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domingo, 13 de septiembre de 2020

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 200

Capítulo 200. Devolver el Favor De Navier (1)



Delise tomó los platos sucios y salió de la habitación. Por accidente, se encontró con la otra sirvienta de Rashta, Arian. A diferencia de Delise, que era su primera vez trabajando como sirvienta, Arian si tenía experiencia. Siempre estaba dispuesta a ayudar a Delise cuando estaba en problemas y corregía sus errores.

"Mmm... Arian."

Delise decidió contarle lo que acababa de pasar a Arian.

"Creo que la Señorita Rashta está enojada conmigo porque dije algo malo."

"¿En serio?"

"Sí. Y sobre las vacaciones... ¿puedo tomarlas? Si lo hago, ¿no se enfadará aún más?"

Arian sonrió a Delise que parecía preocupada.

"Cuando los preparativos de la boda hayan comenzado, estaremos muy ocupadas. Ocupadas durante los preparativos de la boda, ocupadas en la boda, y estaremos aún más ocupadas después de la boda. Creo que todavía hay tiempo. Deberías aprovechar ahora para tomar tus vacaciones."

Delise suspiró con alivio cuando escuchó la respuesta de Arian.

"Bien."

Al final de la tarde, el sol se había puesto. Aunque todavía estaba preocupada, Delise confiaba en Arian. Como estaba previsto, ese día regresó a casa. Vivía en la capital, así que no estaba muy lejos. Su hermano mayor, Joanson, acogió con entusiasmo el regreso de su hermana.

"Si bien trabajas en el Palacio Imperial, ¿por qué te ves tan triste? Todos los que trabajan allí tienen rostros brillantes, pero ¿por qué mi hermana está así?"

Al escuchar eso, la expresión de Delise se volvió aún más sombría. Preguntó Joanson sorprendido.

"¿Qué sucede? ¿Tienes problemas en el trabajo?"

"No es así..."

Delise dudó y dio una versión aproximada de lo que pasó hoy.

"Creo que la Señorita Rashta está enfadada conmigo."

"¿Por qué?"

"Dije algo para animarla, pero parece que no me entendió y se enojó conmigo".

"¿No hablaste de más?"

"Eso parece..."

"Debe estar sensible por la situación actual. No se puede evitar. De seguro la hiciste enojar."

"Tch. Lo sé. Pero si estuvieras en mi posición, ¿Qué hubieras hecho?"

"No lo sé."

Delise chasqueó su lengua. El hecho de que su hermano no se pusiera de su lado o tratara de consolarla solo la irritaba. Delise pensó en algo, y luego miró a Joanson.

"Te debe haber gustado Rashta cuando la conociste?"

Joanson era el reportero de los plebeyos que el Duque Elgy llevo para entrevistar a Rashta. Delise le preguntó porque sabía que su hermano y Rashta se habían conocido.

Joanson lo admitió con una cara feliz.

"Ella dijo que estaba del lado de los plebeyos sin vacilar y con mucho orgullo, parecía no preocuparle lo que pudieran pensar los nobles."

"¿Ella dijo eso?"

"Sí. Es increíble, ¿verdad?"

"..."

"Otros aristócratas no harían algo así. Aunque ahora es una noble, creció como una plebeya. Está dispuesta a ser la esperanza y la fuerza de la gente común. Eso es lo que declaró."

"Eh…"

"Así que, como hermanos, tenemos que apoyarla desde fuera y desde dentro. ¿De acuerdo, Delise?"

Joanson habló con ojos brillantes. Estaba claro que le había gustado mucho Rashta. Delise suspiró y respondió en voz baja.

"Está bien..."

*** 

El Imperio Oriental y el Reino Occidental no son enemigos. Por lo tanto, no hay problemas significativos. Pero... si los dos países compitieran un día por una ventaja, ¿que haría usted, Su Majestad?

Ayer por la tarde, el reportero me hizo esta difícil pregunta.

En ese momento le respondí, "Sería extremadamente raro, y aunque sucediera, no sería algo en lo que pudiera elegir."

Puede que haya parecido evasiva, pero era la verdad. Ya sea como Emperatriz o Reina, debo dar prioridad a mis deberes y responsabilidades. Aunque tenía planes de llamar al Gran Duque Kapmen para continuar aquí con las negociaciones. No creo que sea una cuestión sobre, ‘¿de qué lado estaría?’ Como el reportero quiso hacerlo ver.

Aunque sería una lástima para el Imperio Oriental, fue Sovieshu quien primero cortó las relaciones comerciales planeadas con el Gran Duque Kapmen. No fui yo.

Pero su pregunta causó un pequeño revuelo en mi corazón.

Después de estar pensando sobre ello durante un tiempo, llegaron buenas noticias.

Eran noticias sobre Laura y la Condesa Jubel, mis damas de compañía en el Imperio Oriental.

"¿Ya están aquí?"

"Sí, Su Majestad. Dijeron que vendrían a visitarla después de arreglar algunos asuntos."

Las noticias que trajo Rose me emocionaron mucho. Incluso dejé a un lado el libro que durante varios días no había soltado. Rose y Mastas son amables conmigo, pero extraño a Laura y a la Condesa Jubel que han estado conmigo por mucho tiempo. Incluso estuvieron a mi lado cuando estaba pasando por el momento más difícil…

Quería verlas pronto.

Cuando las dos vinieron a verme unas horas después, nos abrazamos como si no nos hubiéramos visto en años.

"Llegué tarde porque mis padres no me querían dejar venir."

"Y yo llegué tarde porque tenía muchas cosas que resolver, Emperatriz. ¡Ah!"

La Condesa Jubel se cubrió la boca con una mano.

"A partir de ahora, debo llamarla "Reina", ¿verdad? Lo siento, no estoy acostumbrada." 

Me quedé sin palabras por un momento. Quería decirles, que podían llamarme 'Emperatriz' de nuevo, pero me deshice de ese pensamiento inmediatamente. Heinley dijo que todavía era un secreto. Sólo unas pocas personas lo saben. Tal vez lo revele durante nuestra boda.

"Bienvenidas."

Las dos me abrazaron una vez más, y luego saludaron a Rose y Mastas. Fue un poco gracioso ver a mis cuatro damas saludarse torpemente, especialmente a Mastas porque no estaba acostumbrada a las mujeres nobles. Su actitud era rígida. Pero después de descubrir que Laura era muy alegre y encantadora, charlaron sin dificultad. Rose también parecía encajar bien con el fuerte carácter de la Condesa Jubel.

Cuando estuve en el Imperio Oriental, me lamentaba de todas las cosas malas que sucedieron desde que llego Rashta.

Sorprendentemente, ahora muchas cosas buenas ocurrieron en sucesión.

Alrededor de la noche, vino a visitarme la otra persona que deseaba ver.

"¡Duquesa Tuania!"

Era la Duquesa Tuania, a quien quería traer con esa entrevista.

La Emperatriz Se Volvió A Casar - 200