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viernes, 19 de agosto de 2022

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 419

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 419. El Hombre Que Se Casó Con Mi Esposa (2)



El Emperador del Imperio Occidental luchaba por deshacerse de las maldiciones y recuerdos indeseables que permanecían en su mente, mientras que el Emperador del Imperio Oriental luchaba por recuperar los recuerdos perdidos.

Un día se despertó y se encontró con que su madre, su padre y su esposa habían desaparecido. Para Sovieshu, esa era la situación actual. Incluso le parecía absurdo e increíble que su yo del futuro fuera el causante de todo esto.

Sin embargo, Sovieshu no se desesperó.

"¿Esta es mi oficina?"

"Sí, Su Majestad."

"Está bien. Gracias por ayudarme."

Sovieshu decidió recuperar tranquilamente lo que había perdido.

Afortunadamente, cada una de sus acciones quedaba registrada porque era el emperador.

Además, Sovieshu tenía el hábito de registrar por su cuenta la información necesaria, sus pensamientos del momento y los asuntos importantes.

No creía que ese hábito hubiera desaparecido de repente con los años, así que primero revisaría los registros.

"Marqués Karl, ¿quiénes son mis secretarios?"

"El Conde Pirnu, el Conde Noreille y yo. Somos tres en total."

"¿Tres? ¿Sólo tres? ¿Fui tan ahorrativo? ¿Yo?"

Ante el comentario sorprendido de Sovieshu, el Marqués Karl disimuló su expresión de incomodidad,

"Había uno más, pero renunció por orden de Su Majestad."

Cuando terminó de hablar, el Marqués Karl examinó rápidamente sus palabras para asegurarse de que no había dicho nada inapropiado.

Ahora hablaba con más cuidado que nunca.

Temía decir algo inapropiado que pudiera duplicar la conmoción de Sovieshu y empeorar aún más su estado.

Entre los recuerdos perdidos de Sovieshu, había muchos que realmente quería olvidar, por lo que tenía que ser muy, muy cuidadoso al momento de hablar.

Además, Sovieshu todavía sufría con todos esos malos recuerdos que reaparecían en su mente después de la puesta de sol.

"Ya veo."

Por suerte, Sovieshu no pareció interesado en el secretario que renunció a su trabajo por ahora.

Sovieshu pasó la mano por encima del escritorio, tiró de la silla hacia atrás y se sentó en la misma.

"Este escritorio es diferente al de mi padre. ¿Lo escogió Navier?"

"¿Cómo lo supiste?"

"Es exactamente del estilo de Navier. A ella le encanta el oro."

Sovieshu pasó los dedos por el escritorio cubierto de oro con una sonrisa de satisfacción y preguntó al Marqués Karl,

"Bueno. ¿Así que han pasado seis años desde los últimos días que recuerdo?"

De camino a la oficina, Sovieshu repasó con Karl fechas importantes del pasado, por lo que el Marqués Karl estaba convencido de que la memoria de Sovieshu había vuelto a seis años atrás.

"Sí."

"Seis años no es un problema. Puedo ponerme al día pronto."

"Sí, por supuesto."

"Veamos... primero reúne aquí a todos los secretarios mañana por la mañana. También trae todos los periódicos, registros, todo lo que puedas conseguir de los últimos seis años."

"Sí."

"Qué más necesito... ah. Marqués Karl, pide a las personas que han estado cerca de mí que escriban sobre los acontecimientos importantes de los últimos seis años y tráemelos."

"¿Se refiere a todo lo que recuerdan de los últimos seis años?"

"Sí. No tiene que ser formal, no tiene que ser detallado ni tampoco tiene que ser objetivo. Quiero saber qué ha pasado desde los diferentes puntos de vista de las personas."

"¡!"

"Si se escucha a una sola parte, se puede obtener información sesgada."

Una vez que el Marqués Karl se marchó, Sovieshu miró a su alrededor mientras se frotaba las manos.

La mano de Navier estaba por toda la oficina, no sólo en el escritorio.

Cortinas de color marfil combinadas con estampados de oro, sillas cubiertas de oro, alfombras rojas combinadas con estampados de oro, esculturas de oro talladas en pilares...

'Nuestra relación no pareció deteriorarse justo después de ascender al trono. Es extraño.'

Sovieshu, que hablaba para sí mismo, abrió el cajón de su escritorio.

Sovieshu no sólo anotaba y recopilaba información que podría utilizar un día, sino también lo que pensaba, lo que necesitaba recordar, entre otras cosas.

Sabía que si el emperador perdía la memoria, podían ocurrir cosas terribles.

Era un hábito que su madre le había inculcado desde la infancia, así que si no lo abandonó en cuanto ascendió al trono, los registros personales debían estar en alguna parte de la oficina.

"Aquí está."

