Capítulo 33. Espada Roja (3)
Corrí.
‘¿Creíste que no podrías controlar la torre sin Yoo Soo-ha? ¿Tenía que ser él?’
El ogro abrió mucho los ojos al verme en el aire.
El monstruo trató de usar su maza, pero era demasiado tarde.
‘¡No me hagas reír!’
Les mostraría.
‘Despejaré el piso 20 en lugar del Emperador de las Llamas’.
Y no solo el piso 20.
‘El 30 también y el 40 y el 50 y el 60 y el 70 y el 80 y el 90’.
Incluso el 99.
‘¡Hasta el piso 100!’
Hasta que estuviera en la cima.
‘¡Te lo mostraré!’
[Tu existencia se está volviendo más clara].
Balanceé mi espada.
[El nivel del cazador Kim Gong-ja está aumentando].
La espada cortó con precisión el cuello del ogro y sangre salpicó por todas partes.
El cuero era bastante firme, pero no era suficiente para detener mi espada. La piel del monstruo era gruesa, pero no era demasiado para mi aura.
El ogro sacudió su brazo hasta el último momento. ¿Se sentía agraviado? No me di tiempo para estar sorprendido, solo ataqué de nuevo.
[Tus ranuras de habilidad han incrementado].
[Ahora eres un cazador clase D].
El cuello del ogro se partió a la mitad.
Un momento después, el cuerpo del monstruo cayó al suelo.
[Qué la suerte te acompañe].
Polvo rojo se levantó del suelo.
“Krrrrr…”
“¡Kiii, gi! Giiiiiii”.
Podía ver monstruos, esos monstruos que había corrido primero en dirección a las murallas de la ciudad derrumbadas comenzaron a dudar. Se sentían asustados después de ver al gran monstruo caer.
Silencio.
A excepción del sonido de la lluvia cayendo, todo estaba en silencio. Los soldados en las murallas de la ciudad me miraron y los monstruos del Rey Demonio se retorcieron. Era un silencio sepulcral. Yo estaba de pie totalmente solo.
“Felicidades”.
Bae Hu-ryeong sonrió.
“Han pasado 30 segundos”.
En ese momento, alguien pasó a mi lado.
Pude saber quién era solo mirando su espalda. El cazador más fuerte de la torre desenvainó su espada.
Cientos de goblins perdieron la cabeza y cientos de orcos sus espaldas y miles de gotas de sangre cayeron como una sola.
Un segundo, dos, tres…
Fue solo un momento, pero lo vi. La corriente de sangre que caía del cielo era más oscura que la sangre.
“…”
El Santo de la Espada volteó lentamente en mi dirección, dándole la espalda a las piscinas de sangre que había creado. Luego abrió la boca.
“——“
No pude entender lo que había dicho.
Mi tiempo seguía ralentizado.
“Mm”.
¿Se había dado cuenta que mi condición era anormal?
El Santo de la Espada sonrió y habló usando aura esta vez.
“Fue increíble”.
El viejo hombre levantó su espada.
Estaba lloviendo.
La lluvia era roja, así que la espada por la cual había caído agua también era roja.
“Mi nombre es Marcus Calenberry, joven”.
Me di cuenta de que él estaba tratando de ser educado.
“…”
Cerré la boca.
Esta era la segunda vez que un Rango 1 me había dicho su nombre.
La primera vez fue cuando estaba en el primer piso.
El Emperador de las Llamas inclinó mi cabeza y susurró:
“Mi nombre es Yoo Soo-ha, adiós”.
Yo morí ese día.
Escuché un nombre por segunda vez hoy. Eran nombres diferentes y personas diferentes.
Me di cuenta repentinamente que yo también era diferente y fui capaz de hacer algo que no hubiera podido haber hecho la primera vez.
“Mi nombre es Kim Gong-ja, señor”.
Hoy, dije mi nombre.
***
La lluvia siguió cayendo.
El fuego quemó todo en su camino y la lluvia cayó del cielo.
“Mm”.
La lluvia siguió cayendo.
