Capítulo 358. Desenfrenado (2)
Ishakan observó fijamente a Leah. Había un brillo lascivo en sus ojos dorados.
Lamió sus labios perversamente llenos de los fluidos que Leah había derramado. Ella giró la cabeza hacia un lado de la vergüenza. Una gran mano le agarró la barbilla .
"Mírame."
Parecía ansioso.
"No desvíes la mirada. Necesito que me mires para no perder completamente el control…"
Apenas podía mantener la cordura que le quedaba. Ella quiso retroceder en el tiempo. Fue ingenua al pensar que no moriría. Era muy probable que hoy la sacaran de este lugar directo a un funeral.
"Ishakan..."
"Eso me gusta."
Ishakan, que había estado m@sturb@ndo su virilidad con la mano, colocó su gl@nde contra su v@g!na. Entonces susurró.
"Sigue llamándome por mi nombre..."
Aunque su voz fue afectuosa, su virilidad penetró ferozmente.
Su gruesa virilidad entraba sin cesar por su estrecha cavidad. Leah estaba conmocionada a pesar de que había recibido su virilidad innumerables veces.
Ella sentía demasiado calor. Eso fue porque la temperatura de su cuerpo estaba casi hirviendo. Era como meter una bola de fuego en el estómago.
"Ah, Ishakan, hmm, estás demasiado... caliente...!"
Sus paredes v@g!nales en contacto con su virilidad se sentía tan caliente que incluso ella sentía un hormigueo. Chupando el lóbulo de la oreja de Leah, Ishakan empujó su virilidad hasta lo más profundo.
Lo introdujo tan profundamente que sus testículos estaban aplastados contra su tr@sero. Su pecho se hinchaba con cada respiración. Después de un rato, susurró su nombre.
"Leah..."
Leah abrió los brazos para abrazar su espalda. Cuando pasó sus manos por su piel empapada de sudor, sus músculos se tensaron.
Ishakan comenzó a arremeter a partir de ese momento. Puso sus manos a ambos lados de la cabeza de Leah mientras movía su cintura. Sacaba su virilidad lo suficiente para que solo el gl@nde permaneciera adentro, luego empujaba la volvía a introducir con fuerza.
La parte superior de su cuerpo se sacudía bruscamente debido a la forma intensa en que la p3n3traba. Sus s3n0s se balanceaban de arriba abajo. Ella quiso sujetarlos porque le provocaba vergüenza, pero no pudo hacerlo porque Ishakan lo hizo primero.
"Hmm... ah, ahh!"
Era lascivo el sonido de sus pieles húmedas chocando entre sí. Su cintura cada vez se movía con más fuerza, ella gemía con cada pen3tración.
Parecía que ella estaba atrapada entre llamas. Estaba tan caliente que podía sentir la sangre circulando por su cuerpo.
Leah llegó al cl!m@x más rápido que de costumbre. Envolvió sus piernas con fuerza alrededor de la cintura de Ishakan. La tensa parte inferior de su cuerpo se retorció como si estuviera convulsionando. Ishakan no se detuvo aunque debió sentir las débiles vibraciones de sus paredes v@ginales.
La virilidad hecha de fuego continuó penetrándola durante el cl!m@x. El placer continuó sin fin. Solo aumentó hasta que en algún momento alcanzó un nivel que ella no podía soportar. Gritó de forma involuntaria.
"¡Ahhhhh...!"
Cuando ella sintió un estallido, derramó un líquido como si fuera agua. El fuerte olor del líquido que había mojado el sofá se extendió por el lugar. Debido a lo húmedas que estaban sus paredes v@g!nales, cada vez que la p3netraba con su virilidad, se producía un sonido similar a un chapoteo.
Le pidió que se detuviera por un momento, pero Ishakan no la escuchó. De repente su virilidad se enterró hasta lo más profundo. Ishakan frunció el ceño. Las venas de su cuello se le marcaron.
"Argg..."
Su virilidad escupió un torrente de s3m3n. Leah se estremeció al recibirlo. Su s3m3n estaba tan caliente como su cuerpo, por lo que ella sintió como si él estuviera vertiendo agua caliente dentro de ella.
La situación se prolongó durante mucho tiempo. Ishakan siguió penetrándola unas cuantas veces más. El cuerpo de Leah rebotaba.
Ella sentía que iba a morir.
Lágrimas brotaron de sus ojos de forma natural. Ni siquiera pudo limpiar las lágrimas que fluían por las comisuras de sus ojos, cuando escuchó unas palabras que la sorprendieron.
"¿Ya estás llorando...?"
Ishakan susurró lamiendo las lágrimas de Leah.
"Cielos. Ni siquiera hemos comenzado todavía..."