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viernes, 3 de noviembre de 2023

noviembre 03, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 555

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 555. La Vuelta A Casa De Navier (1)


Mis días en Rwibt pasaron volando, a pesar de lo apretada que estaba mi agenda. Observé los festivales de Rwibt y asistí a uno de los banquetes de Imona. También participé en una reunión sobre el comercio. Hablamos de la alta demanda de frutas frescas y de cómo transportarlas de forma segura.

Sir Artina y el Vizconde Langdel no tardaron en unirse a nosotros en la capital y, antes de que me diera cuenta, llegó el momento de partir de Rwibt.

Imona se ofreció a organizarme una fiesta de despedida, pero la rechacé educadamente. En cambio, pasé mi último día haciendo las maletas y reflexionando por última vez sobre la vida cotidiana en Rwibt.

"¡Su Majestad!"

Laura irrumpió en mi habitación, retorciéndose con una risa apenas contenida. Ella había salido hace sólo un momento, diciendo que necesitaba ir a buscar algo.

"¿Qué escondes detrás de tu espalda?"

Ella dio un salto, sobresaltada, pero luego se me acercó rápidamente. 

"¡Mire esto!" 

Era glamuroso, pero dejaba al descubierto demasiada piel.

Había considerado usar esos vestidos en eventos por el bien de Imona, pero al final, no tuve el valor.

"Es hermoso. ¿Te lo quedarás de recuerdo?"

"¡No! Es para Su Majestad."

Rápidamente agité mis manos. 

"No, gracias."

"¡Pero le quedaría tan bien!"

"Estoy bien con mis vestidos. Te quedaría mejor a ti, Laura."

Volví a empujar suavemente el vestido hacia ella.

"Yo también usaré uno. ¡Probémonos las dos los vestidos de Rwibt!"

Sacudí la cabeza. Los vestidos de aquí eran hermosos, pero no encajaban con el estilo austero del Continente Wol. Si Imona me hubiera dicho que tenía que ponérmelos por respeto a la cultura de Rwibt, lo habría hecho. Sin embargo, ella me había asegurado que mi estilo estaba bien. De todos modos, no quería.

"Hazlo tú, Laura."

"¡Has venido hasta Rwibt! Al menos deberías probarte su ropa una vez."

Laura no se dejó disuadir fácilmente. Se aferró a mi ropa con ojos brillantes.

Suspiré,

"Está bien. Sólo esta vez."

La pobre Laura había sufrido cuando caí por la borda. Era lo menos que podía hacer. 

"¡Sí!"

"Pero no en público."

"No se preocupe. Estaremos las dos solas."

Verla tan feliz me hizo sonreír. Juntas, Laura y yo nos pusimos los vestidos de Rwibt. Como no estábamos acostumbradas a este estilo, tardamos un rato en saber cómo vestirnos.

"¡Guau! Su Majestad, se ve absolutamente deslumbrante."

Laura soltó una risita, cubriéndose la cara con las manos. Me puse delante del espejo y suspiré,

"No te burles de mí."

"¡Realmente se ve estupenda! El Emperador Heinley quedaría fascinado."

Dicho esto, Laura se puso una capa y dijo que quería enseñar el vestido a sus amigas.

Sola, me quedé mirando mi reflejo. 

'¿Debería quedarme con uno? Como un recuerdo.'

Laura tenía razón. A Heinley le gustaría.

- ¡Gu!

Sonreí. Sí, arrullaría de esa manera. Incluso podría hacer su adorable baile de la felicidad.

- ¡Gu!

Fruncí el ceño. ¿De dónde venía ese sonido? ¿Me estaba imaginando cosas porque echaba mucho de menos a Heinley?

- ¡Gu!

Me di la vuelta para echar un vistazo a la habitación. Justo al otro lado de la ventana, se posaba un pájaro enorme. ¿Reina? La criatura se parecía a él. ¿Las águilas de Rwibt eran parecidas a Heinley?

- ¡Gu!

Curiosa, me acerqué a la ventana.

Se quedó inmóvil cuando la abrí y cerró los ojos cuando le acaricié el pico, tal como haría Heinley. Lentamente, tomé al pájaro en mis brazos. Antes de que pudiera levantarlo, el pájaro se apartó revoloteando. En un parpadeo, se transformó.

"Mi Reina, ¿abrazas a cualquier pájaro? Pensaba que yo era el único."

"¿Heinley?" 

Sorprendida, me lancé hacia él, abrazándole. Después me incliné hacia atrás para mirar su rostro. 

"¿Realmente estás aquí?"

Él sonrió ampliamente,

"Así es, a menos que haya un Heinley falso por ahí que yo no conozca."

"¿Cómo es que...?" 

Estaba tan sorprendida que lo único que pude hacer fue tocarle la cara. Tardíamente, caí en cuenta.

Oh, no. 

"¡Heinley! ¡¿Por qué estás aquí?!"

"Me enteré de que caíste por la borda."

"Envié un mensaje de que estaba bien. ¿No me digas que no lo recibiste?"

"Sí, pero necesitaba verte con mis propios ojos."

Se sonrojó y evitó mi mirada,

"Te ves bien. Me siento aliviado, Mi Reina."

'¿Por qué se sonroja?'

Fue entonces que recordé lo que llevaba puesto. 

'¡Oh, Dios mío!'

Rápidamente le aparté de un empujón.

Por su sonrisa de satisfacción, era evidente que ya lo había visto todo. 

"¿Qué haces? Ahora mismo no llevo nada puesto."

'Pícaro.'

Chasqueé la lengua y le pellizqué la mejilla. Pero lo solté rápidamente cuando noté que sus manos temblaban.

"Heinley, ¿qué pasa? ¿Estás llorando?" 

Puse mis manos sobre su cara. Él besó el dorso de mis manos y susurró,

"Cuando me enteré de la noticia, casi me vuelvo loco. Sentí como si alguien me estuviera quemando, directamente aquí."

