Reciente

jueves, 8 de abril de 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 294

Capítulo 294. Víctima De Su Propio Plan (2)



Cuando Heinley miró sorprendido a la mujer, la satisfacción del Marqués Ketron aumentó.

'Es un mocoso insolente. Esto no habría ocurrido si me hubiera escuchado antes.' El Marqués Ketron murmuró sarcásticamente en su interior.

Habría sido más divertido si la emperatriz hubiera estado presente en esta ocasión, pero no pudo asistir a la reunión porque estaba demasiado ocupada con otros asuntos.

Con cada paso que la mujer daba hacia el centro, atraía más la atención de los presentes.

A diferencia de lo que esperaba el Marqués Ketron, Heinley no actuó como si no conociera a la mujer,

"Cuánto tiempo sin verla, Lady Alyra."

"Mi nombre es Melyra, Su Majestad."

"Olvida esa parte."

Sin embargo, al ver que conversaban amistosamente, el Marqués Ketron lo consideró mucho mejor.

La gente lo creería aún más al ver que la mujer con la que mantenía una agradable conversación delante de todos, clamaba por su viejo amor con Heinley.

"Bueno. Señorita Melyra. ¿Qué le trae por aquí?"

Cuando Heinley preguntó con calma, sin saber lo que estaba a punto de suceder, el Marqués Ketron se mordió el labio inferior para ocultar su sonrisa.

"Vine por una promesa previa con el Marqués Ketron."

Pero al escuchar la respuesta de la mujer, el buen humor del Marqués Ketron se redujo a la mitad.

¡Qué estupidez es esa...! Aunque es cierto que la traje aquí, ¡¿cómo puede decir abiertamente que fui yo quien la incitó a hacer esto?!

La mirada de Heinley se posó en el Marqués Ketron.

"¿Qué le prometió?"

"Es difícil decirlo aquí. Puedo hacerle saber exactamente lo que prometió en privado. Pero no cumplió su promesa, me desechó y me forzó a hacer cosas absurdas que me enfadaron y molestaron. Por eso estoy aquí."

El Marqués Ketron se quedó atónito. ¿De qué estaba hablando ahora esta mujer?

Estaba actuando como si hubiera algún tipo de acuerdo entre ella y el Marqués.

La atención de los presentes se volcó hacia el Marqués Ketron al escuchar estas palabras significativas.

El Marqués no pudo soportarlo más y dio un paso al frente, hablando en un tono lo más calmado posible,

"Esa joven dama afirmó ser la amante de Su Majestad el Emperador. Lo consideré probable, así que me comprometí a traerla ante Su Majestad. Pensé que había cumplido mi promesa al traerla aquí. Pero parece que la joven dama no piensa lo mismo."

En cuanto terminó de hablar, la mujer se abalanzó sobre el Marqués Ketron, gritando, "¡Traidor!"

Pero los caballeros se apresuraron a detenerla antes de que la mujer pudiera alcanzar al Marqués.

"¡¿Qué demonios te sucede?!"

Gritó enojado el Marqués Ketron, y la mujer exclamó mientras mostraba la insignia de la Familia Ketron.

"Me lo prometiste, incluso me diste esto, ¿intentas hacerme pasar por una mujer desquiciada para engañar a Su Majestad? ¡Eres realmente cruel!"

Incluso las orejas del Marqués Ketron se pusieron rojas cuando los presentes comenzaron a murmurar.

El Marqués rechinó los dientes. Podía sacar el collar con la insignia del Príncipe Heinley y mostrárselo a todos, pero entonces resultaría evidente que la había incitado a atacar a Heinley.

Una vez terminado el Consejo de Estado, el Marqués Ketron se acercó enfadado a la mujer.

"¿Qué demonios hiciste?"

La mujer sonrió despreocupadamente y respondió,

"Hice lo que querías. Sólo apunte a otra dirección."

Tenía una actitud realmente tranquila y confiada. Parecía firmemente convencida de sus acciones, ni siquiera tuvo miedo de causar un revuelo en el Consejo de Estado.

De vuelta en casa, cuando se dio cuenta que había sido engañado, se dirigió inmediatamente a la oficina de Heinley.

"¿Esto fue obra de Su Majestad? Esa mujer, ¿era su subordinada?"

Ante las enérgicas palabras del Marqués Ketron, los ojos de Heinley se abrieron enormemente.

Como si estuviera diciendo, '¿Qué quieres decir?'

Su expresión era tan inocente y pura que el Marqués Ketron pensó por un momento, '¿No es así?'

El Marqués Ketron no se atrevió a decir ni hacer nada debido a la incertidumbre. 

Manteniendo esa expresión, Heinley sacó algo de su bolsillo. Era la insignia de la Familia Ketron.

"¡Eso es!"

Todavía con los ojos completamente abiertos, Heinley pasó la insignia tres veces por delante de la cara del Marqués, y sonrió ampliamente mientras volvía a guardarla en su bolsillo.

"¡Su Majestad!"

"Muchas personas tienen curiosidad. Quieren saber cuál es exactamente la relación entre esa mujer y el Marqués Ketron, qué le prometió el Marqués, etc. ¿Qué debería hacer? ¿Qué debería decir, Marqués?"

