Capítulo 276. Epílogo (1)
Mientras Rihannan estaba en un estado de letargo por todo lo que hicieron, Igor terminó de lavar su cuerpo por ella, la envolvió en una toalla y la levantó para llevarla a la cama. Al principio sólo quería burlarse un poco de ella mientras le ayudaba a lavar su cuerpo, pero terminó quitándole casi toda la última energía que le quedaba en su cuerpo.
Rihannan estaba medio dormida cuando la puso en la cama, pero cuando Igor se sentó a su lado, ella se esforzó en levantar sus pesados párpados. Luego, Igor se acostó a su lado y le acarició el cabello mojado a un lado.
"Adelante, duerme."
Rihannan asintió con la cabeza. Cuando su mente comenzó a nublarse y a medio dormirse, Igor le susurró al oído.
"Sin embargo, después de que des a luz al bebé, no me detendré más."
Mientras sus párpados caían fuertemente, Rihannan preguntó.
"¿No te contendrás más? ¿Qué quieres decir?"
"Hasta ahora, no te he abrazado muchas veces porque pensé que podrías odiarlo."
Igor sonrió mientras besaba los párpados de Rihannan, que estaban medio cerrados.
"Así que después de que des a luz, te abrazaré una y otra vez aunque te quejes de que estás cansada."
Rihannan sonrió, luego se acercó a su pecho y lo abrazó fuertemente. No mucho después, se durmió enseguida. Sus pequeños y delicados respiros resonaron silenciosamente por toda la habitación.
Igor siguió mirando la cara de Rihannan mucho después de que ella se durmiera, acariciando y contemplando su belleza. Ahora sentía que su mente finalmente comenzaba a relajarse de las preocupaciones que lo atormentaban. Tenía miedo. De que el increíble milagro pudiera terminar algún día. Y como ocurrió en el pasado, puede que se vaya lejos, a un lugar donde no puediera llegar...
Sin embargo, ahora ella nunca se iría de su lado. Pasarán muchos años juntos con este bebé, llorando, riendo y finalmente envejeciendo juntos.
Igor cerró los ojos y se durmió lentamente. Fue el primer dulce sueño que tuvo desde que había regresado a su nueva vida por el milagro. Se quedó profundamente dormido mientras se aferraba a Rihannan, sin despertarse ni una sola vez debido a alguna ninguna preocupación o pesadilla. A la mañana siguiente lo despertó Rihannan, junto con la luz del sol de la mañana, sacudiéndolo y diciéndole que mirara el paisaje matutino a través de la ventana.