Agarró mi mano y la colocó sobre su pecho.

Su calor se filtró en mi palma. Podía sentir el latido constante de su corazón. Mientras permanecíamos así, levanté la cabeza y miré sus ojos llenos de lágrimas, brillantes como el té de violeta.

Heinley apoyó su cara en mis manos, inhalando profundamente,

"Poco después supe que estabas a salvo, pero mi corazón no lo entendería hasta que te viera con mis propios ojos. Finalmente estamos juntos de nuevo."   
noviembre 03, 2023

Matrimonio Depredador - Capítulo 365

Capítulo 365. Sueño de Medianoche (1)

Últimamente, Leah estaba preocupada. Esto se debía a que estaba ocupada con los diversos preparativos para partir hacia el desierto.

Ella asignó los asuntos de Estado a diferentes personas de su confianza, y estableció un sistema de comunicación para recibir información sobre Estia incluso en el desierto.

También empaquetó regalos para repartir entre los Kurkan en el desierto e incluso cuidaba a Lesha en su tiempo libre. Ni siquiera tener diez cuerpos bastaban para tantas tareas.

Leah disfrutaba el trabajo duro, pero su cuerpo no podía soportarlo.

A pesar de que ella había recibido tratamientos para recuperarse, su cuerpo quedó debilitado después de haber sufrido brujería durante mucho tiempo.

Sin embargo, inesperadamente quedó embarazada otra vez.

El nacimiento de su primer hijo fue un milagro, teniendo en cuenta su estado físico. La segunda llegó como un regalo cuando ella no esperaba en absoluto.

Leah pensó que fue debido a la intensidad de Ishakan.

Él la torturaba todos los días… sería extraño que no hubiera consecuencias.

De todos modos, ella se cansaba aún más rápido porque estaba embarazada. Mura, que estaba cerca de Leah, se percató inmediatamente de este hecho.

Los ojos de Mura se agrandaron cuando ella dijo que no podía hacer nada más cómo leer los documentos. En lugar de salir a la oficina, ella se quedó en su dormitorio.

Mura rechazó la visita de Lesha, quien extrañaba a su madre, para garantizar el descanso de Leah. Ella dijo mientras le cambiaba la ropa a ella.

"Tú salud es una prioridad."

Mura no dudó en amenazar con destruir el palacio real de Estia. Su determinación causó que Leah estuviera en la cama mucho antes de lo habitual.

El edredón estaba caliente debido a la bolsa de agua caliente que Mura había calentado con antelación. Estaba tan preocupada que pensó que no podría dormir, pero la somnolencia se apoderó de ella en cuanto tocó el cálido edredón.

Se preguntó cuándo llegaría Ishakan.

Él había salido del palacio real anteayer. Hoy recibieron un mensaje de que llegaría mañana o pasado mañana. Cuando se despertara mañana, esperaba que él estuviera aquí.

O si que la visitara esta noche, aunque sea en sueños.

Leah sonrió en su interior. ¿Cómo podía desear que la visitara en sueños cuando ella no lo había visto en días? Ella también pensaba que estaba gravemente enferma.

Le gustaba cada vez más.

Ella se durmió con la esperanza de que él regresara solo.

***

Al principio ni siquiera se dio cuenta que era un sueño. Se estiró en la cama.

"...¿Eh?"

Su voz parecía infantil. Tuvo el presentimiento de que algo andaba mal. Ella, que se bajó de la cama rápidamente, caminó rápidamente hacia el espejo.

Allí estaba la joven Leah.

Ella estaba cerca de entrar a la edad adulta. Leah miró desconcertada su inmaduro cuerpo de 16 años. Ella pellizcó su brazo con fuerza.

"Tsk."

Sus ojos se llenaron de lágrimas debido al dolor, pero su situación no cambió. Parecía que estaba en un sueño muy realista.

Leah inclinó la cabeza.

¿Por qué sueño que tengo 16 años?

Ella de repente se mordió el labio inferior. Cuando tenía 16 años existían Cerdina y Blain. Leah suspiró en silencio mientras cuando los recordó.

Sólo esperaba que esto no se convirtiera en una horrible pesadilla.

Después de quedarse pensativa frente al espejo con sentimientos encontrados, alguien llamó a la puerta. Entonces apareció la Condesa Melissa.

"Buenos días, Princesa."

La Condesa Melissa puso agua sobre la mesa para que ella se lavara la cara. Leah respondió con una sonrisa.

"Buenos días."

La Condesa Melissa se veía más joven porque ella tenía 16 años.

Leah la observó detenidamente. La Condesa Melissa sonrió afectuosamente.

"¿Por qué me miras así?"

"...Oh, no es nada. Creo que todavía estoy medio dormida."

Ella comenzó a peinar a Leah. Tal vez soñar con el pasado no era algo malo.

Pero ese pensamiento se hizo añicos en cuanto llegó el momento de desayunar. Leah se quedó muda cuando vio la comida sobre la mesa de la habitación.

"......"

Sólo había un plato sobre la mesa.

Lo único que había en el plato era una ciruela, una rebanada de pan de trigo y un pequeño trozo de queso. No había leche o jugo, sólo un vaso de agua con limón.

Ella vivía de esta manera.

Era una cantidad escasa de comida para Leah, que estaba acostumbrada a la dieta estilo Kurkan. Ella recordó el pasado que había olvidado una vez más.

La comida se terminó después de mover pocas veces su tenedor.

"......"

Cuando ella miró su plato vacío, de repente quiso ver a Mura. Ella hubiera traído más comida antes de que su plato estuviera vacío. Ni siquiera hubiera traído esta comida.

La Condesa Melissa la llamó.

"¿Princesa…?"

