Capítulo 347. Banquete (1)
Por primera vez en mucho tiempo habría un banquete, la aristocracia de Estia estaba emocionada. Cuando la noche se hizo presente, carruajes entraron en el palacio real.
Leah también se vistió con esmero para el banquete. Mura, que había estado fuera con Ishakan durante el día, regresó para también ayudar a Leah a vestirse.
Llevaba un vestido de seda púrpura además de accesorios de piedras preciosas. Todos estos fueron regalos que Ishakan le dio a Leah. Cuando estaba realizando una última inspección de su vestimenta en el espejo, Leah recibió un pequeño visitante.
"Mamá."
Lesha se acercó con una mirada triste. Rápidamente consoló a Lesha, que se estaba abrazando a la falda de su vestido.
"Iré contigo."
"No, Lesha."
El banquete duraría hasta altas horas de la noche. El simple hecho de vestirse resultaba agotador, por lo que estos eventos eran demasiado tediosos para un niño. Ella no quería que estuviera presente.
"Un niño bueno debe acostarse temprano."
"No quiero."
Lesha fingió una expresión feroz.
"Tengo que proteger a mamá."
Lesha insistió añadiendo que debía seguirla siempre. Cuando Leah intentó apartarlo, se aferró a la falsa de su vestido.
"¡Llévame!"
Cuando discutían apareció Ishakan que había terminado de vestirse.
"Lesha."
Leah no pudo apartar su mirada de él. Se veía fantástico vestido con su ropa al estilo Kurkan para el banquete. Desde hace un tiempo no le había prestado atención a la apariencia de Ishakan. Se veía bastante guapo con su cabello perfectamente peinado.
Ishakan apartó a Lesha del vestido de Leah. Calmó hábilmente su descontento.
"Tu mamá ha tomado una decisión."
"Pero..."
"Las noches pertenecen a tu papá."
Entonces Lesha le susurró algo a Ishakan. Los ojos de Ishakan se entrecerraron al escucharlo. Rápidamente respondió con una sonrisa.
"Te lo prometo, Lesha."
Finalmente desistió de seguirla. Genin cargó a Lesha.
"Te llevaré a tu habitación."
Se marchó con Lesha después de hacer una reverencia. Lesha gritó al final.
"¡Mañana voy a proteger a mamá...!"
Ishakan sonrió mientras extendía amablemente su mano a Leah. Estaba actuando conforme a la etiqueta de Estia. Ella sonrió levemente.
Ambos intercambiaron anécdotas mientras caminaban de la mano hacia el salón de banquetes. Después de elogiar a Leah por lo hermosa que estaba, Ishakan añadió.
"Es mejor que no hables casualmente por ahora."
Fue una vaga advertencia. Pero sabía que no eran palabras sin sentido. Leah asintió con la cabeza. Ishakan sonrió sin dar más detalles.
"Todavía no... te lo diré cuando esté más seguro."
Tal vez estaba relacionado con el hecho de que había salido con los Kurkan hoy.
"Vale. Tendré cuidado."
Ishakan le preguntó porque respondió sin dudar.
"¿No tienes curiosidad?"
"Por supuesto que sí."
Leah dijo apretando el agarre de su mano.
"Pero debes tener una razón para no decirlo ahora."
Ishakan se detuvo bruscamente. La procesión que los estaba siguiendo también se detuvo naturalmente. Ishakan se quedó mirando a Leah. Entonces murmuró.
"Incluso eres hermosa cuando hablas..."
Su mirada indicaba que la habría besado inmediatamente si ella no se hubiera vestido cuidadosamente para el banquete. Leah rascó ligeramente la palma de su mano con su uña. Ishakan levantó una ceja.
"No hagas eso. Se me va a levantar."
"......"