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martes, 3 de mayo de 2022

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 388

Capítulo 388. Pena De Muerte (2)



El Juez de la Corte Suprema estaba muerto de miedo. La pareja involucraría al Emperador para tratar de reducir sus cargos, sin importar si era cierto o falso.

El Juez de la Corte Suprema se sobresaltó al calcular rápidamente su responsabilidad en lo que estaba a punto de suceder.

Pero la audiencia, que se amparaba en el anonimato, no tenía nada que temer. El Emperador no castigaría a todos los que vinieron a ver.

"El Emperador Sovieshu no lo sabe."

Sin embargo, la respuesta de los Vizcondes Isqua también desafió las expectativas en esta ocasión.

"Rashta nos prometió que si se convertía en la Emperatriz, nos ayudaría a encontrar a nuestra hija y nos otorgaría todo tipo de riquezas."

"Nos aliamos con Rashta para engañar al Emperador Sovieshu."

"No tenemos por qué mentir sobre esto."

"Si es necesario, podemos hacer una prueba de paternidad con Rashta."

Rashta quería gritar, 'No, Sovieshu sabía que yo era una esclava.'

Sovieshu no sabía sobre los Vizcondes Isqua, pero sí sabía que sus verdaderos padres no pertenecían a la nobleza.

Además, fue el Duque Elgy quien los trajo.

'Por cierto, ¿por qué se discute este tema?' Rashta se sintió hundida y agraviada, quería acabar con este juicio.

Sin embargo, no podía porque había venido en secreto. Rashta se quedó mirando los huevos rotos y las frutas aplastadas esparcidas por el suelo.

No podía imaginar lo que pasaría si se revelara ahora para desmentir las palabras de los Vizcondes Isqua.

El Juez de la Corte Suprema, que permaneció en silencio durante mucho tiempo, entró en una sala de reuniones discreta con otros funcionarios importantes.

El Juez no apareció a pesar de que pasó un tiempo considerable. La audiencia permaneció en su lugar, ni una sola persona se marchó.

Antes de que Rashta se diera cuenta, no sólo los Vizcondes Isqua, sino también el Vizconde Roteschu y Alan estaban en el sitio de los acusados.

Rashta se percató de una escena extraña mientras observaba a la pareja y al Vizconde Roteschu intercambiar miradas. La pareja miraba con odio al Vizconde Roteschu.

Para otros podría no ser significativo, pero no para Rashta...

'El Vizconde Roteschu les contó lo de Evely.'

Rashta comprendió la situación enseguida. De no ser así, no había razón para que los Vizcondes Isqua cambiaran repentinamente de postura, ni tampoco para que miraran al Vizconde Roteschu de esa manera.

Cuando el Juez de la Corte Suprema finalmente salió de la sala de reuniones, las personas que hablaban ruidosamente se callaron, como si hubieran llegado a un acuerdo tácito.

El Juez de la Corte Suprema volvió a su asiento alto, levantó su mazo y golpeó su escritorio varias veces con una expresión solemne. Recitó una a una las acusaciones y los cargos contra el Vizconde Roteschu, Alan y los Vizcondes Isqua. Luego añadió unas palabras propias antes de dictar firmemente la sentencia.

"Roteschu Rimwell. Pena de muerte. Alan Rimwell. Pena de muerte. Marsha Isqua. Pena de muerte. Gillimt Isqua. Pena de muerte."

***


El Imperio Oriental quería que testificara como víctima en el caso de los pagarés.

También podría testificar en otros casos, pero el Imperio Oriental quería que fuera lo más detallada posible sobre lo ocurrido en el caso de los pagarés...

Como no pude responder de inmediato, Heinley me pidió que lo pensara bien. Esa noche, dormimos abrazados sin decir una palabra.

Al día siguiente, incluso después de que Heinley se fuera a trabajar, todavía pensaba en este asunto. Así que decidí contárselo a mis damas de compañía, la primera en reaccionar fue la Condesa Jubel, que habló con determinación,

"¡Por supuesto que tienes que ir! ¡Debes contarlo todo! Lo de llamar a Su Majestad 'hermana', lo de imitarla, lo de intentar seguirla al banquete especial al que sólo asistían invitados distinguidos de muy alto estatus, lo de provocar un escándalo en la cena previa al banquete especial, lo de mentir sobre que Sir Koshar la empujó para forzar a que fuera desterrado, lo de llevar el mismo vestido y afirmar que Su Majestad se había copiado, lo de enviar una carta a un noble del Imperio Occidental diciendo que Su Majestad era infértil.... ¡Uf! ¡Uf! Sólo hablar de eso hace que me altere."

A su lado, Laura añadió con los puños cerrados,

"¡Desearía que también dijera que Rashta mintió cuando mencionó que Su Majestad le envió todo tipo de regalos para darle la bienvenida como concubina y que afirmó falsamente ser la persona con la que el Emperador Heinley intercambiaba cartas! Ah, además que cuando Su Majestad empezó a bailar con el Emperador Sovieshu en el baile de Año Nuevo, ¡se puso a llorar deliberadamente para detener el baile!"

