Capítulo 68. Una Esposa Que No Ama
Escenas del pasado continua...
Igor se dio cuenta entonces de que ella era real, que le gustaba. No importa lo que los demás piensen de ella, sería su esposa y él la protegería, Se convertirían en dos personas que compartirían sus cuerpos y mentes toda su vida.
No tuvieron el mejor comienzo como pareja, pero estaba seguro de que podrían pasar el resto de su vida enmendando sus errores, ¿Verdad? ¿Qué importa que haya venido bajo las ataduras malévolas de su madre? Ella sólo necesita elegirlo a él, no a la reina. Igor pensó que ella también lo haría, pero... pensar que había elegido una vida de antagonismo con su marido... eso, nunca lo vio venir.
De repente, recordó que nunca se habían besado correctamente. Su único beso compartido había sido el beso formal durante la ceremonia de la boda. Así que se acercó, pero ella se alejó fríamente de él. No vio en su rostro la emoción de consumar su matrimonio. Más bien, su expresión estaba cerca del disgusto cuando ella derramó lágrimas.
Él fue rechazado.
En ese momento, Igor recobró el sentido mientras la verdad se vertía sobre él como un balde lleno de agua fría. Ella no lo quería. Él se dio cuenta cuando ella le puso la mano contra su pecho y lo empujó.
"¿Esta es tu respuesta?"
Igor se mordió los labios, inseguro de cómo aceptar a la novia que se alejaba del novio en su primera noche de matrimonio.
Ella dudó por un momento y luego respondió: "Sí..."
Y la verdad fue revelada. Ella eligió el poder de la reina, no al hombre con el que se casó, sino a su madre. Tal vez no quería ganarse la enemistad de la Reina. Tal vez pensaba que sería mejor aferrarse al poder de la Reina que a su débil marido. Después de todo, muchos nobles estaban del lado de la Reina. Él no tenía nada. ¿Qué podría darle a su esposa?
Igor se rió irónicamente en vano. ¿Había alguien más que hubiera sido abandonado por su esposa en la primera noche?
"Sí..." Ella dijo otra vez.
Su corazón se tensó. Él no tenía poder... ella se alejaba porque él no tenía poder. Si ella elegía ese camino, era inevitable. Ya sea por odio o indiferencia, debían vivir juntos... para siempre.
"Entonces, esposa mía, yo tampoco lo quiero, pero aguántalo, aunque no te guste. No puedes huir de esto ahora."
Lo único que quedaba de su deseo era una bola de ira. Los testigos del otro lado de la cortina se preocuparon mientras veían que su rey y su reina permanecían quietos. Estaban en el lugar donde debían mostrar su conexión física. De lo contrario, ellos tendrían que interferir con el acto amoroso.
Igor pensó que lo mejor sería terminar lo antes posible para satisfacer sus deseos.
Dejó de acariciarla, sacó su hombría y se metió profundamente en su carne seca.
"Ugh..."
Por un momento, ella abrió los ojos y soltó un pequeño gruñido. Su cara estaba llena de confusión, pero pronto, extendió sus brazos como si se hubiera rendido. Su feminidad sin preparación era demasiado estrecha para que Igor pudiera entrar. Cuando tuvo problemas con sus entrañas, sacó y empujó hacia adentro, con fuerza.
Mientras entraba a la fuerza, ella giró la cabeza y se mordió los labios de dolor. Su mano estaba roja por agarrar las sábanas arrugadas.
Él sabía que ella estaba sufriendo, lo sabía.
Incluso él estaba descontento con el acto.
Después de varios movimientos, se liberó rápidamente dentro de ella. Sólo entonces los nobles se fueron cuando el ritual se completó.
Un pesado silencio siguió después mientras él se acostaba a su lado. La miró detenidamente. Soñaba con una vida con ella, pero había derrumbado rápidamente y ahora tendría que soportar una vida con una mujer que no lo amaba. Si era es el caso, ella tendrá que soportar una vida con un marido frío y cruel.
"Será mejor que no pienses que seguiré tolerando tu actitud confusa."