Capítulo 139. Alineación Poderosa (4)
Frey dudó en lugar de responder a la pregunta.
Sin embargo, la chica no lo apuró y se limitó a mirarlo con tranquilidad.
"Sé que eres Frey Blake. Escuché las historias de Cairo y Diablo. Dijeron que eres una persona con un talento increíble que tiene casi garantizado llegar a las 9 estrellas en un futuro próximo".
La voz de la chica era muy suave y gentil, casi como si estuviera susurrando.
"No estoy seguro de Cairo, pero no es fácil ganarse el reconocimiento de Diablo. Ese tipo es tacaño cuando se trata de elogios. Así que decidí verte por mí misma..."
La leve curiosidad en su voz desapareció y fue reemplazada por hostilidad.
"Pero no esperaba que conocieras el Puño del Rey Guerrero. Es extraño. Nuestro arte marcial tiene la tradición de pasar de un maestro a un discípulo".
‘Kasajin, hijo de puta’.
¿Por qué tenía que decidirse por una sola tradición de sucesión?
Frey descargó su ira contra su amigo muerto, pero no había nada que pudiera hacer al respecto.
La chica acababa de revelarle indirectamente su identidad. Después de todo, sólo había unos pocos artistas marciales en el continente que podían llamar al Puño del Rey Guerrero "nuestro arte marcial".
Frey ya había conocido a Iván, que era el actual Sucesor del Rey Guerrero.
Sólo por su apariencia, esta chica ante él podría ser discípula de Iván. Pero Frey estaba seguro de que ella no era la discípula de Iván.
El aura que exudaba inconscientemente esta chica era tranquila y firme, similar a la de un viejo maestro. Su aura era mucho más fuerte que la de Iván.
En otras palabras, esta chica era la maestra de Iván.
"..."
Ssss.
Cuando Frey dudó en darle una respuesta, el aura de la chica surgió lentamente como una bruma alrededor de su cuerpo.
Su expresión aún no había cambiado, pero su hostilidad era evidente.
Héctor sonrió torpemente y retrocedió unos pasos.
Justo antes de que el ímpetu de la chica alcanzara su punto álgido, Frey abrió la boca.
"...Iván".
La bruma se desvaneció gradualmente mientras Frey miraba a la chica y decía una vez más.
"Lo aprendí de Iván".
La chica ladeó la cabeza con una expresión extraña.
"¿...de Iván?"
"Sí."
‘Lo siento, Iván’.
Frey se disculpó interiormente con Iván, pero no tenía otra opción.
Incluso si ella podría haber descubierto la verdad más tarde, esta era la única manera para él de eliminar su sospecha.
Él sabía lo sensibles que eran los artistas marciales cuando se trataba de sus artes marciales. Especialmente las artes marciales que se transmiten de forma tan secreta.
Si no reaccionaba lo suficientemente rápido, podría ser tratado como un ladrón que robó el arte marcial.
Por supuesto, su solución estaba lejos de ser la mejor. No sería extraño que todavía estallara de ira contra él.
Entonces, Frey no tendría más remedio que contraatacar. Observó a la chica sin bajar la guardia.
La chica pareció perderse en sus pensamientos por un momento antes de volverse para mirar a Frey. Por un momento, sus ojos se encontraron.
Luego sus ojos se apartaron mientras inspeccionaba el cuerpo de Frey.
"...Apuesto a que apenas has aprendido nada. Más que aprender artes marciales, es como si sólo estuvieras entrenando tu cuerpo. Probablemente eres un Guerrero Mágico de segunda clase en el mejor de los casos".
Entonces suspiró.
"Me disculpo. Por favor, perdona mi descortesía. La tradición de un sucesor por generación es muy importante para el Puño del Rey Guerrero".
"...Entiendo."
"Mi presentación es un poco tardía. Soy Nora".
"¿Así que Iván te enseñó?"
"Sí."
Nora asintió y continuó.
"Soy la anterior sucesora del Rey Guerrero".
Frey recordaba haber oído hablar de ella a Iván unas cuantas veces. Había dicho que era increíblemente cruel y ridículamente fuerte.
Frey estaba de acuerdo con lo último, pero aún no estaba seguro de lo primero.
En lugar de parecer cruel, Nora parecía muy tranquila.
Por supuesto, el aura que desprendía era increíblemente intimidante.
‘Es una poderosa Guerrera Mágica’.
Frey sintió admiración.
Era posible que Nora ya hubiera alcanzado el nivel de Rey Guerrero, o al menos, estaba muy cerca de ese nivel.
