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domingo, 17 de mayo de 2020

Dama A Reina - Capítulo 2

Capítulo 2. Voy A Ser La Candidata A Reina En Lugar De Mi Hermana



Patrizia no podía encontrar una explicación, pero esta era sin duda la realidad. Patrizia había regresado a cuando tenía 19 años. Su hermana estaba sin duda alguna frente a ella, viva y respirando. Los ojos de Petronilla eran tan claros como un lago y estaban llenos de preocupación.

Patrizia volvió a recordar los últimos momentos de su anterior vida. Su querida hermana Nilla, muriendo llena de miseria y amor. Si esta de verdad era una nueva vida... entonces significaba que Dios se había apiadado de las hermanas y les había dado otra oportunidad.

Entonces, ella haría...

"Hermana mayor." Dijo Patrizia.

"¿Hmm? ¿Qué pasa, Rizi?"

"No tenemos que jugar ningún juego para decidir quién será reina." Patrizia no permitiría que aquella tragedia vuelva a repetirse.

"¿Por qué?" Dijo Petronilla de manera inocente, pero Patrizia le respondió con una sonrisa amarga.

"Seré yo."

Patrizia sería reina en lugar de su hermana.

"Yo seré la candidata a reina."

Petronilla no podía entender a su hermana. Hasta el día de ayer, Patrizia había dejado bien en claro que no quería ser reina, ¡pero ahora parecía una persona completamente diferente! Fue un cambio que Petronilla no pudo entender, pero, al mismo tiempo, estaba feliz de no tener que ser la reina. Petronilla no sabía cómo expresar esto, pero de todas maneras quiso confirmarlo.

"¿En serio?" Preguntó Petronilla.

"Sí."

"¿No vas a cambiar de opinión?"

"No lo haré," dijo Patrizia con firmeza, "No cambiaré de opinión. Nunca."

"¡Yay!" Petronilla miró a su hermana con entusiasmo. "Vayamos al estudio de Padre para hablar de esto con él."

*

El marqués Grochester era un hombre de 42 años de edad y, justo en ese momento, estaba totalmente concentrado pensando sobre a cuál de sus dos hijas debería enviar como candidata a reina. La personalidad animada de Petronilla no encajaría en la familia real mientras que Patrizia era más indicada debido a su personalidad tranquila.

Al mismo tiempo que el marqués pensaba sin cesar sobre este asunto, alguien golpeó a su puerta e interrumpió sus pensamientos.

"¿Quién es?" Preguntó el marqués.

"Es Nilla, padre."

"Ah, entra."

El marqués recibió a sus dos hijas en su estudio. El marqués se preguntaba por qué ellas habían venido a visitarlo tan tarde, pero primero preparó algo de té. Después de que colocó una tetera con té Assam caliente sobre la mesa, habló.

<< Nota: El té Assam es un tipo de té negro proveniente de la India. >>

"¿Por qué están despiertas tan tarde?" Preguntó el marqués.

"Tenemos algo que decirte." La cara de Petronilla estaba llena de emoción y el marqués supuso que algo bueno había pasado. 

Petronilla le dio unos cuantos sorbos a su té antes de seguir hablando. "Rizi quiere hacerlo. Ser la candidata a reina."

"... ¿Es eso verdad?"

"Sí, padre." Respondió Patrizia con calma, al mismo tiempo que colocaba su copa en la mesa con expresión tranquila. "Seré yo."

"Bueno..."

Esas eran buenas noticias. Aunque el marqués había estado dándole vueltas al tema por un largo tiempo, la verdad era que la personalidad de Nilla no era adecuada para el estilo de vida estricto y autoritario del Palacio Imperial. El marqués mantuvo su expresión calmada cuando Rizi le dijo que ella sería la reina en lugar de su hermana, pero por dentro estaba complacido de que se había tomado una decisión.

"¿Te estás ofreciendo voluntaria?" Le preguntó el marqués a Patrizia.

"Sí."

Tras haber escuchado la respuesta de Patrizia, el marqués Grochester miró hacía la lejanía por un momento. Luego, volteó su mirada hacia Patrizia. "Eso es genial. Nilla, ya es tarde, así que deberías ir a la cama ahora. Tú quédate por un rato más, Rizi."

