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jueves, 21 de julio de 2022

julio 21, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 346

Capítulo 346. Verdadera Identidad (2)

 
Hoy recibieron a los emisarios de Balkat de forma insignificante. Su orgullo debe haber sido herido por el trato poco cordial. Pero aún así fue sorprendente que viniera a visitarla antes del banquete. Se sintió un poco ansiosa.

Se quedó pensando durante un rato mientras sostenía la pluma que Ishakan había afilado para ella. Tal vez había venido para hacer algunas propuestas atractivas. Seguramente no podía decirlo públicamente.

El Rey de Balkat te tiene como objetivo.

Las palabras de Ishakan pasaron por su mente. Ella soltó la pluma. Podía aprovechar esta ocasión para averiguar si realmente había venido a Estia con ese propósito. Ella aceptó reunirse con él, pero lo echaría inmediatamente si decía alguna tontería.

Leah se quedó congelada al entrar en la sala de audiencias. El hombre se levantó del sofá como muestra de cortesía.

"¡¡......!!"

El hombre estaba tan sorprendido como ella. Su agitación se reflejó en sus rostros. Pronto tanto el hombre como Leah ocultaron sus emociones sin desviar la mirada. El hombre habló con una voz un poco tensa.

"Que la luz brille sobre Estia. Soy Herodes Balkat."

El hombre que conoció en la librería era el Rey de Balkat. Fueron circunstancias tan irónicas que parecía difícil considerarlo una coincidencia. Quizás estaba planeado.

La expresión de Leah se volvió firme al recordar de nuevo lo que Ishakan le había dicho. Habló en un tono formal para intentar evitar una relación personal entre ambos.

"¿Por qué solicitaste audiencia? ¿Hay algún inconveniente?"

Prácticamente significaba que se marchara si no tenía nada importante que decir. Herodes se dio cuenta de sus intenciones, pero no pretendía hacerlo. De repente soltó una pequeña carcajada. Luego habló en un tono alegre.

"No creí que volvería a encontrarme contigo de esta manera."

Herodes observó detalladamente a Leah con admiración.

"Tu cabello, tus ojos…. Te quedan mucho mejor."

Leah se entrecerró los ojos. Odiaba la forma en que actuaba como si fuera un encuentro casual. Fingía no darse cuenta de la situación.

"Acabó de recordar un asunto urgente, por lo que tengo que irme. Los jardines del palacio real son bastante bonitos. Puedes disfrutar de un paseo durante el tiempo libre."

Salió de la sala de audiencias antes de que él pudiera hacer algo. La Baronesa Cinael, que esperaba a Leah frente a la sala de audiencias, la siguió sorprendida. Alguien la llamó mientras caminaba rápidamente.

"¡Su Alteza!"

Ella frunció el ceño suspirando. Le ordenó a la Baronesa Cinael que se retirara un momento. Cuando su dama de compañía se marchó del lugar, Herodes caminó rápidamente hacia ella para evitar perderla. 

"Por favor, si me das un momento te lo explicaré…"

"No sé qué quieres decir."

"¡Alteza, es un malentendido!"

Herodes se acercó a Leah. Leah, que dio un paso atrás, le respondió con frialdad.

"Realmente no lo sabía."

"......"

"El encuentro de la librería fue una coincidencia. Créeme."

Esperaba una respuesta afirmativa. Pero Leah no quería creerle.

De todos modos, nada cambiaba aunque fuera una coincidencia. Las marcas que Herodes dejó en sus brazos hirieron el corazón de Ishakan. También la frente de Mura terminó lastimada. Leah no quería acercarse a él por el bienestar de sus seres queridos.

Además sus ojos causaban que se sintiera incómoda. Era como si estuviera delante de Blain o Byun Gyeongbaek.

Se le puso la piel de gallina al pensar en eso. Los recuerdos que quería olvidar apuñalaron su corazón. No quería permanecer más tiempo aquí. Parecía que Herodes tenía mucho que decir, pero Leah dijo unas últimas palabras antes de irse.

"Nos vemos en el banquete."

Leah desapareció. Herodes se quedó solo de nuevo. Terminó igual que la última vez. Herodes murmuró con una cara inexpresiva.

"...Eres difícil."

Pronto susurró con una sonrisa.

"Es más divertido de esa manera."
julio 21, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 345

Capítulo 345. Verdadera Identidad (1)


Mura apareció con una venda en la frente. Leah se sorprendió al verla en esas condiciones durante la noche.

"¡Mura!"

Leah no creía que se hubiera golpeado con algo por accidente debido a su gran agilidad, seguramente había recibido una dura lección de Ishakan.

No podía creer que la hubiera castigado de esta manera cuando la había defendido con insistencia la noche anterior. En el momento que se sintió traicionada por Ishakan, Mura aclaró las circunstancias.

"Yo misma me hice esto."

Mura defendió a Ishakan nuevamente, añadiendo que ella no había cuidado adecuadamente de Leah. Continuó hablando en un tono suave.

"No te preocupes, mejorará pronto."

"¡Pero…!"

"Esto está directamente relacionado con mi honor."

Mura dijo con determinación. Leah hizo una conjetura.

Las marcas en sus brazos no se podían considerar sólo responsabilidad de Mura. Probablemente Ishakan ni siquiera la había considerado culpable.

Pero fue debido a que Leah asumió la responsabilidad de las marcas. Seguramente si se hubiera quedado callada, Mura hubiera perdido su puesto de dama de compañía principal.

"No quiero perder mi posición como su dama de compañía principal. Absolutamente no."

Entonces añadió que el hombre de la librería pagaría por los daños ocasionados.

Unos días después regresó a la ciudad capital el ejército Kurkan que había conquistado el Reino de Herben. No sucedió ningún acontecimiento importante, excepto que Haban fue golpeado por Mura mientras se burlaba de su frente lastimada.

Finalmente los emisarios de Balkat visitaron el palacio real de Estia.

***

Los emisarios entraron al palacio real en silencio.

Leah no salió a saludar a los emisarios, en su lugar envió al Conde Valtein. Fue para prevenir cualquier situación que pudiera causar un malentendido.

Ellos buscaban la paz para salvar sus vidas ofreciendo a los esclavos Kurkan a cambio. Ella no tenía ninguna necesidad de establecer relaciones personales con ellos. Todo terminaría después del banquete de esta noche.

Después de asegurarse de que el Rey y la Reina de Balkat fueran escoltados hasta un palacio secundario, Leah se concentró en los asuntos que había que atender.

Hoy estaba extrañamente ocupada. Ishakan también abandonó el palacio real por la mañana, diciendo que volvería antes del banquete, como si tuviera algo que hacer.

Le pareció que había algo extraño en su mirada. No había pasado mucho tiempo desde que regresaron de la campaña militar, pero se llevó a Haban, Genin, Morga, e incluso a Mura. Se había llevado a todos los Kurkan del palacio real.

¿Qué demonios está haciendo...?

Pero sabía que no haría nada que la pudiera perjudicar. Leah dejó de pensar en ello, puesto que seguramente le informaría en el momento oportuno.

La Baronesa Cinael ocuparía el lugar de Mura temporalmente.

"Me recuerda al pasado, Su Alteza."

Dijo tímidamente la Baronesa Cinael mientras le daba a Leah un té negro caliente. Ella recibió la tasa de té con una ligera sonrisa.

La mayoría de las damas de compañía que servían a Leah se habían retirado. Se sentían mal por haber seguido las órdenes de Cerdina.

No importaba si fue culpa del lavado del cerebro, lo que hicieron no podía borrarse. Leah ordenó que las afligidas damas de compañía salieran del palacio real para recuperarse. Podían regresar cuando se sintieran mejor.

La Condesa Melissa, su anterior dama de compañía principal, aún se estaba recuperando en el campo. Otras damas de compañía se dedicaron a otras cosas para despejar la mente. Sus puestos vacantes fueron ocupados por Mura y otros Kurkan.

Algunas damas de compañía de Leah pronto se acercaron a los Kurkan. Según Mura fue porque ambas partes tenían una preocupación común. Leah suponía que se trataba de algo relacionado con la comida.

De todos modos, gracias a que todos hacían lo posible por ayudarla, Leah podía concentrarse en su trabajo. Estaba muy agradecida.

Estaba charlando con la Baronesa Cinael mientras miraba los documentos, cuando una dama de compañía entró corriendo rápidamente.

"Su Alteza, el Rey de Balkat está aquí."

Leah detuvo su mano, que estaba a punto de firmar un documento.

"Se le ha dicho que espere en la sala de audiencias. ¿Qué debo hacer?"

martes, 19 de julio de 2022

julio 19, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 344

Capítulo 344. Celos (4)


Ishakan rebuscó en los cajones de su oficina en busca de un ungüento. Leah tenía la piel frágil, por lo que quería tratarla con prontitud.

Ella se sentó en los muslos en ropa ínt!ma. Le aplicó suavemente el ungüento en las marcas de sus brazos. Ishakan besó su mejilla.

"Siempre exagero cuando se trata de ti."

"Lo siento. No quería preocuparte..."

Leah se mordió el labio inferior. Su dedo largo tocó sus labios liberándolo de la mordida. 

"No necesitas disculparte."

Derribó a Leah sobre el sofá. Ishakan dijo con picardía abriendo sus piernas.

"Porque pienso hacer muchas cosas de las que debería disculparme."

***

Ishakan sostenía una larga pipa en la mano, sentado en el alféizar de la ventana. Los Kurkan permanecían de pie con expresiones tensas mientras fumaba.

La puerta se abrió tras un angustiante silencio. Mura entró con cautela.

"......"

Mura caminó lentamente hasta situarse frente a Ishakan. Ishakan agitó la mano en silencio. Los Kurkan salieron de la habitación, excepto Mura.

Mura se arrodilló inmediatamente. Ishakan le habló tranquilamente a ella, que tenía la cabeza inclinada mientras esperaba su sentencia.

"Leah tenía marcas de manos en sus brazos."

La cara de Mura se puso pálida. El aire de la habitación pesaba sobre sus hombros como si hubiera tomado forma. Mura abrió la boca. Dijo tardíamente por la tensión de su garganta.

"Ishakan..."

Mura se estremeció como si tuviera un escalofrío. Lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Ishakan se llevó la pipa a la boca mirando fijamente a la agitada Mura.

Ella cada vez tenía más dificultad para respirar cuanto más se prolongaba su mirada. Ishakan finalmente dejó escapar un suspiro. Como si fuera una señal, Mura golpeó su cabeza contra el suelo. El suelo de mármol se resquebrajó. Su sangre lo manchó.

"Lo siento. Leah no hizo nada malo. Todo es culpa mía debido a mi falta de experiencia…."

