Capítulo 155. Cabello Rojo Flamante
"Dios mío... esto es..."
"Como pensaba. Sabía que entenderías el valor del libro de inmediato", Sonrió Rihannan, alegremente. "Así es. Es la primera versión del aclamado libro del profesor Rahman. Dicen que sólo quedan unos pocos ejemplares en el mundo. Como a la Duquesa le gustan tanto los libros, pensé que disfrutarías de este libro más que de cualquier otra cosa que pudiera darte".
Los ojos de la Duquesa brillaban con fuerza mientras miraba a los ojos azules de Rihannan.
"Su Majestad... no sé qué decir... ¿Está bien que posea un objeto tan valioso?"
La nobleza invitada notó la voz de felicidad de la Duquesa Saphia. Rápidamente quitaron su expresión de decepción y felicitaron torpemente a la Duquesa por el valioso regalo que recibió.
"Felicitaciones, Duquesa Saphia. El regalo debe haberla enviado a los cielos."
"Sí. Por supuesto. Para la Duquesa, este libro tiene más valor que el oro o cualquier otro objeto de valor que posea."
Con los comentarios de adulación de la nobleza, el banquete continuó.
La celebración de cumpleaños de la Duquesa fue el primer banquete después de que ocurriera el incidente en los terrenos de caza. Hoy, todos estaban celebrando con gran entusiasmo.
Con la ayuda de la Duquesa Saphia, Rihannan conoció a muchos nobles y mujeres que no había conocido en el anterior banquete en el palacio.
Las charlas fluyeron sin problemas con las amistades que ella había formado. Su disposición sorprendió a Rihannan. Tenían un aura digna difícil de dominar, pero eran muy educados, alegres y de gran ingenio.
Las risas y las conversaciones alegres resonaban en el banquete con regocijo.
"Su Majestad, hay jugo de fresa disponible. ¿Quiere un poco?"
En medio de esto, la Señora Cessley notó que la garganta de Rihannan estaba ligeramente seca y le recomendó un trago.
Como Rihannan no era de las que disfrutaban de bebidas alcohólicas en banquetes como éste, prefería beber jugo de frutas en vez de vino o cualquier otra bebida de este tipo.
"Gracias, Señora Cessley."
Rihannan extendió una mano y tomó la bebida que la Señora Cessley le ofreció.
Mientras tanto, notó que cierta figura en el banquete se destacaba.
Entre la multitud, ella tenía un glamoroso cabello rojo y unos ojos que miraban directamente a Rihannan. Se trataba de una mujer con una belleza excepcional que destacaba entre las demás mujeres de la nobleza. Parecía intocable, inalcanzable, como la luna en el cielo.
Tan pronto como esa mirada de color rojo sangriento se encontró con los ojos azul hielo azul hielo de Rihannan, su cara se congeló al instante. Ella no se dio cuenta de que había perdido fuerza en su mano, haciendo que la copa de cristal se cayera.
¡Clink!
"Su Majestad, ¿Se encuentra bien?" La Duquesa Saphia gritó sorprendida.
La copa cayó a un lado y junto a la falda de la Señora Cessley, dejando una mancha roja.
Mientras tanto, la mujer con el cabello rojo flameante se dio la vuelta y desapareció en el olvido.
Rihannan recobró los sentidos y se disculpó apresuradamente con la Señora Cessley.
"Le pido disculpas, Señora Cessley. Estuve distraída por un momento y... no sé qué me pasó..."
La Señora Cessley rápidamente cambió el error de la reina y se echó la culpa en su lugar.
"Para nada, Su Majestad. Yo fui quien cometió un error. Esto no habría ocurrido si le hubiera pasado la bebida correctamente", se rió cordialmente, sin prestar atención a la mancha de su vestido. "En realidad, es algo bueno. Para empezar, no me gustaba el aspecto de este vestido. Traje una muda de ropa de repuesto, así que me cambiaré rápidamente y volveré."
"Señora Cessley, por favor, venga por aquí. "
La Duquesa Saphia guió a la Señora Cessley a una habitación privada.
Cuando las dos mujeres dejaron el banquete, Rihannan caminó rápidamente hacia la dirección en la que desapareció la mujer de cabello rojo.
Abrió la puerta de salida, que estaba conectada a un largo pasillo. Caminó por el sendero durante mucho tiempo, pero no pudo encontrar a nadie.
Rihannan pronto se dio cuenta de que se había metido en un lugar oscuro y que estaba sola. Igor le había advertido que se asegurara de estar con alguien en todo momento, pero se sobresaltó al notar que había olvidado su advertencia.
Rihannan agitó la cabeza.
Tal vez había sido su propia imaginación.
Sí... era simplemente una ilusión...
Pero tan pronto como se convenció de ese pensamiento, una figura curvilínea apareció frente a ella.