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sábado, 23 de julio de 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 349

Capítulo 349. Banquete (3)


La respuesta de Ishakan se escuchó en el silencioso salón de banquetes. La expresión de la cara de Judia se puso rígida.

Parecía que no esperaba que la rechazara tan abiertamente. No pudo decir nada durante un tiempo hasta que finalmente logró recuperar la calma.

"...Ya veo."

Los ojos de Judia se dirigieron hacia Leah. La observó detalladamente.

"Me alegra conocer a la Reina de Estia."

Judia habló con una sonrisa.

"Espero que la Reina permita el intercambio de Balkat con Kurkan."

Hubo murmullos ante su provocación. Leah respondió con un rostro inexpresivo.

"Lo permitiré."

Judia levantó una ceja. Puso su mano sobre el brazo que le rodeaba la cintura.

"Pero hay cosas en el mundo que son imposibles aunque lo intentes."

Sonrió levemente como si se estuviera divirtiendo. 

"Parece que será difícil conseguir lo que quieres."

"......"

Los ojos de Judia se volvieron fríos. Sus gruesos labios temblaban ante su humillación. Pero pronto inclinó su cabeza hacia arriba con orgullo como si nada hubiera pasado.

"Agradezco su permiso, Su Alteza."

Entonces Judia condujo a las bailarinas hacia afuera del salón de banquetes. El lugar se volvió un alboroto en poco tiempo.

Realmente no le agradaba esta mujer. Ella creía que lograría su objetivo actuando como una zorra. Como anfitriona del banquete, Leah tenía que dominar la situación. Leah abrió la boca mirando a Herodes en lugar de la desaparecida Judia.

"Fue un maravilloso espectáculo. No esperaba ese gran gesto de parte de Balkat."

Herodes sonrió. Parecía que había disfrutado la desgracia de Judía. 

"Es un honor, Su Alteza."

"Espero que disfrutes del banquete de Estia a partir de ahora."

"Lo disfrutaré al máximo."

Percibió un doble sentido en sus palabras. Leah respondió con una sonrisa e hizo una señal a la orquesta. La música interrumpida volvió a llenar el salón de banquetes.

Los nobles de Estia se comportaron como si nada hubiera pasado. Sin embargo, en la cara de los emisarios de Balkat, se podía notar su preocupación por el incidente.

"¿No vas a felicitarme?"

La pensativa Leah se rió al escuchar su susurro. Ishakan fue insistente como Lesha.

"Date prisa."

Leah se apresuró a besar a Ishakan en la mejilla para que nadie pudiera verlo.

"Gracias. Me hiciste sentir mejor."

Ishakan sonrió satisfecho por ello.

***

"No tiene sentido."

Gritó con voz chillona.

"¡Esto no puede estar pasando!"

Judia se agarró el cabello. Habló con incredulidad.

"¡No ha mostrado ningún interés en mí...!"

Judia había estado rodeada de hombres toda su vida. Siempre atraía al hombre que quisiera con su mirada seductora. Por lo que creyó que esta vez sería igual.

A ella le gustaba a pesar de que sus ojos daban un poco de miedo. Su cara cincelada, su cuerpo musculoso, su saludable piel bronceada poco común en el continente… lo hacían aún más atractivo. Quería hacerlo suyo.

Judia apretó los dientes con rabia al pensar en la humillación que había sufrido hoy en el banquete. Giró la cabeza rápidamente incapaz de contener su temperamento. Le gritó al hombre que estaba en el sofá en silencio.

"¡Herodes!"

Herodes frunció el ceño mientras estaba recostado en el respaldo del sofá. Respondió apretando sus sienes con sus dedos.

"Acordamos que cada uno se ocuparía de su propio objetivo. Hazlo por tu cuenta." Preguntó con una sonrisa. "¿O no confías en ti?"