Había un viejo hombre parado en el medio de ella.
Asintió en mi dirección.
“Peleemos juntos, joven”.
El cazador Rango 1.
El Santo de la Espada.
El Gran Maestro de los Caballeros del Imperio Aegim.
Alianza.
“¡Ja, ja, ja, ja!”
La lluvia siguió cayendo.
“¡Mm! ¡Lamento llegar tarde!”
Con el sonido de charcos siendo pisados, alguien riendo se acercó a nosotros.
“¡Supongo que no es tan fácil liderar una legión, pude haber llegado más rápido!”
Quien hablaba tenía un solo brazo. En un camino en el que todo estaba destruido, el hombre con un solo brazo se paró firme.
“Gracias, cazador Kim Gong-ja”.
Interrogador Hereje arregló su sombrero con la mano que tenía.
La lluvia siguió cayendo.
Detrás de Interrogador Hereje, a la distancia, se podía ver una enorme multitud.
“Pagaremos por el tiempo que conseguiste para nosotros”.
Miles de soldados.
Los soldados del imperio estaban saltando sobre los charcos mientras corrían. No, no eran solo los soldados, incluso había civiles sin ningún tipo de armadura.
“Es la orden del General Supremo”.
Interrogador Hereje sonrió.
Miles de soldados y cientos de miles de civiles gritaron.
“Derroten a los bastardos que se atreven a amenazar al imperio”.
El cazador Rango 4.
El maestro del Templo de los Diez Mil, Interrogador Hereje.
El General Supremo del imperio.
“¡Wooooooooooooo!”
La lluvia siguió cayendo.
Los monstruos que había estado corriendo hacia aquí como bestias salvajes se detuvieron. Dudaron. Las tornas habían cambiado. Agua comenzó a salir de las murallas de la ciudad destrozadas.
“¡La diosa está con nosotros!”
La lluvia siguió cayendo.
“¡Qué viva el imperio Aegim!”
La lluvia siguió cayendo.
‘Ah’.
No me di cuenta cuando comencé a fluir con el agua. Probablemente se debía a mi aura, pero yo estaba corriendo como una pequeña gota en el agua.
Refugiados de otros países levantaron sus lanzas a mi izquierda, granjeros del imperio levantaron sus rastrillos a mi derecha. Cuando miré hacia atrás, cazadores como yo estaban corriendo.
Un cazador de los que vi levantó su espada.
Seguían diciendo algo, pero…
“—”
“¡——!”
No podía entenderlos.
¿Era por la lluvia o por las personas gritando? Oh, ¿era por los gritos de los monstruos? ¿Por qué el tiempo se había ralentizado? ¿Era porque me había vuelto una pequeña gota de agua fluyendo con ellos?
O… ¿Era porque estaba balanceando mi espada?
“¡—!”
Hacia adelante.
“——“
Más.
Hasta que el agua cubrió todos los lugares donde el fuego estaba.
Solo un poco más adelante.
“Oye”.
Alguien tocó mi hombro. Atravesó las cientos de miles de voces a mi alrededor y me dijo algo. Era alguien con un solo ojo.
“Buen trabajo. Debí haber venido antes, pero llegué tarde porque estaba trayendo miembros del gremio, pero no te preocupes. Te mostraremos porque nos llamamos Chen-mu mun de ahora en adelante…”
Pausa.
“…”
Dejó de hablar. ¿Por qué? Se detuvo y me miró directamente con su único ojo.
“No estás escuchando. ¿Estás inmerso? Bien, me gusta”.
Se rio.
“Oye, mi nombre es Liao Fan. No puedes escucharme, pero no importa… Salvaste mi vida en la sala de recepción. No puedo olvidar mis deudas como el maestro de Chen-mu mun, ¿verdad? Solo corre con tus ojos al frente, yo me encargaré de tu izquierda. Este es un beneficio enorme”.
Levantó su espada.
“Nadie que se ha parado a mi derecha ha muerto nunca”.
La lluvia siguió cayendo.
“Adelante. Técnica Sagrada”.