Rose y Mastas, que no sabían por lo que pasé en el Imperio Oriental, se quedaron repetidamente con la boca abierta.

"¿Su Majestad soportó todo eso?"

"¿Su Majestad sufrió unilateralmente?" 

"No fui atacada unilateralmente."

A pesar de mi corrección, Rose y Mastas me miraron con ojos de tristeza.

... Hablaba en serio. Aunque pasé por alto mucho de lo que me hizo Rashta debido a mi posición de Emperatriz, al menos me desquité de algunos agravios en el acto. Incluso lo de llamarme hermana, Evely se desquitó por mí.

"Su Majestad, ¿va a ir?"

Laura preguntó con una expresión de 'espero que vayas', mientras entrelazaba sus manos con fuerza.

Dudé un momento antes de responder con honestidad,

"Lo estoy pensando."

Todo lo que dijeron la Condesa Jubel y Laura me dolió en su momento. Incluso pensar en eso ahora me enojaba.

Pero no serviría de nada decir este tipo de cosas en el juicio... además, Sovieshu fue quien envió regalos a Rashta en mi nombre y la llevó a la cena previa al banquete especial.

Por más enojada que estuviera por lo que me hizo, no podía asistir a la corte a tratar asuntos personales como, 'La Emperatriz Rashta me llamó hermana y se copió de mi vestido'.

Tampoco podía mencionar en el juicio que mi hermano fue acusado falsamente de empujar a Rashta y de contratar a padres falsos para Rashta.

Lo que ocurrió en el caso de los padres falsos no fue planeado por Rashta, sino por Sovieshu. Aparte de que el juicio se llevaría a cabo en el Imperio Oriental, no había pruebas, ni era posible contactar con los implicados. ¿Qué obtendría si lo contara?

En cuanto al hecho de que mi hermano fue castigado por la falsa acusación de empujar a Rashta... no daba un paso al frente porque mi hermano intentó que Rashta perdiera a su hijo con drogas abortivas, aunque fracasó.

Sobre la carta que Rashta envió al Duque Liberty, ya se había presentado un reclamo oficial al Imperio Oriental. No quería tratar en la corte un asunto por el que debía recibir una disculpa pública y formal.

"También me han pedido que asista."

¿Eh? Mientras reflexionaba, la voz de un hombre me interrumpió. Era el Vizconde Langdel. No solía intervenir cuando hablaba con mis damas de compañía.

"Al Imperio Oriental..."

"Sí. Parece que el Imperio Oriental quiere que testifique sobre el informe que preparé y que Su Majestad Navier entregó al Emperador Sovieshu para liberarme."

Oh, finalmente eso será revelado.

"La difamación sobre Lady Nian será borrada."

"Sí, así que definitivamente iré. Iré para limpiar el nombre de Nian y para ver la caída de esa mujer con mis propios ojos."

El Vizconde Langdel habló con severidad.

Una emoción ardiente se reflejó en sus ojos. Como si estuviera feliz de deshacerse de un resentimiento que le había acompañado durante mucho tiempo.

"Si Su Majestad Navier va, puedo seguir escoltándola ya que iremos al mismo lugar."

El Vizconde Langdel me hizo una propuesta mientras se regocijaba.

"Su Majestad también debe tener un odio profundo arraigado en su corazón. Ir al Imperio Oriental para presenciar su caída te hará sentir mejor."

Heinley dijo que tomara mi propia decisión.

Una parte de mi corazón quería ver que pasaría con Rashta, quien me empujó a abandonar mi país. La otra parte de mi corazón no quería ver lo débil que se había vuelto.

Cuando confesé mis sentimientos, Mastas me preguntó con una expresión de no entender,

"Entonces, ¿Su Majestad perdonará a esa mujer?"

"No voy a perdonarla. Es sólo que no quiero sentirme culpable por odiar a esa mujer al verla débil. Por mucho que odie a una persona, ver su lado más lamentable es capaz de sacudir mi corazón."

Sí. De vez en cuando me enojo cuando pienso en Rashta, 'qué mujer tan loca', lo mismo me pasa cuando pienso en Sovieshu, 'qué hombre tan malo'.

Pero después de que vea caer a Rashta, ¿seré capaz de odiarla con todo mi corazón? Aunque tal vez sí, ¿no me sentiría mal?

Después de mucho meditarlo, tomé la decisión de ir, así que fui a decírselo a Heinley,

"¿Quieres testificar, Reina? ¿Sobre el daño que te ha hecho?"

"No, iré sólo a observar."

"¿Sólo a observar?"

Heinley me preguntó con preocupación,

"Puede que escuches muchos comentarios desagradables. No de ti, sino de esa mujer."

"Lo sé."

"¿No sería mejor no escuchar nada sobre esa mujer? Además, no podrás quedarte en el carruaje..."

"Aunque la situación es grave, Rashta es popular entre los plebeyos, por lo que no habrá muchos comentarios desagradables a pesar de que muchas personas estén decepcionadas por lo ocurrido. Creo que Rashta sólo será depuesta como castigo."

Heinley estuvo de acuerdo después de pensarlo por un momento,

"Entonces vayamos juntos, Reina. Sólo así me sentiré tranquilo."