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miércoles, 31 de agosto de 2022

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 422

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 422. Es Una Tarea Fácil (1)



"Entonces Heinley..."

"Dime, Reina."

"Me gustaría trabajar."

"... ¿Lo que quieres hacer es trabajar?"

"Sí, no me presionaré demasiado."

La expresión de Heinley se volvió confusa. Una expresión teñida de tristeza y dolor.

"¿Heinley?"

Acaricié las comisuras de sus ojos con mi mano, él presionó mi mano en su mejilla, entrecerró los ojos y murmuró,

"Estaría muy feliz si McKenna dice que quiere trabajar más en vez de holgazanear. No sé por qué me duele tanto oírlo de Reina."

Eso es un poco gracioso... pero al menos Heinley me entendió.

Pareció darse cuenta de que forzarme a descansar no me ayudaría a recuperar.

Al día siguiente, Heinley llamó al médico del palacio y a McKenna. Los cuatro pasamos dos horas determinando la cantidad de trabajo que podía hacer sin demasiado esfuerzo.

Esa tarde, pude participar en una reunión después de mucho tiempo.

Fue sin duda una medicina eficaz. Al contrario de dar un paseo o sentarme en una silla sin razón.

Mientras los asistentes expresaban sus opiniones, discutían con las venas de sus cuellos marcadas y movían papeles afanosamente de un lado a otro, yo tachaba en un papel los puntos del orden del día que habían sido tratados y anotaba las conclusiones.

Pero, de repente, el canciller encargado de dirigir la reunión frunció el ceño cuando estaba a punto de decir el último punto del orden del día.

"¿Qué ocurre?"

Ante la pregunta de Heinley, el canciller levantó las cejas y rápidamente me miró.

'¿Por qué me mira a mí?'

"¿Canciller?"

Heinley lo volvió a llamar, como si la actitud del canciller le pareciera cuestionable.

"Oh, lo siento."

El canciller se disculpó después de toser un par de veces.

"Hemos recibido una petición del pueblo minero de Yorne. Cada año se produce una inundación en esta época..."

'¿Una inundación? ¿Por qué el canciller se detuvo?'

El canciller volvió a mirarme.

'¿Por qué a mí? ¿Acaso pretende culparme de la inundación?'

Mientras lo miraba más desconcertada, Heinley tosió brevemente y golpeó los reposabrazos del trono.

El canciller se sobresaltó y se apresuró a continuar,

"Han oído que Su Majestad es una gran maga de hielo, así que han pedido que Su Majestad los ayude con su magia."

¿Una Gran... Maga de Hielo? ¿Yo?

Oí unos sonidos reprimidos salir de la boca de Heinley a mi lado. Cuando volteé la cabeza, lo vi mordiéndose los labios.

¿Le hizo tanta gracia escuchar que soy una gran maga? Imagino que es porque sabe que mi control del maná no es tan bueno. Aun así, ¿no se está riendo demasiado?

Lo fulminé con la mirada, pero Heinley no parecía capaz de mirarme a la cara mientras intentaba reprimir su risa.

Así que suspiré y volví a centrar mi atención en el canciller.

Bueno, ¿qué puedo hacer? El hecho de que se me considere una gran maga es el resultado de no haber aclarado del todo ese asunto.

Ahora que Heinley no parece ser capaz de hablar, dejaré que luche contra su risa mientras averiguo sobre la situación.

"Canciller."

"Sí, Su Majestad."

El canciller, que me había mirado hasta el punto de resultar un poco incómodo, respondió inmediatamente con un leve movimiento de su cuerpo hacia mí.

"Puede preguntarme lo que desee, Su Majestad. Le responderé con honestidad."

No sabía que tuviera una personalidad tan amable. Al menos, no solía ser así conmigo.

Los funcionarios que me rodeaban intercambiaron susurros,

"He visto a otros actuar así."

"¿No es eso una falsa amabilidad?"

En cualquier caso, el canciller me miró con las manos entrelazadas y una sonrisa amplia.

Es un poco molesto... lo que parece bueno no siempre es bueno.

"Dado que es una zona donde todos los años se produce una inundación, ¿nunca ha habido una barrera?"

"Siempre cuenta con una barrera. Cada año se construye una represa."

