Capítulo 99. Reunión (6)
Él ‘era’ un dragón.
El hecho de que utilizara el tiempo pasado era chocante.
Al menos, Frey nunca había visto un uso tan despectivo y miserable del tiempo pasado.
La sonrisa amarga de Héctor desapareció rápidamente.
Volvió a su habitual tono animado.
"Siento haber sacado un tema tan aburrido. Así que... eh. ¿De qué estábamos hablando?"
Frey se quedó sin palabras por un momento al ver que Héctor se rascaba la cabeza y se disculpaba.
De repente, le vinieron a la mente las palabras de Beniang.
-El informe de entonces decía que la guarida ya estaba destruida y que no se había encontrado ningún cuerpo de dragón. Lo único que había quedado en la guarida era mi huevo.
Ni siquiera habían encontrado un cuerpo.
Por supuesto, en ese momento, no le había parecido extraño.
El cadáver de un dragón tenía un valor inmenso.
Estaba el corazón del dragón, que se consideraba un tesoro supremo, así como las otras partes como sus dientes, huesos, escamas, ojos, sangre y carne.
Así que Frey había pensado que los Demigods simplemente se habían llevado todos los cadáveres después de matar a los dragones.
Pero ahora que lo pensaba, eso era extraño en sí mismo.
Los mortales eran los únicos que le daban un gran valor al cadáver de un dragón.
Para los Demigods, incluso el corazón de dragón no sería algo que realmente necesitaran.
Pero, ¿y si el cuerpo del dragón no hubiera sido su objetivo?
¿Y si querían otra cosa, como capturar a los dragones vivos para subyugar y controlar sus poderosas almas?
...Si el hombre frente a él era realmente un dragón, entonces la suposición de Frey ya no sería sólo una especulación.
Significaría que al final, los Demigods lograron subyugar el alma de un dragón y los habían convertido en sus sirvientes.
‘Malditos bastardos’.
Frey reprimió a la fuerza sus ganas de maldecir.
Antes de que los Demigods revelaran su horrible presencia, los dragones eran la única raza completamente trascendental del continente.
Y no sólo eso.
También habían sido los primeros en darse cuenta del peligro que suponían los Demigods, por lo que apoyaron a los mortales en su sangrienta batalla contra los Demigods hace 4000 años.
O más bien, sería más exacto decir que los mortales ayudaron a los dragones en su lucha contra los Demigods.
Sólo había una raza capaz de enfrentarse a los Demigods.
Los dragones.
"..."
Frey se mordió el labio y apretó el puño con fuerza.
Esos seres tan venerados estaban ahora en un estado más miserable que los humanos.
No se habían extinguido. Sin embargo, su estado actual era mucho peor que eso.
Apenas vivían mientras se les obligaba a cumplir las órdenes de los Demigods.
Teniendo en cuenta esto, ni siquiera era suficiente decir que su raza 'cayó'.
‘Querían ver de cerca su miserable aspecto’.
Este era el razonamiento que Héctor acababa de dar sobre por qué mantenían a un dragón con vida.
Y probablemente tenía razón.
"¿Por qué me miras así?"
No era descabellado que Héctor dijera esto.
El hecho de que era un dragón no sólo era conocido por los Demigods; algunos apóstoles también lo sabían.
Él no había tenido la intención de revelarlo, pero fue descubierto de todos modos.
Entonces, los apóstoles, gente que había traicionado a sus razas para ponerse del lado de los Demigods, lo miraron con ojos llenos de burla.
Se burlaron del miserable destino de los que una vez gobernaron el continente, que lucharon contra los Demigods hasta el final.
Y mientras lo miraban, sentían que su elección no estaba equivocada.
Ni siquiera podía reírse del hecho de que se sintieran satisfechos por sus decisiones y acciones.
Desde entonces, había llegado a aceptar la realidad.
Ahora, no le importaba revelar su identidad, pues ya había acumulado un poco de tolerancia.
"Tú..."
Frey empezó a hablar antes de detenerse.
Las palabras que iba a decir se le atascaron en la garganta, y en su lugar, dijo algo totalmente diferente.
"¿Los otros dragones están en el mismo estado que tú…?"
"Algunos de ellos. No todos. La mayoría están muertos".
