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viernes, 22 de julio de 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 348

Capítulo 348. Banquete (2)


Rápidamente retiró su mano. Se dirigieron de nuevo hacia el salón de banquetes.

Los emisarios de Balkat ya habían llegado al salón de banquetes. Tras hablar con los nobles de Estia, éstos se acercaron inmediatamente a saludar a Leah e Ishakan.

Sus ojos se encontraron con Herodes, que estaba al frente del grupo. Herodes la saludó con los ojos, pero Leah desvió la mirada fingiendo no darse cuenta.

¿Pero dónde está la Reina de Balkat?

No estaba al lado del Rey. Incluso cuando observó de forma cuidadosa a los emisarios no encontró ninguna mujer que se pareciera a la Reina. Aunque había oído que la pareja tenía una mala relación, no esperaba que ella no asistiera a un acto público.

Se consideraba una gran descortesía diplomática que la Reina no asistiera. Y Balkat no estaba en condiciones favorables para permitirse desaciertos frente a Estia.

Herodes no era un idiota que cometería errores de calculos… No resultaba fácil prever con qué intenciones estaba actuando.

"Que la luz brille sobre Estia. Soy Herodes Balkat."

Herodes la saludó amablemente. Besó levemente el dorso de la mano de Leah. Fue un saludo que no parecía tener ninguna intención s3xual.

"Hemos preparado un pequeño espectáculo para retribuir la hospitalidad de Estia."

Los nobles mostraron un gran interés al escuchar la palabra espectáculo. Leah permitió que lo que Balkat había preparado se presentara en el salón de banquetes. Herodes le dijo a Leah sonriendo.

"Espero que lo disfruten."

Un grupo de mujeres entró en la sala de banquetes al ritmo de la música. Eran bailarinas vestidas al estilo Kurkan. Todos quedaron fascinados con el talento que mostraron estas mujeres en el centro del salón de banquetes.

Leah observó el baile sin mucho interés. De repente ladeó la cabeza. Entre las numerosas bailarinas, había una que destacaba. Solo ella estaba vestida de color rojo, las demás bailarinas estaban vestidas de color blanco.

Tenía unos ojos esmeralda que eran tan seductores como los de una víbora. Un lunar bajo su ojo hacía resaltar aún más la belleza de su rostro.

La bailarina de cuerpo sensual se movía para que se vieran claramente sus atributos. Era como si pétalos de rosas revoloteaban alrededor de su cuerpo.

Las miradas de los presentes se dirigieron cada vez más hacia la bailarina roja. La bailarina se sintió satisfecha al darse cuenta de ello.

La música se volvió más rápida. En el momento en que los instrumentos alcanzaron sus notas más altas, las bailarinas movieron sus brazos hacia arriba lanzando las telas que sostenían en sus manos.

Las largas telas bloqueando su visión. Leah vio que los ojos de los kurkanos se enfriaban. Las pupilas de sus ojos se contrajeron rápidamente.

Pero cuando comprobaron que no había armas detrás de las telas que caían, los Kurkan aplaudieron alegremente como si nada.

Lo único que cambió fue la bailarina roja. Ahora ella llevaba joyas de oro, una larga capa e incluso una pequeña corona.

Era un atuendo demasiado elegante para una simple bailarina. La bailarina se acercó caminando con delicadeza. Sus joyas tintineaban mientras caminaba.

"Que la luz brille sobre Estia. "

Se detuvo frente a Leah e Ishakan, colocando su mano sobre su pecho.

"Soy la Reina de Balkat, Judia Balkat. "

Hubo un revuelo entre los presentes. Nadie podía creer que una Reina apareciera de forma tan poco convencional. Los murmullos comenzaron entre los nobles de Estia.

Pero los emisarios de Balkat, incluído Herodes, se mostraron indiferentes. Parecía que estaban acostumbrados a ello.

Había escuchado que en Balkat predominaba el libertinaje, pero no esperaba que fuera tanto. Leah trató de ocultar sus emociones, estaba conmocionada por su cultura. Judia miró directamente a Ishakan en medio de los murmullos.

"Un placer conocer al Rey de Kurkan. "

Balkat buscaba la paz con Estia. La máxima autoridad de Estia era Leah.

Sin embargo, Judia  ignoró claramente a Leah, aunque estaba frente a ella. Se disgustó bastante. Cuando abrió su boca para insultarla, sintió calidez en su mano. Ishakan había sostenido su mano. Ella dirigió su mirada hacia él, pero Ishakan no la estaba mirando.

 "Extraño. ¿No se supone que Balkat busca la paz con Estia?"

Los ojos de Judia se agrandaron un poco ante sus contundentes palabras. Se sorprendió porque en la diplomacia no se acostumbraba hablar de forma directa. Pero pronto respondió con indiferencia.

"Queremos una buena relación con ambos reinos."

Judia sonrió exudando el aroma encantador de su perfume.

"Especialmente... relaciones más profundas con Kurkan."

Era imposible no darse cuenta de lo que eso significaba. Los ojos de Judia brillaban. Estaba segura que Ishakan cedería a sus encantos.

Ishakan rodeó la cintura de Leah con su brazo.

"Es una lástima. Sólo escucho a mi esposa."