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miércoles, 7 de abril de 2021

Los Tres Están Viviendo Una Vida De Casados - Capítulo 20

Capítulo 20. Una Carta (2)


...Ella no sabía con qué voluntad pudo terminar de comer. 

Después de terminar de cenar a un ritmo más rápido de lo habitual, Lisbeth tomó la carta y salió del comedor como si estuviera huyendo.

Fue directamente a su habitación y cerró la puerta al entrar. Entonces, con las puntas de sus dedos temblorosos abrió el sobre y sacó la carta.

'...Qué demonios'.

Había algo bastante inesperado escrito en ella.

[Querida Dama Lisbeth Norden]

[¿Cómo has estado? Tu hermosa piel blanca, que vi en la última fiesta, sigue pareciéndome tentadora. Una nariz elegante, unas pronunciadas clavículas que parece que podrían acumular agua cuando llueve, unos sen0s que se asemejan a colinas con las que provoca jugar…]

Después de eso, el contenido se volvía tan obsceno y vergonzoso que ni siquiera podía hablar de ello. Lisbeth se puso cada vez más roja. Al final terminó arrugando la carta sin terminar de leerla. No necesitaba mirar el contenido pervertido escrito en las líneas restantes.

"Repugnante."

Sólo entonces Lisbeth se dio cuenta de quién había enviado la carta.

"Esto coincide con el loco pervertido..."

Seguramente era el pervertido del que habían hablado por la tarde en el Marquesado Ezra.

Lisbeth con el ceño fruncido por el desagrado, acercó la carta arrugada al candelabro. Las llamas se extendieron rápidamente por el papel. Después de un momento, sólo quedaron las cenizas de la carta.

Lisbeth sacudió sus manos, sin ocultar su disgusto.

"Tengo mala suerte. Están sucediendo cosas extrañas."

Si hubiera sabido esto, debería haber abierto la carta en el comedor. Justo cuando Lisbeth se sentía frustrada.

Toc Toc Toc, Toc Toc, Toc.

George tocó la puerta al ritmo que ambos conocían. Lisbeth abrió inmediatamente la puerta y vio a George que tenía una expresión de preocupación.

"¿Está todo bien?"

"......"

"Has comido rápido."

"...Sí, estoy bien."

"¿Qué es eso de la carta de amor? ¿Quién te la enviado?"

"George, ¿Sabes del loco que escribe cartas pervertidas?"

"...¿Sí?"

"Seguramente has escuchado hablar de ello. Desde hace 5 años, alguien ha estado enviando cartas pervertidas de forma anónima a Damas solteras, y parece que esta vez soy el objetivo."

"...¿Qué? ¿Has recibido una de esas?"

"Sí, definitivamente es ese tipo."

"De ninguna manera...¿Estás segura?"

"¿De ninguna manera?" La respuesta de George, que parecía indicar que no podía creer lo que decía, hizo que Lisbeth se sintiera indignada. "Yo misma la leí. ¿No me crees?"

"Te creo...." 

George preguntó con intriga.

"¿Dónde está la carta? Tengo que verla."

"No, no era necesario que la vieras. El contenido era basura, así que la arrugué y la quemé."

"¿Qué? ¿Por qué la quemaste?"

"¿Por qué? ¿Querías tener esa cosa desagradable?"

"No...tenemos que encontrar al culpable."

"No podemos encontrarlo. Es un problema desde hace cinco años y aún no lo han capturado. Una simple carta anónima no será suficiente para encontrar al culpable. Sólo pensemos en ello como que he pisado caca."

"Pero en todo caso, dejemos..."

"No, olvídalo. No hablemos más de esto. Parece que estoy volviendo a recordar el contenido de esa carta, eso es muy desagradable."

"Sí, está bien."

A Lisbeth la invadió el horrible recuerdo. George se apresuró a abrazarla y consolarla. "Debes haberte sorprendido mucho. ¿Realmente estás bien? ¿Te ha hecho algo?"

"Nada de eso. Ni siquiera es una verdadera amenaza. Sólo envía cartas."

"Eso es un alivio."

"Es un cobarde. Sólo teme que su cola se haga más larga."

Tal vez esa sea la razón por la que no se ha descubierto su identidad durante tanto tiempo. A pesar de que enviaba cartas desagradables, no suponía una verdadera amenaza. Esto significa que a menos que alguien estuviera firmemente decidido a hacer algo al respecto, sería difícil descubrirlo.

Probablemente con eso en mente, el pervertido sólo enviaba cartas a Damas solteras. Dirigirse a una mujer casada podría hacer que los rumores se propagaran rápidamente y que las cosas se agravaran. Por supuesto, el culpable no expresó públicamente su opinión, pero todos suponían lo mismo.

"Ahora mi hermana cree que es una carta de amor enviada por mi novio."

"Sin embargo, afortunadamente todo está bien por ahora. Rihanna simplemente lo olvidará."

"Bueno, tienes razón."

Lisbeth respondió despreocupadamente.

"Supongo que pronto perderá el interés."

***
 
Desafortunadamente, el interés de Rihanna no desapareció tan rápido.

Desde ese día, Lisbeth no había recibido otra carta, pero la forma en que Rihanna la miraba se había vuelto un poco extraña. Eso no le agradaba a Lisbeth. Cada vez que hacían contacto visual, ella sonreía pícaramente.

Lisbeth creía saber por qué Rihanna hacía eso, pero no podía crear un novio que no existía. Lamentaba no haber abierto la carta cuando Rihanna le dijo que lo hiciera. Después de todo, inconscientemente Lisbeth se sentía bajo estrés desde ese incidente.

"¿No has recibido cartas de tu novio últimamente?"

Escuchó estas palabras durante la cena del día anterior a la fiesta de bienvenida de los nuevos burócratas.