como para estar precavidos, así que cambiaremos de objetivo. Dejaremos que sigan creyendo que estamos investigando el fenómeno de la disminución del maná, pero nuestro objetivo será ahora el Gran Duque Lilteang."

***

Sovieshu no se limitó a dar órdenes. Él mismo salió del Palacio Imperial con la mayoría de sus 'cortesanos', los cuales se dispersaron por el camino.

Para cumplir el objetivo de averiguar el paradero y las condiciones en las que estuvo encerrado el Gran Duque, Sovieshu soltó a sus 'cortesanos' por todas partes.

Entró en un bar frecuentado por plebeyos y pidió un trago que ni siquiera bebería.

La última vez que Sovieshu hizo esto solo, se había metido en una pelea, así que hoy le acompañó el Marqués Karl.

El camarero dejó sobre la mesa dos vasos de licor y dos bandejas de bocadillos para cada uno.

Sovieshu, naturalmente, empujó su trago hacia el Marqués Karl, le quitó los bocadillos y sonrió con satisfacción.

"Espero que hoy consigamos buenos resultados."

"Sí."

El Marqués Karl asintió mientras mantenía la mirada puesta en los vasos de licor colocados frente a él.

"¿Qué pasa? ¿No puedes beber?"

"¿Por qué me das los dos?"

"Ese licor es amargo."

"Y los bocadillos..."

"Me gustan, son dulces."

El Marqués Karl estaba en contra de que Sovieshu bebiera alcohol desde que se cayó borracho por la ventana.

Aunque el Marqués Karl era reacio a beber tanto alcohol, no tenía otra opción, así que se llevó a la boca el primer vaso de este amargo alcohol.

Mientras tanto, Sovieshu miraba a su alrededor mientras devoraba los bocadillos. Incluso parecía disfrutar del sonido del violín de un músico que tocaba a un ritmo rápido, por cómo miró hacia allí y sonrió.

Al darse cuenta de esto, el Marqués Karl deseó que Sovieshu pudiera olvidarse pronto de Navier y disfrutar de estos pequeños placeres de la vida.

Pero en cuanto ese pensamiento vino a su mente, una desagradable conversación llegó a oídos del Marqués Karl.

"El Emperador Heinley era un poco duro, pero no era cruel."

"¿De qué estás hablando? Siempre ha habido rumores sobre su crueldad."

"Es cierto, como el rumor de su relación con piratas..."

"Dado que es amigo del Duque Elgy, no se puede esperar nada."

"No, ahora es diferente. Sus acciones son realmente crueles. Encerró y mató a su cuñada junto a una de las familias más prestigiosas."

"Suena un poco extraño. ¿Su Majestad encerró y mató a personas por no hacer nada?"

"Sí, suena un poco extraño."

"¿Por qué? ¿Qué tiene de extraño? No importa qué clase de persona sea realmente Su Majestad, no se puede negar que se volvió frío y cruel después de la llegada de la Emperatriz Navier."

"No, ha habido desde siempre rumores de que era así. Olvidas lo que se dice de la muerte del rey anterior..."

"¡Shh!"

"Se dice que las personas demasiado cautivadoras nublan el juicio de cualquiera. Me preocupa un poco que la Emperatriz Navier sea esa clase de persona."

El Marqués Karl miró a Sovieshu mientras se quejaba en su interior.

'¡No puede ser!'

Sovieshu ya tenía la mirada puesta en el grupo de borrachos, con las piernas cruzadas y los codos apoyados en la mesa.

Ahora eran esos borrachos los que no paraban de hablar de Navier.

Sovieshu sacudía los pies con mayor rapidez cada vez que oía comentarios incómodos. Aunque la mayoría de los borrachos defendían a Navier, él no podía ignorar las voces molestas.

El Marqués Karl se apresuró a llamar al camarero porque temía que Sovieshu se metiera en otra pelea.

"¡¿Qué otros tipos de bocadillos tienen?! Quiero más, tráeme todos. ¡Date prisa!"

Cuando el Marqués Karl le extendió un puñado de monedas que sacó de su bolsillo, el camarero hizo caso omiso del orden en que había recibido los pedidos y trajo primero sus bocadillos.

"Aquí tiene."

El Marqués Karl empujó rápidamente la bandeja hacia Sovieshu.

Entre todos los bocadillos, Sovieshu tomó una galleta, se la metió en la boca y la mordió con fuerza. Dado que era una galleta dura, el sonido al masticarla era aterrador. Como el sonido al rechinar los dientes.

El Marqués Karl se alarmó aún más y trató de tranquilizar a Sovieshu.

"No hay que prestar atención a esas tonterías. Fueron plebeyos como éstos los que tacharon a Navier de insensible a pesar de que cumplía a la perfección con sus deberes de emperatriz."

Pero fue en vano. Sovieshu volvió a meterse otra galleta en la boca, la masticó con fuerza y se la tragó.

"No me agrada."

"¿Qué?"

"No me agrada Heinley."

Al menos esta vez Sovieshu no se levantó a pelear. El Marqués Karl se sintió un poco aliviado y le acercó rápidamente otra bandeja de bocadillos.

"¿Por qué Navier se casó con un hombre así?"

"..."

"El Imperio Occidental se verá acorralado cuando se conozca su implicación en el fenómeno de la disminución del maná. ¿Tiene sentido que se quede hasta el final en un lugar donde hay quienes no la valoran? No lo creo."

Sovieshu añadió convencido,

"La única razón por la que Navier se metería con un tipo como Heinley es por su enojo conmigo."

"Su Majestad..."

"Honestamente, soy mucho mejor que él."

"Es cierto."

Para el Marqués Karl, el Sovieshu del día era similar a Heinley, pero aun así se puso del lado de Sovieshu.

Cuando Sovieshu recordó cómo Heinley había intentado manipularlo durante su comida juntos, murmuró más indignado,

"Otros hombres tampoco están a la altura de Navier, pero Heinley es el peor de todos."

Los ojos de Sovieshu se llenaron de determinación.

"Lo tengo claro. Debo traer de vuelta a Navier a toda costa."

El Marqués Karl se inquietó un poco. La conversación que tuvo ayer con el Emperador Heinley parecía haberle hecho odiarle aún más en un solo día.

Dado que el Sovieshu de entonces se dejaba llevar más por sus emociones que el Sovieshu adulto, le preocupaba no poder predecir sus acciones.

Como había dicho el Sovieshu de la noche, tal vez si era necesario combinar sus dos personalidades separadas lo antes posible.

'Pero, ¿cómo?'

El Marqués Karl no dejó de pensar en eso, incluso durante todo el camino de vuelta al palacio después de salir de la taberna.

Por otro lado, Sovieshu estaba disgustado por las personas del Imperio Occidental en la taberna que llamaron a Navier, "Emperatriz Sanguinaria", y a Heinley, "Emperador Marioneta".

Sovieshu, que llevaba un rato caminando en silencio, se volteó hacia el Marqués Karl y lo llamó en voz baja.

"Karl."

"Sí, Su Majestad."

"Investiga sobre las personas cercanas al Duque Zemensia. Encuentra a cualquier familiar que siga con vida, incluso aquellos que estuvieron de su lado en un momento dado, pero luego le dieron la espalda, son útiles."

***