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martes, 26 de julio de 2022

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 412

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 412. Volverse A Separar (1)


Cuando abrió los ojos, estaba de nuevo en su dormitorio.

Pero las sábanas, que solían mantenerse cálidas, estaban hoy lo suficientemente frías como para sentir escalofríos por todo su cuerpo. 

"Mi hija. Papá lo lamenta. Papá lamenta que te hayas ido primero. Papá lamenta no haber creído que eras mi hija."

Sovieshu se paró frente a las pinturas con pasos poco firmes.

Desmontó sus dos preciadas pinturas, las colocó una al lado de la otra en el suelo y abrió los brazos para abrazarlas.

Con un brazo abrazó a Navier y con el otro a Glorym.

Pudo sentir el calor de las pinturas.

En su imaginación, las dos mujeres de las pinturas también abrieron sus brazos y le abrazaron al mismo tiempo.

Un recuerdo de su infancia vino a su mente.

— Seremos una pareja cuando crezcamos, Navier.

— ¿Ya no somos una pareja?

— Es diferente, espero que tengamos un bebé que se parezca a nosotros. Nos haremos un retrato familiar con nuestro primer hijo. Lo colgaré en mi habitación.

Sovieshu sonrió levemente.

"Mi familia..."

Mientras su voz se desvanecía, vio a una niña en la distancia, de pie sobre la nieve blanca.

La niña, que estaba llorando, le preguntó por qué no había venido antes y corrió hacia él cuando lo vio.

"Glorym."

Sovieshu dio un paso hacia la niña.

Pero justo antes de ir por ese camino, alguien lo agarró.

Era Navier.

Navier sacudió la cabeza.

"No te vayas. Quédate, Sovieshu."

Él miró alternadamente a Navier y a Glorym.

Tras un momento de duda, lo entendió. Moriría si iba por ese camino.

Tenía claro que podría volver a estar al lado de su hija si iba por ese camino.

Cuando sus ojos se encontraron con los de Navier, no pudo dejar de llorar.

Recordó haberla esperado fuera de la Mansión Troby en la oscuridad de la noche. Recordó el momento en que sus miradas se cruzaron mientras ella se marchaba en el carruaje. Recordó su boda, su boda con Heinley.

"No te vayas, Sovieshu."

La niña le insistía en que viniera rápido mientras Navier tiraba de él por detrás.

Las dos significaban mucho para él. Las dos estaban en direcciones opuestas.

Sovieshu las miró varias veces, sonrió impotente y apartó la mano de Navier.

"Tú te quedas. Vive, Navier. Sé feliz."

'La bebé murió, pero no Navier.'

Quería estar con Navier, quería ir con Navier, no quería perderla dos veces, pero sabía que esta vez tenía que dejarla ir.

"No vengas por este camino, vive sin prisa por muchos años. Puede que incluso cuando estés aquí no nos volvamos a encontrar."

Dándose la vuelta, consoló a la niña asustada y caminó por un sendero sin final a la vista.

***

El Marqués Karl se movía ansiosamente por el pasillo sin poder apartarse del dormitorio de Sovieshu.

De repente, escuchó un fuerte ruido no muy lejos, que fue seguido por una serie de gritos, 

"¡Su Majestad! Su Majestad!"

'¿Cómo está afuera...?'

Cuando el Marqués Karl salió sorprendido, descubrió que Sovieshu se había caído por la ventana de su dormitorio.

"¡El médico del palacio! ¡Traigan al médico del palacio!"

Aterrado, el Marqués Karl ordenó llamar al médico del palacio.

"¡Evely! ¡Traigan a la Señorita Evely!"

También ordenó llamar a Evely, la preciada maga de curación.

Sin embargo, recordó de inmediato que Evely había ido al Imperio Occidental para curar a Navier.

"Navier..."

Una voz débil vino de Sovieshu.

"¡Su Majestad, Su Majestad! ¡El médico del palacio! ¡Traigan al médico del palacio!"

El Marqués Karl gritó desesperado.

***

"¡Despertaste!"

Escuché un grito de alegría. Cuando abrí los ojos, vi el rostro lloroso de Heinley frente a mí.

"... ¿Heinley?"

Me dolía mucho la garganta, pero conseguí abrir la boca y pronunciar su nombre.

"¡Reina!"

Heinley gimió, me agarró la mano y se la puso en la frente.

¿Mi mano está fría o Heinley tiene fiebre? Sentía su frente especialmente caliente.

Todavía estaba un poco aturdida mientras Heinley sollozaba.

"Reina, creí que te perdería... tenía mucho miedo de perderte..."