La sangre se mezcló con las lágrimas que fluían por su rostro. Pero Mura no sentía dolor a pesar del daño. Ella le suplicó.

"Por favor, dame la oportunidad de redimirme."

Las comisuras de la boca de Ishakan se levantaron lentamente.

"Leah te aprecia mucho."

Mura esperó sus siguientes palabras conteniendo la respiración.

"Espero que no me decepciones, Mura."

"¡......!"

Los ojos de Mura se agrandaron. Ella se dio cuenta de que Ishakan le estaba dando otra oportunidad. Entonces habló apresuradamente.

"Te diré lo que he averiguado hasta ahora."

Cuando regresaban al palacio real desde la librería, Mura percibió el olor a tabaco que impregnaba el cuerpo de Leah. Ella sabía que el dueño de la librería que Leah frecuentaba no fumaba.

Pensaba que no era algo importante, pero en cuanto regresaron al palacio real, envió unos Kurkan para que investigarán sobre la librería. No tenía ni idea de que Leah regresó con marcas en sus brazos.

Mura no dijo nada aunque había muchos motivos para intentar justificarlo. Porque sin importar lo que dijera, no cambiaría el hecho de que su cuerpo había sido marcado.

"Ha aparecido un forastero recientemente. En las noches suele estar en el distrito rojo, durante el día se pasea por las librerías. Se ha vuelto famoso en el distrito rojo."

Añadió que se rumoreaba que cambiaba de mujeres cada noche. Además, de que alquilaba las librerías para leer tranquilamente. Este no era un comportamiento habitual. Mura terminó su discurso con una discreta conclusión.

"Aún no estoy segura…. pero es posible que sea el Rey de Balkat."

Ishakan sonrió amargamente. Todos estaban concentrados en la conquista de Herben, que parecía que habían pasado por alto los movimientos del Rey de Balkat.

Quién se imaginaría que un Rey se colaría solo en Estia. Fue algo inesperado. Ishakan murmuró sonriendo.

"Este acuerdo de paz será interesante."
julio 19, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 343

Capítulo 343. Celos (3)


Su mente se quedó en blanco por un momento. Debido al inusual humor de Ishakan, la primera idea que se le vino a mente fue descabellada.

'¿He sido  infiel sin saberlo...?'

Pero pronto se deshizo de ese pensamiento irracional. Intentó reflexionar correctamente. Conoció un hombre hoy en la librería. El olor a tabaco pudo haberse impregnado en ella cuando conversaba con él.

No sólo había pasado mucho tiempo desde que estuvo en la librería, sino que también consideraba que no estuvo mucho tiempo cerca del hombre mientras fumaba. Leah se olfateó a sí misma pero no pudo percibir nada. Se necesitaba el sentido del olfato de una bestia para darse cuenta.

De todos modos, fuera cual fuera la situación, tenía que explicarla bien. Ella miró a Ishakan. Todavía había una sonrisa en sus labios. Se le puso la piel de gallina.

Ishakan no dudaba de los sentimientos de Leah, porque eran una pareja que había unido sus almas. Como cada uno formaba parte del otro, su relación sería eterna.

Eso no significaba que Ishakan permitiría que cualquiera se acercara a Leah. Quienes no conocían a Ishakan pensaban que no era celoso porque siempre se mostraba despreocupado. Pero quienes lo conocían sabían que sí.

Trataba amablemente a aquellos se acercaban a Leah con buenas intenciones. Pero no actuaba de la misma manera con aquellos que se acercaban a ella con una intención s3xual. Podía percibirlo con precisión a través de la intuición animal.

En este caso, sin saber nada sobre las circunstancias, estaba intuyendo algo solo por el humo a tabaco impregnado en ella. Parecía más un hechizo que una institución.

Mientras se preguntaba qué debía hacer, Leah decidió primero darle un beso. Ella agarró su mejilla al mismo tiempo que rozaba sus labios. Ishakan aceptó el beso sin dudarlo.

Su lengua se introdujo en la boca de Leah a través de sus labios abiertos. Sus labios se separaron después de un apasionado beso.

"Parece que se me impregnó el olor del puro que estaba fumando el dueño de la librería."

"¿Entonces?"

"Cúbrelo con tu olor corporal."

Ishakan sonrió ante su torpe seducción. Después de cargar a Leah entre sus brazos, se dirigió al sofá de la oficina. Cuando desabrochaba los botones del vestido para dejar al descubierto su piel, las manos de Ishakan se detuvieron.

"......"

Se quedó mirando algo. Leah se preocupó cuando se dio cuenta hacia donde estaba mirando. Tenía marcas de manos en ambos brazos.

Le vino a la mente otro hecho que realmente había olvidado por completo. El hombre de la librería la había sostenido con mucha fuerza cuando caía. 

Esta vez realmente no tenía nada que decir. No podía hacerlo aunque tuviera cien bocas. 

Ishakan entrecerró los ojos. No gritó enfadado. Sólo susurró.

"Parece que Mura no quiere trabajar."

Sintió miedo. Leah defendió a Mura rápidamente.

"No fue su culpa. Le pedí que no estuviera demasiado cerca."

Entonces le explicó detalladamente la situación. Le explicó que el hombre de la librería la sostuvo cuando se había caído accidentalmente. Sus ojos volvieron a la normalidad. 

Leah suspiró aliviada. Sinceramente no sabía lo que le sucedería al hombre de la librería. Pero tenía que salvar a la pobre Mura.

En ese momento el vestido que llevaba fue arrancado por completo. El sonido de la tela siendo rasgada resonó en el lugar. Sus grandes manos se posaron sobre sus muslos. Sus dedos acariciaron las cicatrices.

"Leah."

Ishakan bajó su cabeza hacia sus piernas. Primero besó una cicatriz, luego la mordió. Ella sintió un breve dolor. Las marcas de sus dientes quedaron grabadas sobre la cicatriz.

"No dejes que otros hagan marcas en tu cuerpo."

Ishakan volvió a susurrar tocando las marcas de manos en sus brazos.

"Yo soy el único que puede hacerlo."

Leah asintió lentamente. Ishakan sonrió sabiendo que ella lamentaba lo sucedido.

"Apliquemos un tratamiento primero."

lunes, 18 de julio de 2022

julio 18, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 342

Capítulo 342. Celos (2)


"......"

Los ojos de Leah perdieron su brillo. Fue difícil lograr erradicar el tráfico de esclavos, pero ahora se estaban fabricando monedas falsas.

Los falsificadores se arrepentirían de su crimen cuando fueran atrapados. Serían ejecutados públicamente en la plaza. Un castigo severo que servirá como ejemplo para que nadie se atreviera a pensar en algo parecido.

Leah sacó una hoja para escribirle una carta al Conde Valtein. Escribió sus observaciones de hoy sobre las monedas falsas, también le pidió que investigara al hombre de la librería.

Finalmente la colocó a un lado del escritorio después de sellar la carta con cera. Cuando estaba considerando ir a bañarse, la puerta de la oficina se abrió abruptamente.

"¡Mamá!"

Sólo había alguien que abría las puertas tan fuerte en el palacio de Estia.

"Lesha."

A pesar de que recibía una persistente educación de etiqueta, en ocasiones se comportaba de forma imprudente cuando estaba emocionado. Leah decidió regañarlo más tarde viendo que estaba demasiado emocionado.

"Llegaste temprano."

"Vine  rápido porque quería ver a mamá."

Lesha se acercó a su silla antes de que Leah pudiera levantarse. Entonces le tendió lo que estaba sosteniendo con mucho cariño.

"¡Mira esto mamá!"

Era un ave que Lesha había cazado. Era tan grande como el cuerpo de Lesha. Podría ser incluso más grande que Lesha si tuviera las alas extendidas.

"¡Lo hice de esta manera...!"

Lesha simuló cómo atrapó al ave posada en el suelo rompiéndole el cuello. Los ojos del niño brillaban de pura crueldad. Cada vez era más evidente el hecho que tenía sangre de Kurkan en sus venas.

El niño no debía considerarse bajo estándares humanos. Leah felicitó al pequeño Kurkan por su exitosa caza.

"Bien hecho. Eres un verdadero Kurkan."

Cuando Leah acarició su cabeza los ojos de Lesha se agrandaron. Exclamó colocando el ave muerta sobre el escritorio con sus pequeñas manos.

"¡Mami, rulu, regulu, regalo!" 

Pudo decir la palabra que quería después de intentarlo varias veces. Parecía que se le complicaba pronunciar la palabra 'regalo'.

"Gracias Lesha."

Mura, que estaba a su lado, le dio un codazo a Lesha. A pesar de que el animal no estaba derramando sangre, no debería poner un animal muerto sobre el escritorio de la oficina.

"No es apropiado."

Lesha sacudió la cabeza con las mejillas hinchadas. Cuando Morga apretó sus mejillas el aire salió de forma graciosa de su boca. Leah hizo una propuesta para animar al descontento Lesha.

"¿Cenamos esta noche el animal que cazó Lesha?".

Mura estaba de acuerdo.

"Lo cocinaré bien. También esparciré el rumor de su hazaña para que todos en el palacio real conozcan la valentía de Lesha."

"Está bien..." Lesha finalmente le entregó el ave a Mura. Ella tomó la mano de Lesha después de agarrar el ave con la otra. "Ahora debes bañarte."

Lesha estaba manchado de tierra. Leah salió de su asombro cuando se dio cuenta de la presencia de Ishakan. Estaba apoyado en el marco de la puerta.

"¿Ishakan? ¿Cuándo llegaste ahí?"

Ishakan sonrió de forma ligeramente torcida. Mura se fue rápidamente con Lesha.

La puerta se cerró. Se quedaron los dos solos en la oficina. Normalmente, se habría acercado para darle un beso y contarle sobre lo que había hecho. Pero se limitó a mirarla en silencio. Ella se levantó con cautela.

"¿Por qué no dices nada...?"

"Siéntate."

Ella se sentó de nuevo en la silla sin pensarlo dos veces. Ishakan se acercó con pasos firmes. Puso sus grandes manos sobre el escritorio. Cuando el hombre grande se inclinó hacia delante, una sombra se cernió sobre ella. Leah miraba a Ishakan con la cabeza inclinada hacia atrás.

Acercó su rostro a su cuello. La punta de su nariz rozó su cuello, causando que sus hombros temblaran. Ishakan inhaló como si estuviera comprobando algo.

Una tensión inexplicable se apoderó de Leah. Su cuerpo se puso rígido como un herbívoro acorralado. Ishakan habló con una voz profunda.

