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domingo, 29 de diciembre de 2019

Solo Leveling - Capítulo 265

Capítulo 265. Solo Leveling

Recolecciones después de las Historias Secundarias 1. Recuerdos de Ber


Dentro de cierto huevo...

Antes de que estuviera listo para salir del cascarón, Ber escuchó la voz de la Reina a través de la gruesa cáscara de su huevo.

"Por el bien del reino".

<< Nota: Obviamente no está hablando en algún idioma humano. >>

'Por el bien... del reino'.

"Haz que todos los enemigos que bloquean nuestro camino se estremezcan de terror".

'Haz que todos los enemigos que bloquean nuestro camino se estremezcan de terror...'

Necesitaba hacerse fuerte.

Simplemente tenía que ser fuerte.

Ese fue el primer deber otorgado a Ber, que aún dormía en estado embrionario. La obsesión de la Reina Hormiga que deseaba construir un reino próspero resultó en el nacimiento de un monstruo horripilante.

"¡¡Kkkieeeehhk!!"

La joven hormiga soldado rompió la cáscara de huevo, emergió de los confines, y gritó fuertemente. La ominosa y aterradora intención asesina que brotaba de sus dos ojos no permitía ninguna comparación con otros monstruos hormigas existentes.

La Reina se estremeció. Sintió una poderosa oleada de emociones por parte de esta criatura nacida de sus esfuerzos.

'Si se trata de este niño, entonces ciertamente, los humanos con poderes extraños serán...'

Los ojos de la Reina brillaban con expectación, pero incluso antes de que pudiera emitir una nueva orden al mayor soldado hormiga que había salido triunfante del huevo, Ber sintió hambre, así que hizo lo que quiso.

*Agarrar*

La muñeca de una de las hormigas obreras que ayudaba en el proceso de incubación fue agarrada por Ber.

'… . . ?'

Incluso antes de que la hormiga obrera pudiera entender lo que estaba pasando, Ber simplemente comenzó a tragar y masticar el desafortunado monstruo desde su cabeza.

*Crujido* *Crujido*

"… . !!"

La Reina fue sorprendida por el inesperado comportamiento de Ber, pero ni siquiera se atrevió a detenerlo.

Ber logró borrar todo rastro de sus parientes en este mundo en un parpadeo y se presentó orgullosamente ante su reina. El fluido corporal que goteaba de su boca parecía bastante grotesco.

'El terror de nuestros enemigos...'

La cosa era que el tema del miedo también tendría el mismo efecto en sus propios aliados. La Reina se dio cuenta tarde de este hecho y echó un vistazo a su alrededor. Los valientes soldados del reino de las hormigas estaban temblando de miedo.

Las emociones que sintieron fueron transmitidas en su totalidad a su Reina, la única capaz de ejercer un control absoluto sobre ellos.

El soldado recién nacido definitivamente pasó la prueba. Como se esperaba del soldado más grande que la Reina había producido; era realmente una obra maestra .

"Vuélvete aún más fuerte."

La Reina dio la siguiente orden a Ber, con el objetivo de una invasión a gran escala hacia las tierras de los humanos.

"Más fuerte, hasta que nadie pueda interponerse en tu camino."


***


Ber procedió a devorar todo lo que había en la isla. Cuando había escasez de comida, no dudaba en devorar a sus propios parientes. Desde pequeñas formas de vida en el suelo como gusanos y larvas, hasta grandes peces y mamíferos acuáticos del océano cercano...

Mientras Ber devoraba vorazmente cada una de las vidas que tenía ante sus ojos, una nueva comprensión apareció en su mente. Todas las formas de vida temblaban de miedo al encontrarse con él.

La supervivencia es el objetivo más básico, así como el último, de todas las criaturas vivientes.

'……'

Ber pudo confirmar una y otra vez que estaba en la cima de la cadena alimenticia. Así que pronto, llegó a cierta conclusión.

'Yo soy...'

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He sido creado para ser el mayor depredador desde el principio.

En ese caso...

Beru, sumergido en las profundidades del agua de mar, sacó su cabeza hacia la superficie. Podía ver la tierra en el extremo lejano de las ondulantes olas del océano . Un mundo diferente al del mar le esperaba allí.

'¿Qué tan poderosos serán esos humanos, de los que la madre desconfía mucho?'

Tenía bastante curiosidad acerca de si realmente existían depredadores superiores a él.

Cambió su mirada hacia el continente varias veces, pero...

[Todavía es demasiado pronto.]

