"Identificación de empleado, sácala." Kyle Leonard ordenó al operador, presionando el revólver contra su cabeza.
"......"
"No puede ser. No creo que estés con el Ferrocarril Laurent." La cara del operador se puso pálida inmediatamente después de la afirmación del investigador, y se le formaron gotas de sudor en la frente.
"Si no quieres recibir una bala en tus brazos y piernas como tus colegas, habla." Kyle Leonard lo amenazó. Sacó unas esposas de su uniforme y se las puso en los brazos del hombre.
Cuando el operador se negó a cooperar, sacudiendo la cabeza, Kyle Leonard le golpeó la nuca con el revólver. En un instante, el hombre perdió el conocimiento. Entonces, Kyle Leonard arrastró su cuerpo hasta una esquina y comenzó a examinar los controles de la cabina del conductor: parada automática del tren, velocímetro, manilla, suministro eléctrico, válvula de control de la caldera, válvula de freno.
Sus ojos se detuvieron en un lugar: el odómetro, que indicaba la ruta del tren. El odómetro parpadeaba con una luz roja, señalando que el tren estaba en movimiento. Sin embargo, la ruta en el mapa y la dirección indicada por el odómetro del tren eran diferentes. La ruta debía ser hacia el norte, pero el tren se dirigía hacia el este.
'Esto no puede ser cierto'.
Según el mapa, la ruta de Lunazel a Edman Central es una zona llana que se extendía por un camino recto; esa ruta no tenía grandes giros. Por lo tanto, el odómetro no debería estar apuntando al este.
Si el tren continuara viajando hacia el este, llegaría a un lugar completamente diferente, no al centro de Edman. Sintiendo una sensación de mal presagio, Kyle Leonard tiró rápidamente de la válvula de freno. Pero...
"... No está funcionando."
Trató de tirar de las válvulas una por una, pero todas estaban atascadas. De repente, el operador empezó a moverse, indicando que se estaba despertando. Los ojos de Kyle Leonard se dirigieron hacia el cuello del hombre y los brazos esposados. 'Muñecas'.
Sin dudarlo, le apuntó con el revólver y disparó.
¡Bang!
"¡......!" Un grito abrupto resonó en la cabina del conductor. El hombre se agarró su muñeca ensangrentada, retorciéndose de extremo dolor.
"Resulta que apunté bien. ¿A dónde se dirige este tren?" Kyle Leonard chasqueó su lengua en una sutil satisfacción.
"Ugh..."
"Aunque el motor se averió, sigue funcionando bien. Significa que alguien está actuando en las pistas. ¿Eres un mago?"
Contrariamente a lo que la mayoría pensaría, el ferrocarril de Laurent, que se extiende como una telaraña por toda la ciudad, no es impulsado por la magia. Las vías cambian automáticamente de dirección por medio de una palanca accionada por electricidad.
El operador sacudió la cabeza frenéticamente. "No puedo decir..."
"Lo han plantado en tu muñeca, no en tu cabeza, el chip autodestructivo de Yulem. Ahora que se acaba de romper, no hay razón por la que no puedas decírmelo. Tampoco tengo ninguna razón para retener mi mano. En caso de que se resbale."
El hombre miró hacia su muñeca temblorosa. Era cierto. La bala penetró en el lugar exacto donde se había plantado el chip, justo al lado de la arteria. Un chip destrozado del tamaño de una uña sobresalía de su piel.
"Aunque tu muñeca esté reducida a una masa, no tienes el riesgo de morir por una hemorragia excesiva. Hablemos ahora, ¿Sí? ¿Quién está detrás de esto? ¿Quién en Yulem ordenó matar a Eleonora Asil?" Kyle Leonard preguntó con calma, sus dedos jugando con el revólver.
"No puedo... decir... ¡No puedo!"
"¿No me lo vas a decir ni siquiera cuando te encuentras en está situación? Ya no hay una salida fácil."
Kyle Leonard no estaba de humor para una investigación. Era un hombre que podía ser lo suficientemente cruel y había trabajado durante 15 años en ese ambiente. Es más, tenía el suficiente valor y poder para llevar a cabo cualquier plan poco práctico.
Entonces, vio que los rieles comenzaban a cambiar. Deslizó su revólver a través de una grieta en la ventana y midió un ángulo específico mientras colocaba el arma. El hombre, que se dio cuenta de lo que intentaba hacer, gritó con incredulidad y asombro.
"¡Loco! ¡Si haces eso, este tren se volcará!"
"Entonces las doscientas personas de este tren serán buenas amigas en la otra vida. ¿Qué puedo hacer si no hablas? No tengo otra opción." Kyle Leonard respondió secamente, ajustando finamente el ángulo del arma.
"¡Alto! ¡Alto, loco bastardo!"
"¿Por qué no lo dices?"
Mientras Kyle Leonard apretaba gradualmente el dedo en el gatillo, el operario gritó.
"¡División Mágica! ¡División Mágica de Laurent!"
¿El Ministerio de la Magia?