Capítulo 108. Traición
"Lenia..."
La mujer, que estaba siguiendo a un investigador masculino, sin duda era Lenia Valtalere. Aunque un velo ocultaba su rostro, el color de su cabello que sobresalía de la tela la delataba. Ella y el investigador masculino a cargo se dirigían hacia la misma dirección que Noah, es decir, la entrada del subterráneo.
Ella susurró apresuradamente. "Espere un minuto."
"¿Qué sucede?"
"¿No es esa Lenia Valtalere? ¿Va a ser liberada?"
"Por supuesto, ella es inocente."
"¿Inocente?"
'¿La ladrona de huevos es inocente?' Antes de que Noah pudiera protestar consternada, un investigador la instó secamente. "No es asunto suyo. Vámonos."
'Quítese del medio', Noah pensó.
Entonces, sin decir una palabra, su maná reaccionó. El investigador, que intentaba interponerse en su camino, fue empujado bruscamente contra la pared por una fuerza intangible. Luego agarró a Lenia. "Lenia, mírame."
Los ojos de Lenia estaban ocultos bajo el velo. Mientras Noah miraba el velo, la tela se movió sola, revelando su cara. Parecía un poco demacrada, pero no parecía haber sufrido. Noah no quería que torturaran a Lenia, pero... ¿No estaba demasiado bien?
Preguntó Noah, suavizando su voz lo más amablemente posible. "Dijiste que eras inocente."
No hubo respuesta.
"Me dijiste en la cubierta ese día. Cuando te salve, que me dirás todo lo que me interesa."
"No puedo recordarlo."
"¿Qué?" Noah creyó haber escuchado mal. De repente, Lenia sonrió y soltó una risa seca.
"No puedo recordar. Lo siento, Dama."
"...¿Qué demonios?"
En cuanto ella bajó del barco, Lenia había sido arrestada y llevada a la Oficina de Seguridad de Investigación. En ese momento, parecía sólo cuestión de tiempo que la coartada de Lennia resultara una mentira, puesto que la doble de Lenia seguía residiendo en la Mansión Valtalere en Aijet. '¡Qué actitud tan desvergonzada!'
"Ahh..." En ese mismo momento, Noah se dio cuenta de la realidad. '¿Ya ella se había encargado de ello?'
"Entonces, me voy. Mi padre está esperando."
Lenia trató de pasar a un lado de Noah, dejando sólo un comentario monótono. Resultaba natural que la ira de la traición se despertara dentro de Noah. '¿Quién te salvó la vida?'
"Lenia Valtalere, ¿Crees que esto es gracioso?" Noah dijo fríamente mientras Lenia caminaba hacia la entrada.
Su ira se materializó inmediatamente en la realidad. Con un sonido escalofriante, ocurrieron una sucesión de profundos arañazos en el entorno, fragmentos de piedra salieron volando por el aire.
Cuando vio a los investigadores que reaccionaron inmediatamente, sacando sus armas, Noah no se acobardó ni un poco. Sólo había una emoción que consumía su cabeza.
'Ya estoy cansada de esto. ¿Debería matarla?'
"...Dama Asil."
Una voz aguda interrumpió los pensamientos de odio de Noah, y los fragmentos de piedra en el aire se congelaron inmediatamente. Giró la cabeza hacia el origen de la voz y vio a Kyle parado al final de la sala.
"...Señor."
Cuando se encontró con la mirada de sus orbes violetas, las emociones extremas que se desataban en su interior se calmaron gradualmente. Sólo entonces recobró sus sentidos.
'¡¿En qué estaba pensando?!'
"Me prometiste claramente que no harías un escándalo. Si te sigues rebelando, no puedo tratarte tan educadamente como lo he hecho hasta ahora."
"......"
"Lloyd, por favor lleva a Lenia Valtalere arriba."
Noah se agarró su cabeza palpitante mientras veía a Lenia desapareciendo por la entrada. '¿La está dejando marcharse de esta manera? No, más importante. ¿Qué van a hacer conmigo realmente?'
Ahora sólo quedaba el desconcierto de Noah. y las marcas de arañazos en las superficies.
"Sígame, Dama Asil". Kyle se dio la vuelta. Noah lo siguió, esperando que fueron los únicos dentro en la sala de interrogatorios. Había muchas cosas que Noah quería preguntarle. 'No creo que esté actuando con normalidad en este momento...'
Pero tan pronto como entraron en la pequeña y oscura habitación, Noah se dio cuenta de que no podía conversar exclusivamente con Kyle.
La habitación tenía barras de metal por toda la pared. Además, sólo había un escritorio de hierro y docenas de grabadoras colocadas en cada esquina de lugar.