La Reina era capaz de seguir los pensamientos de Ber y su voz decidida siempre le impedía actuar por su curiosidad.

No le quedaba otra opción que mirar fijamente a la tierra lejana antes de volver a sumergirse en el océano.

Ciertamente, él se enteraría cuando fuera el momento adecuado.

'……'

Ber siguió las órdenes de la Reina y esperó el momento adecuado. Y finalmente, 'ellos' pisaron su tierra.

Por primera vez, Ber tuvo la oportunidad de probar sus verdaderas capacidades.

Y eso...

"¿Qué, qué demonios eres?"

"¡¡Uwaaaahk!!"

… Ni siquiera fue una pelea.

No, no fue nada más que una cacería unilateral.

Obtuvo una visión que resultaba muy conocida para él.

Ber descubrió el 'miedo' en los ojos de los cazadores moribundos y no pudo ocultar su total decepción.

'Para luchar contra estos débiles, yo...'

'¿Tuve que esperar tanto tiempo?'

Había un olor a miedo que brotaba desde las presas. Ber consiguió confirmar nuevamente a través de estos cazadores humanos que todavía ocupaba el primer peldaño de la cadena alimenticia.

Había sido una decepción.

Y así, mientras la forma de vida que se encontraba en el ápice del ecosistema estaba a punto de definir lo que pensaba de la raza humana...

Por primera vez en la historia, un humano que no le temía ni siquiera cuando se encontraba cara a cara, apareció de la nada. El corazón de Ber comenzó a latir con fuerza después de encontrarse con una situación que nunca antes había experimentado.

'Este humano... ¿No me tiene miedo?'

Sintió que sería una pérdida matar a este humano de inmediato, así que Ber intentó iniciar una conversación.

"¿Eres el rey de los humanos?"

Cuando lo hizo, el humano respondió.

"… . . Un insecto que sabe hablar. Bueno, yo soy el rey."


***


Tal vez esta sería la primera vez desde ese momento que una criatura viviente miraba a Ber con unos ojos que estaban llenos de algo más que miedo.

'… . .'

Ber comenzó a derramar gotas de sudor frío mientras el joven Señor Soo-Hoh, el hijo de su Soberano, lo miraba con unos ojos bastante ardientes. Así que intentó escapar de esta incómoda atmósfera, pero entonces...

"¡Hormiguita, hormiguita!"

No pudo soportarlo y voló por los aires, pero entonces...

"¡¡Hormiguita, hormiguita!!"

El joven señor ya estaba detrás cuando Ber volteó para asegurarse.

'…… .'

Por supuesto, mientras Ber quisiera, escapar de un niño pequeño no sería un problema, pero... El problema radicaba en que el niño en cuestión era el hijo de su rey.

¿Y si intentaba escapar con demasiada fuerza y eso terminaba perjudicando al joven señor de alguna manera? ¿Cómo podría Ber ocuparse de las consecuencias?

"¡Hormiguita!"

Al final, las responsabilidades de cuidar al joven Soo-Hoh junto con la madre del niño, Hae-In, recayeron en los hombros de Ber.

"… ."

Después de asegurarse de que Soo-Hoh estaba dormido, Ber volvió tranquilamente al 'territorio del descanso eterno'.

Se deslizó silenciosamente en la sombra, y el mundo de la oscuridad infinita se extendió ante sus ojos. Algunas personas podrían llamar a este lugar aterrador, pero para Ber, este mundo bajo la autoridad de su señor era un lugar bastante cómodo.

Mientras se dirigía hacia el lugar donde residía el ejército de hormigas, Ber cayó en un profundo pensamiento.

'¿Por qué nuestro joven señor me busca continuamente?'

… No podía entender esto.

Siempre había sido objeto de miedo, y sentía que ese hecho no había cambiado ni siquiera ahora. Esta duda que invadió su cabeza de repente resultó bastante difícil de resolver, así que Ber cambió su destino. ¿Qué podría ser más útil para entender la mentalidad de un humano que la opinión de un humano sobre el asunto?

A su señor no le gustaba usar a los humanos como soldados sombra...

Pero, afortunadamente, había un soldado que Ber conocía que comenzó su vida como humano. No era otro que el mariscal Igris.

"No hay forma de que nuestro joven señor te odie."

"… . . ??"

Igris asintió con la cabeza y rápidamente añadió más explicaciones.

"Eres una hormiga que camina y es mucho más grande que una persona. Puedes volar e incluso puedes hablar. ¿A qué niño no le gustaría eso?"

