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lunes, 25 de enero de 2021

I Raised A Black Dragon - Capítulo 128

Capítulo 128. Kyle Ignorante


Noah apartó a Adrian y se dio la vuelta para saludar al pequeño. Muell, que llegó corriendo, manchando la limpia alfombra con sus pies llenos de suciedad, le dio un fuerte abrazo.

"¿Dejaste todo como estaba?" preguntó Noah.

"¡Sí!"

"Dijiste que lo sentías, ¿Verdad?"

"¡Sí!"

Adrián, que estaba a medio paso de Noah y Muell, abrió lentamente la boca. "Vamos a terminar la clase de hoy. Mu tiene que estar con nosotros la semana que viene. Vamos a practicar la prevención de la unidad mental."

"...Lo pensaré."

La mirada de Adrian se posó en el joven y entusiasta dragón. Con la intervención de Muell y Noah, el Palacio Imperial se redujo a una ruina, puesto que las explosiones estallaban en su interior al menos dos veces por semana.

En cuanto Noah entraba en el lugar, no era una sorpresa que algunos pilares se derrumbaran o las paredes se rompieran. Entonces, la tarea de renovación quedan en manos de Muell, y mientras él reconstruía alegremente, Noah debía participar en la clase de Adrian.

Por supuesto, ella permitía eso porque sospechaba del rubio. Noah no tenía ni idea de lo que Adrian estaba tramando con el dragón, por lo que siempre que venía al Departamento de Magia, intentaba mantener al niño alejado de él.

Cuando Noah estaba a punto de marcharse, estando reacia a su petición, Adrian habló.

"La semana que viene no lo dejaré pasar, Eleonora. Cumple la promesa que hiciste conmigo."

Adrian se refería a la clase que tenían programada para la semana siguiente, que le daría el momento oportuno para observar al dragón de cerca. El hombre seguía interesado en el poder del dragón, y quería experimentarlo personalmente.

Noah cerró la puerta sin responder.

***

"Me temo que Adrian sospecha."

Esa noche, Noah habló con Kyle, que estaba de visita en la mansión de Eleonora. Kyle se sentó en el lado opuesto de la larga mesa, levantando las cejas como si estuviera incómodo.

"No puedo escuchar lo que dices  a esta distancia."

"...¡Adrián! ¡El Primer Ministro...!" gritó Noah mientras sostenía un tenedor y un cuchillo con ambas manos. Cuando vio que Kyle se levantaba de su asiento, acercándose a ella, se sobresaltó y echó bruscamente su asiento hacia atrás. "¡No te acerques!"

"¿......?"  Kyle, que estaba a mitad de camino de ella, se detuvo. Luego, la miró suspicazmente, con los brazos cruzados. "¿Qué demonios te pasa estos días?"

"¿Qué?" Noah volvió a arrastrar su silla hacia atrás. Estaba tan sorprendida que su corazón retumbaba con fuerza. Evitó la mirada de Kyle, sintiéndose patética.

Kyle preguntó con insistencia: "Últimamente parece que evitas acercarte a mí, ¿O estoy equivocado?"

"...Supongo que tienes razón..."

"Entonces ¿Puedo sentarme a tu lado?"

"Eh, sí."

Sin dudarlo, Kyle acortó la distancia entre ellos mientras Noah tartamudeaba. Mientras tanto, Noah estaba paralizada y sólo podía mirar la ensalada de maíz en su plato.

'Espabila, Park Noah. Es sólo el mayordomo el que está sentado a tu lado ahora. El rudo mayordomo que te regaña horriblemente...'

Pero en cuanto Kyle se sentó a su lado, todos sus esfuerzos se desvanecieron. Si no estuviera siendo contenida por los grilletes, la mesa podría haberse partido en dos.

"Yo también pienso lo mismo al respecto... Pero, ¿Qué te pasa esta noche? Señorita Noah. Cuando una persona está hablando, debes mirarlo a los ojos."

Mientras Noah esquivaba testarudamente su mirada, Kyle puso los brazos sobre la mesa y se inclinó hacia su lado. Aunque ella desviara la mirada, Kyle se mostró persistente. Al final, Noah dijo.  "No me he lavado."

"No me importa."

"La casa también está muy desordenada."

"Hablas como si eso fuera algo nuevo. "

Kyle parecía estar acostumbrado a su falta de limpieza desde hace tiempo. Pues este hombre había limpiado el desorden de su casa incluso cuando confundía a Noah con Eleonora.

"Si no te has lavado todavía, puedes ir bañarte. Por otra parte, normalmente tengo la tarea de limpiar la casa, así que no es una buena razón."

Noah se quedó en silencio. Desgraciadamente, era terrible dando excusas.

"¿Por qué demonios me estás evitando?"

Noah clavó su tenedor en un filete, aún sin responder.

"Señorita Noah."

"...¿Sí?"

"¿He hecho algo malo?"