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lunes, 5 de junio de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 126

Capítulo 126. Adivina (2)

'¿Esa es la mujer?'

La mujer que llevaba una capucha morada oscura desprendía un aire misterioso. Su barbilla y sus labios reflejados en el orbe de cristal se veían hermosos. Probablemente era una mujer muy bella. Ben tragó saliva sin motivo aparente. Pero ahora que lo pensaba, le parecían extrañamente familiares los rasgos inferiores y la figura del cuerpo de la mujer. Estaba casi seguro que había visto muchas veces a esta mujer antes.

"Siéntate."

Parece que se había equivocado. La mujer tenía una voz pesada, como pequeñas bolas de cristal cayendo sobre un plato de metal. No conocía a ninguna mujer con una voz tan inusual. Todo esto fue gracias al caramelo de modulación de voz que le había dado Railin, pero no había manera de que Ben lo supiera. Finalmente se sentó obedientemente en el asiento de enfrente, sin reconocer a Annette.

Pero sus sospechas de apostador no desaparecieron. Intentó mirar lo máximo que pudo por debajo de la capucha, preguntándose si aquella mujer era una estafadora. Entonces, los labios de la mujer se curvaron en una sonrisa. Cuando las puntas de sus dedos acariciaron un orbe de cristal de color extraño, una tenue luz brotó en la superficie para su sorpresa.

¿Qué clase de truco es este?

Ben se sobresaltó. El ambiente se volvió aún más verosímil por la luz que emitía el orbe de cristal. Parecía algo místico sacado de una leyenda. En ese momento, ella habló mientras miraba el orbe de cristal.

"Tienes dos nombres."

¿Qué mierda quiere decir? Ben frunció el ceño, pero de repente se puso rígido. Había estado viviendo con un nombre falso hasta hace unos meses. Se preguntó cómo esta mujer podía saber esa información, ¿acaso fue casualidad? Pero antes de que tuviera tiempo de seguir pensando en ello, la mujer continuó hablando.

"Alguien muy poderoso te está respaldando. Es una de las personas más importantes de Deltium. ¿O me equivoco?"

"¡¿Qué demonios?!"

Ben se estremeció. Se le puso la piel de gallina. Estaba delante de una adivina real.  Realmente debía haber visto a través de todo. Pero no había terminado de hablar. La adivina, que permaneció en silencio durante un rato, dijo en un tono algo acusador.

"Parece que tú... has hecho muchas cosas malas. ¿No? ¿Alguna vez has traicionado a alguien o has hecho algo tan grave que incluso le pudiste dejar un gran trauma psicológico a otra persona? Especialmente a una mujer."

Ben recordó el pasado cuando secuestró a una joven dama de una familia noble. También recordó el rostro de la hija de su empleador, a quién había inculpado el crimen. Más bien, hubo tantas ocasiones que era bastante difícil identificar sólo una.

Si Annette levantaba la vista en ese momento, Ben podría reconocerla. Pero ella sólo miraba hacia abajo al orbe de cristal. Por ello, él seguía sin poder descubrir su verdadera identidad. Su adivinación era tan precisa que le hizo sudar frío.

"Hay mucha gente que está resentida contigo. Una emoción tan intensa como el resentimiento puede tener un impacto negativo directo en la otra persona. ¿Quizás has tenido un poco de mala suerte últimamente? Sin importar lo que hagas, no has obtenido los resultados deseados. Es el karma por haber sembrado mucho resentimiento."

"Entonces, ¿Qué tengo que hacer para librarme de ese resentimiento?"

Ben, completamente engañado por las palabras de Annette, inclinó la parte superior de su cuerpo. La mayoría de los jugadores creían que no ganaban porque tenían mala suerte. Ahora tenía la sensación de haber tenido últimamente más mala suerte de lo normal.

Estaba frustrado porque quería mejorar su karma lo antes posible. Cuando él parecía estar completamente convencido de lo que ella decía, sus elegantes dedos que habían estado moviéndose sobre la parte superior del orbe de cristal se detuvieron.

"Debes disculparte directamente con la persona que alberga el resentimiento."

La luz que emitía suavemente el orbe de cristal de repente se volvió más brillante. Fue como verter aceite en una chimenea. Ben, que estaba acostumbrado a las habitaciones poco iluminadas, se tapó su rostro inconscientemente.

Justo en ese momento, la mujer se quitó la capucha que llevaba puesta.

"¡Tú...!"

Los ojos de Ben se agrandaron de la conmoción al ver el rostro de Annette. Le había estado sirviendo durante casi una década. Era imposible que no la reconociera.

¿Cómo diablos ha llegado hasta aquí? ¿Cómo sabe que estaba aquí?

Su mente estaba agitada. Inconscientemente, Ben se levantó de su asiento, dando un paso hacia atrás. Actuó como si estuviera viendo el fantasma de alguien del pasado.

Puck―