"Hueles a tabaco..." Sus párpados medio cerrados se levantaron lentamente. Los ojos tenían un brillo dorado intenso. Ishakan dijo con una sonrisa ambigua. "No es mío." 
julio 18, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 341

Capítulo 341. Celos (1)


El Rey de Balkat era un hombre con una mente brillante. Herodes poseía tantas ansias de conocimiento como de relaciones sexuales.

Anhelaba este viaje a Estia porque creía que podía satisfacer dos necesidades. No solo obtendría conocimiento extranjero, sino también mujeres. No había nada mejor.

Herodes partió primero en secreto hacia Estia. De ese modo no tendría que ver a la Reina de Balkat durante unos días.

Apenas llegó a Estia estuvo en el barrio rojo de la capital durante las noches. Cuando salía el sol se paseaba por las librerías. Pasaba el día leyendo libros y recopilando información sobre la familia real de Estia.

Encontró una librería que le gustó, así que alquiló todo el lugar durante su estancia. Estaba leyendo un libro tranquilamente cuando escuchó el ruido de la puerta. Se acercó creyendo que quizás el dueño había venido, pero se encontró con una mujer.

Herodes recordó que había olvidado poner un cartel en la puerta de la librería que indicara que estaría cerrada durante unos días. La razón por la que no se había dado cuenta antes se debía en gran medida a la falta de clientes de la antigua librería.

Pensaba echarla diciéndole la verdad, pero Herodes pronto cambió de opinión. Cuando escuchó su voz se puso caliente, así que decidió aceptar a la mujer como una invitada. Además, no sólo le gustaban los libros, sino que también hablaba lenguas antiguas.

Deseaba mirar su rostro. En realidad no tenía expectativas. Solo tenía curiosidad por saber quién era la dueña de la voz. Por lo que haló su túnica mientras fingía caerse. Finalmente su cara se reveló. Fue la cereza del pastel.

Nunca había visto tanta belleza. Pero lo que le llamó la atención más que su hermosa apariencia fue la forma en que sus finos rasgos mostraban que estaba avergonzada.

No podía olvidar la manera en que sus pupilas tambalearon. Pero pronto se volvió inexpresiva, su frialdad sacudió su corazón. Definitivamente ella encajaba en el tipo de mujeres que le gustaban a Herodes.

Fue un poco decepcionante que sus ojos y su cabello fueran de un marrón común. Se vería mejor con un color llamativo. Le gustaría que ella se tiñera el cabello en el futuro.

Había muchas mujeres hermosas en Estia. Esperaba que la Reina pudiera igualar la belleza de la mujer que había visto hoy. Quería comprobar por qué hombres con poder arriesgaron su vida por tenerla a ella.

Pero aunque la Reina fuera hermosa, creía no tendría el mismo encanto que la mujer de la librería. La curiosidad por la Reina pasó a un segundo plano sin darse cuenta.

Herodes quería saber sobre ella. La mujer intentó trazar una línea diciendo que estaba casada, pero eso era lo mejor en esta situación. En Estia se valoraba la pureza de la novia. Por lo que resultaba más probable que una mujer casada tuviera una aventura.

No entendía como podía mantener una apariencia tan hermosa teniendo un hijo. Cuanto más la imaginaba jadeando, más pronto deseaba estar en la cama con ella.

Era evidente que ella se había marchado diciendo una mentira, pero no sería difícil encontrar a una mujer de estatus noble en el reducido círculo social aristocrático.

Solo tenía que esperar un poco más para tenerla. Herodes estaba tranquilo. Porque siempre ha tenido lo que ha querido.
 
***

Ella se preguntaba qué estaba haciendo el hombre que conoció en la librería. Sentía curiosidad por él. Parecía un noble o un comerciante de otro reino.

Pensó que podría estar implicado en el caso de las monedas falsas. No parecía un hombre ordinario. Si el hombre visitaba frecuentemente la librería no debería ser difícil averiguar su información personal. 

Mura se mantuvo al lado de Leah desde que regresaron al palacio real.

"Preparé el baño."

"Un poco más tarde. Me ocuparé primero de los asuntos urgentes."

Mura siguió a Leah hasta su oficina. Miró a través de la ventana luego de olfatearla. Asintió suavemente para sí misma mientras comprobaba la inclinación del sol. 

Leah no se dio cuenta de lo que hacía Mura porque estaba perdida en sus pensamientos. Se sentó en el escritorio de la oficina.

Colocó las monedas de plata que había recibido hoy sobre el escritorio para examinarlas. Como había confirmado antes, todos eran auténticas.

Supuso que las monedas falsas aún no se habían propagado ampliamente. Esto coincidía con el informe de los investigadores. La próxima vez no había que buscar en las tiendas de las zonas más concurridas, sino en las de las zonas más discretas.

domingo, 17 de julio de 2022

julio 17, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 340

Capítulo 340.  Librería (3)


El hombre se equivocó en el precio del libro. Ella le había pagado mucho menos de lo que debería. La librería pronto quebraría si la administraba de esta manera. 

No entendía por qué la librería estaba en manos de una persona así. Leah comprobó nuevamente la etiqueta del precio pegada en la cubierta trasera del libro. Entonces sacó dos monedas de plata.

"Mura, espera un momento. Se ha equivocado en el precio…"

Regresó a la librería dejándole el libro a Mura.  La caja registradora estaba sola. Ella estaba a punto de gritar para llamarlo, cuando se dio cuenta de que la puerta en la esquina de la librería estaba abierta. Dicha puerta conectaba con el callejón lateral.

Cuando salió por la puerta se encontró al hombre. Estaba fumando un puro en el callejón. Estaba contemplando el cielo con la mirada perdida. Observó sin darse cuenta al hombre mientras fumaba, recordando a Ishakan dado que también le gustaba fumar.

Leah de repente frunció el ceño mientras miraba sus manos blancas con sus venas brotadas. El aroma del puro que el hombre estaba fumando era totalmente diferente de los puros que fumaba Ishakan. Su amargo aroma causaba que le picara la nariz.

Leah contuvo la respiración por un momento. Se acercó rápidamente al hombre para entregarle las dos monedas de plata que tenía en la mano.

"Te has equivocado en el precio del libro"

El hombre no se sorprendió ante su repentina aparición. Respondió con voz calmada.

"Oh, muchas gracias."

Recibió las monedas despreocupadamente. Ella comenzó a sospechar.

¿Se ha equivocado deliberadamente? Leah supuso que el hombre lo hizo con la intención de que ella viniera otra vez, aunque no estaba segura del motivo detrás de ello.

El hombre apagó el puro pisándolo en el suelo. Parecía que quería hablar. Pero ella no tenía ninguna razón para seguir conversando, por lo que se dio la vuelta. 

"Me voy."

"Oh, espera."

El hombre sugirió con una sonrisa tirando suavemente de la ropa de Leah 

"¿Quieres tomar té? Hay una buena cafetería cerca."

Leah hizo que el hombre soltara su agarre. Respondió con frialdad.

"Lo siento. Mi esposo me espera en casa. También tengo un hijo."

Ella añadió que no debería cortejar a una mujer casada. El hombre sonrió levemente.

"Eres demasiado rígida. Solo quería conversar."

Fue una sonrisa tan inocente que causó que ella se avergonzara de sus palabras. Estaba un poco desconcertada. El hombre continuó hablando con una sonrisa.

"No es común conocer a alguien que domine las lenguas antiguas. Además, ambos tenemos un interés similar en libros..."

Leah asintió inconscientemente. El hombre dio un paso más hacia ella, situándose lo suficientemente cerca como para que ella se sintiera incómoda. Entonces preguntó.

"Entonces, ¿cuándo vienes otra vez?"

Si se hubiera acercado un paso más ella hubiera retrocedido.

"No lo sé."

"Me gustaría estar ese día en la librería para poder hablar contigo."

La voz del hombre estaba llena de buenas intenciones. Parecía un hombre gentil. Incluso ella podía imaginárselo sentado en un escritorio leyendo un libro.

A simple vista podía notar que era robusto a pesar de su ropa holgada. Se podía corroborar fácilmente por la fuerza de sus manos cuando sujetó su cuerpo. Probablemente no era una persona inteligente común.

Leah vio los ojos del hombre a través de los cristales de sus gafas. Tenía una mirada sonriente que parecía inofensiva. Pero cuanto más tiempo los miraba, el estado de alerta de su mente aumentaba.

Ella terminó diciendo algo conveniente teniendo en cuenta que no podría venir a la librería durante un tiempo. "Aproximadamente en 15 días. Nos veremos si tenemos la oportunidad."

No necesitaba decirle la verdad porque probablemente no se volverían a encontrar. Esta fue la manera más eficiente de cortar la conversación. Ella salió del callejón sin pensarlo dos veces, dejando atrás al hombre.

El hombre se rió mirando hacia la dirección en la que había desaparecido Leah.  

"...hmm." Murmuró. "Me gusta."
julio 17, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 339

Capítulo 339. Librería (2)

Además el hombre parecía extranjero por su forma de hablar. Pero ella prefirió reservarse esa observación. El hombre se echó a reír.

"Acertaste. Usted tampoco parece una persona común."

Leah solo sonrió ante sus palabras. Como parecía que el propietario de la librería no vendría pronto, se limitó a decirle al hombre el nombre del libro que buscaba.

"¿Tiene el octavo volumen de Clásico Numismática?"

El hombre dijo sorprendido.

"Si lees estos libros debes dominar las lenguas antiguas."

"...Sé un poco."

La familia real de Estia estaba obligada a aprender lenguas antiguas, para que pudieran leer textos antiguos. Sin embargo, Leah fue la única de la familia real que pudo aprender adecuadamente las lenguas antiguas, porque resultaban bastante difíciles incluso para los eruditos.

Soy la única de la familia real que ha sobrevivido… Mientras estaba sumida en sus pensamientos, el hombre dijo con una cara llena de alegría.

"Eres increíble."

Habló rápidamente con un tono de voz ligeramente alto.

"¿Has leído Monarquía, Estado y Política? ¿También Interpretación Honrada?"

"He leído las dos."

Probablemente el hombre seguiría alargando la conversación si ella no hacía nada. Leah enseguida mencionó su propósito original antes de que el hombre dijera otra palabra.

"¿Cuándo vas a buscar el libro?"

"Lo siento. Me emocioné demasiado."

El hombre sonrió torpemente. Salió del mostrador pasando a un lado de Leah.

"Por favor, espere un momento..."

El hombre murmuraba para sí mismo mientras buscaba a tientas en la estantería que estaba detrás. Ella miró los libros que estaban en el mostrador de la caja registradora. Había principalmente novelas ligeras que podían atraer la atención de los clientes. Leah encontró un libro con un título que le pareció interesante.

¿Cómeme…?