Ella levantó la mirada de su plato.

lunes, 30 de octubre de 2023

octubre 30, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 554

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 554. El Pasado Del Duque Elgy (10)



Elgy estaba aturdido. Alessia le había salvado. No quería creerlo, pero muchas personas lo habían presenciado.

'La persona que odio me salvó.'

Y ahora todos pensaban que Alessia era su madre. Cada vez que oía que la llamaban princesa, Elgy se empeñaba en negarlo. Sin embargo, las personas creían más en los hechos que en las palabras de un niño pequeño,

'A este paso, mamá acabará desapareciendo...'

Sabía que debía agradecer a Alessia por salvarle la vida. Pero nunca la llamaría madre.

"¿Qué pasa?"

Le preguntó una vocecita. Elgy la ignoró al principio.

"¿Qué ocurre?"

Sin embargo, la persona insistió.

Finalmente, levantó la vista. Un niño de más o menos su edad le miraba fijamente. Tenía un cabello dorado excepcionalmente hermoso y unos misteriosos ojos púrpuras. 


'Así que éste es el joven príncipe del que me habló Alessia.'

"¿Estás bien? Ya te lo he preguntado tres veces."

Tal como había dicho Alessia, el niño tenía un comportamiento arrogante. Parecía estar exigiendo una respuesta.

Podría haber parecido simpático para un adulto, pero a Elgy le resultó amenazador. De todos modos, forzó una carcajada.

"¿Te preocupas por mí? Qué amable."

El chico entrecerró los ojos, y caminó alrededor de Elgy como un lobo evaluando a su presa.

'Es precavido.'

Elgy recordó que su gato se comportó así cuando lo trajo a casa por primera vez. Dejó que el príncipe lo rodeara, sin moverse. Dejó que le observara todo lo que quisiera. Al final, pareció quedar satisfecho porque se sentó frente a Elgy.

"¿Eres un príncipe? ¿Por qué estás aquí?" 

"¿No lo sabes? Estoy aquí porque nuestros países quieren acercarse."

"¿Pero por qué un príncipe estaría con un duque?"

"El Duque Zemensia actúa como mi tutor."

Entrecerró los ojos mirando a Elgy,

"Más bien, ¿qué haces tú en este lugar? No eres del Reino Occidental. Esta mansión fue designada para uso de nuestra delegación."

"No lo sé."

"La duquesa dijo que salvó a alguien y lo trajo aquí. ¿Eres tú?"
    
"No lo sé."

"¿Entonces qué sabes?"

"La mujer que la duquesa trajo aquí no es mi madre."

***

"Has salvado a mi esposa. No sé cómo agradecértelo."

Murmuró el Príncipe Claude mientras probaba su ensalada.

El Duque y la Duquesa Zemensia almorzaron con el príncipe. El Duque Zemensia sonreía al Príncipe Claude, mientras que la Duquesa le miraba fríamente.

No estaba siendo sincero. A pesar de que su esposa había resultado gravemente herida y su hijo no reconocía a su propia madre, el príncipe parecía completamente indiferente. 

'Qué hombre tan despreciable.'

El ruido de pasos interrumpió su comida. La duquesa miró a su alrededor. Al otro lado de la puerta arqueada, vio a dos chicos corriendo por el amplio salón— Elgy y el Príncipe Heinley.

El Príncipe Claude también lo oyó. Se giró para mirar,

"Su joven príncipe parece un chico brillante. Apuesto a que es hábil en el manejo de la espada."

Esto era cierto. El Príncipe Heinley era coordinado, de pies ligeros, y de gran destreza con la espada. Pero el Duque Zemensia frunció el ceño,

"Eso no importa. No podrá ascender al trono. Los hijos menores no deben eclipsar a sus hermanos mayores."

El Príncipe Claude, cuyo hermano mayor ocupaba el trono de Bohean Azul, miró al Duque con el ceño fruncido. Pero el Duque Zemensia no se dio cuenta de su error, ensimismado en sus pensamientos mientras miraba al Príncipe Heinley.

***

"¿Por qué ese hombre no deja de mirarte?" 

"¿Te refieres al Duque Zemensia? Él siempre me ha odiado."

"¿Por qué?"

"Prefiere a mi hermano mayor."

Elgy se detuvo en seco y volvió a mirar al Duque. Cuando sus miradas se cruzaron, el Duque apartó la suya. Sin embargo, la hostilidad en su mirada era tan evidente que hasta Elgy la notó,

"¿Qué hay en ti que le enfada tanto? Sólo eres un niño."

"No soy un niño."

"Mi madre dice que los chicos de nuestra edad son niños."

"Yo no. Yo soy un príncipe. Tú sí lo eres."

'¿Por qué es tan prepotente?'

Elgy se quedó mirándole, desconcertado. Mientras el Príncipe Heinley jugaba con su gato, sintió su mirada sobre él, por lo que le sonrió, 

"Mi hermano mayor está enfermo. El Duque Zemensia está desconsolado porque aprecia a mi hermano."

"¿Tu hermano está enfermo? ¿Qué le pasó?"

"Yo tuve la culpa."

La expresión del Príncipe Heinley cambió. Todavía sonreía, pero sus ojos se oscurecieron. Elgy nunca había visto tanta desesperación. Cuando el Príncipe Heinley se dio cuenta de cómo lo observaba, resopló,

"No necesito tu compasión. ¿Cómo vas a librarte de esa falsa princesa?"

"Nadie me cree. Todo el mundo simplemente dice que la culpa y la conmoción afectaron mi mente."

"¿La culpa? Eso es ridículo."

"A decir verdad, sí me siento culpable. Por mi madre, y por esa mujer."

"¿Por ella también? ¿Por qué?"

"Ella se hizo daño al salvarme."

Elgy abrazó a su gato y se quedó mirando al suelo,

"Mi padre es el principal culpable. Lo odio."

"Sabes, lo he pensado y..."

