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martes, 4 de octubre de 2022

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 431

 La Emperatriz Divorciada - Capítulo 431.  ¿Se Ha Vuelto Loco? (2)



¿Por qué está completamente hipnotizado?

No entendía su expresión petrificada. Lo miré con el ceño fruncido, pero la expresión de Sovieshu no cambió. Era como si la única manera de sacarlo de su aturdimiento fuera aplaudir frente a su cara.

"Su Majestad Sovieshu."

No podía soportarlo, así que lo llamé con voz firme. Sovieshu finalmente levantó las cejas y dijo, "Ah", como si se hubiera dado cuenta de algo.

¿De qué podría haberse dado cuenta?

"Ya veo."

¿Qué? En cuanto me lo pregunté, las comisuras de sus ojos se curvaron.

"Has crecido. Realmente te has convertido en una mujer maravillosa."

"¿Su Majestad?"

¿Me está hablando a mí? Si bien su mirada estaba puesta en mí, ¿cómo podría hablarme de esa manera?

"Incluso tu mirada se ha vuelto más determinada. Tus hermosos ojos irradian confianza. Te ves maravillosa."

... ¿Se ha vuelto loco?


Claramente me estaba hablando a mí.

No había pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos como para que utilizara la expresión 'has crecido'.

¿Es una broma? No, no parece que esté bromeando.

Heinley, que estaba frente a Sovieshu, lo miraba con la boca abierta como si no entendiera lo que estaba pasando.

Todos miraban a Sovieshu con expresiones similares en sus rostros, así que la pregunta sería si había alguien en este salón que no estuviera mirando a Sovieshu de esa manera.

Poco después, Heinley me examinó de reojo.

Cuando Sovieshu me dijo seriamente, 'Has crecido', me pareció una 'tontería', pero lentamente la duda surgió en mí, '¿Realmente he crecido?'

En cualquier caso, no debo dejar que influya en mí desde el principio.

"Sentémonos."

En cuanto hablé con voz fría, Sovieshu se sentó y me sonrió.

La última vez que nos vimos lo estaba pasando muy mal. ¿Alcanzó la iluminación durante ese tiempo? ¿Cómo que la vida es vacía, o cómo que sólo se vive una vez, por lo que se debe vivir con optimismo?

De cualquier manera, me senté al lado de Heinley y cuidé mi expresión.

La expresión de Sovieshu se torció por un momento cuando me senté al lado de Heinley, pero no perdió la sonrisa.

"Retomemos la reunión."

McKenna, que había estado observando en silencio, exclamó. La reunión se reanudó finalmente en una atmósfera incómoda esta vez.

¿En qué punto se encuentra la discusión? El préstamo de los magos había sido acordado de antemano, por lo que no debería haber problemas en ese sentido.

"Como se acordó de antemano, el Imperio Oriental sin duda les prestará los magos. Pero eso es sólo desde la posición del Imperio Oriental. Los magos merecen recibir una remuneración por su labor, naturalmente es el prestatario quien debe asumir el pago. Si no quieres hacerlo, sería muy mezquino por tu parte."

Por lo visto, sí había un problema con el préstamo de los magos. Parecía que Sovieshu le había dicho a Heinley que le prestaría los magos, pero que tenía que pagarles.

"¿No crees que el monto de la remuneración es demasiado alto?"

Esto debía tenerse en cuenta.

"¿El Reino Occidental... oh, lo siento. Todavía no me acostumbro.  ¿El Imperio Oriental, que presume de su riqueza, no tiene la capacidad de pagarlo?"

"Por supuesto que sí. Pero no pensé que el Imperio Oriental estuviera escaso de dinero. Oh, lo había olvidado. No tienen dinero para pagar a sus hombres porque la anterior emperatriz dejó una enorme deuda, e hizo muchas cosas que costarán más dinero en el futuro."

"Es estupendo que conozca bien nuestra situación. Entonces puedo subir el precio un poco más, ya que entiende al detalle la situación en la que nos encontramos."

"..."

Es extraño. Sovieshu actúa de forma diferente.

¿No es su razonamiento actual un poco... sarcástico?

Cuando escucho lo que dice, me parece irracional y pienso, 'no es así', pero cada vez que intento refutarlo, no encuentro las palabras para hacerlo, lo que lo hace más irritante.

Este no era el estilo habitual de Sovieshu.

Sovieshu era el tipo de persona que hablaba lo menos posible en las reuniones y hacía oídos sordos a las provocaciones de los demás.

Sólo en sus días de príncipe heredero solía hablar sarcásticamente para molestar a la otra parte.

Mientras analizaba con los ojos entrecerrados qué ocurría hoy con Sovieshu, éste desvió su mirada hacia mí.

En ese momento, nuestros ojos se encontraron antes de que tuviera tiempo de apartar la mirada. 

Con sus ojos puestos en mí, Sovieshu cambió sus palabras sin pestañear.

"... Pero entre nuestros dos países no hay necesidad de ser inflexibles con los cálculos."

Era evidente que había cambiado de opinión por mí. Tal vez debido al mismo pensamiento, las miradas de los presentes en el salón se posaron naturalmente sobre mí.

***

Tan pronto como terminó la reunión, rodeé deliberadamente con mis brazos la cintura de Heinley y le pregunté con voz dulce.

"Hace un rato te sentías mal del estómago. ¿Ya estás mejor?"

"¿Qué? Ah, sí. Me sentía mal del estómago."

Heinley comprendió rápidamente mis intenciones, frunció un poco el ceño e inclinó su cabeza sobre mi hombro.

"Pero en los brazos de Reina, me sentiré mejor pronto."

Me parecía un poco infantil actuar como dos tortolitos delante de otras personas. Sólo lo hacía porque estaba Sovieshu.

Me tragué la vergüenza y traté de hablar con más cariño que de costumbre mientras acariciaba los hombros de Heinley.

"Si volvemos a nuestro dormitorio, te acariciaré el estómago para que te mejores rápido."

"Podemos ir ahora. De todos modos, no tengo nada más que hacer."

"Está bien. También podemos aprovechar para hablar de la pintura."

"Ahora que lo pienso, hay un asunto que debo atender con urgencia..."

¿Por qué dejó de seguirme la corriente? Cuando clavé mis uñas en su brazo sin mucha fuerza, Heinley rectificó con poca confianza, "En realidad, puede esperar..."

Le agarré la mano rápidamente y caminé en dirección a nuestro dormitorio.

Sé que como emperatriz, este no es el comportamiento que debía tener frente a mis subordinados, pero sí frente a mi ex-esposo. Especialmente para marcar distancia.

En el momento en que estaba a punto de subir las escaleras tomada de la mano de Heinley, una voz suave me detuvo desde atrás.

"Emperatriz Navier."

Era la voz de Sovieshu.

Cuando me di la vuelta, noté que se había acercado. Parecía más hipnotizado que antes, su comportamiento todavía era inusual.

"Su Majestad Sovieshu."

Una vez que asentí con calma para indicar que lo había oído, Sovieshu propuso casualmente.

"Hay un mensaje que necesito transmitir a la Emperatriz del Imperio Occidental, ¿podría darme unos minutos de su tiempo?"