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jueves, 15 de octubre de 2020

No Quiero Ser Amada - Capítulo 95

Capítulo 95. No Hay Nada Más Valioso En La Vida Que Una Mujer


"Rihannan, mi padre me dijo una vez que no hay nada más valioso en la vida que una mujer. Tiene razón. Te ves hermosa, mi querida sobrina."

Rihannan era una novia preciosa, la más bella del mundo y nadie podía discutirlo. Él sabía lo devastadora que resultaba su belleza. Su corona plateada adornada con joyas, junto con su tradicional traje nupcial bordado con hilos plateados y dorados le recordaban la época en que su madre se había casado.

El Marqués suspiró, con una mirada llena de emoción. "Recuerdo la época en que mandé a mi hermana a Arundell. Tomé su mano durante la ceremonia en nombre de mi padre, no se sentía bien en ese momento... Es curioso, ¿No? Parece que sostendré la mano de su hija mientras se casa con un hombre de Arundell."

Rihannan sonrió y acarició su mano suavemente. Ella había escuchado que cuando su madre se casó, su tío tenía mucho que decir y se opuso al matrimonio. Estaba segura de que no era el matrimonio que su tío esperaba. 

"Tío, ¿Dónde está Dimi? ¿No ha venido?"

"Eso..." dudó en responder.

"Todavía está enojado, ¿No?" Rihannan preguntó. 

Dimitri fue liberado de la prisión poco después de que Rihannan llegara a Arundell. Ella invitó a su Tío y a Dimitri porque sabía que el matrimonio no podía detenerse porque había progresado hasta ese punto. 

Pero... Dimitri no vino. 

Debía estar enfadado con ella.

"Lo entiendo. Dimi suele ser amable, pero cuando está enfadado, no es posible calmarlo", sonrió ligeramente.

"No es eso.  En realidad, Dimitri..." Parecía decir algo pero finalmente, sonrió amargamente y dijo. "Nada, querida. No creo que sea el momento de hablar de ello, todavía. Pero no te preocupes. Él está bien. Estará bien. Quería que te dijera que fueras feliz. ¿Lo eres?"

Rihannan sonrió. "¿Qué te parece?"

"Mmm... no está mal, en realidad. Tu cara se ve radiante."

"Te lo dije, ¿No? La carta que escribí no decía mentiras. Su Majestad me trata bien y también lo hace la gente que me rodea."

Sí. Ella había pasado el mes pacíficamente sin ninguna preocupación en particular. Fue tranquilo, pacífico y confortable. Le gustaba. Antes, también había pensando que moriría de inmediato cuando llegara. 

Las damas de compañía los interrumpieron.

"Su Majestad, es hora de irse."

"Entiendo", dijo Rihannan antes de besar su mejilla, "Te veré en la ceremonia, Tío."

***

Las calles por donde pasaba el carruaje de la realeza estaban llenas de multitudes que saludaban al rey y a su reina. 

Rihannan agitaba su mano suavemente, recordando su pasado. 

Tenía dieciséis años en ese momento, una Reina recién proclamada que no conocía nada del mundo... una reina abatida por la depresión, a la que le resultaba difícil sonreír y saludar. Tenía miedo de las multitudes, de los que la aclamaban, y también tenía miedo de su esposo, del que se rumoreaba que le había hecho comentarios abusivos antes de su matrimonio.

Su esposo que la detestaba, la Reina Madre que la trataba bien pero la ponía en una posición difícil, los nobles que esperaban aprovecharse de ella, e innumerables ojos de extraños que la miraban a cada paso... la asfixiaban. 

Las cicatrices de su oscuro pasado cobraron vida de repente y se ahogó en las profundidades del abismo sin darse cuenta. 

Entonces...

La mano que agarraba el dobladillo de su vestido fue sostenida por la gran mano de un hombre.

Ella levantó su cabeza y lo miró. Sus ojos estaban hacia la multitud, y no decía nada, sólo había agarrado su mano. 

"......"

Un esposo que la había despreciado, un esposo que le había dado la espalda era... amigable. Sin la opresión de la Reina Madre, este hombre creció de forma diferente. Era brillante, y más confiable. Además, tenía consideración hacia los demás.

Su silencio era reconfortante. 

Ella no sabía por qué, pero sentía que Igor sabía lo que pasaba por su cabeza. 

Rihannan volvió a sonreír, eliminando los pensamientos voraces que se formaban en su cabeza. Era afortunada. Que Igor se hubiera convertido en una persona diferente, de lo contrario, viviría una vida difícil reviviendo los horrores del pasado.