Era un título extraño. Leah leyó parte de la primera parte. La protagonista femenina le pedía mucho dinero prestado al protagonista masculino, que daba bastante miedo a pesar de su belleza. Luego aparecían los problemas. Parecía un libro didáctico que enseñaba la importancia del dinero.

Pero se cansó de leerla porque muchos personajes estaban mal de la cabeza. Ni siquiera el protagonista masculino lo consideraba normal. Dejó el libro sacudiendo la cabeza.

Escuchó un ruido detrás de ella. Cuando se dio la vuelta sobresaltada, ella se resbaló porque alguien la haló. Cerró los ojos fuertemente pensando que chocaría contra el suelo.

Pero en lugar de sentir el impacto, algo la sostuvo firmemente.

"......"

Leah abrió suavemente los ojos. Su mirada se cruzó con la del hombre. Al caer hacia atrás la capucha de su túnica se bajó. El hombre miraba a Leah con los labios ligeramente abiertos. Leah apartó su mirada lentamente.

El hombre perdió el equilibrio en la escalera mientras trataba de sacar el libro de un lugar alto. Se agarró de la túnica de Leah para evitar caerse, ocasionando que ella se cayera.  Afortunadamente el hombre después de recuperar el equilibrio pudo sostener a Leah.

Estaba avergonzada por la posición en la que se encontraba. El hombre sujetaba a Leah con fuerza. Sentía que le quedaría una marca en la piel. Le dijo seriamente.

"Suéltame."

Aunque fuera un error no pudo disimular la frialdad en su voz. El hombre soltó su agarre lentamente. Se disculpó tardíamente con voz entrecortada.

"...Lo siento."

Leah se colocó nuevamente la capucha. Luego tomó el libro en la mano del hombre.

"¿Cuánto cuesta?"

El hombre tartamudeó el precio ante la seca pregunta. Leah puso el dinero en el mostrador. Luego salió de la librería antes de que el hombre tuviera oportunidad de volver a hablar.

"¡Leah!"

Mura sonrió. Leah se acercó a ella caminando lentamente. Estaba demasiado cansada para ir a la cafetería. Sólo quería regresar directamente al palacio real. Se detuvo de repente mientras caminaba al revisar el libro que tenía en su mano. Dejó escapar un leve suspiro olvidando sus modales.

"Haa."

viernes, 15 de julio de 2022

julio 15, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 338

Capítulo 338. Librería (1)


Ishakan suspiró. Tocó su frente con la de Leah.

"No puedes decir esas cosas descuidadamente."

"Solo lo hago contigo."

Ishakan sonrió satisfecho. Finalmente puso a Leah en el suelo.

"Regresaré pronto. Espero que mi esposa también."

Ella se despidió con una sonrisa.

***

Leah salió del palacio real acompañada de Mura. Ambas vestían largas túnicas con capucha para ocultar sus rostros. Leah incluso bebió una poción que había preparado Morga, que cambiaba temporalmente el color de los ojos y del cabello.

Hacía mucho tiempo que no ocultaba su identidad de esta manera. Leah observaba con atención mientras caminaba por las abarrotadas calles comerciales.

Estia había erradicado por completo la esclavitud. Los comerciantes que perdieron esta fuente de ingreso tuvieron que buscar nuevas formas de obtener dinero, lo que ocasionó nuevos problemas.

El problema reciente más preocupante era la falsificación de monedas.

Las monedas falsas se fabricaban fundiendo las monedas de plata emitidas por Estia con impurezas. Las monedas falsas tenían un peso similar a las auténticas monedas de plata, por lo que ni siquiera podían distinguirse con una balanza.

Solo se podían distinguir porque el patrón de las monedas falsas era ligeramente tosco. Pero aún así para detectarlas se necesitaba de una persona con mucha experiencia.

En estos momentos estaban comprobando hasta qué punto se habían extendido las monedas falsas en el reino. No quería dejar todo en manos de sus subordinados, así que Leah también estaba investigando por su cuenta.

Compró algunos artículos en varias tiendas para intercambiar monedas. Afortunadamente, todas las monedas de plata que recibió de las tiendas eran auténticas.

"Es difícil..." Mura, que seguía a Leah llevando el equipaje, negó con la cabeza. No podía distinguir las monedas de plata falsas de las auténticas. "Porque incluso las monedas de plata auténticas tienden a desgastarse con el paso del tiempo."

"¿Cómo las distingues Leah?"

"Los patrones son ligeramente diferentes. Especialmente en estas partes..."

Se lo explicó detalladamente a la curiosa Mura, pero de todos modos ella no pudo entenderlo. Leah sugirió con una sonrisa.

"Vamos a esa librería, luego tomaremos el té acompañado de algunos bocadillos."

"Buena idea."

Mura se alegraba cuando Leah decía que iba a comer algo. Ella caminó hacia la librería con entusiasmo. Cuando llegaron a la librería, Leah le pidió que esperara afuera.

En esta librería había desde libros antiguos hasta los más nuevos. Tenía muchos libros fascinantes porque al propietario realmente le gustaban los libros.

Ella podía pedir que se enviaran variedades de libros al palacio real. Pero la satisfacción de elegir los libros en persona no se podía comparar con nada. Le gustaba caminar por la librería mientras contemplaba los libros.

Leah sonrió apenas entró a la librería. El olor de los libros la hacía sentirse a gusto. De inmediato se dio cuenta que no había nadie. Parecía que el propietario había salido un momento.

Ella pensó que regresaría pronto porque afuera de la librería no había ningún cartel de que estuviera cerrada. Leah decidió esperar con calma mientras miraba libros. De todos modos, Mura estaba afuera fumándose un puro para que ella pudiera tomarse su tiempo.

Cuando andaba por la librería hojeando algunos libros nuevos que procedían del extranjero, escuchó pasos en el interior.

"¡......!"

Un hombre se sentó en la silla vacía de la caja registradora. El hombre de piel clara llevaba gafas. Preguntó con una leve sonrisa.

"¿Estás buscando algún libro?"

El propietario de la librería que Leah conocía era un anciano con la espalda encorvada que caminaba con un bastón. Dijo mirando al hombre.

"¿Eres el responsable de la librería por un tiempo?"

Los ojos del hombre se iluminaron ante las palabras de Leah. 

"¿Por qué lo cree? El propietario podría haber cambiado."

El hombre actuó como si su pregunta le pareció divertida. Leah decidió satisfacer la curiosidad del hombre porque probablemente no se rendiría hasta que respondiera.

"Las gafas que llevas son caras, un plebeyo no podría comprarlas. Tiene el cabello liso, las manos limpias… incluso hueles a perfume..." Sus ojos detrás de los cristales de sus gafas ni siquiera parpadeaban. Leah continuó hablando sin apartar la mirada. "Pensé quizás eras un noble que está trabajando por capricho en este lugar durante un tiempo."
julio 15, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 337

Capítulo 337. Juegos Peligrosos


El banquete para celebrar la victoria se haría después de la llegada del ejército Kurkan. Se pretendía que fuera una magnífica ceremonia triunfal, pero no fue posible porque Ishakan llegó solo antes de lo esperado.

Los emisarios de Balkat informaron de que ellos llegarían pronto. Leah tenía un poco de tiempo libre hasta el banquete para compartir con su familia.

Ishakan acudía a Leah cada mañana con un ramo de flores. Eran flores que había recogido personalmente del jardín. También le cortaba las espinas.

A Ishakan le gustaba hacer cosas con sus propias manos para Leah. Ella sonreía de alegría cada vez que recibía las flores debido a su dedicación. Ishakan siempre decía algo embarazoso cuando veía su reacción.

"Eres más hermosa que las flores."

Ishakan dijo seriamente como si estuviera mirando lo más hermoso del mundo. Cada vez que esto sucedía se sonrojaba. Ella sospechaba que le regalaba flores por este motivo.

Además de ello, Ishakan también se dedicaba a jugar con Lesha.

Lesha se divertía mucho. Porque a diferencia de la tranquila Leah, Ishakan jugaba con una rudeza sorprendente. Los dos no tardaron en hacer cosas que hicieron que el corazón de Leah palpitara de preocupación.

El nivel se volvió cada vez más peligroso, la última vez pensó que su corazón explotaría. El juego incluía disparar flechas de juguete.

Ishakan disparaba flechas a Lesha que estaba corriendo a la distancia. Lesha tenía que evitar las flechas mientras llegaba al lugar donde estaba plantada la bandera.

La punta de la flecha tenía una tela áspera para evitar dañarlo. Lesha corría esquivándolas todas hasta que finalmente una flecha de madera lo alcanzó.

El pequeño se desplomó cuando fue golpeado por la flecha.

"¡¡Lesha!!"

Leah, que estaba sentada bajo la sombra de un árbol, se sobresaltó. Sin embargo, Lesha que estaba tumbado boca abajo, se levantó rápidamente. Leah sintió un alivio en su corazón cuando lo vio corriendo nuevamente.

Dirigió su mirada hacia Mura que estaba a su lado en búsqueda de simpatía por el acontecimiento. Pero Mura solo aplaudió cuando Lesha se levantó. No mostró ningún indicio de conmoción.

Esto parecía natural para los Kurkan. Leah no podía entender su mundo. Para ella era más un entrenamiento de combate que un juego, pero decidió no intervenir porque Lesha lo estaba disfrutando.

Días después Ishakan planeaba ir a cazar junto a Lesha. Con una pequeña daga en la cadera, Lesha estaba lleno de motivación.

"¡Mamá! Conseguiré una presa grande."

Extendió sus brazos para indicar lo grande que sería el animal que atraparía. Leah le dijo acariciando su mejilla. 

"Puedes regresar con las manos vacías. No necesitas arriesgarte."

Lesha hizo un mohín con los labios ante la petición de Leah. Su cara reflejaba el deseo de querer atrapar una gran presa para demostrarle a su madre sus capacidades. Ella le pidió lo mismo a Ishakan.

"Tú también cuídate. No te lastimes."

Pero en cuanto lo dijo se dio cuenta que no tenía sentido. Ishakan sonrió.

"Hacía mucho tiempo que alguien no me decía eso."

Los animales temían a los Kurkan porque intuían que eran un depredador superior. Incluso los animales salvajes como los lobos, evitaban rápidamente a los Kurkan cuando los detectaban.

"Siempre me preocupo por ti."

Leah añadió. Ishakan la abrazó. 

"¿Vamos juntos?"

Intentó persuadirla diciéndole que atraparía algún conejo. Como Leah no respondió, la levantó entre sus brazos.

"¡Ishakan!"

Ishakan sabía que no podía acompañarlos porque ella tenía algo que hacer hoy, pero estaba actuando como si no lo supiera.

"Bájame."