'¿Se construye una represa cada año? ¡¿Cada año?! ¡¿Una represa?!'

El canciller continuó con un tono serio, como si supiera lo que yo estaba pensando.

"La represa es destruida cada año."

Nunca he oído que las técnicas de construcción del Imperio Occidental fueran tan malas.

"¿A qué se debe?"

No creo que esa sea la razón.

"Es por el dragón de agua que vive en el fondo del río."

Sabía que había otra razón. Pero, ¿a qué se refiere con un dragón de agua?

"¿Quieres decir que el dragón de agua siempre destruye la represa?"

"Sí."

El canciller suspiró pesadamente.

"El problema es que nadie sabe cuándo la destruirá porque parece que lo hace cuando le apetece. Es un alivio cuando la destruye después de la inundación, pero a veces la destruye antes de que ocurra la inundación... ahora estamos en este último escenario."

"¿El dragón de agua no destruye la represa cuando está siendo construida?"

"No, siempre espera a que la represa esté completamente construida para destruirla."

El canciller volvió a suspirar, pareció haber envejecido 25 años de repente.

"Además, destruye la represa sin importar cómo se construya, por esa razón la represa no es construida tan resistente. Si se hace demasiado resistente, la frustración y los daños materiales serán mayores al ser destruida."

"Entonces esta no es la primera vez que ocurre este incidente, ¿verdad?"

"Así es. Cuando la inundación coincide con la rotura de la represa, se suele evacuar sólo lo importante. También hay una pequeña aldea cercana que sirve de refugio. Pero los pueblerinos parecen esperar que esta vez sea diferente después de escuchar sobre la gran habilidad de Su Majestad."

Lo sabía, este hombre parecía querer hacerme quedar mal. También pude escuchar a los funcionarios intercambiar susurros entre sí de nuevo.

Heinley, que había conseguido ganar la dura batalla contra la risa, volvió a morderse los labios.

Intenté ocultar mi expresión de vergüenza y confesé con franqueza.

"Lo siento, pero mi magia no es suficiente para congelar toda el agua desbordada de una inundación."

Esto había sucedido por querer engañarlos, así que esta vez tuve que ser sincera.

"Bien, lo comunicaré."

El canciller se mostró un poco decepcionado, pero se resignó y dijo que lo entendía.

Tal vez sea porque no tenía muchas expectativas.

Uno de los apodos que recibí fue el de Emperatriz de Hielo, es increíble que en realidad sea una maga de hielo, lo normal sería pensar que eso es todo.

El número de magos en sí es bastante reducido, y la habilidad de cada uno es diferente. Incluso los magos con habilidades similares son fáciles de diferenciar porque el maná y la manera de emplear la habilidad varía mucho de un mago a otro.

Aunque el hecho de ser un mago era de por sí extraordinario, existía un puñado de magos poderosos, y la mayoría de ese puñado pertenecía al Imperio Oriental.

Al canciller le habría parecido más extraño que fuera incluso una gran maga.

Este asunto se dejó poco después y no se volvió a tocar.

"Ocurre cada año..."

Seguí pensando en eso incluso después de que la reunión terminó.

"Reina, no es tu deber utilizar magia para lidiar con la inundación. No te culpes."

Aunque Heinley dijo esto, no me culpaba a mí misma. Sólo me preocupaba.

'¿Será porque habían pedido mi ayuda para resolverlo?'

En cualquier caso, esa noche cuando terminé de bañarme, utilicé el agua de la bañera para ver si podría detener la inundación.

'... No funcionará.'

Ni siquiera pude congelar el agua de la bañera. Sería muy difícil congelar el río crecido con mi habilidad.

"Reina, ¿qué haces? ¿Puedo entrar?"

Mientras observaba unos cubitos de hielo flotar en la bañera, Heinley me llamó desde afuera. Cuando abrí la puerta, Heinley entró con cara de preocupación y preguntó,

"¿Estás bien? Escuché ruidos extraños."

"Estoy bien. Sólo estaba practicando magia."

"¿Magia?"

Al señalar la bañera con el dedo, los ojos de Heinley se abrieron mucho y mostró su admiración.

"¿Intentaste hacer cubitos de hielo? Veo que has mejorado en cómo emplear tu habilidad, Reina."

"... Quería congelar toda el agua."

"Aaah."