Balanceé mi espada.
“Te protegeré”.
El agua se volvió incluso más violenta.
“¡Lamento llegar tarde! Estaba ocupada buscando al emperador, lo encontré, pero ya se había suicidado. Será difícil usar su autoridad, lo siento”.
“Está bien. No tenemos que reunir a más personas. Señorita Cruzado, tú también deberías pelear”.
“Por supuesto. ¿Hm? ¿Por qué está el cazador Kim Gong-ja…?”
“No lo molestes”.
La lluvia siguió cayendo.
“Ese tipo está teniendo el mejor momento de su vida”.
La lluvia siguió cayendo.
“Criaturas patéticas”.
“Incluso si tiempo es dado, ¿creen que es para ustedes?”
“Incluso el poder protector de la diosa los ha abandonado. Ya no existe un dios en el imperio, ¿qué esperaban? ¿Probarse a sí mismos? Muy bien”.
Risa vino desde la lluvia.
“Miren”.
Una luz roja.
Sin embargo, había cosas bloqueándome.
Y eran muchas.
“¡Oye, Bruja! ¡Deshazte de ellos rápido!”
“Lo sé, no los dejaré ir una segunda vez”.
“¡Viejo! ¡Tú y yo deberíamos córtalos cuando la Bruja los disperse!”
“Puedo hacerlo por mi cuenta”.
“¡Ya están viniendo!”
La lluvia siguió cayendo.
“Dispérsense”.
6 rayos de luz brillaron. Era la luz de unos espejos, la luz roja reflejada en ellos. El primer, segundo y tercer espejo se rompieron, pero el cuarto continuó reflejando la luz roja.
“¡Santo de la Espada! ¡Serpiente Venenosa!”
Alguien gritó.
“Hup”.
Hubo un sonido de alguien respirando hondo.
“¡Yaaaaaa!”
Y el sonido del aliento siendo liberado.
El cielo se partió.
Incluso la luz roja se partió. Era como si el océano estuviera siendo cortado a la mitad.
Cinco voces comenzaron a hablar.
“¡Miren, miren! ¡Todavía me falta mucho para morir!”
“Sigues siendo igual de parlanchín”.
“¡Este es el momento!”
Y una voz susurró entre ellos.
“Los teletransportaré cerca del Rey Demonio. ¡Reúnanse todos a mi alrededor!”
“¡Rápido! ¡Si el Rey Demonio convoca más monstruos de nuevo, volveremos al punto de inicio!”
Cinco voces se superpusieron.
Ellos se reunieron en un solo lugar y…
“¡Kim Gong-ja!”
Alguien extendió la mano.
La lluvia estaba cayendo por su cara.
“¡Agárrate!”
“…”
“¡Apresúrate, no tenemos tiempo!”
En ese momento…
El tiempo que parecía eterno fue liberado.
Pude ver a la gente a mi alrededor.
Pude escuchar los sonidos a mi alrededor.
Eso no era todo. Recuerdos de donde estaba y como había llegado comenzaron a fluir a mi cabeza.
Estaba en el medio del campo de batalla.
Los soldados y los civiles estaban empujando a los monstruos e incontables cazadores estaban saliendo desde las murallas de la ciudad destruidas.
“¡Cazador Kim Gong-ja!”
Estábamos en el mismo frente.
El camino desde aquí hasta el Rey Demonio estaba vacío. Los monstruos vendrían pronto, pero no ahora.
“¡Apresúrate!”
Era un poco irónico.
Interrogador Hereje estaba sobre la espalda de Serpiente Venenosa, Serpiente Venenosa estaba agarrando el brazo del Santo de la Espada, el Santo de la Espada tenía su mano en el hombre de Cruzado y Cruzado estaba sosteniendo la mano de la Bruja.
‘Sería genial si pudiera tomar una foto y subirla a internet…’
Mientras pensaba en esto, la Bruja gritó.
“¡Apresúrate! ¡Si no tomas mi mano, te dejaremos aquí!”
La Bruja estaba extendiendo su mano hacia mí.