De repente, el Príncipe Heinley hizo una pausa y observó a su alrededor. Acto seguido, arrastró a Elgy hacia un rincón. 

"¿Hay alguna posibilidad de que la impostora haya iniciado el incendio?"

Los ojos de Elgy se abrieron de par en par,

"Imposible. ¿Cómo podría alguien hacer tal barbaridad?"

"La gente mala es capaz de hacer cualquier cosa." 

Elgy sacudió la cabeza,

"No lo creo. La culpa es mía. Debería haberle pedido al mayordomo que fuera a ver a la Señorita Alessia cuando tuve la oportunidad. Así los dos habríamos escapado ilesos."

Los chicos dejaron de hablar cuando oyeron pasos cerca. Apareció la dama de compañía de la Duquesa Zemensia.

"Joven Amo, Su Alteza le busca."

Elgy frunció el ceño, pero siguió a la dama de compañía. Cuando llegó a la habitación de Alessia, la 'princesa' estaba sentada en la cama. Abrió los brazos y sonrió,

"Hijo mío, acércate a darme un abrazo."

***

"¿Joven Maestro?"

Elgy no respondió.

"¡Joven Maestro!"

Elgy finalmente despertó, sobresaltado. Su viejo mayordomo estaba frente a él, años mayor que en aquellos recuerdos de Elgy.

"¿Qué pasa?"

Elgy se frotó los ojos con fastidio. Debió de quedarse dormido, perdido en sus pensamientos.

El mayordomo extendió su mano. En su palma se posaba el pájaro mensajero que Heinley solía usar, con un aspecto casi tan pomposo como su amo.

Una vez que el mayordomo se marchó, Elgy abrió la carta. Sus ojos se abrieron de par en par al leerla.

"¿Lady Navier desapareció?"

La carta era una petición para utilizar su barco para buscarla.

sábado, 28 de octubre de 2023

octubre 28, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 553

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 553. El Pasado Del Duque Elgy (9)



La conmoción de la Duquesa Zemensia se transformó en ira.

'¿Cómo es posible que todos se queden mirando a una mujer tan herida y no hagan nada por ayudarla? ¿No tienen humanidad?'

Es cierto que la princesa tenía un aspecto horrible, pero había saltado al fuego para rescatar a su hijo. Ella merecía elogios, no repulsión.

"¡Desalmados!"

Gritó enojada la Duquesa Zemensia. Luego se dirigió a sus propios guardias,

"Ayuden a Su Alteza."

Sin embargo, en cuanto los guardias se acercaron a la princesa, ésta abrazó con fuerza al niño y se echó hacia atrás.

'Pobrecita. Debe tener mucho miedo para alejarse de todos.'

La vacilación de la duquesa desapareció por completo. Su compasión creció.

La duquesa caminó hacia la princesa. Una vez que la alcanzó, la abrazó fuertemente, sin importarle lo manchada que quedara su ropa.

"Tranquila, tranquila, Su Alteza. Todo está bien. Vayamos a un lugar seguro."

Al oír su voz reconfortante, la princesa finalmente rompió a llorar.

"No pasa nada. Ven conmigo."

La Duquesa Zemensia la ayudó a subir al carruaje, acunando al niño en sus brazos. Nadie se dio cuenta de la espeluznante muñeca que había caído al suelo.

Todos los empleados del príncipe intercambiaron miradas de desconcierto. La mujer que estaba con la duquesa no era la princesa. Sin embargo, todos los trabajadores sabían que Alessia había empezado a hacerse pasar por la princesa a petición del príncipe. No estaban seguros de si debían intervenir. Revelar la verdad podría dañar la reputación del príncipe.

Si el príncipe hubiera estado presente, habría rectificado inmediatamente el error. Pero nadie lo había visto en toda la noche, no mucho antes de que comenzara el incendio. Mientras los sirvientes vacilaban, la duquesa ordenó partir a su carruaje, que se llevó a la princesa y al pequeño Elgy.

***

"¡¿Qué estás diciendo?! ¡¿Quién se llevó a quién?!"

Exclamó el príncipe. Estaba en el palacio real, contando al rey cómo se comportó Alessia en la fiesta. Sus declaraciones no habían formado parte del plan. El rey tampoco estaba seguro de cómo manejar esto.

El mensajero que había interrumpido su reunión se inclinó disculpándose.

"La Duquesa Zemensia del Reino Occidental se llevó a la Señorita Alessia..."

"¿Adónde se la llevó?"

El príncipe frunció el ceño, recriminándose mentalmente por haber venido personalmente al palacio, en vez de ocuparse primero de Alessia.

El mensajero se inclinó aún más, con una expresión asustada,

"Se produjo un incendio en la mansión. La Señorita Alessia rescató al joven maestro."

Por primera vez, la expresión del príncipe se suavizó,

"¿Salvó a Elgy?"

"Parece que el joven maestro había ido a buscarla."

"¿Por qué?"

"No lo sé. Tal vez estaba preocupado por ella. Solían jugar juntos a menudo."

El príncipe sacudió la cabeza,

"Imposible. Él estaba furioso con ella por querer suplantar a su madre."

"Entonces no sé por qué. Pero fue a su habitación, donde se desmayó por el humo. La Señorita Alessia lo salvó. En el proceso, ella... um... sufrió quemaduras graves. La mitad de su cara..."

El rey, que había permanecido en silencio desde la llegada del mensajero, finalmente intervino,

"Estás en problemas, Claude. El Duque Zemensia tiene una gran reputación en el Reino Occidental. Esa mujer no tendrá más remedio que seguir haciéndose pasar por la princesa."

***

Tras enterarse de la noticia, el príncipe quiso abandonar el palacio de inmediato. Pero antes necesitaba un plan. Conversó con el rey durante horas, antes de partir al amanecer hacia la residencia temporal del duque.

La duquesa abrió la puerta con una mueca sarcástica,

"Qué rápido ha venido."

