Reciente

sábado, 6 de agosto de 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 359

Capítulo 359. Desenfrenado (3)

Ishakan no creía que Leah se estuviera muriendo, pero aún así se estaba controlando.

La poción de amor que había bebido era poderosa. Tenía un efecto similar al periodo de celo en los animales, lo que aumentaba de forma considerable su deseo carnal.

Fue un poco descuidado porque estas cosas no solían funcionar adecuadamente en él. Pensó que esta vez también estaría bien, pero a medida que pasaba el tiempo, el efecto de la poción se hacía más fuerte.

De hecho, no recordaba cómo había llegado desde la posada hasta el palacio real. Solo buscó instintivamente a su esposa, cuando recobró la cordura estaba en el palacio real. Siguió su olor como una bestia.

Estaba firmemente decidido a marcharse después de encontrarse con ella. Solo quería mirar su cara. Se dirigió hacia ella con ese pensamiento.

Eso se debía a que una emoción difícil de controlar se estaba apoderando de él. Nunca había sentido un deseo tan intenso. Incluso le resultaba difícil hablar. La cuerda que sostenía con dificultad su raciocinio se estaba debilitando, parecía que se rompería con cualquier acción que hiciera Leah.

Tener s3xo con Leah en esta condición seguramente sería una imprudencia. Ishakan era un Kurkan, Leah era un humano. Normalmente tenía cuidado para no lastimarla durante el acto s3xual, pero ahora sus instintos lo controlaban. Tenía miedo de su propia naturaleza.

Pero su esposa no tenía miedo.

Leah extendió la mano hacia Ishakan en una situación en la que otra persona habría huido. No pudo evitar halar a Leah por su mano blanca. Desde el pasado hasta ahora, Ishakan siempre quiso sostener su mano.

"Hmm… suficiente... ahh..."

Pero sólo la consoló mientras seguía p3netrándola. El alma de Leah la había abandonado.

Finalmente Ishakan cambió de posición, colocó a Leah encima de él. Pero ella no podía mantener el equilibrio de su cuerpo, por lo que terminó cayendo sobre el pecho de Ishakan. Esta vez con la cara llena de lágrimas le rogó que al menos lo hiciera más lento.

Ishakan estaba tan apenado por no poder cumplir con ninguna de las solicitudes de su esposa que decidió p3netrarla con todo su corazón. Le daría un pl@cer inolvidable.

No se olvidó de estimular con la mano el p3zón favorito de Leah. Sus p3z0nes que habían vuelto más grandes desde que concibió al bebé. Mientras frotaba el p3zón con la mano se le hizo agua la boca, así que terminó chupándolos.

Leah lloraba mientras gemía, incapaz de soportar el pl@cer. Se sentía especialmente bien llorar porque su temperatura corporal había subido debido al caliente Ishakan.

Leah retorció su cuerpo de forma exagerada debido a las abrumadoras sensaciones. Empujó a Ishakan con todas sus fuerzas. Cuando su virilidad salió de su interior, ella se deslizó del sofá hacia el suelo.

Leah se arrastró sobre la alfombra. Ishakan sonrió salvajemente viendo a su esposa que intentaba escapar de alguna manera.

Porque sus acciones tuvieron el efecto contrario, puesto que se arrastró con las n@lgas levantadas. Sus blancas n@lgas estaban enrojecidas de tanto s3xo. La parte interna de sus muslos estaban llenas de los líquidos que ambas habían derramado.

"Leah."

Subiéndose a ella como un perro, introdujo su virilidad en su cavidad.

"¡Ahh...!"

Leah enterró su cara en el suelo. Susurró acariciando su temblorosa espalda.

"Todavía siento que va a explotar."

Su virilidad se fusionó con sus paredes v@g!nales. Mordió su cuello intentando no perder su raciocinio por el vertiginoso placer. Leah se sacudió. La mordió con tanta fuerza que dejó las marcas de sus dientes en su piel.

Su piel blanca estaba hecha un desastre. Marcas rojas, marcas de dientes y marcas de manos por todas partes. Se exc!tó más viendo esas marcas. Quería hacerlo más fuerte.

Sus instintos se apoderaron de él. Agarró sus muñecas con las manos. Y con sus piernas presionó sus delgadas pantorrillas. Ahora ella no podía moverse. Leah sollozó cubierta completamente por el cuerpo de Ishakan.

"Ahh... duele..."

"Eh, ¿Te duele? ¿Dónde?"

"Me pica… adentro... Ishakan..."

"Entonces... tenemos que rascarlo más..."