Capítulo 205. Lo Que Ella Sabía
Rihannan regresó a sus aposentos. Notó una carta dirigida a ella; estaba bien escrita y firmada por la Reina Madre. La carta sugería que ella, Rihannan, visitara el palacio de temporada antes de que llegara el invierno. Al final de la carta había una línea adicional que decía, que si Igor estaba en contra de que se ella la visitara, estaba bien no hacerlo.
Normalmente intercambiaban cartas, y se convirtió en algo habitual. Ella levantó la pluma y comenzó a escribir. Había descubierto algo nuevo de la Reina Madre. Igor la describió como una mujer monstruosa capaz de envenenar un reino. Pero no podía librarse de la cálida sensación maternal que sentía de ella.
Rihannan sabía que la Reina Madre era una mujer estricta y temible, pero también sabia y conocedora. Abandonó su legítimo derecho al trono y sacrificó su posición por el bien de la paz. Arundell hubiera caído en ruinas si no detenía la guerra.
Sin embargo, tras la revelación de Igor, Rihannan supo una verdad impactante. La madre de Igor podía asesinar sin piedad a sus propios primos lejanos sin remordimiento por un sueño imposible de alcanzar.
¿Cuántos de los sucesos del pasado estaban ocultos y cuántos de ellos ella no conocía?
Mirando la suave y texturizada carta, sus claros ojos azules se empañaron. Los recuerdos de la vida pasada aparecieron nuevamente en su mente.
Recuerdos del pasado...
Después de trasladar su residencia al palacio de temporada, Igor permaneció fiel a sus palabras, visitándola a menudo. Rihannan estaba eufórica. Cuidaba de ella y de su bebé. Eso le generaba un montón de alegría, algo que nunca había sentido antes.
Como siempre, Igor se marchó del palacio de temporada, recordándole que la visitaría al día siguiente. Durante el día siguiente, ella estuvo esperando su visita, pero llegó una carta. Corta y concisa.
La carta decía que estaba ocupado y preocupado. y que no necesitaba esperarlo.
Leyó la carta una y otra vez. Le resultaba triste que no pudiera verlo, pero también se trataba de la primera vez que recibía una carta de él. La escritura elegante la cautivó y leyó el contenido cada minuto, aunque el contenido no era largo. Venía de Igor.
Un pensamiento vino de repente a su mente. Si estaba preocupado, ¿Por qué no lo visitaba? Sería una visita sorpresa. ¿Odiaría Igor que ella lo visitara sin avisar? Ella lo consideró, pero él había sido bueno y dulce con ella desde hace un tiempo.
Después de mucho pensarlo, se deshizo de cualquier duda y se subió al carruaje que se dirigía al palacio principal. La amabilidad y la dulzura que él le había mostrado... le dio consuelo a su corazón.
Nunca esperó que una aberración la esperaba. Al abrir la puerta de la oficina central, vio a Leticia tendida sobre el escritorio, con las piernas abiertas, e Igor inclinado en el medio.
Ella se dio cuenta de que por esa razón, Igor la había enviado al palacio de temporada. Los rumores de que satisfacía sus impulsos con otra mujer mientras ella estaba embarazada eran ciertos...
Herida y conmocionada, ella bajó las escaleras con mucha prisa. Las lágrimas que empañaban sus ojos, no le permitían mirar bien hacia adelante, causando que se cayera en un tramo de escaleras.
Debido a su descuido, perdió a su hijo y la metieron dentro de las frías paredes de la prisión. ¿Qué crímenes había cometido? ¿Por qué vino a verlo? ¿Por eso, era una pecadora?
Perdió su voluntad de vivir.
Tomó voluntariamente el veneno que Leticia le dio y se quitó la vida.
Fin de recuerdos del pasado...
Eso era todo lo que ella sabía. Lo recordaba vívidamente.
Las circunstancias estaban claras, así que Igor no podía inventar ninguna excusa.
¿Igor estaba mintiendo? ¿Inventando cosas para que ella le creyera? ¿O quizás consideraba que ella seguía siendo la chica ignorante de antes?
Al final, Rihannan arrugó su propia carta.
Ella suspiró, renunciando a escribir una respuesta y soltó la pluma.
Si Igor había dicho la verdad, Dimitri saldría beneficiado. No necesitaba preocuparse por el sufrimiento en el futuro debido a la carnicería y el derramamiento de sangre. Él vivirá una vida feliz y fructífera.