El Marqués Ketron rechinó los dientes enojado. Pero no pudo responder.

Heinley le guiñó un ojo y le dio dos palmadas en el hombro.

"Mientras pienso qué respuesta dar, tú también deberías pensar en tu comportamiento a partir de ahora."

Heinley murmuró y salió primero. Por su parte, el marqués gritó y pisó fuertemente el suelo.

Mientras McKenna estaba en el pasillo esperando a Heinley, chasqueó la lengua al escuchar el gritó que salió de la oficina.

"Intentó perjudicar a Su Majestad una vez más, debería agradecer apropiadamente que aún esté intacto. Qué idiota, ¿cierto?"

"Magia, familia, talento como diplomático, no dudaría en reemplazarlo si careciera de uno de estos tres. Es una lástima."

Chasqueando también la lengua, Heinley entregó la insignia a McKenna,

"Esto es suficiente para darle una última oportunidad."

Después, reconoció el duro trabajo del Caballero de la Guardia Imperial que había arrojado la lanza al Marqués Ketron y custodiado la casa de la mujer durante semanas.
 
* * *

Una vez más, los Vizcondes Isqua se metieron con Evely.

Había sido invitada a una fiesta de té por los invitados distinguidos del Palacio del Sur, pero allí también estaba los Vizcondes Isqua.

Los Vizcondes Isqua parecían muy civilizados, probablemente por las personas a su alrededor, pero se reían e insultaban a Evely ocasionalmente.

Los pájaros del mismo plumaje siempre vuelan juntos, incluso aquellos que eran amables con Evely al final también eran nobles como los Vizcondes Isqua, así que cuando estos últimos hacían bromas insultantes sobre el estatus de Evely, se reían en lugar de detenerlos.

Evely se dio cuenta que los invitados distinguidos del Palacio del Sur no habían sido tan amables como pensaba. Sólo actuaban como nobles de alto estatus dando limosna a una 'plebeya simpática'.

Deprimida, Evely volvió a su habitación y se desató con una mano la cinta de la parte superior de su vestido como si estuviera arrancándola.

Después de desvestirse como si se quitara un sofocante abrigo, entró rápidamente al baño.

Mientras se bañaba, Evely se dio cuenta que no tenía el collar que siempre llevaba puesto.

"¡Mi collar!"

Evely salió del baño con una toalla, sin secarse completamente, y lo buscó entre su ropa, debajo de la cama, debajo de la alfombra, etc.

Pero el collar no estaba por ninguna parte.

Después de vestirse, se dirigió nuevamente a la fiesta de té que había sido invitada, pero tampoco estaba allí.

"¡Tsk!"

Evely rechinó los dientes, volvió a su habitación y golpeó la mesa.

Siempre lo tenía consigo. No sabía cuándo, dónde ni cómo desapareció. Viendo que no estaba en su habitación, pensó que tal vez no lo había perdido hoy.

Evely, que estaba furiosa, notó de repente algo extraño.

'¿Eh?'


Evely se calmó y comprobó su cuerpo en busca de maná.

Podía sentir el maná circulando por su cuerpo vacío, era poco, pero su maná había vuelto. 

'¿Cómo?'

Cuando llevaba el collar, no podía saberlo por mucho que intentara comprobarlo antes de dormir. El propio collar contenía maná.

No sabía la razón en ese entonces, pero al comprobarlo ahora, parecía que el maná que había vuelto a su cuerpo era tan poco que estaba enterrado bajo el maná del collar, por lo que no se podía distinguir.

Sin embargo, ahora que no tenía el collar, era evidente que su maná había vuelto.

No tenía un maná desbordante como antes, ¡pero aún así volvió!

Evely saltó de alegría, y corrió hacia el mago de la corte.

"¡Mago! ¡Mi maná ha vuelto!"

El mago, que le había dicho que no corriera por los pasillos del Palacio Imperial, gritó de felicidad. Los dos se abrazaron con gran alegría. 

El mago de la corte tardó un poco en volver en sí y preguntó sorprendido,

"¿Cómo? ¿Cuándo volvió?"

"No lo sé. El collar que llevaba puesto era un collar de maná. Tampoco sé exactamente cuándo volvió el maná porque ese collar lo suprimía."

"¿Collar De Maná?"

"Sí."

"¿Será que ese collar te devolvió el maná?"

"No lo sé."

Evely sacudió la cabeza con tristeza.

"Además, perdí el collar. No sé si me lo robaron o lo dejé caer."

"Hablaré con Su Majestad el Emperador para que sus subordinados lo busquen por todas partes."

El mago de la corte le aseguró a su inteligente asistente antes de dirigirse directamente a la oficina de Sovieshu, le contó lo sucedido y le pidió,

"Así que Su Majestad, por favor envíe a sus subordinados a registrar cada rincón del palacio imperial para encontrar el collar de Evely. Si ese collar realmente ayudó a Evely a recuperar su maná, también podría ayudar a resolver la disminución del número de magos que ocurre en todo el país."

Sovieshu levantó las cejas, sacó una pequeña caja de un cajón y se la extendió,

"¿Podría ser este?"