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jueves, 9 de marzo de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 62

Capítulo 62. Médico de Cabecera


El amanecer se asomaba por la ventana. La cálida luz del sol se colaba en la habitación. Sentado rígidamente en un diván, Raphael giró la cabeza. Entonces vio el hermoso rostro de Annette que estaba durmiendo en la cama. Era un rostro encantador, suficiente para hacer suspirar a la gente. 

Raphael, tras levantarse silenciosamente de su asiento, comenzó a mirar el joyero en un cajón. En contraste con su gran físico, sus movimientos eran bastante silenciosos, como los de las fieras salvajes. Cuando encontró lo que buscaba, Raphael lo cogió con cuidado sin despertar a Annette. 

El objeto era tal cual como lo recordaba. El anillo hecho de la más fina amatista brillaba incluso en la tenue luz de la madrugada. El letra  'S' grabada con lámina de oro en la superficie le llamó especialmente la atención. Raphael no conocía antes su significado, pero ahora sí. Significaba que Annette era cliente de un gremio de información especial.

El Gremio Secreto.

Incluso Harold Evans, su único conocido, también tenía el anillo. Él en el pasado estuvo en posición de hacer recados secretos para el Rey. Pero, Annette parecía una mujer corriente que disfrutaba de una apacible vida cotidiana haciendo bordados con sus finas manos o leyendo libros. Sin embargo, también era una mujer que escondía en secreto el anillo del Gremio Secreto en lo más profundo de su cajón. 

Raphael miró el anillo que tenía en la palma de la mano con rostro inexpresivo. A simple vista, se podía notar que el tamaño del anillo era demasiado grande para caber en los dedos de Annette. Eso implicaba que no era un anillo que estuviera destinado a ser usado. De repente, las palabras de Harold aparecieron en la mente de Raphael. 

"Es un gremio que se dedica a todo menos al asesinato; como intercambio de información, venta de varios artículos ilegales como veneno, dr0g@s menores, secuestro de personas, negocios de préstamos privados, entre otros... ¡Ah! He escuchado que recientemente también se han aventurado en el contrabando y también sacan a gente del reino. Es un servicio bastante caro, pero si quieres huir de tu realidad, no estarás tirando tu dinero por el desagüe."

La mano de Raphael, que agarraba el anillo, se tensó sin darse cuenta. Annette podría haber ido allí sólo para intercambiar información porque no era de las que se metían en delitos ilegales. Y en cuanto al contrabando fuera del reino... no estaba seguro.  El rostro de Raphael mostró signos de angustia. 

No era razonable romper las posesiones de Annette. Raphael apretó los dientes y volvió a colocar el anillo en su sitio. Pero en el momento en que cerró el cajón, sus emociones se dispararon un poco. ¡Tak! El sonido resonó en la habitación. La aguda intuición de Raphael percibió un movimiento en la cama.

"¿Umm... Raphael?"

De hecho, Annette levantó sus párpados pesados por el sueño. Sus confusos ojos rosados recorrieron su rostro con una mirada preocupada. Le acarició la mejilla con cuidado. Como acababa de despertarse, su temperatura corporal estaba más alta, ella se sentía más cálida.

"¿Has tenido otra pesadilla? Ven aquí."

Annette levantó una esquina lo tiró suavemente del cuello. Los ojos azules de Raphael  que la miraban se oscurecieron un poco. No había forma de que pudiera resistirse a esta tentación. Se tumbó suavemente a su lado mientras ella lo  guiaba. Entonces Annette, que extendió los brazos y abrazó la cabeza de Raphael, lo apaciguó cariñosamente. 

"No pasa nada, Raphael . Eres una buena persona. Yo... te protegeré. Así que relájate. "

Se sintió bien al escuchar la delicada voz de Annette, que se había vuelto un poco ronca a causa del sueño. Su manera elegante de hablar era demasiado bonita. Sentía como si alguien le estuviera echando al oído toda una botella de dulce jarabe de arce. 

Raphael cerró los ojos lentamente. Le gustaba la sensación de estar entre sus delicados brazos. Annette olía a flores. Ella se quedó dormida antes de darse cuenta. 

Después de ser tan amable conmigo, no me dejará atrás, ¿verdad?

Raphael levantó lentamente el torso para que Annette no se despertara. Luego encerró su cuerpo dormido entre sus brazos. Raphael, que inclinó la cabeza, le susurró suavemente al oído de Annette. 
 
"No irás a ninguna parte, Annette."

