Capítulo 153. Negociación (1)
Noah nunca había escuchado hablar de esto. Si Muell estuviera a su lado, le habría preguntado con la mirada, pero no había forma de confirmarlo porque lo había enviado a buscar a Kyle.
Las palabras de Donalian continuaron. "Bueno, ¿Por qué, se perdió el huevo de dragón en Tezeba? Escuché que la bruja de Laurent es la dueña del dragón, y el dragón... escuché que pisoteó el Palacio Imperial."
"Ah, sí..." Noah dejó escapar una risa incómoda. Donalian no sabía que ese mismo dragón acababa de estar en su oficina y que su ama estaba delante de él, buscando información.
"De todos modos, el momento de la eclosión del huevo de dragón y el comienzo de la desaparición masiva de los esclavos, creo que están relacionados."
"Pero..." Extrañamente, tenía sentido que se vinculara ambos eventos. Parecía posible que la eclosión del huevo de dragón afectara a la cordillera, que en su día fue cuna de dragones, durante los tiempos de la antigüedad.
"Aunque los investigadores de la capital han visitado el lugar varias veces, no hemos tenido muchos resultados. Afortunadamente, no pasa nada si no se profundiza en la mina. Desde la semana pasada, hemos mantenido la zona adyacente al lago completamente fuera de los límites, y la minería se continuó sólo en el área superior. Desde entonces, no se ha producido ningún incidente."
"Ya veo."
"Sí. Entonces, Madame, ¿Le gustaría comprarla? ¿Cuál cree que es el precio de compra?" Donalian miró a Noah con los ojos llenos de expectación. Se frotó las manos, a punto de entrar en una negociación. Con las piernas cruzadas, Noah evaluó el rostro de Donalian.
Con el rumor de que en el fondo de la mina vivía un monstruo, resultaba natural que se asustara y quisiera vender la mina a toda prisa. Sin embargo, existía una ambigüedad. Donalian había mencionado que estaba bien no descender y sólo minar las áreas superiores.
Una mina que extrae mineral crin era rara en todo el continente, lo que significaba que por muy alto que fuera el precio de venta, no alcanzaría el valor de la propia mina. A pesar de los extraños sucesos que habían ocurrido, la gente común ni siquiera pensaría en desprenderse de ella, pero ¿Por qué Donalian parecía tan impaciente? Parecía que intentaba desprenderse de la mina y salir corriendo...
Cuando Noah miró alternativamente entre su cara y la colección de los canales de distribución de minerales de Maobiana que le entregó, Donalian se puso nervioso. "El precio... será el que usted quiera. Pero en términos de su tamaño y valor futuro, sigue siendo diez millones de libras..."
"Oh, es barata."
"¿Verdad? Cada año, el dinero proveniente de la negociación de mineral crin con el Ministerio de Magia de Laurent es bastante. Han ocurrido cosas desagradables, pero como dije, no hay nada malo con la mina. Sería casi imposible comprar una mina tan rara a este precio."
Noah murmuró con la boca tapada detrás de los archivos. "Si es tan buena, quédate con ella. Porque..."
"¿Sí?"
"No, primero hablaré con mi esposo un poco más. Gracias por su amable explicación, Señor Culton."
Al escuchar las palabras de Noah, Donalian pareció pensar que se trataba del principio de un trato.
"¿Qué le parecen ocho millones de libras?" En su rostro, había una voluntad decidida. Noah rió dulcemente y dijo sin dudar, "Cuatro millones."
"¿Perdón?"
"No puedo más que eso."
Un precio de cuatro millones de libras por la mina parecía un insulto. Incluso si uno no fuera alguien de negocios, sabría que el precio es simplemente ridículo.
"...Siete millones de libras."
"Bueno, cuatro millones de libras es demasiado poco. Entonces 4.5 millones de libras. No puedo más que eso. Es demasiado arriesgado. Por lo visto, no hay muchos mineros intentando profundizar en Maobiana, así que hay que tener en cuenta la escasez de mano de obra."
La agonía apareció en el rostro de Donalian. Se mordió los labios y comenzó a hacer cálculos en su cabeza. "Bien... 4.5 millones de libras". Así de fácil, él vendió su mina como si fuera un terreno. 'Seguramente, hay algo allí', concluyó Noah. Resultaba evidente que estaba desesperado por escapar de la mina.
"4.5 millones. Es un buen trato". Noah sonrió alegremente a Donalian después de que ella ordenara sus pensamientos. Luego, se quitó el sombrero que le cubría la mitad de la cara. "¿Firmamos un contrato?"
'Lo siento, pero necesito que te quedes por un tiempo'.
Tardaron menos de media hora en firmar el contrato, y por supuesto, Donalian se había puesto blanco cuando vio su cara. Luego gritó en cuanto vio un cheque con la cantidad anotada y una tarjeta de identificación.
"Eres Eleonora... ¡Uf!"
"Shh, shh, shh. La gente de fuera se va a enterar."
En el momento en que él descubrió su identidad, una cuerda mágica y una manta aparecieron en secreto abalanzándose hacia Donalian.