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lunes, 26 de septiembre de 2022

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 429

  La Emperatriz Divorciada - Capítulo 429. Impresionada (2)



"Los magos de hielo que conozco están asociados al Imperio Oriental, el resto no sé quiénes son porque los magos suelen ocultar qué tipo de magia tienen."

Especialmente, he oído que la mayoría de los magos que no están asociados a ninguna fuerza ocultan su tipo de magia como arma secreta para defenderse.

"Como ahora cuento con este poder, debo aprender a utilizarlo bien..."

Mientras hablaba, me llamó la atención la expresión de Heinley.

"¿Estás preocupado?"

Tal vez temía que fuera atacada. Aunque me haría pasar por plebeya, llevaría guardias conmigo, pero Heinley podría estar preocupado de todos modos.

"No."

Sin embargo, Heinley sacudió la cabeza.

"Por supuesto que no me preocupa porque los guardias podrán acompañarte. Además, es una persona que te presentará el Gran Duque Kapmen, así que puedo estar tranquilo."

Heinley, que hizo una pausa, mostró una sonrisa llena de confianza hacia el Gran Duque Kapmen.

Desde que me salvó, la confianza de Heinley en el Gran Duque Kapmen parecía haber aumentado enormemente.

"¿Entonces?"

"Creo que cualquiera te descubriría si te haces pasar por plebeya, Reina."

¿Soy tan mala?

Cuando fruncí el ceño, Heinley me agarró por la cintura y abrió la boca,

"¿Qué te parece si lo hacemos de la siguiente manera? Reina—"

"¡Su Majestad, Su Majestad!"

Heinley no pudo terminar su idea porque un caballero se acercó a toda prisa. El caballero, que venía corriendo por el camino de ladrillos a través de los arbustos, tenía una expresión de urgencia.

El caballero se detuvo frente a nosotros sin aliento, así que habló mientras jadeaba,

"Ha llegado. ¡El Emperador del Imperio Oriental está aquí!"

El ambiente agradable y sereno cambió en un instante.

La pieza de ajedrez en la mano de la Condesa Jubel cayó al suelo. Mastas se mordió los labios con las manos entrelazadas. La sonrisa de Heinley desapareció por completo, apretó los labios y se puso serio.

La mirada del Gran Duque Kapmen se movía rápidamente de un lado a otro mientras escuchaba los pensamientos de todos.

Pero pronto, una sonrisa tranquila apareció en el rostro de Heinley.

"Ya que nuestro invitado ha llegado, deberíamos ir a recibirlo."

Entonces su mirada se volvió hacia mí. Como si quisiera que lo acompañara.

Pero... no era una sonrisa tranquila, sino una sonrisa que 'parecía' tranquila. Podía notar que por dentro era todo lo contrario.

"No me siento bien, necesito descansar."

Así que decidí mentir.

"Creo que me esforcé demasiado con la práctica de magia."

Me froté el cuello y también las muñecas. Era un malestar fingido, pero todos aceptarían la excusa de mi malestar.

"Entonces, Reina. ¿Quieres entrar a descansar?"

Especialmente Heinley.

***

Cuando entré al salón, mis damas de compañía me bombardearon con preguntas.

"¿Realmente no se siente bien?"

"¿Se excedió en el uso de la magia?"

"¿No debería llamar al médico del palacio?"

Todos sabían que fingí sentirme mal para no encontrarme con Sovieshu. Aun así, mis damas de compañía parecían preocupadas de que pudiera ser cierto.

"Estoy bien."

Sus miradas de preocupación se aliviaron un poco cuando sacudí la mano en señal de que estaba bien, y me senté en el sillón.

"¿Puedes traerme un vaso de leche caliente?"

Después de pedirle eso a Mastas, me recliné completamente en el sillón.

Era mentira que me sentía mal por esforzarme demasiado, pero en realidad sí estaba mentalmente agotada.

Lo evité en este momento, pero no podía evitar a Sovieshu durante 15 días.