Después de sacar un montón de archivos del cajón, metió la mano y sintió una madera hueca mientras tanteaba minuciosamente.

Al presionar los extremos del interior del cajón, la madera que bloqueaba el fondo se abrió y lo que había dentro quedó al descubierto. Sovieshu lo sacó todo y lo puso sobre el escritorio.

Una bolsa llena de papeles, sobres y libros de registros personales...

Tras echar un rápido vistazo al contenido de los sobres, Sovieshu abrió un libro de registro en la parte superior.

'Por la fecha que aparece en este libro, están registrados los eventos del año pasado. En ese momento todavía no estábamos divorciados.'

Sovieshu cerró el libro de registro del año pasado y abrió el de este año.

Al abrirlo por la mitad, apareció el nombre que los cortesanos susurraban.

Rashta.

Entonces Sovieshu pasó a la primera página, ese nombre también apareció aquí.

Rashta.

Sovieshu volvió a abrir el libro de registro del año pasado que había dejado a un lado y revisó las últimas páginas.

El nombre 'Rashta' apareció en el invierno de ese año, semanas antes de las celebraciones de Año Nuevo.

Todo comenzó así.

— Rescaté a una mujer que cayó en una trampa en mi coto de caza.

"¿Una trampa?"

— Tenía el aspecto más lamentable que había visto en mi vida.

— Una mujer completamente indefensa.

— Nunca había visto a nadie llorar como si todo su mundo se hubiera derrumbado.

— Parecía un ángel abandonado.

Sovieshu levantó las cejas. Cuando se enteró de que se había enamorado de una mujer llamada Rashta y que se había divorciado de Navier, no podía creerlo, aunque sabía que el Marqués Karl no mentiría.

Por el libro de registro, era evidente que esa mujer llamada Rashta le había causado una fuerte impresión. En cualquier caso, el final de esa página del libro de registro trataba de lo sorprendido que estaba cuando la encontró.

Sovieshu pasó a la siguiente página.

— Navier preguntó sobre la identidad de la mujer. Pensé que había hecho algo bueno, pero de repente me sentí incómodo, como si hubiera hecho algo malo.

— Cuando fui al jardín central del palacio para averiguar a qué se debía el alboroto, vi a una dama de compañía de Navier empujar a Rashta en silla de ruedas y gritarle 'sucia'.

— Rashta estaba tan asustada que ni siquiera pudo responder adecuadamente.

— Me sorprendió que Navier no hiciera nada.

Sovieshu volvió a pasar a la página siguiente.

— Rashta se maravilla con los pequeños detalles. Se conmovió mucho con un pastel que le di. No importa cuán dura sea la esclavitud, ¿qué clase de vida ha llevado?

— Haré que el Conde Pirnu redacte un informe sobre la condición de los esclavos.

— Le dije cosas a Navier que no debí decir. Por más enojado que estuviera, no debí compararla con nadie más.

— Las personas que menos tienen se conmueven por las pequeñas cosas. Aunque Navier lo tiene todo, también debería dar importancia a las pequeñas cosas. Creo que realmente vivimos en una burbuja.

— ¿Debemos esperar el mismo nivel de modales que el nuestro de personas que no tienen el mismo nivel de instrucción? ¿No se puede ser comprensivo y dejar pasar sus acciones?

— ¿Qué considera Navier que es Rashta? ¿Una porquería? ¿Insultó a Rashta sólo porque se sentó en una silla en la que podía sentarse cualquiera?

— Muchas personas murmuran sobre si Rashta es una esclava, a pesar de que castigaría a cualquiera que lo hiciera. Fui deliberadamente amable con ella en público para acallar las voces de todos.

— ¿No es que no le gustaba bailar? Navier bailaba muy feliz con el príncipe playboy del Reino Occidental.

"¿Quién es el príncipe playboy?"

Sovieshu murmuró con el ceño fruncido antes de cerrar este libro de registro.

"El Sovieshu del futuro... es un idiota."

Murmuró mientras se presionaba las sienes.

Incluso revisando estos libros de registro, que fueron escritos desde su perspectiva, quedaba claro que Navier y él se estaban distanciando emocionalmente.

'Fue un idiota que ni siquiera trató de comprenderla.'

Sovieshu no podía soportar seguir revisando los libros de registro, así que chequeó el contenido de la bolsa.

"¿Hmm?"

Lo que contenía eran documentos bastante recientes.

La expresión de Sovieshu se volvió rígida mientras hojeaba los documentos, incluso antes de haber pasado el primero.

"¿Qué es esto?"

Se trataba de un informe sobre el extraño fenómeno de la disminución del maná, que se había agravado en los últimos años, y de una investigación al respecto.

'De acuerdo con este escrito, la persona de la que mi yo del futuro sospecha como culpable es...'

"Heinley, el hombre que se casó con mi esposa."