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jueves, 15 de octubre de 2020

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 212

Capítulo 212. Boda de Sovieshu (1)



Definitivamente no soy una buena persona por naturaleza. Sé que mucha gente desea que su ex-pareja sea feliz. Sin embargo, sería muy injusto si las dos personas que me echaron, vivieran felices para siempre. Por eso, el único pensamiento en mi cabeza era, 'Espero que no sean felices.'

Aunque no hasta el punto de '¡Púdranse!'

"Invitémoslos."

Heinley susurró en voz baja a mi lado.

¿Se dio cuenta de mis pensamientos?

"Invitemos también a esos dos."

¿Asistirán sólo porque los invitemos? No lo creo.

Cuando su cálida mano tocó la mía, mi mente temporalmente perturbada, volvió a la normalidad. Su susurro y su toque me hizo sentir bien.

"Está bien."

Le susurré, tomando su mano firmemente.

Mientras uníamos los dedos, me sentí reconfortada de tener algo a lo que aferrarme firmemente.

Entonces, cuando de repente sentí una mirada sobre mí, me di cuenta que Sovieshu estaba mirándonos.

Otras personas también.

Deliberadamente agarré la mano de Heinley con más fuerza.

¿Siente que su ex-esposa está arruinando su boda? La expresión de Sovieshu se deformó.

Remarried Empress - Chapter 212



Rashta miró alternadamente entre Sovieshu y yo, luego frunció ligeramente el ceño.

***

El próximo evento era el desfile.

Un desfile nupcial en el cual los Emperadores recorrerían la capital en el mismo carruaje. Aunque completar el recorrido en un carruaje ordinario no tomaría mucho tiempo, en un carruaje de desfile llevaría de tres a cuatro horas porque se movía a un ritmo más lento.

En este punto, surgió un pequeño problema.

Se suponía que debían subir al carruaje de desfile justo después de la ceremonia.

Rashta, quien había camino hasta el carruaje con ayuda de la Vizcondesa Verdi, fue detenida por Sovieshu,

"Cámbiate de ropa."

Tradicionalmente, los novios desfilarían con sus trajes de boda para mostrar a sus ciudadanos cómo se veían al sellar sus votos matrimoniales. Además, otros nobles se reunían alrededor para observar.

Sin embargo, cuando Sovieshu repentinamente le pidió que se cambiara de ropa, no sólo Rashta sino también los espectadores se sorprendieron.

Después de reflexionar, los nobles rápidamente estuvieron de acuerdo con las palabras de Sovieshu. Si desfilaba vestida así, podría causar un revuelo entre los ciudadanos.

Rashta refunfuño con una expresión triste, parecía gustarle mucho su vestimenta extravagante.

"A Rashta le dijeron que debía ir al desfile así."

Sovieshu intentó mostrarse más decidido, pero eventualmente suspiró y le ordenó.

"Al menos quítate esos accesorios. Son ridículos."

"Ridículos..."

"Pareces un árbol de navidad."

Ante las duras palabras de Sovieshu, Rashta se vio forzada a entrar en una habitación cercana junto a la Vizcondesa Verdi en la que no había nadie.

Después de un tiempo, Rashta salió. Habiéndose quitado todos los accesorios, se veía realmente tan hermosa como un ángel.

Aunque el vestido seguía siendo sumamente glamuroso, Rashta incluso destacaba por encima del mismo.

Sin embargo, ella parecía preferir su anterior look, subiéndose al carruaje con un rostro afligido. 

Sólo entonces Sovieshu se subió al carruaje. Luego movió su cabeza muy ligeramente, como para mirar hacia nosotros. Al final, no lo hizo y simplemente instruyó.

"Vámonos."

En la parte de atrás del carruaje que se alejaba, cintas de seda blanca con bordes dorados revoloteaban maravillosamente.

Mientras miraba esta escena, subí con Heinley en el siguiente carruaje.

Los invitados de la realeza de los países extranjeros también debían unirse al desfile. Por detrás del carruaje de los Emperadores, en carruajes con características representativas de sus países.

Esta fue una tradición establecida por el Imperio Oriental para mostrar la grandeza del Imperio. Simbolizaba que el Imperio Oriental era la principal potencia del continente.

Sintiéndome un poco nerviosa, me agarre del costado del carruaje con una mano y con la otra tomé la mano de Heinley.

El carruaje de desfile no tenía cubierta, así que tenía que permanecer de pie todo el camino.

En otras palabras, tendría que enfrentarme a las miradas de los ciudadanos del Imperio Oriental que dejé atrás.

No pude evitar sentirme nerviosa. Ahora, no era momento para estar pendiente del vestido de Rashta.

El Reino Occidental también era un país poderoso, así que iríamos justo por detrás del carruaje de los Emperadores...

Era la posición perfecta para que los ciudadanos nos vieran a Rashta y a mí alternadamente.

Respiré profundamente varias veces para intentar lucir lo más indiferente posible, luego me sostuve firmemente al asa del carruaje cuando éste comenzó a balancearse.

Escuché una gran ovación cuando comenzamos a avanzar por las calles.

Eran los vítores de los ciudadanos del Imperio Oriental hacia Rashta.

"¡Oh, Dios mío! ¡Parece un ángel!"

"¡Señorita Rashta!"

"¡Por aquí!"

Había escuchado que Rashta era increíblemente popular entre la gente común. Mientras recorríamos las calles, se hizo evidente.

Los vítores de las personas hacia Rashta eran más fuertes de lo que había sido en el desfile de Sovieshu y yo en el pasado.

La atmósfera entre los nobles y la gente común era completamente opuesta.

Rashta sonreía ampliamente y saludaba a todos, tal vez aliviada por los fervientes vítores. Su brillante y encantadora apariencia hizo que las personas se entusiasmaran aún más.

Sin embargo, los vítores se convertían en un silencio casi mortal cuando pasaba por delante de ellos junto a Heinley.

"..."

Alrededor de la mitad de los ciudadanos habían dicho que no se oponían a mi matrimonio. Supongo que ni siquiera esas personas esperaban que asistiera personalmente a la boda de Sovieshu.

Por todos los lugares que pasaba, se volvía sorprendentemente silencioso.

Intentaba ocultar mi vergüenza manteniendo la barbilla en alto mientras hacía un esfuerzo por mantener la calma.

Heinley me agarró la mano con más fuerza.

***