"No creo que pueda."

"Estoy planeando secuestrarte."

Besó la mano de Leah que lo empujaba. Leah sonrió cubriendo la mejilla de Ishakan.

"Después que haga lo que tengo pendiente hoy... haré lo que quieras."

jueves, 14 de julio de 2022

julio 14, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 336

Capítulo 336. Verdaderas Intenciones


Morga no pareció sorprenderle el repentino regreso de Ishakan. Probablemente esperaba que Ishakan regresara primero. Mura se acercó tranquilamente a Leah con una palangana de agua para que se lavara la cara.

"¿Quieres desayunar con tu familia? Ambos te están esperando."

Por supuesto que quería que estuvieran juntos. Después de lavarse la cara, se vistió a toda prisa para dirigirse al comedor. Ya había comida servida delante de ambos, pero estaba sin rastros de haber sido tocadas. Parecía que estaban esperando a que llegara Leah.

Leah comenzó a comer tan pronto se sentó. Cuando ella comía junto a ellos dos, se hacía al estilo Kurkan. En el estilo de Estia, la comida se servía de uno en uno por orden.

Leah disfrutaba bastante de las comidas al estilo Kurkan. El hecho de que hubiera mucha comida en la mesa, le daba la sensación de libertad de que podría comer hasta saciarse.

Ella sabía el motivo. En el pasado siempre estuvo bajo régimen alimenticio. Había vivido tanto tiempo de esa manera que seguía comiendo menos que una persona promedio.

Siempre disfrutaba de los momentos en que podía comer libremente, probablemente debido a tantos años donde tuvo que reprimir su apetito. También le resultaba satisfactorio mirar a los dos comiendo con tantas ganas.

Observar a Lesha comiendo un muslo de pavo le abrió el apetito. Leah se esforzó por terminar la comida por primera vez en mucho tiempo. Mura, que había servido la comida, sonrió al darse cuenta que Leah estaba comiendo más de lo habitual.

Ishakan dijo separando los huesos de la carne delante de Leah con un cuchillo.

"El Rey de Balkat te tiene como objetivo."

"¿...Qué?"

Leah parpadeó repetidamente con nerviosismo. Seguramente pensaba matarla porque no tenía posibilidad de matar a Ishakan.

De hecho, hubieron bastantes intentos de asesinato debido a que la unión entre Kurkan y Estia representaba una amenaza para los reinos del continente. Pero no habían vuelto a ocurrir gracias a la política de Ishakan con los asesinos.

Los asesinos eran castigados severamente, sobre todo aquellos que intentaban asesinar a Leah. También los torturaban para obtener información de los responsables.

En una ocasión Ishakan estaba tan indignado, que cambió el rumbo del ejército para dirigirse al reino que había enviado los asesinos. La familia real responsable del crimen fue decapitada públicamente frente al palacio real. Fue tan llamativo que otros no se atrevían a enviar asesinos para matar a Leah.

En ninguna ocasión Leah vio a algún asesino. Porque los Kurkan los neutralizaban antes de que ellos pudieran llegar a Leah.

De todos modos, no podía creer que el Rey de Balkat intentara asesinarla, cuando todos los reinos del continente habían desistido. Leah murmuró pensativa.

"¿Por qué haría esa tontería? Debería saber que sucedió en anteriores ocasiones..."

Ella dejó de hablar. Fue porque Ishakan sonrió.

"No parece que planee un asesinato."

Leah preguntó ladeando la cabeza.

"¿Entonces?"

"Está interesado en ti."

Recordó los rumores sobre la lujuria del Rey y la Reina de Balkat.

"...Ah."

Solo entonces Leah se dio cuenta. Lesha levantó la mano con las mejillas hinchadas. Preguntó con el ceño fruncido después de tragarse la comida.

"¿Gente mala está atormentando a mamá?"

Lesha todavía no hablaba bien. No podía entender completamente las conversaciones, pero parecía que podía interpretar la situación. Ishakan respondió sonriendo.

"Sí."

"¡Les daré una lección!"

Fue adorable la forma en que pronunció esas palabras con las manos en la cadera. Sin embargo, en sus ojos dorados apareció un brillo espeluznante.

Se parece a su padre.

Leah miró a Ishakan. Parecía que estaba orgulloso de su hijo.

En cualquier caso, sólo se relacionarían en público durante el banquete. Los Kurkan la defenderían como un muro de hierro. Por lo que Ishakan no tenía que preocuparse.

Pero la convicción de Leah pronto se desvaneció.
julio 14, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 335

Capítulo 335. Mañana Familiar


Cuando se despertó se encontraba entre sus cálidos brazos. Sentía como si estuviera enredada en lianas. Sonrió mirando a Ishakan.

Normalmente Ishakan despertaba primero. Incluso cuando Leah se despertaba primero, Ishakan también se levantaba instintivamente. Era inusual verlo dormido.

Leah observaba a Ishakan que seguía durmiendo. No había señales de que fuera a despertar pronto. Entonces se dio cuenta de que realmente estaba muy cansado.

Un sentimiento de pesadumbre se apoderó de ella. Sacó su mano con cuidado para acariciar su mejilla. De repente recordó su habitual mirada.

"......"

La expresión de Ishakan solía parecer algo aterradora. Eso no cambiaba aunque siempre miraba de forma afectuosa a Leah.

Pero cuando dormía mansamente con los ojos cerrados, incluso parecía que tenía un aspecto adorable. No podía creer que un hombre tan corpulento podría verse adorable. Cualquiera lo habría pensado si viera a Ishakan en este momento. Leah tenía que reconocerlo aunque le daba celos.

De todos modos, él solo dormía completamente desprotegido delante de Leah. Sólo compartía su alma con su esposa.

Leah que no pudo resistirse, besó suavemente al dormido Ishakan. En ese momento se levantaron sus párpados cerrados. Una sonrisa apareció en sus ojos.

"Leah..."

Ishakan besó a Leah en la cabeza. 

"¿Quieres hacerlo en la mañana...?"

Al mismo tiempo juntó la parte inferior de sus cuerpos. Su virilidad estaba bastante rígida porque se acababa de despertar. Varias veces tuvieron s3xo frénetico en la mañana. Leah que había llegado al límite la noche anterior, intentaría que su esposo se durmiera de nuevo lo antes posible. Le susurró.

"Duerme un poco más."

"Si prometes quedarte conmigo."

"Siempre estaré a tu lado."

Ishakan cerró los ojos tras la firme promesa. Leah también se durmió entre sus brazos. 

Tiempo después un susurró despertó a Leah.

"¡Mamá! ¡Mamá!"

Un ligero peso se cernió sobre Leah.

"Mamá, despierta."

Recibió varios besos en la cara que le provocaron cosquillas. Pero de pronto alguien mordió su mejilla. Leah frunció el ceño. Se escuchó una voz profunda.

"Lesha."

Pronto desapareció el ligero peso que había encima de Leah. Ella finalmente se despertó somnolienta. Ishakan, que cargaba a Lesha con un brazo, pellizcó su mejilla.

"No puedes morder a tu madre."

"¡Papá siempre la muerde!"

"Eso es algo que sólo puede hacer papá."

Mirar a los dos exactamente iguales discutiendo le hizo sonreír. Escuchó atentamente la conversación de los dos. Lesha no paraba de parlotear.

"Yo cuidé de mi mamá cuando papá no estaba."

Ishakan colocó a Lesha sobre su hombro. Lesha declaró.

"Ahora incluso puedo cazar."

"¿Qué has cazado?"

"¡Una mariposa! ¡No la he matado!"

Significaba que sólo pretendía atraparlas sin matarlas. Ishakan sonrió.

"Eso es genial. Puedes llevar el nombre Kan."

Lesha se mostró orgulloso ante el cumplido de Ishakan. Finalmente los dos pares de ojos dorados se dirigieron hacia Leah.

"¡Buenos días, mamá!"

"¡Buenos días, mamá!"

Ishakan bajó a Lesha a la cama. Lesha se abalanzó a los brazos de Leah como si llevara mucho tiempo esperándolo. Leah besó a Lesha en la frente antes de mirar a Ishakan.

"Buenos días."

Fue una mañana para los tres.

***

martes, 12 de julio de 2022

julio 12, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 334

Capítulo 334. Ishakan Invade Su Mente (6)


Sacó su virilidad. Comenzó a m@sturbar bruscamente su virilidad llena de varios fluidos. Ishakan miró fijamente a Leah. Se lamió los labios mientras respiraba agitadamente.

Sus músculos se tensaron. Su cuerpo se puso rígido. Su gl@nde expulsó s3men. La gran cantidad de s3men fue esparcida desde el vientre de Leah hasta su pecho.

"Haa..."

Su pecho se hinchó repetidamente antes de estabilizarse. El fuerte olor a s3men hizo que su cabeza se mareara. Ishakan preguntó mientras regaba con sus manos s3men por el cuerpo de Leah.

"¿Aprendiste a decir palabras lascivas mientras no estaba?"

Ella respondió con vergüenza que también tenía que aprenderlo. Luego ella lamió sus dedos uno por uno. El reaccionó mordiendo su delgada muñeca.

Leah se retorció pero también mordió su antebrazo. Sonriendo como si estuviera viendo un pequeño gato mordiéndolo, Ishakan frotó su virilidad en sus muslos.

"Tiene mucho s3men acumulado..."

Su virilidad volvió a ponerse rígida. Dijo con una voz peligrosa.

"Hagámoslo otra vez."

***

Le costó entrar en razón porque hacía mucho tiempo que no tenía s3xo. A diferencia de lo habitual, Ishakan no tuvo piedad hasta el final.  Leah estaba tan excitada que se entregó completamente a él. Los dos se revolcaron locamente.

Ella se sentía avergonzada después del momento de pasión. Se quedó aturdida mirando el techo sin fuerza en su cuerpo.

Ishakan limpió el cuerpo de Leah con una toalla húmeda. Aunque Ishakan la había limpiado meticulosamente con una toalla, todavía su olor impregnaba su cuerpo. Sus mejillas se sonrojaron.

Ishakan besó una larga cicatriz en su muslo después de arrojar la toalla. Las heridas en sus piernas fueron tan graves que ella no pudo caminar durante un tiempo. Solía besar la cicatriz como si fuera un sacramento.

Después de besar a lo largo de la larga cicatriz, apoyó su cara en el estómago de Leah. Dejó escapar un largo suspiro. Su aliento le hizo cosquillas.

Leah barrió con su mano el cabello de Ishakan. Le preguntó sobre lo que tenía curiosidad desde antes. "¿Cómo demonios entraste en la habitación?"

"Dejaste la puerta abierta."

Ella había abierto la puerta de cristal del balcón para refrescarse.

