Capítulo 93. Caos
Kyle se volteó hacia el asesino. El hombre entonces señaló su costado derecho. "Acabo de herirte en la cintura al igual que tú me destrozaste el hombro. Incluso si dices eso, no puedes estar bien. ¿Estoy en lo cierto?
"No es difícil mover mis extremidades, a diferencia de ti." Kyle permaneció pasivo. Recibir al menos seis lesiones menores eran frecuentes durante una investigación y la mayoría de sus investigaciones estaban relacionadas con crímenes violentos.
Levantó el chip de la grabadora. "Todo lo que quieres esconder está aquí. Si la sede de Tezeba investiga un poco más, sabes que no será un gran problema desenterrar cada secreto."
El hombre sólo miró a Kyle.
"Quien encomendó el asesinato de Eleonora Asil y la vigilancia de Lenia Valtalere. ¿Qué tan involucrado está Yulem en este asunto, y qué clase de experimentos está haciendo Yulem con su gente? ¿Qué demonios son los pedazos de metal a los que disparé?"
Kyle había encontrado dos cicatrices en la parte trasera de su oreja. Una coincidía con la implantación del chip autodestructivo de Yulem, y la otra era una cicatriz que nunca había visto antes; un corte preciso en forma de la letra 'R'.
El hombre apretó los dientes, agarrando una daga en su mano izquierda, que brillaba en la oscuridad.
Kyle regresó lentamente al pasillo utilizado por los marineros. En estos momentos, su herida había manchado su uniforme con sangre.
'Ah, estaré en problemas si me ve en estas condiciones'.
Continuó retirándose por el pasillo de los marineros, que Noah había usado hace unos momentos. Recordó a la mujer regañándolo con extrema preocupación. Sin embargo, aunque ella no lo sabía, lo había golpeado en su herida.
Era asombroso cómo sus palabras y acciones podían resultar exactamente lo contrario, pero resultaba más extraño verla llorando mientras comprobaba su estado. Afortunadamente, la fastidiosa mujer parecía aliviada y ni siquiera había pensado en quitarle el uniforme.
Kyle presionó su mano contra su herida; estaba bastante enfadado. Se preguntaba si Noah estaba realmente preocupada de que estuviera herido, y si lo estaba, al menos podría haber estado bien.
'...Mu parecía haberse dado cuenta'.
Mientras Kyle estaba perdido en sus pensamientos, que no encajaban exactamente con su situación actual, llegó a una puerta. Luego, sintió la presencia de alguien más que se acercaba silenciosamente por el pasillo.
El hombre que sostenía la daga murmuró sombríamente. "...Quítenle ese chip y arrójenlo al mar."
Dos sombras se precipitaron hacia él.
*
Después de haber destruido la pared invisible llegaron a la cubierta donde residían los marineros. Tal vez estaban en el segundo piso del barco. Como no había ascensor desde la cubierta donde residían los marineros a la cubierta utilizada por los pasajeros, Noah y Muell continuaron subiendo las escaleras.
"Ah..." Justo cuando Noah estaba a punto de subir el último escalón, respirando fuertemente, pudo escuchar un débil sonido de algo estrellándose desde abajo. Intentó calmar su respiración agitada para escuchar atentamente el ruido.
En el momento siguiente, un disparo de arma de fuego retumbó desde abajo. Parecía que había otra pelea.
Respiró profundamente y luego subió al último escalón. Similar a la entrada anterior, también había una puerta de hierro delante de ellos, que parecía ser utilizada por pasajeros de segunda clase.
¡Bang! Otro disparo sonó y pronto el silencio se hizo presente.
En medio del silencio, todo lo que Noah podía escuchar era el sonido de sus erráticos latidos. Introdujo la llave en la cerradura y se desbloqueó con un sonido de click. La puerta se abrió. El salón parecía menos glamoroso que el de primera clase, pero se veía mucho más lujoso que el piso que usaban los trabajadores. De repente, Noah se vio obligado a detenerse.
Toda la gente del salón estaba reunida de dos en dos y de tres en tres, charlando.
"¿Qué demonios está pasando? ¿Por qué se detuvo el barco?"
"Ha estado atascado por horas... ¿No hay algo malo con el motor?"
Por el amanecer, presumía que los pasajeros no se darían cuenta. Sin embargo, muchos habían empezado a sospechar.
Una señora agarró a un camarero y le dijo: "¿Qué ha pasado? "Entonces, ¿no podremos llegar a Tezeba pasado mañana?"
"Señora, deme un momento para averiguar las cosas. Aún no hemos recibido nada del Capitán."
Noah y Muell se escabulleron del empleado, que respondió de manera nerviosa. Si la conmoción entre los pasajeros se intensificara, no sería fácil para Kyle someter a sus oponentes.
Pero, dejando de lado a Kyle, Noah tenía grandes dificultades. El chal que había estado ocultando su cabello de albaricoque se había caído de su cabeza en algún lugar de la sala de operaciones de maná hace mucho tiempo.