Capítulo 122. Sincera Disculpa
"¿Hm? ¿Un error, dices? No me pareció que su hija dijera tales cosas por error, Duque Rissel," dijo Rihannan con una ligera sonrisa, señalando que su hija, Seraphina, aún no se había disculpado con la reina apropiadamente.
"¡Discúlpate sinceramente con Su Majestad ahora!" El Duque Rissel se volteó rápidamente hacia Seraphina y la regañó severamente.
Escuchando las órdenes de su padre, Seraphina cerró sus dos ojos con fuerza y apretó los puños. Sabía que la única forma de salir de la situación en la que se había metido, era ofreciendo su más sincera disculpa a la reina, y si la reina aceptaba sus disculpas por su comportamiento impropio, la reina en consideración a su dignidad, no le hablará al rey de su problemática forma de actuar.
Seraphina se arrodilló sobre una rodilla.
Mientras tanto, la nobleza cercana a ella y aquellos que miraban desde lejos se callaron.
Seraphina, controlaba los rumores y los círculos sociales a su voluntad, pero ahora se arrodilló ante cientos de ojos.
Era inaudito.
"Su Majestad, fui una tonta y cometí un terrible error... Espero que pueda concederme el perdón..."
Los gélidos ojos azules de Rihannan estaban tranquilos y serenos. Miraba a Seraphina con su barbilla levantada.
"Por favor, levántate."
A la orden de la reina, Seraphina se puso de pie. Las manos que sostenían el dobladillo de su falda temblaban.
"Creo que es importante que seas más considerada con tus palabras y acciones a partir de ahora", dijo la reina con una sonrisa en su cara, "Estoy segura de que entiendes que hay un límite a la cantidad de problemas que puedes evitar la responsabilidad usando la ignorancia como una simple excusa."
"...Tendré en cuenta su advertencia, Su Majestad," respondió Seraphina amargamente.
El padre y la hija abandonaron rápidamente la escena.
La nobleza sacudió sus cabezas con desaprobación mientras veían a los miembros de la Casa Rissel irse rápidamente por la vergüenza.
"La joven había sido bastante arrogante hasta ahora..."
"Sí", una voz asintió de acuerdo, "Actuó como si fuera la reina en ausencia de la Reina Madre. Al final, su arrogancia le causó problemas."
"Pero ella ha aprendido una valiosa lección, ¿Verdad?"
A partir de entonces, cuando la ligera perturbación se resolvió, el salón de baile, se llenó de risas alegres. La Señora Cessley que se había ido por un momento reapareció y se puso al lado de la reina.
La alegre conversación se avivó y Rihannan tuvo una agradable charla con los nobles.
Esta vez, un grupo de caballeros se le acercó.
"Su Majestad, me disculpo si nos hemos entrometido en sus animadas conversaciones, ¿Pero estaría bien que nos uniéramos también?"
"Sí, por supuesto. Acompáñenos". Rihannan asintió e inclinó la cabeza con una sonrisa a petición del Marqués Parvad.
El Marqués tocó ligeramente el hombro de su hijo.
"Este es mi hijo, Su Majestad", luego se inclinó hacia su hijo y dijo, "Vamos, dale tus saludos a la Reina."
Un joven con cara de bebé tomó la mano de la reina y le dio un beso significativo en la parte superior de su mano.
"Soy Ash Parvad, el hijo mayor de la Casa de Parvad. Es un honor estar en su presencia, Su Majestad."
Rihannan sonrió. "Un placer conocerlo a usted también, Señor Parvad."
Como sólo algunos de la nobleza pudieron saludar al rey y a la reina al comienzo del baile, ahora había muchos nobles que deseaban presentar a sus hijos e hijas a la realeza.
Cuando el intercambio de saludos llegó a su fin, el Marqués Parvad preguntó: "¿Cuál ha sido el tema de la conversación?"
Rihannnan se rió alegremente. "Sólo hablábamos de cosas triviales como los libros que hemos disfrutado leyendo últimamente."
"¿Es así? También tengo curiosidad por saber qué libros están leyendo las jóvenes hoy en día", respondió la esposa del Conde Saphia.