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domingo, 29 de diciembre de 2019

Kage no Jitsuryokusha ni Naritakute - Capítulo 188

Capítulo 188. La Receta Secreta De Epsilon


Epsilon estaba corriendo a través de la oscuridad, mientras que Kai y Omega la seguían de cerca. Sid les dijo: “Iré primero” antes de desaparecer.

Su plan era simple: Un asalto nocturno.

Iban a lanzar un asalto nocturno contra la Facción de Doem, para infligirles grandes pérdidas.

Los Realistas y la Facción de Doem. Si los dos iban uno contra el otro de frente, el ganador final sería la Facción de Doem, al menos eso pensó Epsilon.

Pero esta batalla no es tan simple como parece ser.

La Facción de los Realistas estaba siendo apoyada por Shadow Garden, y la Facción de Doem por el Culto de Diabolos.

Casi podría considerarse como una guerra entre Shadow Garden y el Culto de Diabolos.

Si se tiene en cuenta que la fuerza individual de Shadow Garden era alta, lanzar un asalto nocturno al enemigo con unas pocas élites era la mejor opción.

Nuestra fuerza incluía un miembro de las Siete Shadows con dos subordinados, sin mencionar que el maestro también estaba aquí.

A juzgar por el número de soldados enemigos, no sería sorprendente que derrotaran a todos los enemigos en una noche.

Sin embargo, al igual que la Facción de los Realistas tenía a Shadow Garden, la Facción de Doem tenía el apoyo del Culto de Diabolos.

Su siguiente tarea fue lanzar un asalto nocturno en el campamento de la Facción de Doem donde estaba la fuerza del culto.

Tenían que tener cuidado.

Si el maestro no estuviera aquí, Epsilon nunca se hubiera atrevido a ejecutar este plan.

“Nuestro trabajo es servir de apoyo al maestro. Después de infiltrarnos, apuntaremos al comandante enemigo para crear un caos en sus fuerzas…”

Kai y Omega asintieron en silencio.

“No puede haber ningún fallo delante del maestro. No me avergüencen...”

El tono de Epsilon era muy estricto, pero ella siempre había actuado así, por lo que Kai y Omega simplemente asintieron en silencio.

"Por cierto, el maestro dijo que el conejo que cazé estaba muy delicioso."

No sabían por qué Epsilon decía algo tan aleatorio, pero ella siempre había sido así, por lo que Kai y Omega simplemente asintieron en silencio.

“Por supuesto que estaba delicioso porque agregué un ingrediente secreto llamado amor… estoy bromeando.”

La cara de Epsilon estaba de un rojo escarlata debido a su timidez, pero una vez más, siempre actuó de esta manera, por lo que tanto Kai como Omega solo asintieron en silencio.

Y entonces, llegaron el campamento enemigo.

◆ ◇ ◆ ◇ ◆ ◇ ◆ ◇ ◆ ◇ ◆ ◇ ◆ ◇ ◆ ◇ ◆ ◇

El campamento de la Facción de Doem.

El ejército de la Facción de los Realistas estaba todavía lejos de aquí.

“Ha ~ ~ ah”

 El soldado de guardia de esta noche se frotó los ojos, bostezando.

 — Justo entonces.

“…¿Emm?”

El soldado sintió como si algo acabara de pasar por su lado, así que rápidamente giró la cabeza para mirar hacia atrás.

"¿Me he equivocado?"

Pensó porque no había nada detrás de él.

El soldado se frotó los ojos y luego siguió vigilando.

 “…¿Hmm?”

Después de un rato, miró a su alrededor.

De repente creyó escuchar un grito.

Pero solo podía ver el tenue resplandor de la antorcha.

Esta era una noche muy tranquila.

El comandante del batallón dormía en una tienda cercana.

El soldado levantó inadvertidamente la antorcha y la tienda se iluminó de repente con la luz.

“… ¿eh?”

En la pared blanca de la tienda había una gran mancha de sangre.

Corrió apresuradamente hacia la tienda.

“¡Comandante de batallón! ¿¡Está usted bien!? Qué–”

Dentro de la tienda estaba el cuerpo del comandante del batallón, y una cabeza que fue brutalmente cortada, yacía en el suelo.

El interior de la tienda estaba pintado de rojo con la sangre, pero no había rastro de lucha o pelea.

El comandante del batallón fue asesinado en un instante por decapitación.

“A, a, a…ata…”

La voz del soldado temblaba.

Estaba de guardia pero no notó el ataque del enemigo, lo cual se consideraba un incumplimiento de su deber.

Tropezó y luchó por salir de la tienda para tomar rápidamente un respiro.

Entonces él gritó.

 “A, a… ¡Ataque enemigo—! ¡Ataque enemigo—! ¡¡¡Ataque enemigo—!!!”

En un abrir y cerrar de ojos el pánico se extendió por todo el campamento.

Se arrastró, como para escapar de la tienda, gritando al borde de una crisis mental.

Entonces se fijó en la tienda de campaña de al lado.

“Ah, ah… cómo, cómo… qué…”

La otra tienda de campaña también estaba manchada de sangre.