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viernes, 7 de octubre de 2022

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 432

  La Emperatriz Divorciada - Capítulo 432. ¿Realmente No Recuerdas? (1)



Sovieshu pidió deliberadamente tiempo para hablar a solas con la 'Emperatriz del Imperio Occidental'.

Lo pensó bien. Sería difícil rechazar personalmente una petición pública como esa.

Con tantas personas presentes, si rechazo ahora su petición, se rumoreará que puse mis asuntos personales por delante del país. No tardarán en extenderse rumores extraños sobre mi relación con Sovieshu.

Mientras fruncía el ceño, Sovieshu levantó la mano y se presionó el entrecejo.

¿Qué quiere decir? Cuando fruncí más el ceño, volvió a presionarse el entrecejo con una cara que parecía estar reprimiendo una risa.

Lo entendí cuando estaba a punto de levantar la mano y tocarme el entrecejo.

'¿Es por mi ceño fruncido?'

En sus días de príncipe heredero, Sovieshu solía levantar la mano y presionar mi entrecejo cada vez que fruncía el ceño. 

En ese entonces me daba la vuelta más enojada, o se me pasaba el enojo porque me hacía cosquillas.

No puede ser... ¿por qué se comporta como en esos días? ¿Qué pretende conseguir?

Mientras estaba sin palabras, Heinley intervino con firmeza.

"Habla aquí."

Sovieshu se rió descaradamente.

"Lo siento, pero no lo puede escuchar el Emperador del Imperio Occidental."

Heinley se estremeció.

"Es extraño que no pueda escuchar lo que le dirás a mi esposa."

La atmósfera entre los dos se volvió fría en un instante. Apreté la mano de Heinley para que retrocediera sin causar problemas. Sin embargo, en el momento en que Sovieshu murmuró con una sonrisa burlona, 'esposa', Heinley cayó por completo en su provocación.

Los músculos de sus brazos se tensaron. Pero antes de que Heinley pudiera hablar, Sovieshu continuó.

"De lo que quiero hablar es sólo entre emperatrices."

"... ¿Qué dijiste?"

"Si tuviera una esposa, por supuesto que le habría dejado esta tarea a mi emperatriz, pero como sabes, ahora estoy soltero."

"¡!"

"Dado que actualmente desempeño el papel de emperador y emperatriz, pido hablar de emperatriz a emperatriz, así que espero que el Emperador del Imperio Occidental se retire."

Sovieshu volvió a recurrir a ese razonamiento descabellado, que utilizó en la sala de reuniones.

Heinley estaba tan disgustado que se pasó la otra mano por la nuca. Entonces Sovieshu me miró con calma y preguntó con descaro.

"Por esa razón, Emperatriz del Imperio Occidental. ¿Podría darme unos minutos para hablar con usted?"

¿Hablar a solas? ¿Intenta hablar conmigo porque desempeña el papel de emperatriz? Es gracioso.

"Por supuesto, Su Majestad Sovieshu."

Ante mi respuesta cortés, Heinley se volteó hacia mí y me miró con los ojos bien abiertos. Por su expresión, pareció creer que yo había decidido tener una conversación con Sovieshu.

Bueno, necesitaba hablar con la emperatriz a solas. ¿Cómo podría ignorar la petición del Emperador del Imperio Oriental?

"Pero no me siento bien, así que delegaré el papel de emperatriz a mi esposo por un tiempo."

Sin embargo, no era necesario que fuera yo. Cuando hablé con mi mano puesta suavemente en el hombro de Heinley, las reacciones de Sovieshu y Heinley se intercambiaron. 

"Heinley. Por tres horas, serás la emperatriz."

"¡Seré una excelente emperatriz, Reina!"

No me compliqué con más palabras, simplemente apreté el hombro de Heinley, me di la vuelta y subí las escaleras.

Pude oír la voz triunfal de Heinley detrás.

"Entonces, Emperatriz Sovieshu. ¿Qué necesita hablar de emperatriz a emperatriz?"

***

"¿Hablaron bien de emperatriz a emperatriz?"

Después de que Sovieshu y Heinley pasaran 15 minutos a solas. De camino a su habitación, el Marqués Karl preguntó con voz hosca.

Sovieshu miró al Marqués Karl con una cara que decía, '¿Qué clase de pregunta es ésa? No se puede hablar con él.'

Por supuesto, el Marqués Karl lo suponía, así que sonrió comprensivamente.

"La Emperatriz Temporal del Imperio Occidental no tiene una buena personalidad."

"Ha crecido como indicaban los rumores de que se la pasaba huyendo de sus padres. Me molesta cómo habla."

Ante el murmullo de Sovieshu, el Marqués Karl volvió a sonreír.

'Son dos puntos de vista diferentes.'

El Sovieshu, que tenía una edad mental mayor a la de Heinley, consideraba que éste no era más que 'un príncipe con mala reputación del que se rumoreaba era un playboy'.

El Sovieshu, que tenía una edad mental similar a la de Heinley, lo describía como 'provocador y molestoso'.

No sabía a qué se debía esta diferencia, pero era curioso observarla.

"Ahora que lo pienso, la edad mental de Su Majestad y la del Emperador Heinley son casi la misma."

"..."

"Parece que tienen cosas en común porque tienen la misma edad, Su Majestad."

"¿La misma edad?"

"Me refiero a la edad mental..."

"Marqués Karl, ¿no crees que lo estás elogiando?"

"No, no es eso."

"Entonces, ¿por qué llegaste a esa conclusión?"

"Porque normalmente lo ignoraba más."

El actual Sovieshu veía al Imperio Occidental como un país advenedizo, y al Emperador Heinley como si fuera un alborotador.

Sin embargo, el auténtico Sovieshu menospreciaba al Emperador Heinley más que eso. Si ahora parecía una lucha entre iguales, para el auténtico Sovieshu no era más que un insecto ante el que no valía la pena rebajarse.

El Marqués Karl pudo notar la diferencia entre el auténtico y el actual...

Sovieshu, que volvió a su habitación con cara de incredulidad, exclamó una vez que el Marqués Karl se marchó, 

"Tiene mi edad. ¡Mi misma edad!" 

Enojado, sacó de entre sus ropas un libro de registro que había traído con él.

Era el libro en el que registró los acontecimientos del último año. Lo había traído deliberadamente para analizarlo en sus ratos libres.

Sovieshu se recostó en la cama con el libro en la mano.

Dobló el libro por la mitad y lo sujetó con una mano mientras que la otra la dejó sobre su pecho. Repasó lo que había sucedido tras la aparición de 'Rashta'.

Sovieshu creía en los hermosos momentos vividos con Navier, en el cariño compartido. Creía en esto y tenía la intención de pedirle perdón.

Pero antes necesitaba comprender el pasado y curar sus heridas una por una. Sólo entonces llegará el día en que sus heridas sanen y se permita perdonarlo.

Al menos eso es lo que pensaba Sovieshu. Se centró en las palabras escritas con tinta negra sobre el papel blanco.

— Fui bastante frío con Navier y castigué a una de sus damas de compañía con demasiada dureza por insultar a Rashta... tuvimos una discusión por ese asunto y le dije que si no podía ser obediente por una vez.

***


Esta imagen pertenece al capítulo anterior. Ya ha sido actualizado con la imagen.