‘Ah’.
Y me di cuenta.
Esta escena desaparecería pronto.
Incluso la discusión que el Santo de la Espada y yo tuvimos, cómo el Santo de la Espada sacó su espada, cómo inclinó su cabeza ante mí en señal de disculpa, cómo Interrogador Hereje mató a esos inocentes cazadores y el cómo ellos pelearon el uno contra el otro.
‘Todo desaparecerá’.
Todo.
Como la lluvia que estaba cayendo.
‘Estas personas no lo recordarán’.
Sin embargo.
“¿Qué estás haciendo, compañero?”
Eso estaba bien.
“Tienes que ir a matar monstruos, niño”.
No desaparecería solo porque no fuera recordado.
Yo tenía una espada.
Este lugar tenía a alguien que había muerto en el primer piso, al igual que un fantasma que murió en el piso 99. Nadie conocía acerca de sus muertes, pero nosotros dos seguíamos aquí.
“De acuerdo…”
Si regresábamos, nada se resolvería.
El Santo de la Espada dudaría de mí y los cazadores sospecharían el uno del otro cuando llegara la hora de elegir recompensas.
“Vamos”.
Pero yo era un poco más fuerte. No dejaría que gente inocente muriera, no me quedaría mirando mientras la Condesa moría y nuestra conexión con el mundo exterior era cortada. Ahora incluso sabía quién era el traidor.
Estaba seguro.
Lo haría mejor.
“¡Bien!”
La Bruja apretó mi mano con fuerza.
“¡Teletransporte!”
Al momento siguiente, estábamos en el medio del aire. Nosotros cinco aterrizamos al mismo tiempo y enfrente de nosotros estaba el Rey Demonio de pie sosteniendo una espada.
“Qué divertido”.
El Rey Demonio era una espada.
Era como una sombra con la forma de un humano.
“Guerreros de la diosa… Ya veo”.
Tenía una cara, pero no expresión; tenía brazos, pero no manos; tenía piernas, pero no pies y parecía que caería al suelo en cualquier momento.
No, realmente estaba cayendo. El cuerpo del Rey Demonio continuó fluyendo hacia abajo.
El dueño de las pesadillas.
La sombra viviente.
“Guerreros, ¿sabían que hay un traidor entre ustedes? Lo sabían, pero aun así siguen confiando los unos en los otros”.
¿Había alguna razón para seguir escuchando?
No importaba lo mucho que lo pensara, no había ninguna.
Comencé a correr con mi espada.
“¿¡Kim Gong-ja!?”
Escuché una voz sorprendida venir de detrás de mí.
“¡No, espera! ¡No puedes ir tú solo! ¡Todos tenemos que trabajar juntos para-¡”
Lo siento.
Los veré en mi próxima vida.
Aunque ustedes no recordarán el día de hoy.
“Oho”.
El Rey Demonio sonrió cuando me vio corriendo hacia él.
“Qué tonto”.
Era una sonrisa extraña. No había ojos ni boca en su rostro, así que parecía fluir de su piel.
“¿Viniste aquí para matarme, guerrero?”
El Rey Demonio balanceó su espada.
Era algo que yo nunca sería capaz de bloquear.
Antes de que la espada alcanzara mi cuello…
“No”.
No pretendía bloquear ese ataque.
Era innecesario.
En su lugar, educadamente levanté el dedo medio de mi mano.
“Vine para que me mates, hijo de perra”.
También te veré en mi próxima vida.
Fue corto, pero definitivamente vi como la sonrisa del Rey Demonio se endurecía.
“¡—–¡”
“¿¡—ja, —!?!”
Pronto no pude escuchar nada.
Mi conciencia se desvaneció.
Todos mis sentidos entraron en pausa.
Solo sentí la lluvia cayendo en mi cara hasta el último momento.
Entonces…
[Has muerto].
[Las habilidades del Rey Demonio de la Lluvia Otoñal están siendo copiadas aleatoriamente].
Muy bien.
[Las cartas de habilidad están siendo creadas].
Era hora de la ronda número 2.