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viernes, 27 de agosto de 2021

Bajo El Roble - Capítulo 123

Capítulo 123. Una belleza borracha (2)


Al verlo, Nirta enarcó una ceja y volvió a llenar la copa de vino.

"Parece que te gusta beber. Toma otro trago".

Max se dio cuenta de repente de lo tonta que parecía, y le quería decir a Nirta que, en realidad, nunca disfrutaba bebiendo más de una o dos copas en una comida, pero cerró los ojos y bebió de golpe porque no quería recibir sus miradas de decepción como la de antes.

Cuando el calor de su interior comenzó a extenderse, Max se sintió cómoda. Max se relamió ante la agradable sensación de embriaguez creciente y siguió bebiendo el vino que Nirta le servía. Su forma de beber parecía de repente un espectáculo e invitaba a los curiosos a entrar uno por uno para ofrecerle comida y alcohol.

Aunque la forma en que parecían alimentarla como a una especie rara la molestó ligeramente, Max no pudo negarse y siguió bebiendo.

Se preguntó cuántas veces se llevó la copa a los labios, y poco a poco sus ojos empezaron a apagarse hasta el punto de sentirse extraña. Empezó a tener hipo mientras agarraba la copa con las manos con fuerza. Su cuerpo se sentía flácido y tembloroso, la habitación ante sus ojos bailaba.

No sabía por qué, pero de repente quiso despejar su cabeza y espabilarse. Tal vez su aspecto había parecido extraño para que un caballero interviniera e impidiera que la mano de Nirta vertiera más alcohol en su vaso.

"Sir Nirta, deje de llenar la copa. Creo que la dama ya está lo suficientemente borracha…"

"B-bueno, yo...e-estoy b-bieeen" respondió Max.

Su lengua se trababa y su pronunciación no era clara. Normalmente, habría cerrado la boca de inmediato por lo avergonzada que estaba de su forma de hablar, pero de alguna manera no se sentía tan avergonzada como para tartamudear. Atrapada en su estado de embriaguez, Max decidió terminar todo el licor restante en su copa de una vez y valientemente extendió su vaso hacia Nirta.

"U-un trago m-más, p-por favor..."

"Bebes muy bien. Muy bien. Vamos, toma otro trago" Nirta la felicitó.

El tono de Nirta se volvió más amistoso con ella. Era agradablemente satisfactoria su forma de hablar a un compañero de bebida, así que Max bebió más alegremente. Sonriendo sin parar y agitando su cuerpo a diestro y siniestro, gracias al alcohol que se derramó, sus mangas se humedecieron, pero todo en ella se sentía bien.

Entonces oyó que alguien estallaba en carcajadas al verla.

"Eso es bastante adorable. Pensaba que eras una mujer de carácter sombrío y recatado".

Max giró la cabeza hacia el lado de donde provenía el sonido y respondió con un grito.

"¡N-no soy recatada! P-puede que no sea capaz de n-negarlo, pero..."

Suspiró mientras engullía el vino que le dio Nirta. De repente, su agradable estado de ánimo desapareció rápidamente y fue sustituido por la melancolía en un instante.

Pero... es... es p-porque no estoy acostumbrado a t-tratar con la g-gente. No hablo m-muy bien y... no sé qué decir. A-además todos son muy g-grandes por lo que da un p-poco de m-miedo cuando los enfrento... Si los veo hacia a-arriba, parecen más i-intimidantes de lo que tienen que s-ser. Es todo más i-intimidante, no soy yo quien tiene la c-culpa, sino u-ustedes, ¡es por u-ustedes! T-todos, por favor, bajen un p-poco su altura".

Los caballeros miraron sin comprender su absurda petición y sus incoherentes palabras. El único que comenzó a reír fue Hebaron, Sir Nirta.

"¿Crees que la altura es inútil? Para el combate, un cuerpo grande es totalmente beneficioso. El tuyo es demasiado pequeño. ¿Qué hiciste de pequeña para no crecer?" Preguntó Nirta a Max.

"¿Está el Sir Nirta b-borracho?" Respondió Max.

Sin inmutarse por su repentina voz alta, su copa fue llenada de nuevo por el gran caballero.