"¿Por qué has dejado la puerta abierta? ¿Y si entra gente mala?"

"¿Quién entraría cuando la seguridad es tan estricta?"

"Alguien como yo."

"......"

Leah sólo perdería si la conversación se prolongaba más tiempo. Leah respondió que se aseguraría de mantener la puerta cerrada.

"Has regresado solo primero, ¿verdad?"

Ishakan respondió abrazando a Leah con más fuerza.

"Sí."

"¿Fue demasiado forzado?"

"Fue un poco complicado. Hace días que no duermo bien."

Añadió que cambió de caballo varias veces para cabalgar desde Herben hasta Estia sin descansar una sola vez. También dijo que neutralizó asesinos durante el camino.

"Te dije que te cuidaras..."

Ishakan sonrió sin decir una palabra. Sabía lo que había hecho mal. Su rostro mostraba claros indicios de cansancio. Tal vez si otra persona hubiera hecho lo mismo, habría colapsado con espuma de sangre saliendo de su boca.

"Deberías haber regresado despacio."

"No quería."

Ishakan respondió como un niño desobediente. Levantó ligeramente la cabeza. Susurró con la barbilla apoyada sobre su estómago.

"Te he echado de menos, Leah."

Fueron palabras sencillas. Pero la conmovieron más que cualquier cosa rebuscada. Probablemente era porque ella experimentó el mismo sentimiento.

"Yo también..."

Leah confesó tímidamente.

"Te he echado mucho de menos."

Ishakan murmuró después de besar su estómago.

"Tenía prisa porque un ladrón viene a mi casa."

"¿Ladrón?"

Ishakan le respondió con una carcajada ante su sorpresa.

"Hablaremos de ello mañana." Se acostó al lado de Leah. Como si no quisieran apartarse ni un momento, abrazó a Leah nuevamente. "Pensaba regalarte rosas al regresar... pero también lo haré mañana."

Ishakana añadió que no pudo prepararlo porque regresó con prisa.

"Tú también habrías querido verme más que las rosas."

Leah abrazó a Ishakan enterrando su cara en su amplio pecho para dormir. Ishakan también cerró los ojos con una sonrisa en su rostro. Pronto el sonido uniforme de sus respiraciones se extendió por la habitación.
julio 12, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 333

Capítulo 333. Ishakan Invade Su Mente (5)
 

Ni recibiendo un regalo de cumpleaños había estado tan satisfecho como ahora. Leah se quedó paralizada. Finalmente apenas pudo mover su rígida lengua.

"¿Ishakan...?"

Ella parpadeaba porque aún no podía creerlo.

"¿Cómo es posible...?"

Todavía debería estar en Herben. No podía creer que estuviera en el palacio real de Estia. Se pellizcó el brazo para comprobar si se trataba de una ilusión.

Pero el hombre siguió al frente suyo. Se acercó lentamente a la atónita Leah. La luz de la luna que entraba por la ventana fue bloqueada por su gran cuerpo. Su sombra la cubrió.

Ishakan acercó su rostro al de Leah. Preguntó con una voz traviesa.

"¿Te masturb@ste?"

Leah se dio cuenta tardíamente. Había sacado del armario un montón de ropa de Ishakan. Ella se apresuró a soltar la ropa de Ishakan que tenía en la mano.

Ishakan se acercó un poco más. Leah abrió los labios. Había tantas preguntas que quería hacerle, pero ni una sola salió de sus labios. Esto se debió a que su mirada fue atrapada por el bulto en su entrepierna, que se podía notar incluso en la oscuridad. Se quedó mirándolo aturdida durante un momento antes de hablar.

"No, no me m@sturbe..."

"¿Por qué?"

La empujó por los hombros hacia atrás. Leah cayó sobre el montón de ropa. Su fino cabello plateado estaba disperso. Ishakan se inclinó hacia adelante poniendo sus dos manos a ambos lados de su rostro. Repitió la pregunta mirándola fijamente.

"¿Por qué no lo hiciste?"

Leah no respondió. Su olor a tabaco se mezclaba con la brisa nocturna. Ella cerró los ojos. Se susurró con su boca cerca de su oído.

"Debió haber sido difícil para mi esposa contenerse."

Sus mejillas se sonrojaron. Leah se mordió el labio inferior. Pudo sentir un hormigueo al mismo tiempo que se mojaba su zona ínt!ma. Su cuerpo sabiendo lo que sucedería a continuación, se estaba preparando automáticamente para aceptar a su hombre.

Ella había enloquecido.

Estaba siendo demasiado evidente. Pero no había forma de reprimir sus emociones. Ishakan había dejado grabado en su cuerpo grandes experiencias.

Su boca se secó. Ella abrió los ojos. No podía aguantar más. En lugar de preguntarle cómo había llegado tan pronto, decidió abordar otro tema. 

"Solo..."

Le susurró abrazándolo por el cuello.

"Métemelo enseguida."

La mirada de Ishakan cambió. Con una sonrisa dejó al descubierto su virilidad, luego levantó su falda. Fue directo al final.

"Ahh..."

Sus ojos se agrandaron. Un gemido espontáneo se escapó de sus labios. Ishakan se agachó, poniendo su cara contra el cuello de Leah.

Su nariz rozaba casualmente su delicada piel mientras lamía su cuello. Ishakan de repente levantó su cabeza sonriendo. Preguntó mirando el rostro tembloroso de Leah.

"¿Te viniste tan pronto te pen3tré?"

Ella asintió levemente. Ishakan agarró fuertemente su cintura con ambas manos. Luego movió su cintura de arriba a abajo. Leah gritó viendo las estrellas.

"Oh dios mío..."

Leah agarró la sábana con las manos mientras se estremecía. Pero la textura que sintió fue un poco diferente. Pronto se dio cuenta que estaba agarrando la ropa de Ishakan. Ishakan se rió viendo lo sucedido.

"¿Por qué has sacado la ropa de tu esposo del armario?"

"Ah, quería, ahh..." Le resultaba difícil hablar porque estaba pen3trándola con mucha rapidez "Quería olerla...." Pensó que estaba siendo lasciva. Pero Leah reprimió su vergüenza. Reveló sus pensamientos al hombre que le gustaba. "Deseaba tener s3xo contigo, pero como no estabas, quería oler tu aroma..."

Susurró mirando a Ishakan. 

"Te amo, Ishakan..."

Ishakan arrugó la frente. Sus ojos se volvieron más feroces.

"Me estás volviendo loco."

lunes, 11 de julio de 2022

julio 11, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 332

Capítulo 332. Ishakan Invade Su Mente (4)

 
Lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos debido al placer. La saliva fluía de su boca que no podía cerrar porque no podía contener sus gemidos. Ishakan la succionó. 

¡Ahh, Ishakan...!

Ni siquiera podía hablar adecuadamente de lo agotada que estaba. Le suplicó que redujera la velocidad, pero Ishakan no se detuvo. La atormentó hasta el punto en que ella gimió como un animal salvaje, olvidando su vergüenza.

Oh, me, me encanta…

Ishakan la besó al escuchar sus palabras, frotando suavemente sus pezones con sus dedos. Sentía bastante pl@cer aunque no la estaba pen3trando con fuerza. Sus suaves movimientos la hacían perder la cabeza.

Finalmente su virilidad se estremeció dentro de su cavidad. Leah apretó sus paredes v@g!nales ayudando a la situación. Ella sintió que el cuerpo de Ishakan se endurecía. Ishakan mordió su cuello.

El ligero dolor intensificó su placer que estaba al límite. Su trasero se meneó involuntariamente. Unos brazos firmes rodearon a Leah. Ishakan habló.

Leah...

De repente un líquido pegajoso se esparció en su interior. Leah gritó su nombre.

Ahh, Isha.

Su cuerpo se estremeció. Llegó al cl!max.

"......"

Leah se tapó la mano con la boca tras terminar de recordar ese momento. Después de ese suceso no pudo acercarse al espejo durante un tiempo. Se debía a que en cada ocasión recordaba la escena erótica. En particular, la mirada de Ishakan a través del espejo que la hacía sentirse lasciva.

Una sensación de hormigueo invadió su vientre. Leah suspiró. Tal vez ella también tenga sangre de alguna bestia. De lo contrario, no pensaría en el s3xo con tanta frecuencia.

Tras vagar brevemente por la habitación, Leah abrió la puerta de cristal que conectaba con el balcón. De esa manera se refrescaría sin la necesidad de salir a pasear a estas horas.

Sin embargo, fue una mala elección. Porque le vino a la mente su visita en medio de la noche. El hombre que estaba lanzando guijarros a la puerta de cristal, luego entró en su habitación como si le perteneciera. El confiado intruso que cruzó el límite, incluso terminó apoderándose del corazón de Leah.

No podía dejar de pensar en Ishakan. No podía soportar su ausencia. Se sentía como si un viento frío entrara en su corazón.

Leah se dirigió hacia el armario con la mano sobre su pecho. Sacó una ropa que estaba colgada dentro. Se trataba de ropa de Ishakan.

Leah la abrazó con fuerza. Luego sacó ávidamente el resto de la ropa. Se acostó en la cama con el montón de ropa. Mientras olía el ligero aroma del tabaco mezclado con el aroma corporal de Ishakan, su parte inferior de su cuerpo se estremeció. Se frotó la cara contra una ropa de Ishakan.

Ishakan le enseñó a masturbarse, pero nunca lo había hecho sola. No sólo porque le diera vergüenza, sino que realmente ni siquiera le daba ganas de hacerlo sola.

Prefiriendo reprimir el deseo s3xual que Ishakan le había enseñado, no tenía más remedio que esperar que su esposo regresara lo antes posible. Leah cerró los ojos pronunciando su nombre con nostalgia.

"Ishakan..."

Suspiró suavemente. Pero de repente se quedó paralizada. Sintió que alguien la estaba viendo desde algún lugar. Su habitación era uno de los lugares más restringidos del palacio real. Ni siquiera Mura podía entrar imprudentemente durante la hora de dormir de Leah.

Se le puso la piel de gallina. Leah se levantó rápidamente para mirar a su alrededor. Contuvo la respiración cuando vio unos ojos dorados brillando en la oscuridad. La observaban como si la estuviera lamiendo con sus ojos.

Soltó el aliento que había estado conteniendo. Los latidos de su corazón comenzaron a acelerarse. Leah dejó escapar un murmullo.

"Oh..."

"Me preguntaba qué hacía mi esposa mientras estaba afuera."

Ishakan dijo con una sonrisa.

"Nunca podría haber imaginado esta bienvenida."
julio 11, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 331

Capítulo 331. Ishakan Invade Su Mente (3)


Los ojos de Leah se agrandaron. Su rostro se ruborizó al mirar su reflejo desnudo en el espejo. Ishakan le susurró a la conmocionada Leah.