"..."
"¿Estás simpatizando conmigo?"
"No".
Frey negó con la cabeza.
No tenía intención de hacerlo.
En el pasado solía rendir homenaje a los dragones, e incluso ahora, al ver a Héctor, era lo mismo.
"Siento que te hayas sentido así".
Héctor estaba desconcertado por el repentino cambio de actitud de Frey.
Fue exactamente desde el momento en que había revelado que era un dragón.
Una sonrisa se abrió paso en su rostro. Héctor se rio y se encogió de hombros.
"Ay. ¿Tienes algún motivo para disculparte? Como te dije. Formé parte de una raza que se consideraba bastante poderosa en el pasado. Ahora no es nada".
Frey quería preguntarle a Héctor sobre su maestro, pero no podía.
Después de todo, no podía creer en todo lo que Héctor decía.
En pocas palabras, era imposible para Frey saber si este hombre estaba bajo el control total de Señor o no.
Por lo tanto, se guardó todas sus dudas, sus lamentos y su tristeza y abrió la boca con una expresión rígida.
"¿Puedo tener la máscara…?"
"Ah. Aquí tienes".
Frey recibió la máscara de Héctor y la desempolvó un poco antes de decir.
"¿Te quedas aquí?"
"Así es".
Para ser exactos, más que quedarse, no podía salir. No sería del todo erróneo decir que estaba confinado en este espacio.
Por supuesto, él no revelaría eso.
"Entonces, por favor, haz el cuerpo de Golem que pueda manejar un núcleo de 1 millón de ME cómo mencioné antes".
¿Realmente tenía un núcleo con tanto ME?
La expresión de Héctor se volvió extraña.
Ni siquiera él confiaba en su propia capacidad para hacer un núcleo con tal capacidad.
Y lo mismo sentía por el Maestro de la Undécima Torre y el Archlich.
Se rascó la mejilla mientras ocultaba sus pensamientos internos.
"...Hm. No bastaría con mostrarme ese brazalete para eso. Soy un hombre de negocios después de todo".
"¿Qué más quieres?"
Héctor puso una expresión juguetona.
"Ese brazalete, dámelo".
"..."
Lo había dicho intencionadamente para ver su reacción.
Quizás Frey no se lo esperaba, ya que su expresión cambió sutilmente.
Sin embargo, para sorpresa de Héctor, no se negó de inmediato.
"Si me lo prometes en el idioma de los dragones, estaré más que encantado de dártelo".
“¿¡Hablas el idioma de los dragones!?"
No, esa era una pregunta tonta.
Si no fuera así, no habría sacado el tema en primer lugar.
Héctor suspiró.
"...Parece que sabes mucho sobre dragones".
"¿No puedes hacerlo? ¿Es porque te han robado el cuerpo?"
"El cuerpo no importa. El poder del idioma de los dragones proviene de nuestras propias almas. Puede que no tenga el mismo poder destructivo y trascendental, pero hacer juramentos sigue siendo posible".
Héctor pareció contemplar algo por un momento antes de mirar a Frey.
Luego habló con el tono serio de antes.
"Retiro lo que dije sobre el brazalete. Ah. No lo digo porque no quiera hacer un juramento en el idioma de los dragones. Es que lo dije en primer lugar porque quería ver tu reacción... Me disculpo por ello".
"Está bien".
"Sólo déjame echar un vistazo. Es suficiente pago".
Héctor dejó escapar una carcajada.
"De todas formas no tenía nada que hacer, pero creo que podría hacer uno a mi gusto. ¿Estaría bien?"
Su gusto.
Sin embargo, Frey no prestó mucha atención a las palabras de Héctor y se limitó a asentir.
"No importa, siempre que pueda soportar el núcleo".
"Estupendo. Ahora, hmm. Conseguir los suministros y fabricarlo... debería llevar al menos 6 meses. Así que puedes venir a verme en ese tiempo".
"6 meses…"
"¿Será eso un problema?"
Frey no pudo responder inmediatamente.
No estaba seguro de si la identidad de Riki podría permanecer oculta hasta entonces. Sin embargo, finalmente había encontrado a una persona que podía hacer el Golem que incluso Adelia dijo que era imposible de hacer.