Normalmente, se enfurecería con cualquiera que se atreviera a hablarle de ese modo. Era un príncipe de Bohean Azul. Pero el Reino Occidental era poderoso, al igual que sus duques, así que el príncipe se tragó su ira.

"Escuché que rescataste a los heridos."

"Salvé a su esposa y a su hijo."

Los labios de la duquesa se curvaron.

"¿Dónde están?"

Una vez que la Duquesa Zemensia se dio media vuelta, él la siguió al interior. Tenía el estómago revuelto y el corazón acelerado.

"Por aquí."

La duquesa se detuvo frente a una habitación y llamó a la puerta,

Una voz áspera respondió,

"Adelante."

En el momento en que entró, el príncipe cerró los ojos con fuerza.

Alessia yacía en una cama grande, siendo tratada por un médico del Reino Occidental. La dama de compañía de la duquesa le estaba ayudando.

"Cariño."

Alessia sonrió al príncipe. La duquesa entonces chasqueó la lengua,

"Todavía no ha comido nada. Debe de estar hambrienta."

El príncipe dio unos pasos hacia Alessia. Un lado de su cara estaba envuelto en vendas.

El médico la señaló,

"Traté las quemaduras. No parecen infectadas, pero quedará una cicatriz."

Con la cara vendada, Alessia no se parecía en nada a la princesa. Pero dado lo que hizo por Elgy, ¿quién dudaría ahora de su identidad? Todo el mundo elogiaría su heroísmo: lanzarse al fuego para salvar a su hijo.

"Su esposa es una persona valiente y maravillosa."

Dado que el príncipe no respondió al médico, Alessia cerró los ojos y dijo que estaba cansada. El príncipe miró finalmente a la duquesa.

"¿Quién la vio?"

"¿Dónde, en la mansión? Todos. Sus sirvientes, y la multitud que se reunió para ayudar a combatir el fuego y socorrer a los sobrevivientes."

"Quise decir aquí."

"Muchos nobles han venido."

El príncipe cerró los ojos con fuerza.

'Así que muchos vieron a la 'princesa' salvando a su hijo. ¿Qué debería hacer?'

Si echaba a Alessia ahora, le acusarían de abandonar a su 'esposa' a causa de las quemaduras.

Nunca podría revelar la verdad.

Justo entonces, la puerta se abrió. El príncipe se giró y vio a Elgy en la entrada. El médico se levantó.

"Afortunadamente, el joven maestro no está malherido, pero—"

Antes de que pudiera terminar, Elgy corrió hacia el príncipe.

"¡Díselo a todo el mundo! Diles que esa mujer no es mi madre."

El médico le miró con lástima,

"Ha sufrido una fuerte conmoción. No para de repetir eso."

"¡Se equivoca! Estoy bien. ¡Padre, díselos! Esa mujer es una impostora."

Pero nadie escuchó al niño.

Cuando el príncipe sólo lo miró con tristeza, todos supusieron que la memoria del niño había sido afectada.

***

jueves, 26 de octubre de 2023

octubre 26, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 552

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 552. El Pasado Del Duque Elgy (8)



"¡Joven Maestro, la mansión está en llamas! Debemos irnos."

El mayordomo sacudió a Elgy para despertarlo.

Elgy, que había llorado hasta quedarse dormido, se levantó de golpe.

"¿En llamas?"

"Deprisa."

El mayordomo agarró su abrigo,

"No se ha extendido todavía, pero debemos evacuar para estar a salvo."

"Está bien."

 Elgy recogió a su gato dormido y lo metió en una canasta,

"¿Qué hay de mi madre?"

"Su Alteza no reside en el edificio principal. Estará bien."

Antes de salir corriendo, Elgy miró hacia la habitación de Alessia. 

'¿Ya habrá salido?'

"¿Qué ocurre, Joven Maestro?"

"Nada. Vámonos."

Respondió, armado de valor. 

Una vez fuera, el mayordomo llevó a Elgy hasta un carruaje.

"Por favor, espere aquí. Vendré a buscarlo en cuanto el fuego se apague."

"¿Cómo empezó el fuego?"

"Lo más probable es que haya sido un error de algún sirviente torpe."

Elgy miró preocupado la mansión. Un ala entera estaba envuelta en humo negro. La mayoría de los sirvientes estaban ayudando a apagar el fuego, por lo que nadie se acercó a su carruaje. Al final, Elgy se quedó dormido. Cuando despertó, oyó murmullos cerca.

"¿La Princesa fue a ver a la Señorita Alessia?"

"Teniendo en cuenta el alboroto que ella armó, Su Alteza no tuvo otra opción."

"Alessia debería haber pedido perdón, no hacer que Su Alteza fuera a verla."

"Ni siquiera nosotros podemos visitar a Su Alteza. ¿Por qué querría hablar con su impostora?"

Elgy miró fuera del carruaje, pero no pudo ver quiénes hablaban. 

Una vez que salió, a pesar de que muchos sirvientes estaban alrededor del patio, no vio a nadie cerca.

'¿Madre está con la Señorita Alessia?'

De repente, escuchó un ruido espantoso. 

'El fuego...'

Se quedó mirándolo fijamente porque estaba cerca del ala de invitados. El corazón de Elgy se aceleró. Estuvo a punto de preguntar antes por Alessia, para asegurarse de que había salido a salvo. Pero no lo hizo. Ahora se arrepentía.

Miró a su alrededor. Nadie había notado su presencia. Todos estaban ocupados combatiendo las llamas.

El temor de Elgy creció como la espuma.

'¿Y si mi madre sigue dentro? ¿Y si nadie lo sabe?'

Por supuesto, si hubiera sido un poco mayor, Elgy tal vez se hubiera preguntado por qué los sirvientes cuchicheaban sobre la visita de la Princesa a la habitación de Alessia mientras la mansión ardía en llamas. Pero aún era joven y crédulo. Además, el temor lo hizo ser más ilógico.

