Capítulo 127. Celoso
"...Eres como un psíquico". Murmuró Noah, mirando la cara de disgusto de Adrian. Tal vez se trataba de un instinto masculino que le permitía saber que sus pensamientos se desviaban hacia otro hombre. Esto a Noah le parecía divertido y aterrador al mismo tiempo.
Noah siempre intentaba mantener una expresión de indiferencia. Sin embargo, el rubio que tenía delante sabía exactamente lo que estaba pensando.
"De hecho, hay más de una que no me gusta". susurró Adrián, mientras sus dedos recorrían la venda blanca que le rodeaba el cuello. Sus ojos estaban peligrosamente sombríos por los celos. "¿Por qué sigues dejando que te toque?"
Adrian no intentó ocultar su molestia. Noah lo miró mientras Adrian quitaba la venda alrededor de su cuello.
A estas alturas, Noah creía que el amor que sentía Adrian debía ser real. Había presumido que sólo habían sido 'compañeros de cama', pero los sentimientos de Adrian no parecían tan superficiales.
Finalmente, Noah se disculpó, mirando fijamente a sus ojos verdes. "Bueno... lo siento."
"¿Qué?"
"Lo siento. No dejaré que otro hombre me toque."
Tal vez sus palabras fueron inesperadas porque Adrian permaneció en silencio por un momento. Sus ojos se entrecerraron como para estudiar sus intenciones.
Noah puso una sonrisa brillante. No le resultaba difícil fingir la expresión.
"...En fin, no estoy seguro." Murmuró Adrián, apartándose un poco de Noah. Pero con una leve sonrisa en su rostro, estaba claro que su disculpa de hace un momento le había gustado bastante.
Había una cosa que Noah había aprendido durante las últimas tres semanas de clases impartidas por Adrian; se trataba de un hombre fácil de domar. Aunque pareciera un psicópata que constantemente realiza acciones amorosas y dulces amenazas, si Noah sólo se comportara obedientemente, pronto se ablandaría, como ahora.
"Entonces, ¿Lo intentamos de nuevo? A partir de aquí, un flujo que sube cerca del corazón y luego circula de nuevo a través del cerebro."
"...Sí."
Adrian aflojó de nuevo la sujeción en el cuello de Noah, y una energía suave pero firme llenó su cuerpo, circulando lentamente. Recordó la primera vez que Kyle sintió su maná en Sorrent. ¿Qué hizo Kyle en ese entonces?
"Adrian."
"¿Eh?"
Noah le agarró la mano, sin esperar su respuesta. Fue la primera vez que entró en contacto con Adrian por voluntad propia. Noah puso la mano del sorprendido Adrian en su estómago.
"Así está mejor."
Evidentemente, sus sentidos se agudizaban más cuando el punto de referencia estaba claramente establecido. Ella cerró los ojos, sintiendo una lenta oleada. 'No dejes que el maná se desborde, con cuidado, con cuidado...'
"Tengo dudas sobre ti."
Mientras Noah se concentraba durante un largo rato, Adrian abrió la boca de repente. Ella respondió tranquilamente con los ojos aún cerrados. "Es algo bueno. Yo también siento curiosidad por ti."
"...Hasta ahora te has resistido todo lo que has podido. Me odiabas y me alejabas incluso si me acercaba un paso, pero ¿Qué pretendes en este momento?"
"Dijiste que me atarías con cadenas. Eso no me gusta."
Pensando que la práctica había sido suficiente, Noah retiró entonces la mano de Adrian de su estómago y respiró profundamente. La sensación del maná seguía siendo evidente incluso sin la ayuda de Adrian.
Cuando ella volvió a abrir los ojos, vio un tenue rastro de maná que no había percibido hasta entonces. Una sonrisa de satisfacción apareció en los labios de Noah. "Bien. Creo que esto es suficiente por hoy. Ahora que puedo verlo, puedo detenerlo rápidamente aunque la magia brote inconscientemente..."
Noah detuvo sus palabras cuando Adrian extendió la mano y volvió a apretar las ataduras aflojadas. En un instante, el maná de Muell se interrumpió, y los rastros de maná que flotaban a su alrededor desaparecieron.
Ella lo miró con el ceño fruncido, y Adrian susurró en voz baja. "Ahora que me doy cuenta, no tienes miedo."
"......"
"¿Qué voy a hacer ahora?"
"¿Qué hay de malo en comportarme bien contigo porque me dijiste que no me pusiera rebelde?"
Adrian, sorprendido por su despreocupada respuesta, se quedó callado un momento. No mucho después, preguntó: "¿También eres encantadora con ese hombre?"
Y, curiosamente, a Noah también le sorprendió su comentario. Ella sabía a quién se refería Adrián, pero por ahora, Noah se hizo la despistada "No tengo un hombre."
"Dijiste que tenías un amante."
"Oh, me ha dejado."
"No mientas. Contéstame. ¿También te comportas de esta manera con Kyle Leonard?"
'Es un tipo aterradoramente persistente', pensó Noah. Ella chasqueó la lengua y negó con la cabeza. "No. No puedo. ¿Cómo podría hacer eso con el señor Leonard?" Respondió sinceramente. En realidad, Noah había estado evitando a Kyle con todas sus fuerzas estos días.
A Adrian pareció gustarle su respuesta. Con una amplia sonrisa, susurró alegremente frente a ella. "Pues... ¿Por qué no dejas de lado a ese aburrido investigador de corazón cerrado y sales conmigo?"
¿Hasta dónde debía tolerar Noah sus picardías? Mientras miraba a Adrian con dulzura, la puerta de la oficina se abrió abruptamente, y una energía inmensa se extendió en el lugar.
"¡Noah!"
"¡Mu!"