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sábado, 17 de julio de 2021

I Raised A Black Dragon - Capítulo 172

Capítulo 172. Mi Verdadero Cuerpo (3)


[Los dragones cruzan el puente a través del marcado con los humanos. Tú, debes tener un medio que conecte este lugar y el lugar donde vivías originalmente.]

"Hay un medio... Esa novela de mierda."

[Debe haber tenido algo de magia en ella. Es una probabilidad baja, pero no es imposible. El pasaje se abrirá sólo cuando encuentres la puerta de tu mundo con la que se conecta. Las otras puertas no se abrirán.]

Noah miró a su alrededor confundida. Cientos de millones de caminos en el espacio profundo que parecían esferas blancas flotaban ante ella. Allí podría encontrar el pasaje que la llevaría a su mundo.

"El cuerpo de Noah. El cuerpo de Noah."

Al contrario que ella, que estaba agotada incluso antes de comenzar la búsqueda, Muell corría enérgicamente de un lugar a otro. Una esfera brillante se chocó con su pierna, haciendo que el joven dragón se tambaleara. Después de recuperar el equilibrio, Muell regresó al lado de Noah. "¡Noah tiene que venir con nosotros!" Agarró el dobladillo de la ropa de Noah, tirando de ella. Las hadas también la empujaron gentilmente desde atrás.

Camina hasta donde te lleven tus pies. El medio te atraerá. Noah se tranquilizó mientras Muell la guiaba por el espacio desconocido repleto de puertas a diferentes mundos, que brillaban como estrellas. Las hadas doradas revoloteaban sobre ella.

"Tengo curiosidad por el mundo de Noah. Creo que es un lugar lleno de gente buena como Noah". Los ojos del pequeño alborotador brillaban de expectación mientras hablaba. Pero Noah corrigió su inocente suposición. "No hay un mundo lleno de gente buena. Es más, donde vivía se trataba de un mundo sin esperanza, lleno de todo tipo de injusticias."

Muell ladeó la cabeza, "Noah debió de odiarlo."

"No me gustaba. Bueno... no creo que lo haya odiado nunca de verdad porque simplemente vivía mi vida como si nada."

"...Esa es exactamente la expresión de Noah."

"¿Qué expresión?"

"Esa mirada de fastidio en su cara."

Noah se echó a reír ante sus palabras y contesto con ligereza. "No sé lo que piensas de mí, pero soy la personificación de la sinceridad. Cuando estaba en el instituto, completé mis créditos, cuando fui estudiante universitaria, logré muchas recompensas. Cuando trabajaba, tenía un rendimiento extraordinario. A lo largo de mi vida, avance sin parar."

"Um..."

"No pongas esa cara de incredulidad."

Aunque Noah no había vivido lo suficiente como para descubrir la verdad absoluta de la vida, seguía siendo un orgullo para ella haber vivido su vida de una manera que cumplía con sus expectativas. No tenía una meta explícita, pero siempre siguió adelante. 

Park Noah despreciaba quedarse atrás, le encantaba que la reconocieran y la elogiaran. Pero tenía comportamientos de una persona pusilánime.

Al final, mientras miraba su cuerpo sin vida tirado en el suelo de su desordenado dormitorio, se arrepintió. Por qué vivir una vida tan desesperada, complaciendo constantemente a los demás, cuando nadie la salvaría en medio del fuego.

Sin embargo, ahora Noah no estaba sedienta del reconocimiento de los demás, que la atrapaba en el pasado. Ni siquiera podía permitirse reflexionar sobre sus lamentaciones sin sentido.

No quería pensar en ello. La infancia de Park Noah, los días de escuela y los días de trabajo, nada de eso. Ni siquiera deseaba volver. Ella no buscaba el mundo en el que había vivido, sino su cuerpo. Sólo eso.

Despejó su mente de los recuerdos desagradables y cambió de tema. "¿Qué hay de ti, entonces? El mundo donde están tus hermanos. ¿No quieres volver?"

"No sé cómo es ese lugar". Una respuesta alegre salió de los labios del niño. "El mundo en el que abrí los ojos por primera vez es donde conocí a Noah."

"...Has estado siguiéndome incondicionalmente que en ocasiones es extraño. ¿Qué he hecho por ti?"

Park Noah nunca había tenido una mascota, pero no fue porque no la quisiera. Había sido una persona solitaria desde su juventud. Aunque aprendió a sobrellevar la soledad a medida que crecía, a veces se necesitaba el calor de alguien.

Como no podía permitirse conocer gente, pensó en tener mascotas, pero al final desistió frustradas por los problemas de la vida. Tener una mascota no sería económico. Para la pobre Park Noah, la Corea del siglo XXI era un mundo sucio donde sólo el dinero podía calmar la soledad.

Pero el dragón que se había criado en un mundo diferente...

"¿No te importa la clase de persona que soy?"

"No."

Las palabras del niño le llegaron al corazón.