'¡Mi madre podría estar dentro!'

Aterrorizado, corrió de vuelta a la mansión.

"¡Joven Maestro, deténgase! ¡Es peligroso!"

Un guardia que llevaba un gran balde de agua intentó atraparlo, pero Elgy lo esquivó y subió corriendo las escaleras principales, entrecerrando los ojos al mirar hacia la ventana de Alessia.

Allí vio la muñeca que le había hecho a su madre. Siempre que se sentaba en su silla de ruedas, le gustaba jugar con la muñeca de trapo.

Ahora colgaba precariamente en el marco de la ventana.

"¡Madre!"

Perdiendo la cabeza al verla, Elgy se precipitó al interior. 

Otro guardia intentó agarrarle, pero Elgy eludió la persecución con facilidad, ya que todos iban cargados con baldes de agua.

Una vez dentro, fue directamente a la habitación de Alessia, esquivando las llamas mientras corría.

El fuego ardía con mayor intensidad frente al dormitorio de Alessia. Pero el niño perdió todo miedo, decidido a salvar a su madre. Atravesó la zona envuelta en llamas y abrió la puerta,

"¡Madre!"

No había nadie dentro. Lo único que vio fue la muñeca. La había visto colgada de la ventana hace un momento, pero ahora estaba perfectamente sentada en la silla, mirándole fijamente. 

'¿Alguien la movió?'

Elgy se acercó a la muñeca y la agarró. Volvió a mirar a su alrededor, pero la habitación estaba realmente vacía.

De repente, las cortinas ardieron en llamas. Entrecerró los ojos, apenas capaz de ver a un centímetro de su nariz. Tenía que marcharse de inmediato.

Empezó a avanzar, con la garganta ardiendo. Tosía y se tambaleaba. 

'Al menos mamá no está aquí. Debe haber escapado.'

Justo cuando estaba frente a la puerta, el suelo, debilitado por el fuego, se resquebrajó. Elgy trastabilló y cayó al suelo. La puerta del dormitorio se prendió en llamas, chirriando siniestramente. Observó en cámara lenta cómo caía hacia él. Justo antes de que le golpeara...

"¡No!" 

Alguien saltó encima de él, protegiéndolo con su cuerpo.

***

Después de disfrutar de la fiesta hasta tarde, el Duque y la Duquesa Zemensia abandonaron el palacio para hacer un recorrido por el mercado nocturno junto a otros nobles. Pero una noticia aterradora pronto hizo que todos dieran media vuelta.

"¡La mansión del Príncipe Claude está en llamas!"

La mayoría de los nobles subieron rápidamente a sus carruajes para dirigirse a la mansión. Los jardines eran lo suficientemente grandes como para que el fuego no se hubiera extendido a otros edificios, pero incluso desde la distancia, el fuego era visible.

"Dios mío."

La Duquesa Zemensia contempló atónita la mansión. Un lado estaba intacto, mientras que del otro salía un grisáceo humo espeso. 

***

Tan pronto llegaron frente a la mansión, la Duquesa Zemensia ordenó a sus hombres,

"Vayan a ayudar."

Mensajeros y caballeros irrumpieron rápidamente en el patio y se dirigieron a toda prisa hacia la mansión. Todos, incluidos los guardias del Príncipe Claude, estaban ocupados combatiendo el fuego. Nadie cuestionó a los extranjeros que se unieron a sus filas.

La Duquesa Zemensia siguió a sus hombres,

"Si la princesa está en peligro, debemos ayudarla."

Al acercarse a la mansión, notó un carruaje abandonado cerca. Le echó un vistazo, pensando que la princesa y su hijo podrían estar dentro. Pero lo único que encontró fue un gato en una canasta.

Entonces escuchó un alboroto en el edificio principal. Se dirigió en esa dirección, pero el último guardia la detuvo,

"Es peligroso ir más lejos."

"El fuego no se ha extendido aquí."

"El viento puede hacer que el fuego se propague rápidamente en cualquier dirección. Es por eso que todos los que no están ayudando a sofocar las llamas están observando desde la distancia."

"Pero si la princesa todavía está dentro, debemos salvarla."

Recordando lo preocupada que se había mostrado la princesa por el interés de su esposo en la pirata cautiva, la duquesa siguió caminando hacia el interior de la mansión.

Pero antes de llegar a la entrada, vio salir a alguien tambaleándose. La mujer parecía gravemente herida, pero los trabajadores de la mansión retrocedieron como atemorizados, en vez de acudir en su ayuda.

'¿Acaso las personas de Bohean Azul son todas así de extrañas, o sólo lo son estos trabajadores?'

La duquesa chasqueó la lengua y se apresuró hacia delante. Mientras lo hacía, sus ojos se abrieron de par en par.

La mujer que se tambaleaba era la princesa. La mitad de su cara estaba quemada. En sus brazos llevaba a un niño inconsciente. En los brazos del niño había una muñeca chamuscada.

En el momento en que la princesa vio a la duquesa, soltó un grito aliviada y le extendió al niño,

"Duquesa, yo... salvé a mi hijo."

La duquesa se dio cuenta de por qué nadie había ayudado a la princesa. Su aspecto era bastante extraño y aterrador. 



'¿Cómo es posible que alguien que antes había brillado tanto en la fiesta parezca ahora sumida en la locura?'

Mientras la duquesa la miraba fijamente, la muñeca cayó de los brazos del niño. Su rostro miró al cielo, congelado en una amplia sonrisa.

'¿Qué demonios está pasando?'

lunes, 23 de octubre de 2023

octubre 23, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 551

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 551. El Pasado Del Duque Elgy (7)



La Duquesa frunció el ceño,

"Santo cielo. ¿Es eso cierto?"

Alessia asintió,

"Pero no puedo echarla. Es tan lamentable... me está dando dolor de cabeza."

