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sábado, 27 de marzo de 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 5

Capítulo 5. Caminando Sobre Cáscaras de Huevo


Dudaba haber escuchado algo cuando una voz desconocida llegó a mis oídos. 

'¿Eh? Mi padre me respondió'.

Hacía mucho tiempo que no lo escuchaba hablar. Me quedé desconcertada durante un segundo antes de volver a la realidad. Cuando comprendí lo que acababa de decir, apreté los dientes.

'¡Mikhail, ese bastardo! Dijo que tenía que apresurarse para volver al entrenamiento. Me mintió'.

Al darme cuenta, me enfadé aún más. Sentí el impulso de insultar a Mikhail por cómo me había tratado, pero rápidamente controlé mis emociones.

'Cálmate, Jubelian. Ya no está en tú vida. Vamos a tranquilizarnos'.

Aunque ésta fuera mi segunda vida, las experiencias a tiempo parcial de la primera me habían enseñado a no alterarme tan rápidamente. Recordé una vez que tuve que lidiar con un cliente molesto y controlé mi expresión.

"Hoy has llegado pronto a casa", dijo mi padre.

'Eh, ahora que lo pienso...'

Antes, Jubelian solía llegar tarde a casa porque estaba ocupada siguiendo a Mikhail. Pero como hoy había roto su relación y había vuelto a casa directamente, lo hizo antes de lo habitual.

'¿Debo decirle la verdad?'

Al igual que en la historia original, mi padre parecía tener a Mikhail en alta estima. A menudo le facilitaba las cosas y lo trataba con relativa amabilidad. Como yo era una inútil y su única descendiente, puede que estuviera pensando en convertir a Mijail en su sucesor.

Me eché a reír dentro de mí.

Si fuera como la Jubelian del pasado, no habría sido capaz de decirle la verdad. Habría tenido demasiado miedo de que me odiara por haber cometido un error. Sin embargo, había aprendido algo del pasado de Jubelian; tratar de ser amada por mi padre era inútil.

Miré fijamente sus ojos azules, que eran similares a los míos, y dije. "Nos separamos."

Aunque no mencioné el nombre de Mikhail, probablemente sabía a que me refería. Las arrugas de su frente lo demostraban. 

"¿Por qué?" Fue una pregunta corta cargada de descontento.

Comprendí por qué me lo preguntaba. Si Mikhail se convertía en su yerno, no tendría que preocuparse por el tema de la sucesión. Pero ahora que nos habíamos separado, había arruinado sus planes. Aun así, se trataba de una relación de dos personas.

"No quería pasar mi vida con alguien que no sintiera nada por mí."

En cuanto terminé de hablar, su frente se arrugó más. Parecía asombrado de que hubiera roto con un hombre de tanto talento sólo por orgullo. Sus ojos entrecerrados parecían reprocharme. Aunque mi corazón se contrajo, no me dolió. Ya no era una niña que pudiera sentirse herida por sus palabras.

"Simplemente quiero casarme con alguien que me quiera, padre. Quiero ser feliz."

En realidad, me planteé quedarme soltera el resto de mi vida, pero pensé que sería mejor ocultar mis intenciones.  Si le ofendía aún más, podría darme una daga, como en la novela original. Ahora sabía que prefería la indiferencia antes que el cruel abandono. 

'Viviré tranquilamente sin molestarle, así que por favor déjame en paz como siempre hiciste'.

En el pasado habría llorado pensando en ello, pero ahora no me sentía triste en absoluto. Era como si todas mis emociones se hubieran secado. Me quedé mirando a mi padre mientras se daba la vuelta sin responder.

¿Significa eso que ya no quiere hablar con su patética hija?

Ya me había ignorado muchas veces, así que no me ofendí. Me quedé mirando su espalda y suspiré aliviada. 

'Ah, voy a subir a mi habitación a descansar'.

Me sentía muy cansada porque hoy habían pasado muchas cosas.

***

La sirvienta de Jubelian, Merilyn, tragó saliva con nerviosismo.

'Las riendas que solían mantener ocupada a la Dama Floyen ya no están...'

Ella había podido respirar estos últimos días porque Jubelian había estado de buen humor. Pero la historia era diferente ahora que había roto con Mikhail. La noticia fue tan repentina como inesperada. 

'Ahora estoy en problemas'.

Jubelian, también conocida como la Dama Floyen, era una mujer muy hermosa. Resultaba gratificante ayudarla a vestirse con hermosos vestidos y accesorios, pero sus altibajos emocionales hacían muy difícil el trabajo de Merilyn. Ella gritaba y maldecía libremente cuando se sentía molesta. Cuando rompía un costoso conjunto de té o rasgaba la ropa por culpa de su ira, todas las sirvientas se ponían muy nerviosas. Les aterraba la posibilidad de que algún día descargara su ira con ellas.

Merilyn habló con cuidado para no provocar a Jubelian.
 
"Le ayudaré a cambiarse de ropa, Dama Floyen."

Los brillantes ojos de Jubelian, que brillaban como zafiros, la miraron con indiferencia. Merilyn tragó saliva con nerviosismo. 

'¿He dicho algo malo?'

En ese momento, una sutil sonrisa apareció en el rostro de Jubelian. La mirada de Merilyn se fijó en su sonrisa, casi como si estuviera poseída. 

'Es hermosa cuando sonríe'.

Merilyn seguía con la mirada perdida en el rostro de Jubelian cuando la escuchó hablar.

"¿Por qué te quedas quieta, Merilyn? Pensé que habías dicho que me ayudarías a cambiarme de ropa."

La sonrisa de Jubelian había desaparecido. Merilyn volvió en sí. Dándose cuenta de lo que había hecho, se puso pálida de miedo.

'¿Qué hago? Creo que la he puesto nerviosa'.

El sudor se formó alrededor de su cuello y sus entrañas se enfriaron. No tuvo valor para levantar la cabeza. En ese momento, escuchó una voz clara que hablaba por encima de su cabeza inclinada.

"En realidad, Merilyn, no tienes que ayudarme. Sólo prepárame un baño, por favor."