"¿Cuál es tu relación con Iván?"
"Nos conocimos cerca del Gran Bosque, pero las cosas tomaron un camino extraño, y terminamos luchando contra un Apóstol".
"Hoh. Lucharon juntos..."
Nora sonrió ligeramente.
"Parece que Iván por fin hace caso a mis consejos".
Frey no estaba seguro de por qué, pero ella parecía satisfecha con esa información, y la forma en que miraba a Frey se volvió aún más favorable.
"¿Dónde está ahora?"
"Dijo que iba a Silkid a buscar las reliquias de Kasajin como le dijiste".
"Se quejó mucho, pero al final me hizo caso".
Bajó la cabeza un momento antes de soltar una carcajada.
"Huhuhu. Aun así, no puedo creer que le enseñó a un mago el Puño del Rey Guerrero. ¿Te lo enseñó porque estaba aburrido? ¿O realmente pensó en tomarte como discípulo? De cualquier manera, esto es bastante interesante. Ahhh. Es todo culpa mía. Debería haberle metido en el cuerpo que el Puño del Rey Guerrero tiene una única tradición sucesora..."
Héctor se adelantó una vez más y habló en tono sombrío.
"Esta dama es realmente peligrosa. ¿No hay más gente buena en Paragon que Cairo?"
Frey no pudo evitar pensar que eso no era algo que debiera decirse en ese momento mientras se giraba para mirar a Nora, que parecía haber salido de sus cavilaciones.
"¿Eres miembro de Paragon?"
"No. Sólo tengo una asociación con ellos".
"Para mí es lo mismo".
Nora sonrió mientras miraba a Frey con una expresión de curiosidad.
"Sólo estoy ayudando un poco. En realidad hay bastante gente así en Paragon".
"¿He oído que originalmente formabas parte del círculo?"
Cuando Frey preguntó eso tras recordar las palabras de Iván, la expresión de Nora se ensombreció un poco.
"...eso es una noticia vieja".
Lo dijo con voz tenue, pero Frey sintió la tristeza que contenían esas palabras.
"Crees que el Círculo está podrido, por eso te fuiste. Como Cairo".
Nora no lo negó. En cambio, levantó la cabeza para mirar a Frey.
"He oído decir a Cairo que pretendes arreglar el Círculo desde dentro. ¿Entiendes lo difícil que es esa tarea?"
"No puedo cambiarlo todo. Estoy seguro de que hay partes podridas y sucias que no se pueden salvar".
Los ojos de Frey se volvieron fríos.
"Eliminaré esas partes".
"¿Estás diciendo que las purgarás?"
"Si es necesario".
Nora respiró profundamente.
Luego habló con un tono amargo.
"...no eres una buena persona".
Este comentario era una declaración penetrante sobre la naturaleza de Frey.
Definitivamente no era un buen hombre. No en el pasado... e incluso ahora.
Nora miró a Frey con una expresión de curiosidad.
"Qué interesante. Me pregunto si tienes lo que se necesita para reformar verdaderamente el Círculo".
"¿Qué quieres decir?"
Entonces sonrió e hizo una propuesta poco convencional.
"Entonces, ¿puedo observar desde tu lado por un tiempo?"
* * *
Frey volvió a los Anillos de Traumen, y cuando Héctor vio el denso bosque, gritó con voz emocionada.
"¡Ah...! ¡¿Cuánto tiempo hace que no huelo el bosque?!"
"Espera un momento. Iré a buscar a la maestra Beniang".
Frey se dirigió entonces a la casa sin esperar respuesta.
Al ver esto, Héctor se encogió de hombros.
"Está bien, pero es como si siempre tuviera prisa. Yo habría estado mucho más relajado a su edad".
Entonces la chica que estaba a su lado, Nora, tomó la palabra.
"Deberías saber que el tiempo perdido nunca se puede recuperar".
Su mirada se dirigió entonces a la espalda de Frey mientras continuaba.
"Aunque eso no es algo que uno suele aprender a su edad".
"Mmm... por cierto, ¿dijiste que te llamabas Nora?"
"Sí."
"Entonces, ¿está bien si te pregunto algo?"
"¿Qué es?"
La cara y la voz de Héctor se volvieron serias al decir.
"Por favor, sé mi modelo".
"¿Modelo?"
"¡Me encantaría hacer un Golem con tu apariencia!"
"..."
"¡Por favor!"
"Me niego".
