Rose estaba bastante familiarizada con los intrincados túneles de escape subterráneos debajo de la capital.
Después de todo, le habían enseñado a recorrerlos por si acaso. Sin embargo, estos túneles no estaban conectados al campamento de concentración, así que los demás miembros de su escuadrón habían cavado pacientemente un agujero cercano para conectarse a él.
Rose, Clara y los demás ahora caminaban por esos túneles tras haber saltado por el agujero.
Maximiliano no tendría ninguna oportunidad contra Shadow. Así que Rose no podía imaginarse a Shadow perdiendo. Si no hubiera pasado ese problema con Sid, ella habría confiado plenamente en él. Incluso podría haber estado asombrada y respetado a Shadow solo por su fuerza.
Era preocupante.
Pero por ahora, solo tenía que confiar en que Shadow no estaba mintiendo. Ella no podía abandonar su deber e ir a buscar a Sid.
No obstante, aunque Sid estuviera realmente a salvo como decía Shadow, eso generó aún más dudas.
¿Por qué estaba allí ese Slime? ¿Qué razón tuvo Shadow para hacer un Sid falso?
Rose no lo entendía.
Podría ser- ¿Sid y Shadow estaban conectados de alguna manera…? Rose recordó su imagen de Sid. Ella no podía ver nada de él que estuviera relacionado con Shadow.
Al poco tiempo, habían llegado al lugar donde los miembros de su escuadrón estarían esperando.
Un pequeño agujero que conducía a la superficie era la única fuente de luz en estos túneles.
Había una figura de negro apoyada contra una pared.
“…¿664?”
Rose bajó a Batt de su espalda y se acercó lentamente a la figura.
“¿Dónde está 665? ¿¡Qué…!?”
La mujer de negro que estaba apoyada de espaldas a la pared era definitivamente su líder de escuadra, 664.
Estaba herida. La sangre había empapado la pared detrás de ella.
“¿¡664!? ¿¡Que pasó aquí!?”
Rose se agachó rápidamente hacia ella.
“…-un.” Dijo 664 con voz débil.
Ella estaba respirando, al menos.
“¡Te ayudaré ahora mismo!”
“R-… -un, ¡666!”
“¿Eh?”
Y entonces, algo llegó.
“… ¿¡Qué!?”
Prácticamente no tenía presencia. Rose no podía comprender cómo había aparecido de la nada.
Era casi como si siempre hubiera estado ahí.
“Parece que Maximiliano falló.”
Dijo el hombre, mirando a Clara y su grupo.
Era una voz fría.
Era un hombre alto, con el cabello blanco como la nieve que le llegaba hasta la nuca.
Tenía una especie de belleza escalofriante.
“… ¿¡665!?”
El grito de Rose resonó en los túneles.
El hombre sostenía a 665 con una mano.
“Ella también fue una decepción.”
Dijo mientras tiraba a la mujer golpeada a los pies de Rose.
“¡-!”
Rose rápidamente atrapó a 665 mientras caía y verificó su respiración.
“… ugh.”
Estaba inconsciente pero respirando, sí.
“¡¡Te haré pagar por esto!!”
"¡D-Detente, no pelees con él, 666!"
664 le gritó mientras desenvainaba su espada.
“¿¡Por qué!?”
“Tú, no puedes vencerlo… él es… Mordred.”
“¿Eh?”
Rose se horrorizó y miró fijamente al hombre, quien a su vez le hizo una breve reverencia.
“Soy, en efecto, Mordred. Es un placer… Princesa Rose.”
Detrás de Rose, la gente que seguía a Clara se agitó. Rose le pidió a Clara que los llevara a una distancia segura.
“...Te equivocaste de persona.”
"Ya veo, si eso es lo que quieres, lo cumpliré."
“Shadow Garden… así que la organización que se opone a nosotros también ha venido aquí. En lugar de la Llave de Oriana, personalmente encuentro que su grupo es mucho más interesante.”
“…¿Llave de Oriana?”
“¿Shadow Garden no intervino en esta guerra para obtener la llave? Oh, ¿tal vez no lo sabías?”
Rose no respondió.
Se había convertido en miembro de Shadow Garden, pero eso no significaba que ella lo supiera todo. Shadow Garden era una gran organización. Las Siete que la dirigían tenían una fuerza increíble, y las fuerzas especiales conocidas como los Números tenían una fuerza igual o superior a la de Rose. Rose era solo un engranaje de la máquina.
Sin embargo, esta Llave de Oriana parecía ser algo que podía importarle personalmente. ¿Le informarían de ello si lo pidiera?
“No revelaré nada. Necesitamos ir a algún lugar.”
Tenían muchos heridos. Mordred era claramente más fuerte de lo que podía manejar, pero al menos podía ganar tiempo para ellos. Rose sacó su espada.
“No luches, déjame y vete…”
“Líder…”
“S-Sí, soy tu líder de escuadrón, y eso es una orden…”
664 se levantó con dificultad y se paró frente a Rose.
Mordred observó a las dos con ojos fríos.
“Como he dicho, estoy interesado en Shadow Garden. Mucho más que en la Llave…”
“…¿Así que bloquearás nuestro camino?”
“Como uno de los miembros de la Orden, no debo dejarte libre. Pero creo que dejarte ir ahora sería muy beneficioso para mí.”
“¿Beneficioso?”
“Mi interés en Shadow Garden es bastante profundo. Estoy específicamente interesado en sus líderes, Las Siete.”
Mordred dijo con una sonrisa fría.
“…Sí, de hecho ella fue bastante agradable.”
“…¿agradable?”
“Si mucho. Tanto que estoy dispuesto a dejarte ir.”
Mordred sacó algo de su bolsillo.
Cuando abrió su palma, algo se deslizó hacia abajo. Brillante como el agua de manantial… eran mechones de cabello.
Y Rose conocía a alguien con un cabello tan hermoso y extraño.
“Espera, eso es–”
Ese cabello claro de agua de manantial era el de Epsilon.
“Ella era… muy agradable. Kuku.” Mordred lanzó una risita.
“Adelante, pasa cuando quieras. La Facción de Doem y los Realistas se enfrentarán pronto. Sin embargo, esta no es una guerra civil ordinaria."
Mordred estaba empezando a brillar en el fondo.
"Esta es una guerra por el poder entre la Orden y Shadow Garden... qué divertido."
Desapareció, dejando solo la risa seca.
“Así que ese es, Mordred …”
Se convertirá en una batalla cada vez más difícil con él alrededor, pensó Rose.