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jueves, 21 de enero de 2021

I Raised A Black Dragon - Capítulo 122

Capítulo 122. La Vida Es Buena Con Un Mayordomo


"...¿Señor Leonard?"

Cuando Noah salió del baño no vio a Kyle. Así que ella pensó que habían pasado treinta minutos, pero cuando vio la chaqueta de su uniforme sobre la silla, supuso que aún no se había ido. 

'Entonces, ¿A dónde fue Kyle?... Tampoco está Mu.'

Noah salió al pasillo, secando el agua de su cabello. 

'...Me duele la cabeza. ¿Podré dormir bien? Mañana tengo que salir aunque tenga sueño'.

Noah se dirigió hacia las escaleras para mirar en el vestíbulo. Y de repente, escuchó el sonido de una conversación que provenía de lejos. Kyle y Muell se acercaban a ella, hablando entre ellos.

" Tienes más del ochenta por ciento de culpa."

"Pero como Noah no había venido en tres días..."

"¿Por qué un dragón, que vive más de 5.000 años, no puede esperar sólo tres días? Ten un poco de paciencia, Mu."

Después de refunfuñar, Muell intentó morder el brazo de Kyle, pero Kyle apartó su pequeña cabeza con una rapidez elogiable. No mucho después, los ojos de Noah y Kyle se encontraron. 

Como Noah se quedó de frente, mirándolo fijamente, Kyle levantó las cejas "¿Qué estás mirando? Entremos, rápido."

"Eh, sí..."

Cuando entraron en el comedor, Kyle sentó a Noah, y luego a Muell. Poco después, sirvió un guiso caliente y un plato con pan recién horneado. Noah murmuró, un poco avergonzada. "No quería que tuvieras que hacer la cena."

"Dijiste que comerías si cocinaba". Kyle habló como si no le hiciera gracia su comentario, luego acercó su silla y se sentó a su lado. Noah se sorprendió un poco, esperaba que se sentara frente a ella. 

"¿Por qué...?"

"No te preocupes. Tenemos media hora hasta las ocho."

Kyle la interrumpió, y le puso una cuchara en la mano. 

Kyle tenía la capacidad de extraer un sabor milagroso de cada ingrediente, y esta vez no parecía la excepción. Cuando Noah probó un bocado del guiso, las preocupaciones y dudas en su mente desaparecieron inmediatamente. 'De repente me siento bien. ¿Así se siente vivir? Si ingiero comida deliciosa, duermo profundamente, ¡Eso es una buena vida!'

"Señor, sólo viva conmigo. Le  daré el doble del salario de un investigador."

"Todavía no has abandonado ese sueño. Deberías comenzar a despertar ahora."

"Entonces enséñame a cocinar. Lo haré por mi cuenta."

"¿Por tu cuenta? Pft". Kyle se rió de sus palabras, y en el momento en que ella giró la cabeza para refutar, se encontró con un par de ojos violetas, que la miraban fijamente.

'¿A dónde mira?' Ella ladeó la cabeza y se llevó la mano hacia donde se dirigía la mirada de Kyle. 'Un poco por debajo de la cara, bajo la barbilla...'

Entonces, las puntas de sus dedos tocaron el metal frío. Sólo entonces se dio cuenta. "Oh, el cuello."

A Kyle todavía parecían molestarle el grillete alrededor de su cuello. Cuando Noah tocó inconscientemente una herida en su cuello, su mano retrocedió inmediatamente. Kyle agarró rápidamente su mano, presionándola sobre la mesa, y habló en un tono bastante incómodo. "No la toques. Porque la herida va a empeorar."

A pesar de su advertencia, la otra mano de Noah subió instintivamente a su cuello en cuanto Kye dijo que tenía una herida.  'Ahora que lo pienso, me estaba lavando y me picaba un poco alrededor del cuello, pero...'

Mientras sus dedos seguían tanteando su cuello, Kyle, con el ceño ligeramente fruncido, se levantó de su asiento. Apartó su mano y comenzó a rebuscar en un cajón cercano.

De alguna manera, ella comenzó a sentir picazón cuando se enteró de que había una herida, por lo que Noah volvió a rascarse el cuello, pero una severa advertencia siguió justo después.

"No lo toques y sigue comiendo. Te trataré la herida."

"...¿Es para tanto, Mu?" Cuando giró esa parte de su cuello hacia Muell, que estaba sentado a su lado, bebiendo leche caliente y masticando pan, asintió.

"No sangra, pero está rojo. ¿Te duele, Noah?", respondió el niño.

"Sólo un pequeño cosquilleo."

"...No me agrada ese hombre de cabello amarillo". Muell frunció el ceño. Noah se llevó un pan a la boca para no decir de nuevo que quería matarlo. Mientras tanto, Kyle, que había sacado un recipiente que contenía medicinas, se sentó a su lado.

"Tiene veinte minutos para comer, señorita Noah. Me marcharé justo después de veinte minutos."

"...Es tan triste que yo no pueda vivir. Vete si quieres. Puedo dormir sola". Noah refunfuñó, tomando de nuevo la cuchara, y removiendo el guiso. Estaba a punto de agarrar otra cucharada para llevársela a la boca, pero una mano cálida rozó su garganta.

"¡......!" 

Ella casi dejó caer la cuchara.