Después de un rato, Frey volvió con Beniang, que parecía estar más emocionada que nunca.
Esto era porque Frey le había dicho que un Dragón estaba allí.
"Hola, soy Beniang Argento, Maestra del Círculo de los Anillos de Traumen".
"Soy Héctor".
Héctor sonrió y le estrechó la mano.
Después de estrecharle la mano, Beniang se volvió para mirar a Nora.
"Y tú..."
Nora se estremeció ligeramente al recibir la mirada de Beniang, que ardía de emoción.
"...Soy Nora. Encantada de conocerte, Beniang".
"Sí, encantada de conocerte".
Beniang miró de un lado a otro a Nora y a Héctor con la cabeza inclinada hacia un lado.
"Umm... pero ¿quién de vosotros es el Dragón?"
"Ese sería yo~"
Beniang no pudo ocultar su sorpresa cuando Héctor levantó la mano con una amplia sonrisa en el rostro.
Esto se debió a que Nora exudaba un aura misteriosa, lo que hizo que Beniang creyera inconscientemente que ella era el Dragón.
Parte de la razón era también porque ella no podía sentir nada en particular de Héctor. De hecho, para decirlo sin rodeos, Héctor no se sentía diferente de una persona normal.
Al darse cuenta de que era una grosería pensar de esa manera, Beniang sacudió la cabeza para deshacerse de esos pensamientos antes de acercarse a Héctor y hacer una reverencia.
"Por favor, cuida bien de mí".
"¡Ja, ja! Sí, déjalo en mis manos".
Héctor, que seguía radiante, se frotó la barbilla mientras observaba lentamente a Beniang, con el interés evidente en sus ojos.
"Hoh. Tu Corazón de Dragón está realmente bien colocado. Te ha permitido obtener aún más sangre de dragón".
"¿Qué quieres decir?"
"El hecho de que seas una media dragón no significa que tengas un Corazón de Dragón. En realidad eres muy afortunada por tener una apariencia humana junto con un Corazón de Dragón. Si fuera al revés, tu cuerpo se habría derrumbado sobre sí mismo poco después de nacer".
"¿Al revés...? ¡Ah...!"
El cuerpo de Beniang se estremeció.
Un corazón humano en el cuerpo de un Dragón. Era absolutamente imposible que el cuerpo de un Dragón pudiera ser soportado por un débil corazón humano.
Esta era la primera vez que Frey se enteraba de esto. Él había pensado que cada medio dragón había nacido con un corazón de dragón.
"Bueno, entonces, ¿nos ponemos en marcha? Quiero verte usar magia".
"Ah. ¡Sí!"
"No estoy seguro de que seas capaz todavía, pero me gustaría practicar contigo... y también tengo curiosidad por tu sensibilidad espiritual".
"¡Estaré a su cuidado, Maestro!"
"...¿Maestro?"
Héctor y Beniang se marcharon, y Frey se volvió para hablar con Nora, que aún no había quitado los ojos de Beniang.
"¿Conoces a Beniang?"
"La vi hace unas décadas. Cuando aún formaba parte del Círculo y Osel seguía vivo. Pero parece que me ha olvidado".
Nora sacudió la cabeza con una sonrisa amarga.
Frey se preguntó si parte de la razón por la que le había acompañado era para volver a ver a Beniang.
Decidió cambiar de tema.
"Tengo previsto visitar pronto los Collares de Strow".
Nora ladeó la cabeza ante esas palabras.
"¿Vas a empezar ya tu purga?".
"No."
Frey negó con la cabeza.
Se haría en el futuro, pero aún no era el momento.
"Tengo la intención de demostrarles que los Anillos de Traumen están vivos y en buen estado".
"Hmm. ¿Por qué me dices eso?"
"Me gustaría que vinieras conmigo".
Era posible que los ejecutivos del círculo reconocieran a Nora, por lo que podría mostrar el poder de los Anillos de Traumen haciéndola acompañarlo.
Por supuesto, en palabras sencillas, esto significaba que estaba haciendo que Nora le ayudara a luchar en su batalla política contra el Círculo. Pero esto no significaba que Frey tuviera la intención de obligarla a hacerlo, ya que cosas como estas eran parte de la razón por la que ella dejó el Círculo en primer lugar.
"Claro".
Pero para sorpresa de Frey, Nora accedió con facilidad.
"¿Estará bien?"
"Por supuesto".
Los ojos de Nora se iluminaron un poco al continuar.
"Los Collares de Strow me lo deben, después de todo".