Después de escuchar los asuntos de los ciudadanos en la sala de audiencias, me quedé solo el tiempo necesario y dejé mi asiento tan pronto todo terminó. El Duque Tuania quería cancelar su divorcio con la Duquesa Tuania y reunirse con ella, y había querido ver los documentos necesarios.
"Si no estás ocupada, tengo algo que decirte."
No obstante, antes de que pudiera irme, Sovieshu me llamó. Me di la vuelta, y él se levantó de su trono y se acercó a mí. Dos guardias estaban apostados fuera de la sala de audiencias, pero aparte de eso, estábamos solos en la sala. Sovieshu habló en un tono molesto.
"¿Tu hermano tiene algún sentido de la razón?"
Sus palabras hicieron eco en la sala de audiencias vacía, e inmediatamente bajó la voz.
"Ha estado haciendo algo más desde el incidente con la droga abortiva."
"¿Algo más?"
"¿No lo sabes?"
"Lo sepa o no, tienes que decirme qué es para que yo pueda tomar una decisión."
Levantó las cejas y su voz se convirtió en un murmullo.
"No, lo más probable es que no sepas de esto. Si estuvieras involucrada, no estarías haciendo lo mismo."
Ah. ¿Mi hermano también? Por dentro me sorprendí, pero mantuve mi rostro inexpresivo. Mientras tanto, Sovieshu entrecerró los ojos acusándolo.
"Estoy seguro de que él también está investigando a Rashta."
"¿Es eso cierto?"
"Al igual que la Emperatriz."
En lugar de responderle, miré en silencio sus ojos oscuros. El sonido del reloj adornado con joyas en la habitación parecía excepcionalmente fuerte. Sovieshu me miró, y luego se dio la vuelta.
"Cuida tu honor como Emperatriz."
"Lo haré. Como siempre."
"¿Qué es lo que te hace tan infeliz?"
"Esa chica no tiene nada, y tú lo tienes todo."
Tú, mi esposo. Sovieshu dio una risa vacía.
Hice un ruido de incredulidad. ¿Sovieshu era mío?
"¿Y yo le presté a Su Majestad a la Señorita Rashta?"
"A menos que lo haya hecho, Su Majestad no es mío."
"Ya sea que te ame o no, estamos legalmente casados."
"Hubiera sido agradable escuchar que estás celosa porque me amas."
"¡!"
"Pero, por supuesto, no dirás eso. Porque no me amas."
Me sorprendieron sus palabras.
Aunque sus oscuros ojos temblaron de dolor, me sentí satisfecha al verlo. Era como la planta mimosa sensitiva cuyas hojas se doblan sobre sí mismas al ser tocadas.
"Si no tienes nada más que decir, me iré."
"Emperatriz."
¿De qué se trataba esta vez? Cuando miré hacia atrás, Sovieshu se había quitado la máscara de mimosa sensible y la había reemplazado por el apuesto emperador.
"Me iré por dos días para investigar la pérdida del poder de los magos."
"¿Irás personalmente?"
De repente sus palabras me preocuparon. Los magos eran la fuente de poder del Imperio Oriental. Aunque el ejército militar era una fuerza considerable, no eran tan poderosos como los magos.
"Regresa a salvo."
"..."
Sin embargo, Sovieshu no respondió. Pensé que ignoró lo que dije, pero luego habló lentamente.
"¿Te gustaría venir conmigo?"
"¿Para la investigación?"
"No trabajaré durante todo el viaje. Tal vez tome un descanso en el camino de regreso."
Hizo una pausa mientras lo miraba, y luego enumeró lugares famosos por su turismo y recreación. Quería tomarse un tiempo libre después del trabajo. Sacudí la cabeza.
"No puedo."
La expresión de Sovieshu se convirtió en decepción.
"¿No puedes?"
"Ya estuve fuera por unos días en mi cumpleaños."
"¿?"
"Si ambos nos vamos ahora, no habrá nadie para atender las audiencias."
"Son solo dos días."
"Aquellos que han estado pidiendo una audiencia llevan días esperando fuera del palacio."
***
"La Emperatriz pone el trabajo por encima de Su Majestad."
Rashta miró fijamente su rostro sombrío. Por lo general, parecía un emperador majestuoso, pero cuando cerró los ojos ante la idea de que la Emperatriz lo rechazara, parecía un hombre común.
'¿Qué tipo de palabras le dijo la Emperatriz para ponerlo así?'
Rashta miró el perfil del Emperador, que era pintoresco incluso cuando estaba enojado, y luego volvió a murmurarle suavemente.
"¿Cómo pudo la Emperatriz hacerte eso?"
"Siempre eres lo primero para Rashta."
Ella se fue atenuando, y Sovieshu abrió los ojos y la miró. Ella apoyó la cabeza contra su hombro.
"¿Rashta puede ir contigo si no te molesta?"
"Rashta no puede ayudar con la investigación, pero Rashta puede ayudarte a ti. Y ayudarte es ayudar al país."
"Esta bien."
Miró a Sovieshu y sonrió brillantemente.
"Es importante ir con Su Majestad."
Rashta tristemente acarició su vientre con una mano.
Sovieshu recordó el intento de envenenamiento y asintió.
"Lo pensare."
"Gracias, Su Majestad."
Rashta volvió a apoyar la cabeza sobre los sólidos hombros de Sovieshu y lo abrazó. Recordó el consejo que el Duque Elgy le había dado.
'Rashta no es la emperatriz todavía. Rashta necesita conseguir el apoyo de la gente común.'