Hermosa, ¿No?

Preguntó frotando su virilidad contra sus n@lgas. Su rígida virilidad estaba humedecida por el líquido pr3s3minal que brotó desde su gl@nde. Ishakan agarró su barbilla para girar su cabeza hacia él. Sus labios se unieron.

Su gl@nde p3netró su cavidad mientras se besaban apasionadamente. Su virilidad entró suavemente. Su cintura se levantó involuntariamente. Exhaló un suspiró.

Su virilidad tan gruesa como un antebrazo no p3netró hasta el fondo. La p3netración superficial la hizo enloquecer aún más. 

Intentó enfriar de algún modo la sensación de calor en su interior, por lo que se acercó al espejo en busca de una sensación de frescura. Cuando sus s3nos se presionaron contra el espejo, salió la leche restante manchandolo. 

¡Oh…!

Leah retrocedió rápidamente. Pero la leche ya fluía por el espejo. Su rostro se enrojeció aún más de la vergüenza.

Ishakan... por favor...

¿Te da vergüenza?

Preguntó mordiendo la oreja de Leah.

¿Debería echarle mi s3m3n también?

Estaba dispuesto a sacar su virilidad de inmediato para echarle s3m3n al espejo. Casi llora por la conmovedora consideración de su esposo. Leah negó con la cabeza desesperadamente para que no lo hiciera.

La leche seguía saliendo de sus s3n0s que estaban siendo estimulados con sus manos. Su virilidad se movía suavemente en su cavidad. Fue extraño sentir ambas sensaciones.

Parecía que su cabeza estaba a punto de explotar. Su visión estaba borrosa del placer. No pudo aguantar más. Una súplica salió de su boca.

Detente, ahh...

Aunque Leah le dijo que se detuviera, movió sus caderas inconscientemente. Ishakan dejó escapar un gemido reprimido.

Ishakan apretó sus s3n0s con fuerza. Ella pudo sentir claramente cómo salía leche. Comenzó a jadear. Cuando miró el espejo con la vista nublada, se estaba desarrollando una escena demasiado lasciva.

Su cabello desordenado estaba pegado a su piel. Sus s3n0s enrojecidos expulsaban leche repetidamente. Fue increíble verse a sí misma en estas condiciones.

Entonces miró al hombre que estaba detrás de ella a través del reflejo en el espejo. Estaba completamente exc!t@do. Ella no podía apartar la mirada de sus músculos tensos. Leah tragó saliva inconscientemente.

En ese momento sus miradas se encontraron a través del espejo. Sus ojos dorados brillaban con ferocidad. Su mirada revelaba un deseo descontrolado.

Parecía que quería devorarla. Sintió un poco de miedo. Pero pronto su miedo fue sustituido por un placer escalofriante. La evidente exc!t@ción de Ishakan se extendió como el fuego.

Ishakan sonrió. Rápidamente bajó la mirada avergonzada. Entonces le exigió a Leah. 

Tienes que mirarme.

Susurró porque ella aún no levantaba la mirada.

Vamos. Leah.

Ella no tuvo más remedio que establecer contacto visual. 

El bebé tiene que salir pronto. Ha hecho sufrir mucho a su padre.

Añadió empujando su virilidad.

Y también a mamá.

Se estremeció debido a una oleada de placer. La mano que estaba estimulando su s3n0 restregó la leche que había corrido hacia su barriga redonda.

Te gusta que sea rudo. Pero debo contenerme un poco...

Ishakan mordió su cuello con fuerza, agarrándose ambos s3n0s con sus manos. Se lamió los dedos mojados mientras miraba a Leah.

Así que por los momentos lo haré.

sábado, 9 de julio de 2022

julio 09, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 330

Capítulo 330. Ishakan Invade Su Mente (2)


Las cejas de Ishakan se levantaron. Se acercó a Leah después de dejar la bandeja de aperitivos que había traído sobre la mesa. Agarró su barbilla con su gran mano. Ishakan preguntó mientras observaba su rostro.

¿Qué?

A ella le daba vergüenza decirlo. El silencio se prolongó. Ishakan no apartó su mirada aunque ella no decía nada. Nunca la obligaba a hacer nada, pero se volvía insistente cuando se trataba de un tema de salud.

Siempre le enfatizó que le hiciera saber cualquier problema. 

Una serie de acontecimientos provocaron un considerable debilitamiento de Leah, que nunca había gozado de muy buena salud. Tal vez por esa razón Ishakan prestaba mucha atención a la salud de Leah. Podía notar el más mínimo cambio.

Ahora parecía sospechar que Leah le ocultaba algo sobre su salud. Como no podía permitir que él se preocupara más, finalmente confesó su problema. Ishaka se rió.

¿Existe alguien que pueda tocarte mejor que yo?

Ishakan hizo otra pregunta ladeando la cabeza.

¿Quién quieres que te toque?

Leah respondió agarrando su mano.

Sólo tú.

Ishakan sonrió salvajemente. Apretó su sen0 por encima de la ropa. Acercó sus labios a su oreja para susurrarle.

Sí, soy el único.

Sus dedos estimulaban su p3zón. Eso no podía considerarse un masaje, sino un gesto de insinuación sexual. Su cuerpo se encendió con el placer que la invadía. Al final dejó escapar gemidos sin poder contenerse.

Ahh… ahh…

Gemidos salieron esporádicamente. Ishakan le quitó la ropa antes de que ella se diera cuenta. Miró fijamente sus pálidos s3n0s durante un momento, antes de comenzar a estimularlos con su boca.

Sus p3z0nes se pusieron rígidos rápidamente. Entonces comenzó a frotar sus p3z0nes con sus dedos índice y pulgar. Ella intentó apartarlo, pero él la besó para calmarla.

Sus lenguas se entrelazaron en un largo beso. De repente una sensación de hormigueo recorrió su cuerpo. Los hombros de Leah temblaron.

Ahh… 
 
Algo estaba saliendo. Cuando bajó la mirada presa del pánico, vio un líquido blanco en la punta de su p3zón. Era leche.

Leah se sorprendió. Le daba vergüenza aunque fuera un hecho natural. Parecía que tardaría en acostumbrarse a ello.

A diferencia de Leah, que incluso le daba vergüenza mirarla, Ishakan se quedó mirando la leche que fluía. El líquido terminó mojando sus dedos.

No sabía porque se sentía tan lasciva. Quizás se debía a la mirada de Ishakan. Observaba fijamente como la leche mojaba su piel morena. Parecía como si la estuviera devorando con la mirada. Su vientre se tensó. Ishakan acercó su boca a sus s3n0s.

¡Qué estás haciendo…!

Chupó con tanta fuerza sus p3z0nes que producía sonidos. Se tragó cada gota de leche. Ishakan que estaba lamiendo sus p3z0nes enrojecidos, subió lentamente su mirada. Su rostro se calentó en cuanto sus miradas se encontraron. 

Entonces le dijo a la tímida Leah.

Dame más.

Ella intentó darse el masaje a sí misma porque sabía que esto sucedería. Ella murmuró agarrando su cara con ambas manos.

No...

Pero Ishakan no le creía. Chupó sus p3z0nes con fuerza.

Por qué... haces esto...?

Estaba tan avergonzada que casi se desmayaba. Respondió Ishakan con el rostro inmutable a la asustada Leah.

Como padre debo asegurarme de que mi hijo pueda alimentarse bien.

Comenzó a succionar leche de nuevo. Leah juntó sus muslos soltando un gemido. Ishakan susurró mientras ella se cubría su cara enrojecida con las manos.

Te ves hermosa, Leah.

Ella sacudió la cabeza sin hablar. Ishakan levantó rápidamente a Leah.

¿Me creerás si te lo demuestro?

Luego la colocó frente a un espejo situado en un rincón de la habitación. Cuando tocó el espejo con la mano, una cálida temperatura corporal la envolvió desde atrás. Susurró con las manos estimulando su s3no.

Hagámoslo aquí.
julio 09, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 329

Capítulo 329. Ishakan Invade Su Mente (1)


Su mano que estaba cortando las espinas de una rosa se detuvo. Ishakan frunció el ceño. Pero Haban aún no había terminado de hablar.

"Tanto el Rey como la Reina poseen una gran belleza."

Existía una gran posibilidad de que dejaran a un lado el objetivo político de romper la alianza matrimonial, para centrarse en satisfacer sus propios intereses.

Ishakan bajó la rosa. Haban aprovechó para continuar hablando.

"Además, el Rey de Balkat intentó casarse en el pasado con la Princesa de Estia."

No se pudo hacer realidad porque en ese momento estaba Byun Gyeongbaek. Sin embargo la situación había cambiado aunque Leah estuviera al lado de Ishakan.

Seguramente el Rey de Balkat había escuchado rumores sobre la belleza de Leah. Cuando viera a Leah en persona probablemente se desbocaría su lujuria. Ishakan frunció el ceño, pensando en Leah que era la mujer más hermosa.

Hacía mucho tiempo que no regresaba a casa. Le hubiera gustado dedicarle tiempo a su familia cuando regresara, pero ahora tendría que utilizarlo para deshacerse de la basura. Se sintió desdichado pensando que no tendría tiempo para compartir con su familia.

"Si no fuera por los esclavos Kurkan, no podrían poner un pie en la frontera de Estia."

Ishakan lanzó hacia arriba la daga que tenía en la mano con un rostro inexpresivo. La cuchilla de la daga brillaba mientras giraba en círculo en el aire. Tras caer la atrapó con la mano, y la lanzó repetidamente. Finalmente habló cuando se detuvo.

"Tres días."

Haban parpadeó. Preguntó incrédulo pensando que había escuchado mal.

"¿Qué...?"

Ishakan se limitó a responder cordialmente.

"Regresaremos en tres días."

Comprimió el plan de quince días en solo tres días. Se levantó inmediatamente. 

"Trae mi espada curva."

Ishakan le dijo al sorprendido Haban que no podía cerrar la boca.

"Hoy tomaremos la ciudad capital de Herben hoy."

***

Lesha miró a Leah con somnolencia. El niño parecía medio dormido. Leah acarició su cabello. Lesha dijo con una sonrisa.

"Buenas noches mamá..."

Lesha no tardó en dormirse. Leah lo besó en la frente antes de irse a su habitación.

Ella miró alrededor de su habitación. Desde que los Kurkan comenzaron a residir en el palacio real de Estia, varios lugares fueron decorados basados en su cultura extranjera.

La habitación que usaba con Ishakan se parecía a las habitaciones del palacio real de Kurkan, con finas telas separando los espacios. Habían cojines con coloridos patrones, sillas, braseros, así como pipas para fumar, todo ello traído por Ishakan.