Frey pensó que no podría encontrar una oportunidad mejor que esta.
"No. Te veré entonces".
"Qué tengas un buen viaje".
Héctor se despidió entre dientes mientras Frey se daba la vuelta y se marchaba.
"Qué hombre tan impresionante…"
No estaba seguro, pero Héctor tenía la fuerte sensación de que tendría más interacciones con este hombre en el futuro.
* * *
Cuando Frey subió del sótano, Riki le preguntó.
"¿Y la máscara?"
Frey le mostró la máscara sin responder y Riki asintió antes de darse la vuelta y alejarse.
Frey le siguió mientras memorizaba las coordenadas de este lugar.
Pronto abandonaron la zona oscura y llegaron de nuevo a la ciudad propiamente dicha.
El sol estaba a punto de ponerse, pero Riki no tenía intención de quedarse en la ciudad.
Salieron inmediatamente y comenzaron a caminar por una carretera.
Mientras tanto, el sol se puso y el día se convirtió en noche.
Aun así, Riki no dejó de caminar.
En el momento en que la luz de la luna cayó suavemente, Riki finalmente abrió la boca.
"El reino de Luanoble. Aunque se llama el País de los Caballeros, es el más corrupto entre todos los países humanos que conozco".
"Ya veo…"
Riki parecía bastante consciente del estado de la humanidad.
Frey simplemente asintió.
Era la primera vez que oía esto, pero sería extraño que no hubiera corrupción en un gran grupo de humanos.
Sin embargo, al mirar la cara de Riki mientras decía esto, no pudo evitar sorprenderse.
Y es que, por primera vez, había un rastro de ira en el rostro de Riki.
"...Prefieren hablar y hacer estupideces antes que continuar con el legado de ese hombre".
"¿Ese hombre?"
"Mira esa montaña".
Riki señaló la montaña a la que había llevado a Frey.
Era una montaña grande y densa. Por supuesto, no era tan grande como las montañas de la cordillera de Ispania, pero esas montañas eran las más grandes del continente.
"Marqués Dalaman. El más viejo y feo entre los nobles de Luanoble. Basura que hace cualquier cosa para satisfacer su propio interés".
"¿Qué tiene que ver él con esta montaña?"
"Este es el lugar donde el marqués Dalaman hace sus negocios".
"¿Negocios…?"
"Campamentos de esclavos fueron construidos en secreto por toda esta montaña".
Esas palabras impactaron mucho a Frey.
"¿Esclavos? No hay esclavitud en el reino de Luanoble, ¿verdad?"
Debería haber ocurrido lo mismo con el Imperio Kastkau.
En la época de Lucas, la mayoría de los países todavía participaban en la esclavitud, pero ahora, 4000 años después, la mayoría de ellos habían abolido la esclavitud, excepto algunos bárbaros.
¿Existían realmente campos de esclavos en el reino de Luanoble, que era alabado como el país de los caballeros?
¿En una montaña que no estaba lejos de una gran ciudad?
"Eres un hombre realmente extraño. ¿Tienes conocimientos que ni siquiera algunos de los hombres más sabios del continente conocerían, pero todavía no puedes ver detrás de la fina cortina que oculta la oscuridad de la sociedad humana?"
Riki suspiró.
"La esclavitud sigue existiendo en la oscuridad. El tamaño del mercado de esclavos crece continuamente cada año. De hecho, la oferta actual ni siquiera puede seguir el ritmo de la demanda".
...No era un punto brillante para la sociedad humana.
Frey sintió de repente que Riki estaba extremadamente extraño en ese momento.
‘¿No es él un Demigod?’
Al menos, en su memoria, nunca había habido un Demigod que mostrara un interés tan profundo por los humanos.
Sin responder a la expresión de curiosidad de Frey, Riki continuó.
"No dudas en matar a las basuras que se hacen llamar humanos".
Se refería a los bandidos del bosque que Frey había convertido en cenizas.
Sin embargo, Frey no lo negó, porque no se equivocaba.
"Y tienes que usar tu poder divino tanto como sea posible durante el resto de este mes".
Riki dejó de hablar después de decir eso, pero Frey entendió lo que quería que hiciera.
Los ojos de Frey siguieron los de Riki mientras miraba hacia las montañas una vez más.