"…… ."

Bueno, eso fue una nueva visión del asunto, que no había considerado antes.

Ber se dirigió de nuevo a la zona ocupada por el ejército de hormigas mientras asimilaba cuidadosamente lo que Igris le había dicho.

'Al joven señor le gusto porque soy más grande que una persona, puedo volar y hasta puedo hablar'.

Si a una persona le pudiera gustar algo con razones tan simplistas, ¿No se desentendería también fácilmente de algo con razones igualmente simplistas?

Bueno, ciertamente no había escuchado que a los humanos les gustaran los bichos después de entrar en su edad adulta. Cuando sus pensamientos llegaron tan lejos, su humor pareció disminuir un poco.

Estaba familiarizado con que los demás le miraran de forma repugnante, pero al pensar en que el joven señor también tendría algún día esa mirada, Ber se puso un poco triste.

'… . .'

Ber volando silenciosamente cambió su rumbo una vez más. Su nuevo destino esta vez era la ubicación de un cierto proyecto de construcción.

Los enanos barbudo y los soldados hormiga recibieron la orden de Ber para construir una gigantesca estatua de piedra de su señor en este lugar, el 'territorio del descanso eterno'. Cuando vieron al antiguo rey hormiga aterrizar cerca, todos inclinaron sus cabezas al unísono.

El Anciano enano encargado de dirigir el proyecto corrió apresuradamente para darle la bienvenida a Ber.

"Mariscal, bienvenido de nuevo."

*Asentir* *Asentir*

Ber observó el progreso de la construcción durante un rato antes de preguntar al Anciano.

"Deseo cambiar el plan sólo un poco."

"¡¿Ehhh?!"

Tal vez sintió que todo el trabajo duro que sus hombres habían hecho se desperdiciaría, el Anciano trató de disuadir a Ber apresuradamente a pesar de sentirse bastante asustado del antiguo rey hormiga.

"P... pero, Mariscal, usted planeó conmemorar el próximo cumpleaños 32 del Soberano con esta estatua de 'Señor Divino', así que desde hace unos meses..."

"No, no, no . No digo que quiera cancelar el plan en sí. Sólo quiero cambiar esta parte así..."

El Anciano escuchó en silencio la explicación de Ber antes de asentir con la cabeza inmediatamente.

"Por supuesto que eso es factible. Creo que obtendremos un resultado mucho más grande con este nuevo plan, Mariscal."

"Khe-khek, muy bien."

La atmósfera que parecía estar congelada por un momento, había mejorado considerablemente.

"Bueno, en ese caso, debería..."

Justo cuando el Anciano emocionado intentó continuar, Ber levantó su dedo índice y lo colocó contra sus labios.

"Volveré después de ocuparme de unos asuntos primero."


***


"Hyung, ¿Realmente estamos haciendo esto?"

"Tonto... ¿Qué es? ¿Tienes miedo ahora que hemos llegado tan lejos?"

"N... no, no es eso, hyung."

Un delincuente miró con enojo a su subordinado sentado en el asiento del pasajero delantero del coche, y dirigió nuevamente su mirada hacia cierta residencia que se encontraba más allá.

Era una casa privada de dos pisos que se encontraba sola en un suburbio bastante desierto, como si los propietarios quisieran evitar las zonas de aglomeración.

Ese lugar pertenecía al detective Sung Jinwoo.

El matón lo confirmó varias veces antes de venir aquí, así que estaba seguro de ello.

"Por culpa de ese hijo de puta de Sung Jinwoo, nuestra organización fue destruida completamente. Fuimos muy afectados por ese bastardos, así que, ¿No es justo que le dejemos una marca eterna para equilibrar las cuentas?"

"Tienes razón, hyung."

Los tres subordinados respondieron con una voz unánime.

Muy bien.

"Escuchen bien. Somos un cuarteto de ladrones de casas comunes ahora. En cuanto a la esposa y el hijo de ese detective, fueron asesinados por los ladrones que entraron en su casa a mitad del día. ¿Me entienden?"

"Sí, hyung."

Una sonrisa siniestra se formó en los labios del hombre al que todos llamaban 'hyung' .

Pensar que una casa tan grande no tenía ni un solo sistema de seguridad, ¿No era exactamente como declarar al mundo 'Venid y devoradnos'?

De hecho, era un milagro que la casa no hubiera sido robada todavía.

"Dejen de temblar y no cometan ningún error."