El cabello suelto de Raphael cubrió la pequeña cara de Annette. Sin querer, su figura parecía la de una pobre prisionera atrapada en una reja. Satisfecho con esto, Raphael la abrazó un poco más fuerte. Annette gimió en señal de protesta al sentirse sofocada.  

Raphael besó en silencio el ceño fruncido de su frente. Le daba pena, pero no tenía ganas de soltarla de los brazos. Si ella sentía que este cautiverio era demasiado, entonces mejor tendría que acostumbrarse. No pensaba soltarla nunca. 

......
......

Annette, que se había despertado alterada, consultó su reloj por reflejo. Su cuerpo parecía hoy más perezoso que de costumbre, se había quedado dormida dos horas más. Como ella tenía muchas cosas de las que ocuparse estos días, parecía que se estaba cansando mentalmente.

Ella retiró con cuidado los brazos de Raphael que la abrazaban por la cintura. Iba a dejarlo dormir un poco más. Annette siempre sintió pena por Raphael porque había sufrido durante mucho tiempo un trastorno del sueño. Así que no quería perturbar su sueño. 

¿Qué hará cuando me vaya?

A Annette le dolió la cabeza debido a esta preocupación. Raphael había empezado a dormir bien, pero si ella desaparecía, su trastorno del sueño podría volver a su estado original. Annette miró con nostalgia el rostro dormido de Raphael. 

Su rostro a través de su despeinado cabello negro, era tan hermoso como el de un antiguo dios masculino. Era asombroso ver que su piel no se bronceaba a pesar de que practicaba su habilidad con la espada todos los días. Annette pasó lentamente los dedos por la frente recta, la nariz alta y los labios sensuales de Raphael. Luego, se levantó de la cama. 

"Hah...."

Sus problemas aún no habían terminado, pero tenía que empezar el nuevo día. Annette salió de la habitación llevando una bata. Era bastante tarde para desayunar, así que planeaba comer algo un poco pesado. Pero el plan no salió como ella quería. Se topó con una sirvienta, que tenía una cara de vergüenza.

"Señora, le ruego me disculpe, pero hay un visitante que lleva dos horas esperándola."

"¿Visitante? ¿Qué...? ¡Dios mío! ¡¡Debo estar loca!!"

Annette recordó tardíamente la promesa. Hoy tenía previsto reunirse con Eucaly para hacerle una breve entrevista. También en esta vida, Annette volvía a encontrarse con ella bajo una misteriosa conexión. Annette no quería causar una primera mala impresión. Como ella se dirigió al salón con prisa, la sirvienta se mostró arrepentida.

"Debería haberte despertado, pero como el señor estaba dentro... no quería entrar. Lo siento mucho."

"No, no pasa nada. ¿Pero puedes ayudarme a vestirme lo más rápido posible?"

La cara de la sirvienta se iluminó un poco tras recibir el perdón de Annette. Podría enmendar su error ayudando a Annette a alistarse lo más rápido posible. Gracias a ello, Annette pudo bajar las escaleras con un aspecto decente en apenas quince minutos. 

Cuando abrió la puerta del salón, vio a Eucaly sentada en el sofá. 

Eucaly era una médica bastante experimentada. Sin embargo, debido a su rostro inexpresivo, parecía un poco sombría. Pero a nadie le importaba la apariencia en la profesión de médico.

"Siento llegar tarde. ¿Has esperado mucho tiempo?"

Annette se disculpó cortésmente ante Eucaly, que se levantó de su asiento al verla. No eran palabras vacías; su rostro reflejaba su sinceridad. A pesar de su estatus se disculpó con ella. Eucaly, que carecía de habilidades sociales, negó con la cabeza.

"No se preocupe. Encantada de conocerla. Soy Eucaly Cayun."

"También estoy encantada de conocerte, Eucaly Cayun. Lo olvidé porque ayer tuve mucho trabajo. Lo siento mucho."

Annette casi llamó a Eucaly de forma confianzuda como en su vida anterior. Annette sonrió avergonzada al pronunciar el apellido de Eucaly. Annette se sentó con cara de remordimiento porque había olvidado este compromiso. Entonces levantó su mirada.

Afortunadamente, había té y galletas delante de Eucaly. Ella notó que salía vapor del té incluso después de dos horas de espera, así que la sirvienta debió de prestar mucha atención. Annette sonrió dulcemente, comprometiéndose interiormente a aumentar el sueldo de la sirvienta e hizo una pregunta. 

"Entonces, señorita Cayun. ¿Quiere ser el médico de cabecera de nuestra familia?"