Nubes gruesas habían bloqueado el sol, y una ligera ráfaga había comenzado.
“Lo hice por mis propios fines. Seguirte es, al menos, mejor que escuchar a esta chica tonta.”
“Muy bien. De todos modos, no me importa, siempre y cuando hagas lo que se te diga.”
“Espero recibir una buena compensación una vez que Lord Doem tome el país.”
“La tendrás.”
Clara solo podía mirar en silencio como Guin y Maximiliano conversaban casualmente.
Ella pensó, si fuera mi hermana, algo como esto nunca hubiera sucedido.
Si en su lugar fuera Rose, como estaba previsto originalmente, no habrían sufrido tantas traiciones crueles.
Porque su hermana era fuerte, confiable, y por lo tanto la gente creía en ella.
Como no era fuerte, Guin la había traicionado.
Como no era fuerte, Batt fue asesinado.
Y ahora, estaba colgando de un hilo.
“Debería haber sido ella, no yo…”
¿No fue esa la causa principal?
Ella, una chica que no sabía nada, no podría haber estado dirigiendo a otros. Su hermana al menos habría sospechado de Guin.
Incluso ella había oído hablar de que un traidor podría estar entre ellos.
Pero ni siquiera podía imaginar que sería Guin, este hombre que había servido a su familia durante tanto tiempo.
Pensando en ello, había muchos puntos en los que él parecía estar tramando algo, pero ella había desechado esos pensamientos como si fueran imaginaciones.
Su gente había luchado tan duro, e incluso habían recibido ayuda de Shadow. Sin embargo, ella aun así perdió.
Clara ya estaba derramando lágrimas. Se sentía miserable por las personas que habían confiado en ella, se sentía miserable por Batt.
“¿Ves esto, Búho? ¡Revélate ahora! ¡Si es que te importa el destino de esta chica!”
Solo Maximiliano habló en el patio llenándose lentamente de nieve.
El viento se hizo más fuerte y la nieve aumentó junto con él, creando una cortina de color blanco.
“No hay nadie más para liderar a los realistas una vez que esta chica muera. Después de todo, todos sus otros parientes de sangre ya no están."
De sangre, así es, de sangre. Maximiliano tenía razón. Clara solo fue elegida por su sangre real, no porque fuera una buena líder.
Sin embargo, hubo quienes realmente creyeron en ella y se quedaron con ella.
Clara se secó las lágrimas y miró el frío suelo donde yacía Batt. La sangre que se había extendido debajo de él teñía de rojo la nieve que caía.
Su espalda se estaba moviendo lentamente.
Todavía estaba vivo.
Ella todavía podría ser capaz de salvarlo.
Entonces, la pelea, la pelea de Clara aún no había terminado.
“Esperaré 10 segundos más. 10… 9… 8… 7… 6…”
Clara comenzó a pensar. ¿Qué puede hacer ella?
Algo, lo que sea, ella solo necesitaba encontrarlo…
“5… 4… 3…”
Clara miró a su alrededor, y luego se dio cuenta de algo.
Detrás de Maximiliano estaba un hombre del Campamento de Doem. El hombre que le había advertido sobre el traidor entre su gente.
Él estaba mirando a Clara, esperando su orden para atacar.
Clara asintió.
Sí, todavía quedaba alguien que creía en ella.
“2… 1…”
Maximiliano dejó de contar.
“...¿Qué significa esto, Zack?”
Zack sostenía un cuchillo en la garganta de Maximiliano.
“Mira a ese jardinero ensangrentado que está tirado allí… ese es mi papá.” Zack habló con ira en su voz.
“Oh, así que eras un traidor después de todo… ¿Tal vez un sobreviviente de la guardia real secreta? Recuerdo que todos fueron ejecutados.”
"Sigo siendo un aprendiz."
“Un debilucho entonces… Debí haber sido más minucioso, supongo.”
“Podría ser débil en comparación contigo. Pero incluso nosotros, los débiles, tenemos formas de luchar. Ahora, amablemente deje que Su Alteza se vaya, jefe. ”
Zack tenía su cuchillo en el cuello de Maximiliano, y Guin tenía su espada en el de Clara.
“Me pregunto, ¿debería …?”
Dijo Maximiliano con un suspiro de aburrimiento.