No sólo sería descortés hacia el Emperador del Imperio Oriental, sino también desagradecida con Sovieshu, que envió a Evely inmediatamente cuando mi estado de salud era delicado. Ahora incluso nos prestó a un grupo de magos. Definitivamente tenía que agradecerle personalmente.

En el momento en que Sovieshu se lastimó, Evely estaba aquí, por lo que no pudo ser tratado con su magia de inmediato. Teniendo en cuenta que vino hasta aquí con el pretexto de recuperarse, parece que no se lastimó gravemente.

Pero lo que más me preocupaba era Heinley. Por mucho que le decía que era mi esposo y el único hombre al que amaba, Heinley estaba decaído.

Después de pensarlo, decidí preparar un regalo especial para Heinley.

"Señorita Rose, ¿puede conseguir un caballete, un lienzo y materiales para pintar?"

Nota: El caballete es el soporte sobre el que se coloca el lienzo.

"¿Oh? ¿Quiere pintar?"

Ya le había regalado a Heinley algo parecido a una pintura. Pero en aquella ocasión, la pintura en sí no era el objetivo, sólo quería ejemplificar el 'baile', así que sólo hice una representación sencilla. Debido a esto, Heinley se burló completamente de mí.

Esta vez intentaré borrar la impresión que se llevó de mi arte aquel día con esta pintura que le enviaré como regalo.

Al cabo de un rato, Rose volvió con un sirviente que traía un caballete y una silla. El sirviente se marchó tras dejar el caballete con el lienzo y la silla. Los materiales para pintar fueron traídos por Rose, quien los colocó a un lado.

Cuando me senté en la silla frente al caballete y tomé un pincel, Laura acercó una pequeña silla, se sentó a mi lado y preguntó.

"¿Qué piensa pintar?"

Mastas y Rose también se acercaron y se pusieron detrás de mí. Todas querían ver.

"Creo que Heinley se siente herido por la llegada de Sovieshu, así que quiero regalarle una pintura para calmar sus temores."

"Increíble. Suena fantástico sólo con escucharlo."

"¿Tiene una idea de qué hacer?"

"Por supuesto. El título será 'A Tu Lado Hasta La Muerte'."

"¡Maravilloso!"

"¡Qué romántico!"

"¡Qué apasionado!"

Las voces de mis damas de compañía estaban llenas de expectativas. Al oír los cumplidos, pinté una tumba en el lienzo y posteriormente dos anillos entrelazados.

Después de pintar el fondo claro, moví un poco el caballete para que todas pudieran apreciar bien el resultado. Rose y la Condesa Jubel aplaudieron al ver lo hermoso que había quedado.

"¡Es como el título que pensó Su Majestad!"

"El Emperador Heinley se sentirá mejor cuando lo vea."

Sólo hice un boceto porque no tenía mucho tiempo, así que los cumplidos de mis damas de compañía fueron un poco exagerados.

Pero eso me hizo feliz, así que me levanté rápidamente.

"No parecería una pintura hecha con cariño si se la diera así, por lo que tendré que ponerle un marco. A Heinley le encantan las joyas, sería bueno que el marco esté cubierto de joyas."

"Elijámoslo juntas, Su Majestad."

"Por supuesto."

***

Navier se fue a otra habitación para terminar el detalle del marco con la Condesa Jubel y Rose.

Mastas, que no siguió a las tres sino que se quedó en el salón, señaló la pintura en el caballete y preguntó a Laura.

"Como sabes, Laura. No sé mucho de arte. ¿Acaso soy la única que ve ese cuadro como "te mataré'?"

Laura sacudió la cabeza rápidamente después de asegurarse de que Navier todavía no volvería.

"No hasta ese punto, pero la pintura también me da un poco de miedo."

"¿Verdad? ¿Por qué pintó una tumba con tanto realismo? ¿Se supone que el arte es así?"

"Tampoco lo sé. Puede que sólo la Emperatriz y el Emperador lo entiendan."

***