"El príncipe ha ido demasiado lejos. ¿Cómo ha podido permitir algo tan horrible?"

Mientras la duquesa resoplaba, algunos de los nobles de Bohean Azul que estaban cerca se unieron.

"Yo también lo oí. El príncipe salvó a una prisionera pirata en su viaje más reciente."

"Dios mío. ¿No habrá salvado a la chica porque se enamoró de ella?"

"No me imagino lo difícil que es su situación, Su Alteza. Qué decepción."

Uno a uno, más nobles comenzaron a murmurar.

Mientras tanto, los diez minutos de Alessia terminaron. El príncipe se acercó a buscarla. En el camino, se sobresaltó al oír los rumores que se difundían.

Se asombró aún más cuando llegó hasta Alessia. Ella le rodeó la cintura con un brazo y murmuró,

"¿Escuchas lo que todo el mundo dice, cariño? Que la mujer se parezca a mí no significa que debas dejarte persuadir por ella."

El príncipe se quedó helado, a pesar del calor del verano. 

Alessia se inclinó más hacia él,

"Si algún día esa mujer que se parece a mí reclama ser la princesa, o si dejo de aparecer en público..."

Los nobles más cercanos se apresuraron a tranquilizar a Alessia,

"Eso nunca sucederá."

"Es simplemente imposible." 

"Por favor, no se preocupe, Su Alteza."

La Duquesa Zemensia suspiró,

"Pobrecita."

***

En el carruaje de vuelta a la mansión, todo el brillo de los últimos días se evaporó. El príncipe miraba por la ventana, con una expresión severa. A medio camino de la mansión, dijo, 

"Ya no necesito una sustituta. Empaca tus cosas y vete."

"¿Ahora mismo?"

"Mañana al amanecer."

"No quiero irme."

Alessia sabía que tendría problemas si se marchaba ahora. Él todavía no le había dado una nueva identidad. De hecho, podría buscar hacerle daño para ocultar su secreto. Si sus padres fueron capaces de abandonarla, ¿por qué no haría eso un completo desconocido?

"¿No quieres?"

Él repitió sus palabras con frialdad.

Con las manos apretadas, Alessia dijo,

"Si me echas ahora, diré a todos los que conocí en la fiesta que Su Alteza se enamoró de la pirata cautiva y trató de reemplazar a su propia esposa."

"¿Crees que alguien te creerá?"

"Su Majestad y Su Alteza me llevaron a varias fiestas. He hablado con muchos nobles. Todos han visto mi cara. ¿Realmente crees que dudarán de mí?"

El carruaje se detuvo con un chirrido. Con el ceño fruncido, el príncipe miró a Alessia. Parecía a punto de colapsar de ira.

Entonces, Alessia salió primero del carruaje.

***

"¡Todo es culpa tuya, padre!"

Gritó Elgy,

"Dile a todo el mundo lo que realmente pasó."

En este momento, el ceño del príncipe estaba aún más fruncido,

"Nuestra familia se convertirá en un hazmerreír. Sin mencionar la forma en que otros países verán a Bohean Azul en el futuro."

"¿Todo eso es más importante que madre?"

"¡También dañará su reputación!"

Esa noche, durante la cena, Alessia fue a ver a Elgy. Lo encontró sollozando en un rincón con su gato. En cuanto la vio, su expresión se ensombreció,

"¿Por qué estás aquí? Vete."

"Tengo algo que decirle, Señorito."

"No me interesa."

"Escúcheme, por favor."

Elgy se levantó, a punto de marcharse.

"La historia que le conté sobre el Imperio Oriental."

Ella se apresuró a hablar. Le había contado sobre el Imperio Oriental y su familia imperial, sobre lo espléndido y hermoso que era todo, con el oro y la plata por todas partes como si no tuvieran valor.

"En realidad, fue una parte de lo que viví allí."

Cuando Elgy la miró con incredulidad, ella tomó asiento. Entonces se lo contó todo. 

Todas las terribles traiciones que quería olvidar, incluido el día en que fue secuestrada por los piratas y el día en que murió el joven inocente. Habló y habló. Cuando finalmente terminó, las lágrimas empaparon su rostro.

"Quiero vivir. Eso es todo. Quiero sobrevivir."

"¿Pero por qué tienes que vivir como mi madre?"

"No quiero. Viviré como una don nadie, lo prometo. Sólo quiero hacerme pasar por la princesa en público cuando sea necesario. También les vendrá bien a ustedes. Seré la princesa perfecta."

"Amo a mi madre. Ella no tiene que ser perfecta ni ganarse a nadie. Señorita Alessia, puede intentarlo todo lo que quiera, pero nunca será mi madre."

Dicho esto, Elgy se dio la vuelta y echó a correr. Alessia lo persiguió, gritándole que esperara. 

Ella le siguió hasta su dormitorio. Jadeando, se agachó allí,

"Éramos amigos. Nos llevábamos bien. ¿Por qué actúas así de repente?"

"¿Yo? ¿Cómo tú pudiste hacer esto, después de que te traté tan bien?"

Alessia levantó las cejas.

"No importa lo que diga mi padre, mañana iré yo mismo al salón de banquetes y lo revelaré todo. Te daré una oportunidad para irte. Empaca y huye antes de que el mundo se entere de lo que hiciste. Al menos podrás escapar antes de que llegue lo peor."

***

'¡Ha conspirado contra Su Majestad! ¡Atrápenla!'

Unos soldados rudos la sacaron a rastras de su cómoda cama. Los nobles chasqueaban la lengua y la apuntaban con el dedo.

'Te creemos.'

Lo mismo que habían dicho sus padres, sólo para acabar traicionándola. 

El sueño de Alessia volvió a cambiar. Ahora estaba de vuelta en el mar oscuro, despertando sola y horrorizada. Los peces chapoteaban a su alrededor y nadie podía oír sus gritos.