"Ahora, no es demasiado tarde. Crecerás como un pino si bebes y comes tanto como yo" le dijo Nirta.

"B-bueno, ¿lo hare? Oh, ¿p-puedo ser un p-poco más grande, p-puedo?" Max respondió con una sonrisa.

"Si creces más, puedes ser más valiente y audaz".

Max lo miró con ojos esperanzados. Nirta presumió con una gran sonrisa.

"Llevo bebiendo desde los 13 años y he crecido tanto".

"¡No sabía que había tal secreto en la altura de Sir Nirta!"

Incluso Yurixion, que se sentó a su lado y se llevó la carne a la boca, vertió una gran cantidad de alcohol en la copa y comenzó a engullirlo.

Los caballeros de los alrededores que miraban la sesión de bebida empezaron a apartar la mirada, como si se avergonzaran de ellos.

Max no entendía por qué tenían esa cara de incomodidad. Ladeó la cabeza distraídamente, preguntándose qué iban a hacer a continuación, pero en lugar de eso se encontró llevando su boca de nuevo a la copa. En ese momento, una gran mano se extendió repentinamente sobre su hombro y se la arrebató.

Max miró hacia atrás con asombro.

Sus ojos se encontraron con Riftan, que estaba de pie con una expresión temible. Su cara se puso roja y sus ojos la miraban fijamente. A juzgar por su mirada medio ciega, y murmurando violentamente hacia ella, Max se dio cuenta de que estaba enfadado.

"Ahora... ¿qué demonios estás haciendo?" le preguntó Riftan.

"Tratando de c-crecer..." Max respondió con un poco de hipo.

Riftan miró una vez más la habitación antes de abrir la boca y sus ojos feroces volaron hacia los caballeros.

"¿Se puede saber quién emborrachó a mi mujer?"

"Ella es bastante buena bebiendo, así que yo solo..." contestó Nirta.

Nirta se rascó la nuca y puso excusas, y el rostro de Riftan se volvió aún más gélido.

"Mi mujer está harta de beber" anunció Riftan.

Apretó los dientes y dejó la copa. Luego miró amenazadoramente alrededor del lugar, donde se había hecho el silencio, y anunció con voz fría y suave

"Coman bien y sigan bebiendo. Porque van a gastar mucha energía en el entrenamiento de mañana".

Los caballeros gimieron por lo bajo al unísono.

Entonces Riftan salió del comedor, arrastrando a Max con él e ignorando los gruñidos de los otros caballeros.

De repente, las piernas de Max se sintieron débiles, y Riftan la levantó y la sostuvo, notando su malestar. Ella rodeó obedientemente su cuello con los brazos mientras Riftan la sostenía. Había pensado en irse a la cama porque se le cerraban los ojos.

Riftan intentó bajarla cuando llegaron a la habitación, pero Max enterró su cara en la nuca de él y pareció no oír su profundo suspiro mientras él se esforzaba por llevarla a la cama. Entonces sintió que el cuerpo de Riftan se estremecía y se ponía rígido.

A Max, que estaba felizmente embriagada, por la sensación de la bebida y la somnolencia, no le importó lo más mínimo. Inhalo su peculiar olor corporal y le besó el cuello impulsivamente en la parte palpitante de su pulso.

"Oye..." Riftan respiró sorprendido.

Como para calmar a un animal enfurruñado, Max sonrió y le alisó el pelo. Cerró suavemente los ojos mientras se contoneaba con las manos sobre su pecho.

"Maxy, no quieres dormir, ¿verdad?"

Max gimió y se enterró más en sus brazos. Riftan miró la figura y se preocupó.

"¿Cuánto has bebido?"

"..."

"Maldita sea, ¿por qué estás vestida así?"

Por fin consiguió depositar su cuerpo en la cama y le subió la falda que se había remangado.

Max se levantó para facilitarle que la desnudara. En cuanto le quitó el vestido, apoyó la cabeza en una almohada y empezó a dormir a pierna suelta. Mirando la figura, Riftan apretó los dientes una vez más.

"Cuando llegue la mañana... ya verás".