El delincuente escudriñó a sus subordinados y ellos asintieron con la cabeza.

"Vamos."

 *Tap, tap, tap, tap.

Los cuatro hombres salieron del coche y cerraron las puertas con precaución. Exploraron los alrededores y se acercaron a la residencia antes de trepar apresuradamente por encima de las paredes.

Habían ensayado lo que tenían que hacer varias veces antes, así que una pared así no suponía ningún problema para esta gente.

Pero entonces...

*Paso*

Sólo cuatro piernas aterrizaron en el suelo.

'… ¡¿Dónde están los otros dos?!'

El delincuente miró rápidamente al único subordinado que quedaba a su lado. Este último sacudió la cabeza.

Cuatro saltaron el muro, pero solo dos cayeron al suelo. ¡Qué cosa tan extraña!

El delincuente estudió rápidamente todo lo que le rodeaba, pero cuando volvió a mirar a su lado, el subordinado que quedaba también se había ido sin dejar rastro.

'Estos hijos de puta, ahora en serio...'

El enfurecido delincuente se olvidó brevemente de dónde estaba en este momento, y estaba a punto de rugir a todo pulmón. Pero justo antes de eso, una mano se acercó a él sin ser notada y le cubrió la boca, con fuerza .

"Shh... ."

Ahora mismo era la hora de la siesta del joven señor. No debe ser interrumpida por un grupo de visitantes inesperados, ¡No importa lo que pase!

Afortunadamente, el oído de Ber pudo captar la respiración tranquila y rítmica del joven señor. Con un par de ojos satisfechos, miró en diagonal a su lado. El delincuente atrapado en sus brazos temblaba como una hoja solitaria en el viento.

"¡¡Euph... . euph, euphhhh!!"

Ahí estaba, esa luz familiar en los ojos.

La emoción familiar.

Ber disfrutaba ciertamente de la fe sin reservas que su señor tenía en él, o de los sentimientos favorables del joven señor hacia él, pero esto... Esto, como esperaba, le parecía igual de bueno. Las expresiones de las débiles presas atrapadas ante un depredador siempre serían así.

"Kiiik, kiiik."

Ber no se contenía y se deleitaba con el intenso miedo que se manifestaba en los ojos del delincuente, antes de arrastrar a la desafortunada víctima y desaparecer de la vista . Los gritos desaparecieron muy pronto de este mundo.


***


"¿Qué piensas?"

El Anciano presentó con orgullo la estatua del 'Divino Señor'.

Esta estatua de piedra con el rostro de su señor tenía una escala tan enorme que, para mirar su parte superior, el cuello podía sufrir un esguince si se inclinaba la cabeza hacia atrás por descuido.

Para completar esta obra maestra antes de la fecha límite, no sólo todos los enanos barbudo habían colaborado, sino que todos los soldados hormiga también prestaron su ayuda.

"Kiikiik . "

Beru estudió la estatua de su señor con una expresión muy satisfecha antes de confirmar el cambio de última hora que se le había añadido .

"Tal como usted lo ordenó, Mariscal . Ahí está, en el hombro izquierdo..."

Al igual que la explicación del Anciano, el hombro izquierdo de la estatua del señor albergaba ahora la figura de su joven señor, sentado allí con una brillante expresión.

El padre y su hijo.

No había duda en el corazón de Ber de que su señor se alegraría mucho después de ver esta gran y hermosa estatua. Y también, esta estatua demostraría ser un regalo profundamente significativo para el joven señor si alguna vez llega a entrar en este mundo en un futuro lejano.

Esta certeza hizo que Beru se riera a carcajadas.

"¡¡¡Kkiiihehehehehet~!!!"

Después de la alegría de Ber, los enanos barbudo y los soldados hormiga también estallaron en carcajadas.

"¡¡Wah-hahahahaha!!"

"¡Kkyah-hah!"

De repente escuchó un grito alegre de un niño pequeño mezclado entre las risas estridentes.

"… . ?!"

Ber quedó aturdido y miró apresuradamente hacia atrás, sólo para descubrir a cierto bebé pegado a su espalda.

"¡Hormiguita!"

"Ah, ah..."

¿Debería decir, de tal palo, tal astilla?

Al considerar que el bebé Soo-Hoh podía entrar libremente en el 'territorio del descanso eterno' sin que nadie tuviera la oportunidad de notarlo, el Mariscal a cargo del cuidado del niño, Ber, sólo pudo estar preocupado.

"¡Khi-hahk!"