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miércoles, 29 de abril de 2020

Beatrice - Capítulo 5

Capítulo 5. Chloe (2)



La vida no había favorecido a Beatrice en absoluto... Después de dos años de vivir en el palacio, la golpeó una tragedia de la que deseaba haber escapado. Un día, se despertó siendo informada de que su padre la había comprometido en matrimonio con un leal aliado del reino– el Canciller Gilbert.

Los recuerdos amargos la perseguían, Beatrice solo podía sacudirse las lágrimas que amenazaban con derramarse de sus ojos.

Pero el tiempo que pasé como Chloe fue mucho más feliz en comparación con los dos años terribles que pasé como Princesa Beatrice.

Desconocido por todos, Chloe no era una persona normal. En su juventud, se dio cuenta de que tenía recuerdos de su vida anterior. No eran simples sueños, incluso en la realidad, podía recordar toda su vida pasada con vívida claridad.

Después de años de contemplación, finalmente reconoció para sí misma que tenía una vida anterior y que había reencarnado como Chloe. Fue gracias a esa misma comprensión que sobrevivió a pesar de haber sido abandonada tan pronto como nació.

Todavía estoy viva.

Chloe pensó que era extremadamente afortunada cuando se convirtió en princesa. Sin embargo, su vida se derrumbó después de la visita de su esposo al palacio. Gilbert era el padrino de Elpasa y un amigo cercano del rey. Así que cuando pidió la mano de una de las princesas, el Rey no pudo negarse.

Soñando con reclamar el trono algún día, Gilbert quería una de sus hijas de cabello rubio platino y ojos azules, que era el símbolo de la familia real de Elpasa. Sin embargo, el Rey no podía darle una de sus hijas legítimas a Gilbert, un hombre de mucho menor estatus.

Afortunadamente, el Rey tenía a Beatrice; la única princesa real de cabello y ojos negros que podía dar a quien quisiera. Por esto, Gilbert estaba extremadamente decepcionado, pero no pudo rechazar la oferta del Rey. Bueno, al menos estaba satisfecho con las noches que había pasado con ella.

En ese momento, Nosteros, el imperio más grande del continente estaba invadiendo otros países con la intención de conquistar todo el continente. Así, eventualmente, incluso el siempre independiente Elpasa colapsó debido a la traición.

Mientras Beatrice recordaba esta serie de eventos, no derramó lágrimas. Parecía un sueño, pero desafortunadamente, era la dura realidad.

Había estado con Gilbert por dos años...

Ella se calmó al pensar en este horrible recuerdo. Su matrimonio fue nada menos que una pesadilla y nunca dejó de hacerla desear la muerte. Pero con su inesperado encarcelamiento como esclava, de alguna manera había escapado del matrimonio. Esto le dio una sensación de esperanza...

Para ella, lo más importante era el hecho de que estaba viva. No podía simplemente renunciar a su vida y deseaba rehacerla de nuevo. Para salir del montón de basura donde fue arrojada.

"Lumi, Lucy, todas... Siempre han sido muy amables conmigo. Muchas gracias por ayudarme en el palacio real todos estos años."

Beatrice expresó con calma su sincera gratitud hacia las sirvientas. Simplemente la miraron con ojos llorosos. Para ellas, lo que dijo sonó como sus últimas palabras.

"Como dijo el caballero Evan en la mañana, ahora todas somos esclavas. Por favor, no me llamen más Princesa Beatrice." Sonrió brevemente antes de continuar, "En realidad, creo que soy mucho mejor como esclava que como princesa. Así que de ahora en adelante, no me traten con reverencia y solo siéntanse cómodas conmigo."

Algunas de las sirvientas parecían sorprendidas por los impactantes comentarios de la princesa, pero la mayoría eligió no responderle.

De todos modos, era hora de que cada una comenzara a pensar primero en su propia situación. Elpasa había caído. Gilbert, el Canciller de la Hacienda era el único con algún tipo de poder, pero ni siquiera él tenía la fuerza suficiente para devolver al país a su gloria original bajo el mandato de los Nosteros.

<< Nota: El 'Canciller de la Hacienda' es el título sostenido por el ministro británico que es responsable de todos los asuntos económicos y financieros. >>

"Ustedes sí que se están divirtiendo mucho."

Las damas voltearon sus cabezas hacia la repentina voz de un hombre. Sus respiraciones se aceleraron cuando sus ojos no pudieron ocultar el miedo que sentían. Nunca podrían olvidar la cara del hombre que había matado a la sirvienta llamada Blair.

Su nombre es Leo.

Su voz resonó por todo el lugar. Nadie se atrevió a responderle. Leo era un loco, sus palabras y acciones demostraron ese hecho.

"¡Ah, princesa! Si haber recuperado la condición de esclava te gusta, al menos deberías organizar una ceremonia para celebrarlo." Mientras lo decía, abrió el calabozo, para horror de las personas cautivas.

Leo agarró bruscamente a Chloe y la arrastró fuera del calabozo. Antes de darse cuenta, todos los demás caballeros la rodearon para ver el espectáculo. ¡¿Qué quería de ella?!

"Debe ser muy divertido poder volver a la esclavitud. Deberíamos celebrar esto, ¿no?" La diversión apareció en sus ojos cuando miró a la indefensa Chloe.

Como si el maltrato aún no fuera suficiente, la agarró del hombro y comenzó a jugar con ella, arrastrando su cuerpo por el suelo mientras los otros caballeros comenzaron a temblar de risa.

"¡Lord Leo! ¡Nunca antes había visto el pelo negro!  Me pregunto si lo tiene igual en otros lugares."

Tan pronto como uno hizo ese comentario, los otros comenzaron a animar para que le quitara la ropa.

"Lo sé, yo también tengo curiosidad," dijo Leo con malicia.

Con todos estos caballeros de acuerdo, Chloe comenzó a dudar de si realmente eran caballeros. Después de todo, eran muy crueles. Avergonzada, no se atrevió a levantar la cabeza. Sabía que querían burlarse de ella, pero tenía el presentimiento de que harían algo mucho más horrible...