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lunes, 11 de octubre de 2021

I Raised A Black Dragon - Capítulo 207

Capítulo 207. Perseguidores (3)


Kyle se encontraba en el callejón lleno de pinturas, presionando sus sienes en un intento de detener el dolor de cabeza. Su intuición nunca se equivocaba. Se suponía que debían permanecer juntos. Ahora Noah había desaparecido, dejando tras de sí un rastro caótico.

Mientras dejaba escapar un suspiro, Muell apareció de la nada. Muell le informó apresuradamente el paradero de Noah y lo que había hasta ahora. Kyle escuchó atentamente.

"Y los asesinos... ¡Deberían llegar en cualquier momento!" Muell le entregó a Kyle el Globo Ocular de Largo. "Ella quiso atraerlos aquí. Dijo que tú podrías encargarte de ellos. "

"¿Ella planeó eso? Dime, ¿Por qué te envió a ti, en lugar de venir ella misma? Puedes teletransportarla, ¿Por qué no lo hiciste?" Kyle manipuló el Globo Ocular en mano. "¿Por qué la dejaste sola en un lugar tan peligroso?". 

"¡Quería traerla conmigo, lo juro! Pero ella me pidió que viniera solo. Parece que ella quería investigar la zona". Muell se aferró a la pierna de Kyle. "¡Lamento no haberme esforzado más!" 

"Noah es terca. Estoy seguro de que tiene sus razones, pero aun así podría haber regresado para informarme de lo que estaba pasando. Así podríamos haber ido a resolver el misterio juntos. Y en cuanto a esos asesinos..." Kyle pasó el Globo Ocular de Largo de una mano a la otra. "Pronto estarán aquí."

Los botes de pintura sonaron en el callejón, alertando a Kyle de la presencia de los asesinos. Guardó el Globo Ocular de Largo en su bolsillo y levantó a Muell para apoyarlo en su hombro. Sacando su resolver de la funda, y se preparó par disparar.

"¿Acaso vienen los responsables? O..." Dijo Kyle mirando el callejón vacío. "¿También son sólo trozos de metal?"

Recordaba vívidamente cuando había perseguido por varios asesinos en el Angelical. Uno de los asesinos se había apoderado de uno de los Globos Oculares de Largo, pero antes de que pudiera recuperarlo fue sofocado por un fuerte olor a lavanda que paralizó sus sentidos. Pero no podía recordar la apariencia de su enemigo.

Sin embargo, los asesinos se había rotos en trozos de metal. Kyle pensó que sería imposible salvar el otro Globo Ocular, pero viendo la situación ahora, el Globo Ocular estaba al alcance.

Sus pensamientos llegaron a una suposición: quien estaba detrás des las réplicas había estado a bordo del Angelical aquella vez. ¿Pero quién era? ¿Realmente era cierto que Adrian Rossinell había ido hacia la Central Edman para restaurar la vía ferroviaria dañada?

Kyle apretó el revólver. Intentaría obtener información de los asesinos. Sus pensamientos se dirigieron rápidamente hacia otras cosas más importantes. Noah tiene que almorzar.

"Ya están aquí", Muell pinchó a Kyle en el hombro. 

De la esquina del callejón surgieron cinco sombras. El primero de los asesinos saltó al aire, con su arma preparada. Kyle sonrió mientras le apuntaba con su revolver. Su mente sólo pensaba en una cosa: encargarse de este problema y encontrarse con Noah.

"Quizá tus amigos también quieran acompañarte".  Dijo mientras apretaba el gatillo, disparando el primer tiro. 

***

Harrell era un pueblo mucho más tranquilo de lo que Noah había pensado. Pero sólo porque fuera tranquilo, no significaba que fuera seguro.

Todos los rostros que se encontraba estaban cubiertos de mugre. Sus miradas estaban llenas de cansancio. Sus ropas deterioradas regularmente tenían parches.

Las edificaciones situadas a ambos lados de la carretera se encontraban en un estado de deterioro similar. Cortinas desgastadas, ventanas rotas, puertas chirriantes, vallas podridas... Estaba claro que algo pasaba en el pueblo. 

Unos chicos jóvenes daban patadas a una pelota. Ninguno de ellos parecía tener energía para patear la pelota, y mucho menos para jugar un partido.

"Al Imperio realmente no le importan los que están fuera de las ciudades..." Noah se dijo a sí misma mientras avanzaba entre los civiles que deambulaban sin rumbo. Todos la miraban a ella, así como a su ropa limpia e intacta.

Noah se subió la capucha de su capa mientras se apresuraba a salir de la zona, tratando de encontrar un lugar donde esconderse un rato. En el camino se encontró una bifurcación de tres, lo que le hizo preguntarse cuánto tiempo llevaba caminando. Un viejo cartel sobresalía en el centro.

Resultaba difícil leer todo lo que ponía, puesto que la intemperie  lo había deteriorado bastante. Apenas pudo interpretar las letras.

"Este, Escuela Harrell. Norte, oficina del distrito y fuerzas de seguridad. Oeste, hotel. Así que hay fuerzas de seguridad. Ese podría ser el mejor lugar para empezar a averiguar qué está pasando aquí."

Preocupantemente, el camino que llevaba al norte estaba más desierto que los que llevaban al este y al oeste. No obstante, se puso en marcha siempre atenta a cualquier señal de peligro. Las edificaciones de la entrada parecían aún habitables, pero cuanto más caminaba, más deteriorados y abandonados estaban. No había ni una sola persona.