Solía sentarse en la barandilla del balcón con una larga pipa en la mano para fumar. Leah se acercó a la cama mientras lo recordaba. La cama vacía le parecía especialmente grande. Bajó lentamente la sábana con las manos.

Se sentía un poco fría al tacto. Nunca era igual cuando estaba con él. Siempre estaba cálido donde Ishakan estaba debido a su alta temperatura corporal.

Leah se dirigió a una pequeña mesa. Revisó uno a uno los documentos que había sobre la mesa. Esta noche tenía que hacer todo esto antes de irse a dormir. Pero le resultaba difícil concentrarse. Su mente estaba en otra parte.

Todavía le falta mucho camino por recorrer.

Sólo hace unos días se informó de la noticia de la caída del reino de Herben. Considerando la distancia que voló el ave mensajera, mínimo no regresaría hasta una semana después. Además habían muchas cosas que organizar después de tomar el reino de Herben.

Probablemente tarde diez días…

Leah soltó los documentos dejando finalmente a un lado sus pensamientos. Se puso un chal sobre los hombros. Quiso dar un paseo por el jardín. Cuando revisaba su vestido en el espejo largo, de repente curvó sus labios.

"......"

Su rostro se ruborizó un poco. Habían rastros de Ishakan en todas partes. Leah lo recordaba con cualquier cosa que viera. Incluso el espejo largo delante de ella le traía recuerdos de Ishakan.

Fue un día antes de que naciera Lesha. Leah estaba murmurando para sí misma sobre una de las tantas cosas que una madre debía saber.

Será difícil para el bebé sustraer la leche si los p3zones están duros...

Se decía que había que frotarlos antes del alumbramiento para ablandarlos. Pero no era tan fácil como parecía. Leah se rindió después de llevarse las manos a los s3nos varias veces.

Le daba demasiado vergüenza hacerlo sola. Pero justo en ese momento llegó la persona que podía ayudarla.

¿Ishakan?

viernes, 8 de julio de 2022

julio 08, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 328

Capítulo 328. Reino de Herben (2)


El Caballero Comandante gritó.

"¡Insolente!"

Una reacción exagerada para encubrir el hecho de que sintió miedo por un momento. El Caballero Comandante se precipitó hacia Ishakan con la espada levantada.

El Caballero Comandante balanceó su espada con un fuerte grito. Pero fue en vano. Sangre salpicó el suelo. Cuando Ishakan bajó su espada, dos cosas habían caído. Lo primero fue una espada rota, lo segundo…

"¡Ahh!"

Fue el brazo derecho del Caballero Comandante. Terminó cayéndose del caballo. Gritaba mientras su sangre seguía manchando el suelo.

Ishakan observaba con frialdad al hombre que se arrastraba como un gusano por el suelo. Genin se acercó a Ishakan ofreciéndole un tabaco. Fumó un poco antes de detenerse. Lanzó el tabaco restante hacia el Caballero Comandante.

"Genin."

"Deme la orden."

"Córtale la lengua y métesela en la garganta."

Genin desenvainó su espada inmediatamente. El Caballero Comandante intentó alejarse temiendo por su vida. Ishakan se rió viendo su actitud.

"Uno debe asumir la responsabilidad de sus palabras."

***

La última línea de defensa se había roto. Ahora sólo quedaba marchar hacia el palacio real de Herben. Los Kurkan que habían instalado su campamento cerca de la ciudad capital, se preparaban para la batalla final.

"Se dice que muchos han escapado."

"Probablemente regresaremos a casa en medio mes."

"Sí."

Haban miró fijamente a Ishakan. Ishakan tenía una rosa en la mano. A su lado estaban apiladas varias rosas, que estaba recogiendo para cortarle las espinas. Cada vez que movía su pequeña daga con rapidez, las espinas desaparecían.

Desde hacía tiempo Ishakan tenía este pasatiempo cuando estaban en un campamento. Haban no pudo evitar preguntar con curiosidad.

"¿Se las piensas regalar a Leah? Tardaremos mucho tiempo en regresar a Estia... las rosas estarán marchitas para entonces."

"Sólo estoy practicando para cuando regresemos."

Ishakan sonrió mientras revisaba la rosa para comprobar si le quedaban espinas.

"Sólo quiero darle las más hermosas."

Podría ordenarle a sus subordinados que cortaran las espinas, pero Ishakan estaba dispuesto a hacerlo personalmente. Ishakan podía comprarle cualquier cosa con dinero, pero este tipo de detalles no.

Haban siguió informando a Ishakan después de haberse distraído por las rosas.

"Se dice que el reino de Balkat enviará emisarios a Estia junto con los esclavos Kurkan. También vendrá el Rey acompañado de la Reina para negociar la paz."

Ishakan sonrió. Fue porque recordó todo lo que había vivido con Leah cuando los Kurkan estaban negociando la paz con Estia.

"Por cierto…" Haban añadió frunciendo el ceño ligeramente. "Es probable que el reino de Balkat tenga un propósito oculto."

El Rey anterior de Balkat murió tempranamente de una enfermedad. Su hermano heredó el trono porque el anterior Rey no tenía hijos. También aceptó a la esposa de su hermano como Reina según las costumbres del reino.

Era un matrimonio sin amor. Aunque se rumoreaba que ambos se mantenían distanciados, extrañamente querían venir como pareja en esta ocasión.

"Se dice que ambos son muy lujuriosos. Me temo que pueden estar pensando tonterías."

Preguntó Ishakan bajando la rosa en su mano.

"¿Por ejemplo?"

"Hmm... Estia y Kurkan están ahora unidos por su matrimonio."

Kurkan pudo establecer puestos de avanzada en el continente gracias a Estia. Por otra parte, Estia estaba a punto de convertirse rápidamente en un estado poderoso bajo la protección de Kurkan. Sin embargo, la sólida unión entre los dos reinos se basaba únicamente en el matrimonio de Leah e Ishakan.

"Parece que Balkat quiere romper la alianza matrimonial..."

Haban dijo dudando lo que no quería decir.

"Se especula que intentarán seducir a Ishakan o a Leah."
julio 08, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 327

Capítulo 327. Reino de Herben (1)


El sonido de cuernos de batalla resonó fuertemente. El suelo temblaba por los cientos de cabellos que se acercaban rápidamente.

Un grupo de cuervos revoloteaban en el cielo haciendo siniestros chillidos. Sudor frío recorrió su columna vertebral. El Caballero Comandante del reino de Herben miró con dignidad hacia adelante dejando a un lado su preocupación. 

Pudo observar al ejército bárbaro a través del polvo que se levantaba en la llanura. El ejército que avanzaba sin dudar, se detuvo al mismo tiempo que el Comandante Principal.

Fue un espectáculo maravilloso verlos moverse como si fueran una sola entidad. El Caballero Comandante estaba tan impresionado que olvidó temporalmente la hostil situación.

Le hacían honor al título de 'ejército invencible'. Un ejército temible como enemigo.

No creía que los soldados que lideraba pudiera vencerlos. En realidad, no tenía la intención de librar una batalla. Cabalgó hacia adelante después de indicarle a sus soldados que esperaran en sus posiciones.

Miró al hombre que estaba al frente del ejército. Ese hombre, que destacaba entre la multitud de Kurkan, seguramente era el Rey bárbaro.

El Caballero Comandante observó al Rey bárbaro durante un rato. Había escuchado que se llamaba Ishakan. Le pareció que era un nombre que le convenía.

Como decían los rumores era un hombre guapo. Sus ojos dorados eran impresionantes. Su cuerpo musculoso se podría considerar un arma. Sin duda debería ser poderoso.

Sin embargo, confiaba en su experiencia práctica. Por muy bueno que fuera el cuerpo físico de alguien, había ciertas habilidades que sólo podían adquirirse con los años. Fue elogiado como un genio. Incluso si no podía detener al ejército bárbaro, estaba seguro que podría bloquear al menos a un Rey.

"Escucha, Rey bárbaro."

El Caballero Comandante sacó su espada. Luego dijo con firmeza.

"Si conoces el honor, lucharás conmigo limpiamente."

Eso significaba resolver el asunto en un duelo uno a uno. La declaración del duelo fue seguida del silencio. El Caballero Comandante gritó apretando su espada. 

"¡Vamos!"

Estallaron las risas en el ejército Kurkan. El rostro del Caballero Comandante se enrojeció. Los Kurkan no lo hicieron para provocarlo, fue una reacción espontánea.

"Oh, Dios mío... Creo que está loco..."

Dijo Haban después de casi caerse del caballo de la risa. Ishakan sonrió en silencio. Parecía que el Caballero Comandante pensaba que sus artes marciales eran extraordinarias.

Aunque fuera extraordinario todos los Kurkan presentes tenían un nivel bastante alto. Parecía que el Caballero Comandante no tenía mucho conocimiento sobre los Kurkan, mucho menos sobre su Rey.

La mayoría de los Kurkan que había visto eran esclavos, que ni siquiera habían realizado la ceremonia de mayoría de edad. Por eso actuó con tanta imprudencia.

De todos modos, no fue una mala propuesta. Esto aceleraría el tiempo de regresar a casa. Ishakan desenvainó su espada con gusto. Entonces condujo su caballo hasta el Caballero Comandante.

El Caballero Comandante observó detalladamente a Ishakan. Frunció el ceño ligeramente al notar que Ishakan no estaba ni un poco tenso. Hizo una provocación.

"Esta vez será tu turno con el hada de Estia. Me pregunto cuál será el próximo esposo de la Reina de Estia."

Ishakan suspiró mientras se frotaba la cara con una mano.

"...Ha."

Un brillo apareció en sus ojos dorados. Sabía que se trataba de una estrategia para que perdiera la compostura. Pero no podía evitar reaccionar.

Leah se hizo más famosa en el continente después de muchos incidentes. Estaba rodeada de todo tipo de rumores. Uno de ellos fue el hada de Estia.

Todos los que habían hablado de casarse con Leah murieron. No sólo el Conde Byun Gyeongbaek, sino también el Principe Blain. La gente estaba convencida que pronto sería el turno del Rey bárbaro. Pero fue Ishakan quien los había matado.

No podía entender por qué consideraban a los hombres que la acosaban como víctimas. Tampoco quería entenderlo.

En estos casos, Ishakan optaba por el método más fácil. Lo demostraría en lugar de explicarlo con palabras. Estaban frente a frente. El Caballero Comandante se estremeció ante la clara diferencia de tamaño. Ishakan dijo inmutable.

"Asumo que tienes la confianza para hacerte responsable de tu lengua."

"¡......!"