La brisa helada le daba escalofríos. En un parpadeo, pasó del mar abierto e interminable a los estrechos confines de un barco. Trabajó tan duro que incluso sus manos se endurecieron. Sólo para ver morir a un joven con una soga alrededor del cuello...

Alessia se despertó sobresaltada. Decidida a permanecer despierta, caminó de un lado a otro de la habitación.

Cuando perdía las fuerzas, se agarró al marco de la ventana.

'No aceptaré la derrota.'

Alessia golpeó con el puño el marco de la ventana.

'Jamás.'

Con los ojos ardiendo, observó su entorno y volvió la vista a la ventana. No estaba demasiado alta. Recordó algo que el capitán pirata había enseñado una vez a su tripulación, por si fueran capturados.

Si ella—

De repente, alguien llamó a la puerta. Ella rápidamente reacomodó su expresión.

"¿Quién es?"

Sin embargo, nadie respondió.

Curiosa, ella agarró el pomo de la puerta, pero se detuvo. En un instante, recordó a los soldados sacándola a rastras de su dormitorio en el Imperio Oriental. En vez de abrir la puerta, pegó la oreja a la misma.

"¿Quién es?"

Finalmente, una voz baja dijo,

"Abra la puerta. La princesa está aquí para verla."

'¿La Princesa?'

"Solo un minuto."

Alessia no abrió la puerta. En cambio, volvió a medir la altura de la ventana. Armada de valor, saltó hacia un árbol cercano.

Las ramas se engancharon en su ropa, rasgándola un poco. Pero afortunadamente las hojas amortiguaron su caída.

Cayó al suelo con un ruido sordo. Aparte de algunas magulladuras, resultó ilesa. Alessia volvió a levantarse.

'Bien. Puedo hacer esto más dramático.'

***

octubre 23, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 182

Capítulo 182. ¡Dinero, Honor, Poder!

La visita a Ludwig terminó en ese punto. Annette confirmó que él realmente estaba de su lado. Afortunadamente no tenía que enfrentarse a su antiguo prometido. Pero, ¿por qué ella sentía una extraña pesadez en un rincón de su pecho?

Tal vez sea porque él todavía me extraña. Pobre Ludwig.

Pero había otra persona que Dios había destiando para Ludwig. Annette miraba desde atrás a Celestine que caminaba adelante. Cabello castaño, espalda recta, hombros firmes. Sin duda Celestine era una mujer atractiva. 

Creo que los dos estarán bien juntos.

Annette era un poco blanda con Ludwig. Así que ella no pensaba que fuera tan compatible con Ludwig como esposos. Aunque Ludwig se convirtiera en un tirano, ella no haría nada para evitarlo, simplemente estaría con él hasta el final.

Pero Celestine era diferente. Ella no sólo podía discutir con Ludwig, sino también proponer una solución a la raíz del problema. Desde ese punto de vista, incluso ella podría ser mejor para Ludwig. Ella podría convertirlo en un mejor Rey.

"Dama… Celestine."

Annette casi la llamó de forma casual. Ella ahora estaba disfrazada de sirvienta de Celestine, así que tenía que comportarse de acuerdo a su posición. Esto se debía a que todavía se encontraban en el Palacio Real de Deltium.

Celestine, que no lo había olvidado, llamó a Annette por su seudónimo.

"¿Tienes algo que decirme, Netty?"

"No es importante, pero tengo curiosidad. ¿Qué piensa usted de Su Alteza?"

"¿Eh? ¿A qué te refieres?"

"Él es una buena persona. Me pregunto si tú piensas lo mismo."

Celestine se frenó ante la inesperada pregunta. Ella giró la cabeza para mirar a Annette. Una sonrisa ligeramente juguetona apareció en el rostro felino de Celestine. 

"No importa que clase de hombre sea el Príncipe Heredero. ¡Sólo tengo que concentrarme en  lo que obtendré cuando me convierta en la Princesa Heredera! ¡Dinero, honor, poder! Qué hermosa armonía forman esas palabras, ¿no crees?"

"Tiene razón, mi dama. Es usted muy sabia."

Railin, que estaba cerca de ellas, replicó a las palabras de Celestine. Entonces un ligero rubor apareció en las mejillas de Celestine. Aunque ahora vestía de forma pervertida con un traje de sirvienta, Railin era el hombre más guapo que ella había visto.

Celestine aún recordaba la enorme conmoción que sintió el día que lo había conocido. Si se convertía en Princesa Heredera, quería designar a Railin como el primer Tesoro Nacional.

Por supuesto, si lo hiciera, me destituyen.

Annette sonrió al ver que las mejillas de Celestine se ruborizaron. Aparentemente ella prefería a los hombres guapos con un encanto salvaje como Railin. Cuando Annette estaba a punto de abrir la boca para preguntar algo más, Railin extendió su mano para detenerla.

"¡Shh!"

Ella cerró rápidamente la boca al ver la mirada urgente de Railin. El rostro de Celestine palideció de repente al mirar a la misma dirección que él. Celestine inclinó profundamente.

"Saludos al Sol del Deltium."

En el momento en que escuchó esas palabras, Annette también sintió que la sangre desaparecía de su cara. Sus ojos vieron al Rey Selgratis que vino de frente. Estaba tan distraída que no se dio cuenta de que el Rey estaba cerca. Ellos hubieran estado en problemas si Railin no la hubiera detenido a tiempo.

Si hubiera oído mi voz, podría haberse dado cuenta.

Él tenía sentidos muy agudos. Tal vez se debía que siempre desconfiaba de su entorno. Aunque el Rey no reconociera su rostro debido a su disfraz, podría haber reconocido su voz porque la había conocido desde muy joven.

Afortunadamente los ojos del Rey sólo estaban fijos en Celestine. Él no tenía ningún interés en unas simples sirvientas.