Detrás de Heinley, pude ver la sombra de Sovieshu.

La sombra, que parecía preocupada, brilló un instante en cuanto la vi, y desapareció a través de la pared.

Esto me hizo recordar un sueño que tuve. Sovieshu intentaba ir por el camino equivocado, así que lo detuve, pero apartó mi mano y me dijo que no lo siguiera. Quería que viviera. Quería que viviera feliz durante muchos años. Entonces tomó la mano de una niña que estaba cubierta de sangre de pies a cabeza y se marchó.

Me dolía extrañamente el corazón.

Sentía una extraña sensación de pérdida, como si algo hubiese sido arrancado de mí.

***

Sólo pude conocer la historia completa de lo que había sucedido un día después de que me desperté.

El primer día, el médico del palacio había hecho todo lo posible para que descansara.

"Estoy feliz de poder devolver la gracia de Su Majestad."

"Salvaste mi vida..."

El Gran Duque Kapmen y Evely fueron quienes me salvaron.

De acuerdo con Heinley, también se debió a que utilicé mi magia de hielo sobre el Duque Zemensia justo antes de que cayera sobre mí, pero no podía recordarlo bien...

Sin embargo, hubo muchas personas que vieron esa escena, por lo que tal vez sea un pequeño problema una vez que me recupere por completo.

En cualquier caso, gracias a que usé mi magia de hielo y a que el Gran Duque Kapmen me envolvió en sus brazos, pude sobrevivir a un hombre que saltó sobre mí desde lo alto para aplastarme.

Pero quedé en coma, así que Evely vino desde el Imperio Oriental a curarme.

Evely inclinó la cabeza, su cara se puso completamente roja y sonrió alegremente. Balanceaba su cuerpo de un lado a otro y me miraba brevemente. Parecía muy orgullosa de sí misma.

"Te has convertido en una persona increíble, Evely."

¡Sí! ¡Salvé a Su Majestad! Y a... um... no recuerdo de qué país es... bueno, no importa... ¡también salvé a un Gran Duque!"

"No es porque me hayas salvado, realmente te has convertido en una persona increíble."

Los magos con habilidades curativas eran muy apreciados. Por supuesto, cada mago tenía una habilidad diferente, por lo que qué habilidades no eran apreciadas. Sin embargo, las habilidades curativas eran especialmente apreciadas por su naturaleza.

"También es gracias a Su Majestad."

"Yo no hice nada."

Evely rápidamente sacudió la cabeza de un lado a otro, indicando que ese no era el caso en absoluto.

Me reí porque se veía muy adorable, pero... también estaba preocupada.

A diferencia de mí, que me desperté sana y salva, a la vez que se confirmó que el bebé en mi vientre estaba bien, el Gran Duque Kapmen aún no había despertado. ¿Estará bien?

De acuerdo con el médico del palacio, ya se encontraba en un estado en el que debía despertar en cualquier momento. Evely también me contó que había utilizado más de su magia en el Gran Duque Kapmen.

"Disculpe, Su Majestad."

"¿Sí? ¿Qué ocurre?"

"Su Majestad, el Emperador... eh... me refiero al Emperador Sovieshu..."

¿Qué intentaba decir? Evely me miraba con una extraña vacilación.

Cuando le indiqué que podía hablar tranquila con una suave sonrisa, continuó como si no supiera cómo decirlo.

"¿Su Majestad tiene una mala relación con el Emperador Sovieshu?"

Sonreí incómodamente. Era una pregunta difícil de responder.

Mi relación con Sovieshu... es complicada. Éramos amigos, éramos una pareja destinada a pasar la vida juntos, pero de repente se convirtió en una persona que odiaba ver, incluso desee que no fuera feliz, pero es un poco incómodo verlo tan mal.

Sin embargo, como ambos representamos a un imperio, no podía expresar estos sentimientos personales.

"Es una relación normal."

Al final, acabé mi respuesta con un, "¿Por qué lo preguntas?" para que fuera al punto.

Evely dudó, sonrió tímidamente y se rascó la mejilla.

"Parece que el Emperador Sovieshu todavía ama y se preocupa por Su Majestad."

"..."

"Lo siento. No quiero hacerle sentir incómoda. Pero cuando me envió, se veía realmente desesperado y pálido..."

"¿Te envió Sovieshu?"

"Sí. En cuanto se enteró de la noticia, me llamó de inmediato y me ordenó salvar a Su Majestad."

Recuerdo que la noche del día del juicio de Rashta, Sovieshu se quedó llorando en una pared fuera de la mansión de mis padres hasta que me marché en el carruaje. ¿Debería escribirle una carta de agradecimiento?

***