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miércoles, 29 de abril de 2020

Beatrice - Capítulo 6

Capítulo 6. Marcada Como Esclava Sexual (1)



"¡Jajaja! Sin embargo, lo comprobaré más tarde. Primero, necesito hacer otra cosa. Por favor, discúlpeme, mi dama." Cuando Leo dijo eso, los espectadores asumieron que iba a irse, pero en lugar de soltarla, agarró la parte superior del vestido de Chloe y lo desgarró.

Chloe, ahora expuesta, se cubrió el pecho tanto como pudo con las manos mientras miraba a Leo con ira y humillación.

"¿Mi princesa, o debería llamarte, mi esclava?" Él se rió y luego continuó, "Los esclavos especiales son marcados con un sello. ¿Sabías eso?"

Mientras pronunciaba estas palabras sarcásticas, Leo caminó lentamente hacia el fuego ardiente. Sus gestos eran lentos y perezosos a propósito, como los de un león mientras cazaba a su presa.

El hombre sacó un pincho de hierro de entre la leña, cuyo color brillante y abrasador parecía arder en sus ojos. Leo miró a Chloe con una mirada depredadora, como si fuera una fruta madura lista para ser arrancada.

Sus ojos se encontraron.

La comisura de la boca de Leo se curvó en una sonrisa. El miedo se apoderó de Chloe al notar la autenticidad de su cruel sonrisa.

¡El caballero loco tenía la intención de marcarla con una barra de hierro caliente!

Leo tomó la barra de hierro y camino hacia Chloe, la barra raspando el suelo detrás de él. Con cada paso, el corazón de Chloe parecía hundirse aún más.

La miró directamente a los ojos, causando que las pupilas de Chloe se dilataran mientras el miedo que la invadía se amplificaba. Inconscientemente comenzó a arrastrarse hacia atrás mientras él se acercaba lentamente. Su boca se abrió, sin embargo, tenía demasiado miedo para decir algo.

¡Por favor no te acerques más!

Mientras retrocedía, una pequeña roca que sobresalía del suelo le obstruyó el paso, causando que cayera de espaldas. Sin embargo, no sintió nada, ni siquiera dolor.

Después de todo, los pequeños pinchazos de dolor no eran nada en comparación con la horrible visión de Leo acercándose a ella con una barra de hierro ardiente.

Era su primera vez siendo sometida a tal horror. Incluso durante su tiempo como esclava en Elpasa, nunca experimentó tal cosa.

Los caballeros miraban el espectáculo frente a ellos con una expresión de máxima emoción mientras las sirvientas temblaban en un rincón del calabozo, haciendo todo lo posible por evitar sus ojos.

Chloe, que una vez más se arrastraba lejos de Leo, sintió la dura superficie de una pared golpear contra su espalda. La desesperación la invadió como una ola helada al darse cuenta de que no había forma de escapar de la situación.

De repente, la pared detrás de ella habló.

"Leo, basta. Los esclavos de guerra pertenecen al palacio imperial hasta que son asignados a un territorio o caballero. No puedes simplemente marcarlas como esclavas sexuales sin permiso."

La 'pared' resultó ser Evan. Sin embargo, en lugar de sorprenderse por la presencia de Evan, Chloe estaba más enfocada en lo que acababa de decir.

¿Iba a marcarla como su esclava sexual?

Elpasa no tenía ninguna distinción entre sus esclavos. Como antigua esclava, tampoco fue marcada como tal. En estos términos, Elpasa, en comparación con el Imperio Nosteros, era bastante indulgente con sus esclavos.

Desafortunadamente, el Imperio Nosteros no creía en la misericordia.

Como Nosteros era conocido por librar guerras, elaboraron leyes de esclavos extremadamente estrictas para tratar con las personas de los países que conquistaron. Era una barbaridad, pero facilitaba el trabajo de los nobles para manejar a los esclavos.

Si esa marca hubiera sido grabada en su cuerpo, se habría convertido en un juguete para todos los hombres de este lugar.

"¡Bueno, eso no es divertido!"

Inesperadamente, Leo tiró la barra sin ninguna objeción. Aunque, miró a Evan con descontento mientras se cruzaba de brazos.

"Solo déjame llevármela." Hizo una pausa, y luego dirigió una mirada significativa a su rostro, "Me pregunto qué pueden hacer esos labios."

Chloe volteó la cabeza ante las palabras de Leo. Cada palabra de su boca vulgar la hacía sentir asqueada. Miró hacia Evan con la esperanza de ser rescatada, sin embargo, Evan no tenía ningún interés en Chloe y respondió a Leo sin importarle nada.

"No. Si esperas un poco más, pronto se te asignará una esclava, así que déjalo pasar por ahora."

Evan se negó, familiarizado con la naturaleza del hombre.

Leo miró de reojo a Chloe chasqueando sus labios. Todo su cuerpo se estremeció por su mirada lasciva. Sus ojos brillaban con lujuria, pero se contuvo lamiéndose los labios.

Se inclinó junto a ella y sonrió mientras le agarraba la barbilla, acercándole la cara. Su aliento nauseabundo avivó su rostro mientras le daba palmaditas en la mejilla, casi como si la abofeteara.

"Lo escuchaste, ¿verdad? Solo tenemos que esperar un poco."

Chloe no pudo responder a sus aterradoras palabras. La estaba lastimando, pero ella lo único que podía hacer era tratar de evitar su mirada para no provocarlo más.

Leo miró su figura de muñeca, que parecía sin vida debido a la falta de resistencia que oponía. Su cuerpo tembloroso era bastante lindo, pero no era divertido tener a alguien que no gritara o se resistiera.

Con un repentino tirón, él agarró su largo cabello y acercó su oreja a sus labios. Una sensación aterradora corrió por su columna cuando escuchó su voz susurrar en sus oídos.

"Me gustan las mujeres rebeldes, Dama Real. Así que no seas tan dócil."

Tan pronto como lo dijo, la boca de Chloe se movió casi instintivamente.

"¡Por favor, no me hagas esto...!"

Al escuchar su voz aterrorizada, Leo se rió suavemente, "Y creo que gritarás bastante bien." Justo cuando pronunció estas palabras, Leo le mordió la oreja con fuerza.

"¡Argh!" Chloe dejó escapar un fuerte grito. Al mismo tiempo, la pateó con todas sus fuerzas, sin embargo, a Chloe le dolía mucho más la oreja que el cuerpo. Su mordisco definitivamente debe haber dejado una marca. Ella se llevó la mano a la oreja, no había sangre, pero se sentía como si se fuera a caer en cualquier momento.

"¡Jaja!"

Las lágrimas corrían por su rostro mientras Chloe miraba al hombre bárbaro darle la espalda con una risa bulliciosa.

Finalmente se dio cuenta de su posición como 'esclava de guerra'.  Después de experimentar esto, comenzó a preguntarse si realmente era mejor sobrevivir. Ahora, todo lo que podía hacer era esperar que el mañana nunca llegara para ella. Así, se desplomó, incapaz de librarse del miedo de la experiencia traumática que acababa de experimentar.