Petronilla asintió. "Sí, padre. Buenas noches, Rizi. Te veré mañana." Petronilla salió del estudio con paso ligero, dejando solos al marqués y a Patrizia en la habitación. El marqués terminó su té caliente y removió los labios de la taza.

"¿De verdad te estás ofreciendo voluntaria, Rizi?"

"Sí, padre." Respondió Patrizia con voz tranquila.

"Me parece curioso el que hayas cambiado de parecer tan rápido," dijo el marqués mientras miraba a los ojos negros de su hija, "¿Hay alguna razón en particular?"

"... Para nada. Solo pensé que, si alguna de nosotras tendría que ser reina, yo estaría mejor calificada para dicho fin."

La ley imperial establece que la reina debe provenir de una familia con el rango de marqués o superior y tiene que tener entre 18 y 20 años de edad. Debido a que las hijas del marqués Grochester calificaban, le fue exigido que enviara a una candidata.

Patrizia fue golpeada repentinamente por un choque de ansiedad. "¿O acaso querías que mi hermana fuera candidata?" Preguntó Patrizia, pero afortunadamente la respuesta del marqués fue negativa.

"No," dijo el marqués Grochester mientras sacudía su cabeza, "En realidad, esperaba que fueras tú."

"... Ya veo." Patrizia entendió el porqué de inmediato. Desde el punto de vista de su padre, él podría haberse sentido más tranquilo, si enviaba a la hija calmada. Ella no se sentiría triste ni se quejaría de la situación.

"Entonces, iré al palacio en una semana." Dijo Patrizia con resolución.

Cinco candidatas a reina se reunirían en el Palacio Imperial y pasarían por varias pruebas durante una semana completa. Después de eso, una de ellas sería escogida como reina.

El marqués asintió y después habló con voz temblorosa. "Luces bastante calmada, Rizi. Sé que normalmente mantienes la mente fría, pero es como si... ya estuvieras acostumbrada a esto."

Patrizia sonrió al escuchar las palabras de su padre. Eso se debía a un doloroso recuerdo que Patrizia quería cambiar lo más rápido posible. Sin embargo, ella no podía decir la verdad.

"Tuve un sueño." Mintió Patrizia.

 "Ya veo." El marqués se rió suavemente.

"Volveré, padre."

Iban a haber cinco candidatas a reina, pero solo una se convertiría en la reina. Las candidatas restantes volverían a sus hogares y serían libres de casarse con otro noble, justo como la madre de Patrizia hizo.

Incluso en su antigua vida, Patrizia nunca había soñado siquiera con tener una posición como la de reina, pero, en esta línea temporal, Patrizia estaba aún más determinada en no serlo. Incluso si solo fue un recuerdo, Patrizia no quería casarse con el hombre que fue su cuñado. Eso sería inmoral.

Patrizia trató de poner una sonrisa brillante frente a su padre. "¿No te gusta?"

"No tengo ningún problema, pero, por favor, regresa a salvo." El marqués besó suavemente a su querida hija en la frente y le susurró, "Es que todavía no quiero darle mi princesa a alguien más."

*

Patrizia volvió a su habitación y se dejó caer en la cama. Habían pasado menos de dos horas desde que había vuelto al pasado y ya había cambiado enormemente su futuro. Originalmente, Nilla y ella habían jugado un juego para decidir quién sería la candidata y después le dirían a su padre que Nilla sería la candidata a reina. Patrizia mordió su labio.

Ninguna de las dos quería ser la reina. Patrizia había leído libros de historia en los cuales explicaban como ser reina era una espada de doble filo y de los terribles peligros que acompañaban a dicha posición. La terrible tragedia ocurrida en su anterior vida solo le daría más peso a esa línea de pensamiento.

Y, bueno, Nilla siempre fue una soñadora. Ella deseaba una vida de cuento de hadas al igual que un príncipe encantador montado sobre un caballo blanco. Viéndolo de manera realista, la posición de reina estaba más cerca de maniobras políticas y traiciones, algo muy poco atractivo para una mujer joven como Nilla.

Así que, las dos hermanas habían decidido mediante un juego y el resultado final terminó en la muerte de Nilla. Al mismo tiempo que Patrizia recordaba esta información, sus labios comenzaron a sangrar debido a lo fuerte que los estaba mordiendo.

Patrizia había vuelto al pasado y ya había cambiado el futuro al elegir ser la candidata a reina en lugar de Nilla. Quizás, debido a esto, ese trágico pasado en donde ella y su familia eran asesinados no se repetiría.

Solo porque Patrizia fuera candidata a reina, no significaba que se volvería la reina. E incluso si pasaba, todavía podría vivir una vida diferente. Cualquier cosa sería muchísimo mejor que la pesadilla que fue su anterior vida.

'Eso sería en tres años.'

El futuro podía moldearse y Patrizia lo cambiaría sin dudar. Fue difícil imaginar cómo podría ser el futuro, pero Patrizia podría evitar tragedias pasadas, al menos. Patrizia lo daría todo para detener esos eventos. Su hermana podría tener el final feliz que se merece.

"Lo haré realidad." Juró Patrizia. Sería candidata a reina y quizás incluso la reina misma, y eliminaría las cicatrices presentes en su memoria.

*

Una semana después, las cinco candidatas a reina ya habían sido elegidas. Entre ellas estaban: La señorita Raphaella del marqués Bringstone, la señorita Greta del conde Arjeldo, la señorita Barbara del marqués D’ival y la señorita Tricia del duque Vasi. Y, por último, Patrizia. En su anterior vida, se esperaba que la señorita Tricia se volviera la reina, pero de alguna manera Petronilla la superó en el último minuto. Mientras que Patrizia quería, a toda costa, evitar convertirse en la reina.

Cuando llegó el día en el que Patrizia por fin debía ir al Palacio Imperial, Petronilla agarró fuertemente las manos de Patrizia.

"Solo te pido que seas cuidadosa, Rizi. ¿De acuerdo?" Dijo Petronilla con lágrimas en los ojos.

La mirada de Patrizia se suavizó cuando miró a su hermana. Hace tres años, en su anterior vida, ella hizo exactamente lo mismo. Patrizia había sostenido fuertemente las manos de Petronilla antes de que se fuera al Palacio Imperial y le dijo que se cuidara. Petronilla volvió sana y salva, pero también se había convertido en la reina.

Patrizia le sonrió con gentileza a su hermana. "Te voy a extrañar, Nil." 

"Igual yo, Rizi. Nunca hemos estado tan separadas por tanto tiempo antes..."

Han pasado 19 años desde que ambas compartieron el mismo vientre y siempre habían sido inseparables. Otras personas podrían decir; “solo es por una semana,” pero esta era la primera vez que estas hermanas se separaban. Patrizia agarró los brazos de Petronilla y la abrazó con fuerza.

"... No puedes venir al palacio, ¿entiendes?" Dijo Patrizia.

Era una advertencia basada en el conocimiento de su anterior vida. En ese tiempo, Petronilla había insistido en que no quería ser la reina, pero en el momento en el que vio al Emperador, cayó enamorada. Desde ese momento, Petronilla hizo todo a su alcance para volverse su esposa. Por supuesto, Petronilla ya no era una candidata, pero no había nada de malo en ser cautelosa.

Petronilla se rió suavemente. "¿Crees que soy estúpida? No tengo intenciones de deshonrar tu nombre o el de nuestra familia, así que, no te preocupes."

"... Está bien."

Patrizia le dio una última palmada en la espalda a Petronilla y luego fue hacía sus padres.

"Regresaré."

"Muy bien, Rizi, pero, como dijo tu hermana, ten cuidado."

"Sé que lo harás bien, hija mía." 

Patrizia estuvo a punto de llorar debido a la preocupación presente en las voces de sus padres, pero, afortunadamente, fue salvada por una sirvienta que apareció cerca y chocó con su codo. Patrizia les dio a sus padres un corto abrazo y después entró en el carruaje que la llevaría hacía el palacio.

Fue el comienzo de un pasado diferente al que Patrizia conocía.